─── 🌟 treinta y uno.
───¿No es importante? ───cuestionó Felix cuando HyunJin colgó la llamada.
───No es lo que quise decir, solo no quería darle detalles a KiHyun. ───sacudió sus manos, negándolo.
───Pero es lo que dijiste... y si lo dijiste es porque lo crees ───golpeó su mejilla interna con su lengua, decepcionado───. Acabo de ayudarte a olvidar el mal momento que pasaste. Me esforcé por ti hoy y al final dices que no es importante, además de que te irás con otra persona como si nada.
───¿Qué quieres que haga, Felix? Tampoco puedo pretender que está todo bien cuando me besaste hace un momento, es incómodo. No puedo seguir a tu lado cuando acabas de hacer eso. Además, tengo miedo de no poder resistirme y caer, porque ya no confío en ti y no quiero que me dañes otra vez.
───Está bien, lo arruiné haciendo eso, no debí cuando claramente ya no somos nada, ¿no es así? No vas a darme otra oportunidad...
───Desde el momento en que tú lo besaste... Lo arruinaste. No puedes esperar que te de una oportunidad así de fácil, ya no eres alguien confiable para mí.
───Puedo entenderlo, yo mismo me lo gané, pero no actúes de esa forma conmigo, me estás lastimando. Dices que no es importante lo que hago por ti y prefieres irte con un chico que acabas de conocer, que ni siquiera sabes si te gusta...
───Bien, lo lamento, no debí expresarme así de ti, pero debes entender que ahora hay alguien más... ───jugueteó con sus dedos.
───Pudo ser en cualquier otro momento, ya habíamos quedado en algo... De todos modos, gracias por ser honesto, eso era todo lo que debías decir.
───Puedo compensarlo otro día, ya le dije que sí a KiHyun. ───propuso Hwang, sintiéndose culpable luego de haber sido tan crudo con él.
───Ya no es necesario, no importa...
KiHyun.
Desde que HyunJin me dio la oportunidad de conquistarlo, sentí que debía esforzarme para ganarme su corazón. Era la primera vez que un chico me prestaba algo de atención y quería hacerlo bien, sin arruinarlo.
La mayoría de veces que un chico me gustó, no eran homosexuales y me rechazaban con todo el desagrado del mundo. Y si llegaban a ser gays de alguna manera, no se aceptaban a sí mismos como eran y rechazaban por completo su sexualidad.
Tuve mala suerte durante muchos años, hasta ese día en el que besé a HyunJin. Estaba ilusionado a decir verdad, sería mi primer romance y eso tenía a las mariposas de mi estómago revoloteando como nunca antes.
Ansiaba poder tener algo con HyunJin, realmente me gustaba.
Hace un momento lo había llamado, diciéndole que iría a su casa para llevarlo a algún lado. Mi plan de hoy era un picnic en el parque natural, además pronto oscurecería y podríamos ver el atardecer juntos. ¿No era bonito eso? Comeríamos mientras admirábamos el sol esconderse, esa siempre fue una de las fantasías que quise cumplir.
Suspiré con una sonrisa y volteé hacia mí madre luego de estár viéndome en el espejo. Ella me sonrió, algo forzadamente a decir verdad.
Ella me amaba, lo sabía, pero también sabía que estaba decepcionada de que yo fuera gay, aunque hacía el esfuerzo de aceptarme. Hace un tiempo le había dicho sobre mi interés por HyunJin, y aunque al principio no pareció la más contenta con eso, ahora se veía mejor al notar que yo estaba ilusionado con él.
───Conquístalo como el galán que eres, Kiki, seguro caerá por ti, solo mírate ───acarició mis mejillas y yo le mostré una sonrisa, esperaba que ella tuviera razón───. Aún no puedo visualizarte con un chico, me cuesta, ¿Sabes? Pero te veo tan contento gracias a él que solo espero que te acepte.
───Gracias, mamá, aprecio que respetes mi sexualidad, no todas las madres lo hacen ───agradecí y besé su frente───. Ahora debo irme, HyunJin me espera.
Me alejé de mi anciana madre y ella sonrió débilmente, en su rostro formándose pequeñas arrugas a causa de la vejez.
───Te olvidas de algo ───me recordó y se inclinó sobre la mesita a nuestro lado, tomando un ramo de claveles rojas───, el ramo que vas a regalarle a tu enamorado, querido. Eres todo un romántico cursi, igual que tu padre, él era exactamente igual conmigo.
───Tuve el mejor ejemplo. ───asentí, recordando todas las veces que él solía ser detallista con mi madre a pesar de que habían pasado años en su relación, mi papá jamás perdió su romanticismo y amor por ella.
