Felix.

Cuando amanecí JooHeon no estaba en su cama, a lo que me preocupé y fui a buscarlo, tal vez solo había despertado un poco más temprano que yo y no pasaba nada.

Cuando llegué a mi primer destino en menos de unos segundos, lo primero que mis ojos captaron fue... ¿a HyunJin y JooHeon durmiendo abrazados en el sofá?

Abrí la boca y fruncí mis cejas, realmente extrañado. ¿Qué estaba sucediendo? ¿De qué me perdí?

Me acerqué para verlos de frente, notando que HyunJin tenía a JooHeon abrazado de los hombros, mientras que él había entrelazado sus dedos entre sí. ¿Había pasado algo mientras yo dormía?

Presioné mi mandíbula sin saber cómo sentirme, quizá ¿Contento de que se llevaran bien? O ¿Confundido de que fuera de tan de repente?

Tal vez... ¿Celoso? Celoso de que quizá hubieran conseguido llevarse bien algo de más.

Suspiré, comenzando a negar con la cabeza. Eran tonterías, debería sentirme feliz de que se llevaran bien, porque pudieron haberse caído mal por mi culpa.

───¿Lix? ───oí un ronco murmuro llamarme y dirigí mi atención hacia ambos. Era JooHeon que acababa de despertarse gracias a mí presencia.

───Buenos días, Honey. ───susurré para no despertar a HyunJin también, aunque fue en vano cuando comenzó a abrir los ojos con pereza. Sonreí levemente mientras lo miraba, se veía lindo despertando.

Gimió, retirando el brazo que estaba abrazando a JooHeon para estirarse como si fuera un pequeño gatito. La comparación me había hecho tanta ternura.

───Buenos días, HyunJin. ───saludé y pareció notarme luego de eso, alzando su mirada hacia mí al oír mi voz. Por un momento creí que se había asustado.

───No te vi, ¿qué haces? ───preguntó entre algunos bostezos, notándose algo incómodo.

───Oh, nada, buscaba a JooHeon y los encontré aquí abrazados...

Mentiría si dijera que había podido evitar que mi voz sonara más seria de lo que debía. Me insulté internamente, no podía estár siendo obvio respecto a mí opinión sobre eso.

───Me sentí nervioso por la noche, así que no pude dormir bien y vine a la sala, aquí me encontré con HyunJin mirando una serie ───me contó mi castaño amigo con calma, como si hubiera notado que estaba algo malhumorado y quisiera relajarme───. Después de eso la vimos juntos hasta quedarnos dormimos.

Eso no explicaba cómo llegaron a tomarse de las manos de esa forma.

Apreté mi puño. No, no tenía que sentirme celoso, probablemente nada estuviera pasando a mis espaldas.

───Está bien, aunque ahora tienes que ir a ducharte, ¿sí? Luego iré yo y saldremos, no te preocupes. ───le pedí y él obedeció, levantándose del sofá con evidente desgano.

Lo miré irse a pasos lentos hasta que desapareció de mi vista. Mordí mi mejilla interna y volví hacia HyunJin, admirándolo desde mi lugar a la vez que él terminaba de despertarse, restregando sus ojos repetidas veces.

───¿Cómo estás? ───interrogué, buscando que me entregara una respuesta honesta sobre cómo se sentía─── Anoche llegaste algo tarde.

───Solo quería olvidar ese sentimiento amargo en mi pecho, por eso llegué más tarde, no quería pisar esta casa tan temprano y recaer en eso. ───me dijo, sin mirarme directamente.

Inhalé hondo y me deje caer a su lado. ───¿Recuerdas lo que dije? Sobre que te apoyaría en esto.

───Y te lo agradezco, Felix, de verdad. ───finalmente me miró a los ojos con ese brillo particular en ellos, esos que me hacían recordar a las constelaciones que solíamos ver cuando pasábamos noches en mi casa. Eso me llevó a otro recuerdo, uno en el que él me denominaba como su "estrellita" y decía que mis pecas eran un universo lleno de radiantes estrellas.

No pude evitar pensar que antes todo era mejor y simplemente sonreí de forma nostálgica.

───¿Cuándo debes ir? ───pregunté de nuevo.

