🍩Tony Stark🍩

     La casa estaba tranquila, un rico almuerzo de lasaña con pan de ajo aguardaba por mi Maguna y ahora a Pepper, la cual había dicho vendría por la niña y almorzaria con nosotros.

     Noté que mi pequeña genio estaba ansiosa, lo que era extraño porque ella siempre estaba tranquila al esperar la visita de su madre.

     Ir a casa de su abuela la emocionaba sí, pero no al punto de tenerla acechando en la ventana el vislumbrar del auto de su madre.

     - Morgan, apartate de la ventana, eso no hará que mamá llegue antes lo sabes cielo - reñi.

     Mi hija bufó y obediente se separó del alféizar de la ventana.

     - ¿Emocionada por ver a mamá y a la Nona? -

     - Si, claro papá - dijo sonriendo, sin mirarme ya que seguía empeñada en la ventana.

     - Suficiente - dije llamando su atención - ¿Qué ocurre Maguna? ¿Por qué tanto ahínco por ver a mamá? - pregunté - ¿Paso algo malo en la videollamada para que veas con tanto apremio la ventana, hija? -

     Pude ver claramente como se sonrojaba, estaba claro que algo me ocultaba.

     *Honk-Honk*

     El claxon del auto de Pepper se dejó escuchar desde afuera. Y antes de que siquiera pudiese ver a la niña, Morgan ya había salido disparada a abrir la puerta principal de la casa.

     Me reí por su entusiasmo y fuí tras ella para recibir a Pepper.

     Grande fue mi sorpresa de ver junto a mi ex-mujer a ese hombre que creí haber puesto lejos de mi vida con una distancia que pensaba, era suficiente.

     - Rogers...-

     - Stark...-

💙Wrong Decisions❤️

     Sentados todos en la mesa, degustando la rica lasaña y el pan de ajo, con ese jugo de naranja, podría decirse que era la imagen perfecta de un almuerzo en familia.

      Claro, eso sí le restamos el que Tony tiene una cara de pocos amigos, Steve una incomodidad enorme, Pepper por su parte comía tranquila y la más ajena a las miradas del rubio y el moreno era la pequeña Morgan, quien no dejaba de analizar a ese hombre enorme que estaba sentado a su lado.

     - ¿Sr. Steve podría pasarme el queso parmesano, por favor? - pidió amablemente la niña.

     Todos los adultos salieron de sus ensoñaciones al percatarse de la petición de la infante.

     Con una sonrisa, el rubio le acercó el queso y no conforme con eso la ayudó a colocarlo en su comida.

     - No le eches demasiado, luego tendrá gases - resaltó Stark.

     - ¡Eso es mentira papá! - rebatió la niña - Yo no sufro de gases por queso parmesano, a mí me dan es por comer esas coles y brócolis que me preparas siempre -

     Pepper se rió de la ocurrencia de su hija, y haciendo un ademán a Rogers para que dejara de echarle más queso, procedió a hablar.

     - Maguna, luego de que termines de comer ve por tu maleta para ir con la Nona - ordenó, la niña asintió mientras masticaba - Bajarás una vez te lo pida ¿Sí, linda? Los adultos debemos hablar primero antes de irnos con la abuela -

     Emocionada la niña asintió masticando más rápido, cosa que hizo que a Rogers le diera ternura por lo adorable de la infante.

     Tony por su parte se sentía tan fuera de lugar ¡Y estaba en su propia casa, por amor a Dios! Esperaba con ansias esa conversación, necesitaba saber porque ese rubio de quien espero no volver a saber más, ahora compartía la mesa con ellos y estaba limpiando las mejillas de su hija, como si la conociera de toda la vida.

     - ¡Estaré esperando a que me llames mamá! - dijo Morgan tras subir a lavarse los dientes.

     Ya habían culminado de comer, y mientras Pepper y Tony lavaban los platos, Rogers se paseaba por la sala viendo las estanterías y repisas.

