Cuando HyunJin llegó a la residencia institucional, no fue con los mejores ánimos, ChangKyun lo notó y supuso que se trataba sobre la cena de la noche anterior, nada pudo haber salido bien mientras el pelinegro plantara esas expresiones.

Su castaño amigo se acercó a él y lo acogió entre sus brazos, sabiendo que lo necesitaba a pesar de desconocer los sucesos que habría vivido. Hwang dejó caer su mentón en el hombro de su ajeno, suspirando y permitiendo a sus párpados cerrarse.

—Anoché pasó algo —balbuceó—, de hecho fue más que sólo algo... —estas palabras preocuparon a Im, provocando que pensara cosas de más.

—¿Qué pasó, HyunJin? —se alejó y lo observó directo a los ojos, la preocupación apoderándose de sus cuencas oculares— Dime que no fue algo malo...

—Te lo contaré, pero tomemos asiento antes. —le dijo y estiró de él para llevarlo hasta la banca más cercana.

—¿Bien?

—Am, verás —comenzó—, anoche fue la cena con MiYeon y fue normal, cenamos y charlaron hasta que la noche terminó, luego mis padres dijeron que irían a visitar a unos de sus amigos, entonces nos dejaron a solas, ella y yo hablamos de algún tema que no recuerdo, no tiene importancia de todos modos —omitió aquello—, a lo que quiero llegar es que... en un momento comencé a sentirme muy raro y mi cuerpo parecía hervir.

—Eso... eso es raro —dijo, extrañado de lo que su amigo le contaba—. ¿Qué más pasó?

—Luego de eso no recuerdo nada, y eso es extraño, pero lo que fue más extraño aún, es que amanecí con MiYeon en mi cama... desnudos —confesó, se sentía sucio. ChangKyun se sorprendió y dejó a su boca abrirse tanto como le era permitido, ¿eso era lo que había ocurrido? podía entender lo decaído que llegó.

—¿Cómo..?

—No lo sé... hoy en la mañana hablé con MiYeon y me dijo que anoche quería tener sexo con ella y fuimos a mi habitación a hacerlo, eso es lo único que me dijo, no sé qué más pudo haber sucedido mientras estaba inconsciente de mí mismo.

ChangKyun pensó por unos instantes, era jodidamente extraño si lo contaba de aquella manera, pero mientras más su mente trabajaba, empezaba a creer que había algo más allí de lo que su amigo pudo no haberse percatado, tal vez... algo ilícito.

—HyunJin... ¿no notaste algo raro anoche? —cuestionó— quizá... sabores extraños... —aquello sonaba más como un interrogación, pero quería asegurarse si tal vez era lo que estaba pensando. HyunJin lo meditó un poco, forzando a su mente a recordar un suceso extraño.

—Hey... —parecía haber obtenido algo— de hecho sí, sí noté algo raro y fue sobre la bebida, la cena estuvo algo seca, entonces tomé un poco de agua y la misma tenía un sabor que no era propio.

Probablemente lo que creía Im era cierto, que alguno de sus padres, o incluso MiYeon, pudo haber hecho uso de drogas en Hwang.

—Quizá esto no te parezca, mucho menos porque se tratan de tus padres, sin embargo estoy sospechando algo... —dijo, algo temeroso de la reacción ajena.

—¿Qué cosa, ChangKyun? dímelo. —exigió, necesitando la respuesta de su compañero.

—Uhm... pensé que tal vez tus padres o Cho habrían usado... —observó a su alrededor, asegurándose de que ni un ser viviente estuviera lo suficientemente cerca de ellos para oír— drogas.

La única reacción del pelinegro fue asombrarse de aquellas "hipótesis absurdas"

—¡No! ¡estás demente! —negó rotundamente a aquella posibilidad— Eso no puede ser, ChangKyun, ¡para nada!

—HyunJin, no grites —lo calló—. Yo sé que son tus padres, es costoso creer que harían algo así, pero hey, me has dicho que hicieron hasta lo imposible por hacerte heterosexual, piénsalo, ¿que les costaría hacer algo ilegal? —lo miró, HyunJin se detuvo a pensar.

—Yo... no lo sé —¿sus padres de verdad harían algo así?— ¿Serían capaces? utilizar droga... ¿con qué fin?

—Pues para acostarte con MiYeon supongo, provocó que te sintieras acalorado —el menor lo observó dudoso, en verdad no podría digerirlo—, eso tan sólo indica el uso de una droga especial para ello.

—Me cuesta creerlo, son mis padres...

—Piénsalo, HyunJin, podrán ser tus papás pero no quita que sean perfectamente capaces de utilizar sustancias ilícitas. Es una posibilidad. —le dijo por último cuando la campana sonó.

Esa conversación fue la que dejó pensando a Hwang por el resto del día, sin descanso.

Cuando el horario de la universidad acabó por ese día, MiYeon se colocó a pensar en lo ocurrido en la noche anterior con su pareja, percatándose de que no habían utilizado ningún método para protegerse. Ella entró en pánico y aceleró su caminata hasta la farmacia más cercana; sin embargo una llamada la detuvo cuando estuvo a unos pasos de entrar: su suegra. Sin mucho pensar aceptó la llamada.

—¡Mimi! —chilló la mujer mayor a través de la línea telefónica— ¿Cómo estás? ¿qué tal te fue con HyunJin anoche?

—Uh, Buenas tardes, señora —saludó MiYeon, algo desconcertada—. ¿A qué se refiere?

—¿Durmieron juntos? a eso me refería, Mimi —Cho al oír aquello, su entrecejo se frunció de forma inmediata, ¿cómo lo sabía?

—Uhm... sí —respondió MiYeon de forma dudosa—. ¿Por qué?

—Dime, ¿utilizaron protección o no? —cuestionó, MiYeon pensó que comenzaba a sobre pasarse, esas eran cosas demasiado íntimas a su parecer.

—No, pero-

—¡Eso es genial! —exclamó la señora Hwang, sin permitirle a MiYeon acabar.

—¿Por qué sería genial?

—Pues si quedas embarazada mi hijo se tendrá que casar contigo y podrán formar una familia, ¡eso te beneficia, cariño! sé que lo deseas. —exclamó con una emoción que le perturbaba en cierto punto, a MiYeon no le gustaba lo que su mayor le decía.

—¿Me está hablando de atarlo con un bebé?

—¡Lo captas rápido, Mimi! de eso estoy hablando. Si tienes un bebé, él deberá casarse contigo para hacerse cargo y lo tendrás solo para ti —la mujer soltó una risa, algo espeluznante para el gusto de Cho—. Estará atado a ti de por vida, ¿no es eso genial?

—No me parece, señora, lo lamento. La idea de atarlo a partir de un ser inocente no es correcta a mis ojos, además ni siquiera nos graduamos de la universidad, no estamos listos de ninguna forma para mantener a un hijo. —se negó con seguridad, no estaba en sus planes hacerle eso a HyunJin, no lo merecía. No debía amarrarlo a ella sabiendo que no la amaba, era una locura y HyunJin solo sufriría.

—MiYeon, escúchame. —MiYeon pudo sentir la molestia apoderarse de su suegra.

—Lo siento mucho, pero no haré eso. —colgó de inmediato y se acercó hasta las puertas de la farmacia en busca de la pastilla.

18.O4.21