Cuando parpadeé, ya me encontraba frente a la casa de HyunJin, esperando pacientemente a que saliera. Aunque no me esperé que llegara por mis espaldas y junto a alguien más.
───Hey, KiHyun, lamento la tardanza, ¿No esperaste por mucho tiempo, cierto? ───yo negué con la cabeza y, acto seguido, sonreí al notar lo precioso que se veía. HyunJin era tan encantador que me provocaba tantas cosas.
───Te ves hermoso ───suspiré como si fuera todo un enamorado y extendí mi brazo con el ramo, entregándole aquellas claveles que expresaban mi amor───. Es para ti, Jinnie.
Lo vi sonreír de forma temblorosa, lo que me hizo dudar de si había sido un buen detalle. De todos modos aceptó el ramo y me agradeció por ello.
Un momento más tarde, cuando me acerqué un poco a Jin para besar su mejilla, oí como alguien aclaraba su garganta con la clara intención de interrumpirnos. Mordí mi labio, alejándome para mirar a aquel sujeto.
Creí saber de quién se trataba, pero era mejor asegurarme.
───Hola ───saludé con amabilidad y él no disimuló su mueca de desagrado hacia mí───, ¿tú eres..? ───esperé su respuesta.
───Felix, chico, me llamo Felix y soy... El ex de HyunJin. ───esa pausa para decir lo que debía a continuación pareció haberle dolido. De cualquier forma, pensé en qué se supone que estuvo haciendo HyunJin con él.
Al menos... Habían terminado.
───Oh, yo soy KiHyun, el pretendiente de HyunJin. ───sonreí y volví a dirigir mi vista a quien realmente me importaba.
───Sí, bueno... Vámonos, KiHyun ───me dijo y más tarde estampó el ramo contra el pecho de aquel rubio───. Ponlo en mi cuarto, gracias, dile a mi abuela que regreso en unas horas.
Felix sacudió la cabeza para decirle que sí y luego lo observé entrar a la casa. De pronto, Jinnie me tomó por los hombros de manera desprevenida, sonriéndome con algo más de sinceridad. Lo imité.
───¿A dónde vamos? ───me cuestionó.
───Adivina.
Dos semanas y seis
citas más tarde.
Me sentí tan aliviado cuando HyunJin se puso feliz al ver lo que tenía preparado para nuestra cita, era un peso menos ya que no sabía si le gustaría. Enseñé mis dientes con contento y comenzamos a comer lo que estuve cocinando toda la tarde para este momento.
La cita en la playa parecía agradarle.
Esperaba que lo que mi madre me había enseñado fuera suficiente, HyunJin era la primera persona aparte de ella que probaría mi comida y estaba... Nervioso.
Admiré sus expresiones con atención, buscando a detalle una indicación de que la pizza era lo suficientemente decente. Él hizo una mueca no tan positiva y yo mordisqueé mi labio.
¿Mi mamá me había mentido?
───¿Dónde compraste esto, KiHyun? ───me interrogó sutilmente, como si no quisiera sonar maleducado. Supe que estaba perdido cuando hizo otra mueca al remover un poco la pizza en su boca─── La masa está algo...
Inmediatamente metí un mordisco a mí pizza, volviendo a comprobar que estuviera bien, a pesar de que ya había pasado por la prueba en mi casa. Sí... Esta pizza estaba un poco cruda. ¿Era una buena opción ir a ahogarme en el mar?
───Cruda, está cruda. Maldición, lo siento... ───me disculpé, decepcionado de mi supuesto talento en la cocina.
───¿Por qué lo sientes? ───él dejó a un lado el trozo de pizza y me miró, desconcertado.
───Yo hice la pizza, al parecer hoy mis dotes me fallaron ───posé mi mano sobre mi frente, masejeándola con algo de molestia───. Lo siento, pensé que podía hacerlo mejor.
───¡No! De hecho está bien, KiHyun, sabe bien para ser casera, lo juro ───intentó enmendarlo de inmediato, lo que me pareció tierno porque no quería herir mis sentimientos, por más que de verdad hubiera sido un asco───. Lo haces mejor que yo, yo ni siquiera sé romper un huevo sin hacer un desastre.
───No mientas solo por hacerme sentir mejor, ya sé que-
───¡Lo prometo, Kiki, es deliciosa si no le prestamos atención a ese pequeño detalle! ───exclamó, abalanzándose sobre mi cuerpo para cubrirme en un abrazo─── Eres un excelente cocinero, admiro tu amor por la cocina, no todos pueden. ───me halagó, apartándose un poco para verme a los ojos.