     - ¿Es en serio Pepper? - bramó el moreno - ¡Trajiste a Rogers a mi santuario así como si nada! -

     - Hey, ¿Cuál santuario? Ésto es solo la casa de campo que adquiriste, y gracias a mí debo agregar, no exageres Tony - dijo sin importancia.

     - Da igual, ¿Por qué está acá eh? - indagó - ¿Qué es lo que planeas hacer realmente Pepper Pots? -

     - Digamos que cumplo un capricho de nuestra hija Tony, es todo - dijo simple.

     El moreno la miraba sin entender.

     - Ella me pidió traerlo acá contigo -

     Sorprendido, Tony miro hacia la estancia donde aún se veía a Rogers pasear mientras veía cuadros de la pequeña en las paredes, y a su vez vió las escaleras, imaginando que su hija estaba en la cama esperando a ser llamada por su mamá.

     - ¿Cómo pudo saber ella de la existencia de Rogers? - Tony estaba más que seguro que ese era un tema Taboo en su hogar - Yo no le he hablado de él, y mantengo vigilado muy bien sus accesos a internet -

     - Ella simplemente me pidió traer algo que te hiciera feliz Tony - dijo mirándole tras dejar un plato en la repisa, el moreno solo la veía sin saber que decir - La niña te ha visto muy decaído y eso a ella no la hace feliz - explicó.

     Tony masajeo su cabeza, comenzaba a sentir migraña.

     - Se que traerlo sin tú consentimiento no fue lo apropiado Tony, pero ya está hecho y lo mínimo que puedes hacer ahora es asumirlo y enfrentarlo todo de una vez por todas - animó dándole un par de palmadas en el hombro.

     La rubia salió de la cocina y fué a dónde dejo su bolso en la estancia. Rogers, quien sostenía un libro sobre "El Origen de las Especies - Charles Darwin" reparo en que la dama estaba con él.

     - Espero que ésta vez ambos tomen la decisión correcta - aconsejó al rubio.

     Éste asintió, haciendo la promesa silenciosamente de que así sería.

     - ¡Morgan, baja querida, nos vamos! - llamó la mujer a la niña.

     Desde arriba se escuchó un grito de "¡Si mamá!"

     - ¿Estás segura de ésto Pepper? - indagó el rubio.

     - ¿La verdad? - pregunto honesta - Ni un poco, pero confío en que ambos lo resuelvan, lo necesitan al menos para seguir adelante con sus vidas -

     Asintiendo a sus palabras los dos adultos vieron bajar a la pequeña con una mochila en la espalda y una pequeña maleta siendo arrastrada con sus manos.

     - ¡Ya estoy lista mamá! - exclamó al llegar abajo.

     Tony salió de la cocina con una bolsa en la mano, la cual contenía una cuantas barras de granola, un par de manzanas, unos dedos de queso con un jugo de naranja bien frío y una botella de agua.

     - Maguna ten ésta bolsa, nada de hacerle reguero en el auto a mamá - exclamó serio - Es para ti y mamá así que no te lo comas todo de una vez ¿Sí, preciosa? -

     Asintiendo a sus palabras la niña tomó la bolsa, y a Pepper le dió una vianda que contenía un poco de la lasaña con el pan de ajo.

     - Para tú madre Pepper, de mi parte - sonrió algo incómodo.

     - Gracias Tony, los dejamos - tomó a la niña de la mano - Despídete mi amor -

     - Adiós papá, hasta pronto señor Rogers, cuide mucho a mi papá ¿Sí? Él es muy bueno, algo gruñón, ¡Pero cocina delicioso! ¿Verdad? - sonrió - ¡Dele la sonrisa de 3.000.000 que yo le doy cada día! -

     Ambas féminas salieron de la casa y una vez en el auto, ambos hombres se despidieron con la mano.

     El moreno suspiro mientras veía el auto salir de la propiedad.

     Estaba aterrado, eso sin duda, pero había hecho su elección ya. Debía enfrentarse a Rogers de una forma un otra de lo contrario no podría vivir feliz consigo mismo, y menos si ahora su inteligente hija se había dado cuenta de su estado de ánimo.