───Será mañana, todavía no me siento listo para verlos a la cara, será duro y no sé si pueda aguantarme el llanto, sabes lo sensible que puedo llegar a ser. ───arrugó su ropa entre sus manos, como un niño pequeño que estaba nervioso por ir al hospital. Acaricié su hombro.

───Te voy a acompañar y te estaré esperando todo ese tiempo afuera, cuando salgas voy a estár ahí, después iremos al parque de diversiones y comeremos un algodón de azúcar. ───procuré consolarlo con esa frase, entonces me sentí como una madre prometiéndole a su hijo que lo consentiría luego de salir del hospital.

Ni siquiera había experimentado tal cosa como para decirlo, pero de todos modos así lo sentí.

───Me siento como un niño mimado ahora que dices eso ───mencionó con diversión y lo vi sonreír un poco, a lo que me alegré───. Solían decirme que me comprarían lo que fuera si me dejaba vacunar.

───Lo serás mañana, serás mi niño mimado ───le dijé en un tono suave y él se encogió en su lugar, apartando su mirada de la mía───. Puedo considerar el comprarte lo que quieras mientras no abuses. ───advertí con gracia, señalándolo como un regaño anticipado.

───Mmm, ¿si te digo que quiero un álbum de mi artista favorito estaría abusando de tu bondad? ───bromeó para después ensanchar la sonrisa que llevaba anteriormente.

Me sentí como cuando lo vi sonreír por primera vez y experimenté esa sensación en el estómago, esa de las típicas mariposas revoloteando allí dentro con fuerza.

───¿Tienes idea de que eso vale mi sueldo, no? Que maldito. ───le seguí la corriente con una sonrisa divertida en la cara.

───Tú dijiste que ibas a consentirme mañana. ───creó un puchero y agrandó sus ojos intencionalmente para lucir más tierno e inocente ante mí. Golpeé mi lengua contra mi mejilla con una sonrisa ladina.

───Con lo que esté a mi alcance, ¿O también quieres un pony?

HyunJin pareció considerarlo, poniendo un dedo en su mejilla.

───¿Y si mejor es un unicornio? ───siguió jugueteando.

───Eso ni siquiera existe. ───bufé con gracia, blanqueando mis ojos.

───Para el poder del amor y la amistad nada es imposible ───habló en un tono infantil y yo solté una risa en su cara, inclinándome hacia él───. ¿Acaso te parece gracioso? ¿No aprendiste nada de My Little Pony?

───Eres un idiota. ───seguí riéndome y apoyé mis manos en su cintura, dejando que mi cabeza descansara en su pecho.

───¿Idiota yo? Por favor, mira quién lo dice, psss.

Pasaron menos de dos minutos cuando mi risa cesó y me dejó con algunas lágrimas. Suspiré, tomando mi estómago adolorido y elevando mi cabeza para encontrarme con el rostro HyunJin más cerca de lo debido. Otro suspiro se me escapó. Me sentí tentando a acercarme más y besarlo después de tanto tiempo; sin embargo tenía bien sabido que eso no saldría bien.

Tragué saliva en seco, viendo sus labios por un pequeño periodo de tiempo antes de apartarme de su cuerpo. Noté a HyunJin ruborizarse un poco antes de volverse a colocar neutral.

───Dile a JooHeon que le deseo suerte en su primer día de terapia, cuídalo mucho, Lix. ───me encargó, incorporándose del sofá al cabo de unos minutos.

───¿A dónde vas? ───lo seguí con la mirada, confundido de que quisiera irse tan repentinamente.

───A mi cuarto, tengo cosas que hacer, te veo más tarde. ───comenzó a alejarse sin voltear en ningún momento.

Y de nuevo, estaba escapando de mí.

HyunJin.

Era San Valentín y Adam me había encargado comprar flores para su nuevo ligue. Estaba loco, ¿para qué ilusionarla de esa forma si al final sólo se acostaría con ella y ya? No entendía cuál era el propósito de conquistarla y para después solo usarla.

Suspiré, mirando el dinero reposar en la palma de mi mano, estaba pensando en no hacerle el favor e irme a casa, este asqueroso día solo me estaba recordando de forma constante que yo no tenía a nadie, y por obvias razones.

Gruñí, me sentía totalmente aprisionado y sin la posibilidad de amar como yo quería. Mi vida era un asco, jamás conseguiría ningún romance sin que antes me repitieran que era un enfermo y me alejaran de sus vidas.