───Gracias, pero no es necesario que digas mentiras, he hecho mejores cosas.
───No lo dudo, ¡Eres genial! ───sentí sus fríos dedos escalar por mi cuello hasta cubrir desde mi mandíbula hasta mis pómulos─── Eres genial desde el momento en que te conocí. ───me sonrió levemente mientras sus párpados se relajaban a la hora de mirarme. ¿Ya había dicho que era hermoso? Simplemente no paraba de ser fascinante con tan solo existir.
───¿Cómo es que logras gustarme tanto? ¿No te cansas? ───le pregunté una vez me perdí en su brillante mirada, era encantador y lo diría mil veces. Quise besarlo por un momento, pero no podía evitar seguir apreciándolo.
Al final él se me adelantó, tomando por primera vez la iniciativa de besarme.
Eso me había ilusionado aún más, porque quería decir que en verdad deseaba besarme tanto como yo a él y no solo me correspondía los besos por no lastimarme. Sonreí a mitad del contacto, sintiendo una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo.
Luego de un momento, se inclinó sobre mí y me recostó sobre la manta que había puesto encima de la arena, todo mientras seguía besándome y se acomodaba sobre mi cuerpo. Algo en mí estómago se revolvió y arrugué su camisa entre mis dedos.
───Mmm... Me gusta besarte, honestamente ───me susurró y sentí cómo aquella simple frase me causaba tanto───. Me provoca sensaciones bonitas, tú me provocas nuevas sensaciones bonitas. ───lo vi sonreír cuando entre abrí mis ojos, entonces sus labios volvieron a descansar sobre los míos.
───Es lindo experimentar estas sensaciones contigo, es la primera vez que me siento así. ───confesé, volviendo a alejarme para verlo de manera especial.
───Haré lo posible por que sigamos experimentando sensaciones bonitas, no voy a arruinar lo que empezamos. ───me prometió. Me pareció que estaba siendo lo suficientemente sincero conmigo y eso me hizo sentir tranquilo.
───Y pensar que habías dicho que no te gustaba... ───recordé con una sonrisa soñadora.
───No quería admitirlo, pero me di cuenta de que sentía mariposas cuando me besaste. Creo que en serio me gustas...
───¿Crees? ───levanté una ceja, cuestinándolo a modo de broma.
───Al carajo, si todo lo que siento al estár contigo y besarte no significa que me gustas, pues no lo sé... ───se encogió de hombros y ensanché una sonrisa efusiva, volviendo a besarlo con suma emoción.
Podía decir que HyunJin me correspondía.
───Me gustas como nunca nadie me gustó...
Él nos hizo rodar por la arena repetidas veces con emoción y no pude evitar reírme, contagiado de esa felicidad. Nuestra noche siguió así, entre risas y besos melosos.
Jamás me había sentido tan vivo como esa noche.
Felix
Séptima noche sin HyunJin en casa, siendo sincero me sentía como si yo ya no fuera nadie en su vida. Y podría ser cierto, pero seguía doliendo que tuviera a alguien más ahora.
A alguien más que no se tratara de mí. Era un sentimiento que quemaba, el saber que yo ya no era su centro de atención, ni a quien le dedicaría mil palabras de amor, ni mucho menos a quien querría.
Lo había perdido y todo era mi culpa, ya no había vuelta atrás, ya no era a quien HyunJin quería, no volvería a serlo.
¿Cuánto tardaría en superarlo? Porque era molesto lidiar con la herida constantemente. A veces, ver la sonrisa de HyunJin al llegar a casa, después de estár con KiHyun, era como derramar limón a esa herida. Insoportable.
Una parte de mí tenía la esperanza de que eso no durara por mucho tiempo, aunque sabía que HyunJin no llegaría corriendo a mis brazos si eso sucediera. Pero era menos doloroso simplemente no tenerlo a que alguien más lo tuviera.
Y era egoísta, lo sabía, pero no me importaba.
Suspiré y miré hacia arriba mientras pestañeaba unas cuantas veces, esperando que las lágrimas se regresaran de alguna forma u otra.
───Hey, Lixie ───oí un pequeño murmullo provenir de JooHeon, así que lo miré a pesar de que estuviera oscuro.
───¿Sí?
───¿Puedo dormir contigo? Tuve un mal sueño. ───me pidió y yo no pude negarme, no a mi pequeño.
───Claro, Honey, ven. ───palpé mi cama, invitándolo.
Él vino hacia mí con rapidez, recostándose a mi lado para acurrucarse como si necesitara mi protección, a lo que yo atrapé su cintura con cuidado. En este momento, su sola existencia sabía consolarme y hacerme un poco más feliz.
1O.O4.22
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