Presioné mis labios entre sí, recibiendo un mensaje poco después por parte de Adam, recordándome que debía apresurarme en comprar las benditas flores. Por la forma en la que lo escribió, supe que estaba molesto, así que me decidí a solo darle el ramo y largarme lo más rápido posible a mi casa.

Me dirigí unos pasos hacia aquella florería, haciendo acto de presencia en el local cuando aquella campanilla sonó cuando abrí la puerta. Noté lo colorida que era la tienda con toda esa variedad de flores y que estaba decorada acorde a la fecha.

Habían varias personas, aunque para mi fortuna todo era rápido y en menos de lo que creí ya estaba frente al mostrador.

Entonces fijé mi mirada en el vendedor, observando ese familiar rostro devolverme la misma mirada confundida. ¿Así que él trabajaba aquí?

───¿Felix? ───sorprendido, fruncí las cejas. Desde que terminé de ayudarle con su ventana rota, ya no nos habíamos vuelto a ver, lo que sería hace tres semanas atrás.

───HyunJin ───reposó su codo sobre el mostrador mientras se inclinaba hacia mí───, que coincidencia que volvamos a reunirnos.

───Lo sé, no pensé que trabajaras por aquí. ───rasqué mi nuca, aún asombrado de tal coincidencia. No creí que fuera a encontrarlo de nuevo, pero no me quejaba.

───Lo hago. Y bien, ¿vas a comprar unas flores para tu enamorada? Como la mayoría. ───señaló el dinero en mi mano con su cabeza, esperando a que le dijera algo al respecto.

Sonreí sin motrar mis dientes, nervioso.

───De hecho no tengo novia, es solo que un amigo me pidió que comprara flores por él. ───le aclaré.

───Está bien, somos del mismo club, ah. ───habló en un tono divertido, sonriéndome con los labios cerrados.

Así que era soltero...

───¿Y qué flores planeas llevar? ───me preguntó, señalándolas. Volteé a ver toda la variedad que había a mi lado, no iba a tomarme el tiempo de elegir la flor perfecta para la "enamorada" de Adam, así que llevaría la que sea.

───La que quieras, realmente no me importa.

Aquel rubio pecoso asintió y miró con detalle las flores, parecía pensar bien en su elección. Frunció sus labios y luego señaló una de ellas.

───Esa es. Sí yo tuviera a alguien, quisiera que me regalara estas flores. ───fue hasta aquel ramo que había apuntado con su dedo, ahí pude darme cuenta de que se trataban de rosas moradas.

Me la entregó con una pequeña sonrisa.

───Es bonita... ───confesé, comenzando a tocar las rosas con curiosidad.

───¿Sabes lo que significan? ───me cuestionó en un tono suave.

No había tenido tiempo de responderle cuando alguien había interrumpido.

───Apresurate, Lee, estás aquí para trabajar y no charlar con los clientes. ───regañó un hombre con voz dura, chasqueando los dedos para que fuera más rápido.

───Ah, bien, debes irte ───me dijo en un suspiro el cual me hizo pensar que estaba cansado, era entendible. Asentí, entregándole el dinero para después comenzar a alejarme───. Espera, antes de que te vayas, una última cosa ───me llamó de nuevo, como si acabara de surgirle la idea.

Me acerqué a pequeños pasos hasta el mostrador, esperando a que me dijera lo que quería antes de que lo volvieran a retar.

───Como estás solo hoy por San Valentín así como yo, podríamos pasar la tarde juntos, ¿Quieres? Como el par de solteros con falta de afecto femenino, como consuelo. ───soltó una pequeña risa y buscó mi mirada para saber si aceptaba o rechazaba la invitación.

No pude evitar ruborizarme aunque supe que la propuesta no iba en ese sentido.

───Claro. ───acepté sin más qué pensar, no tenía nada que perder, la mayoría de mis amigos irían con sus chicas y yo me quedaría solo, así que... ¿Por qué no? Tendría la oportunidad de conocer mejor a Felix.

───Excelente, salgo a las tres, vuelve a esa hora. ───balbuceó cerca de mi oído y me empujó levemente hacia atrás para que me fuera de una vez, guiñándome cuando retrocedí unos pasos.

───¡Felix! ───su jefe volvió a llamarle la atención, así que él se colocó en su lugar y yo salí de la tienda finalmente.

O3.O3.22