     Tony suspiró y entró nuevamente a la casa, dejando la puerta abierta le dió a entender a Rogers que aunque no quería verlo, era igualmente bienvenido y recibido en su casa.

     Al entrar a la casa, vio como su maleta ya no estaba en la estancia, escuchó pasos arriba por lo que subió y vio a Tony colocar en una habitación su maleta.

     - No sé exactamente a qué viniste Rogers, pero no te dejaré durmiendo afuera si eso es lo que crees - explicó - Puedes usar ésta habitación mientras pasas tu estadía acá conmigo -

     - Gracias Tony...-

     - Lo hago por ellas Rogers - dijo viéndole seriamente - No por tí -

     Salió de la habitación y dejó al rubio ahí.

🍩Tony Stark🍩

     Tener a Rogers en casa conmigo es extraño, y más si él no sabe cómo acercarse a hablarme.

     Se que no debo hacerme del rogar con él, pero era divertido verlo frustrarse con sus intentos de tratar de comunicarse conmigo.

     Sin embargo, para estar solamente medio día juntos su compañía era amena.

     Sentía curiosidad por todo a su al rededor, incluso creí ver un brillo en su mirada cuando descubrió que tengo un bote en un pequeño muelle.

     - ¿Quieres navegar Rogers? - le pregunté cuando me cansé de verlo mirar como un bobo al bote.

     - ¿De verdad? - dijo risueño.

     - Sube a bordo al Expreso Maguna, Rogers - dije para subir y colocarme mi sombrero de pirata.

     El rubio se rió de mi comentario, pero ni corto ni perezoso saltó al bote el cual se tambaleó mucho haciendo que perdiera el equilibrio.

     Sintiendo un flash back de cuando en aquel momento en esa fiesta de hace años, Rogers me sujetó de la cintura y mirándolo fijamente me preguntó.

     - ¿Estás bien Tony? -

     Sintiendo una manada completa de dinosaurios en mi estómago, sólo atiné a asentir mientras era de nuevo acomodado en mi lugar.

     - ¿Listo para zarpar? - exclamé una vez recuperada la compostura y con el corazón latiendo fuerte y rápido, sin saber si era por la emoción de casi caer o el haber recordado ese acontecimiento que lo comenzó todo años atrás.

     - ¡Ice las velas Capitán Stark! - dijo feliz.

💙Wrong Decisions❤️

     Sonriendo Tony arrancó el bote, el cual era una mini lancha, no tenía ninguna vela, pero igualmente le agradaba el entusiasmo de Rogers. Parecía un niño pequeño.

     Tras dar varias vueltas por el río, volver y aparcar el bote en el muelle, ambos hombres fueron a sus respectivas habitaciones a darse una merecida ducha.

     Mientras hacían eso, ambos se carcomían la mente pensando en cómo lo habían pasado tan bien ese día.

     Uno pensaría que ya deberían estar moliendose a golpes, o que en realidad sea Tony quien le diera esa paliza al rubio.

     Pero era agradable ver cómo podían convivir sin tener una discusión de por medio.

     Sin embargo, esa no era la idea tampoco, estaban omitiendo que tarde o temprano debían hablar seriamente sobre todo lo que había ocurrido en esos años.

     Y fue durante la cena, que Rogers tomo valor he hizo la pregunta.

     - ¿Ser padre es tan genial cómo dicen? - indagó el rubio.

     Tony detuvo su ingesta de ensalada, y observó a su acompañante.

     Estaban cenando un poco de carne con verduras y ensalada, con una copa de vino tinto.

     Mirando atento a Rogers y tomando su copa, tomó un sorbo y respondió.

     - Es lo segundo mejor que me ha pasado en la vida - respondió simple.

     - ¿Lo segundo? - pregunto curioso - ¿Qué puede ser más importante que eso? -

     - Haberme enamorado quizás... - dijo por lo bajo.

     Rogers calló de inmediato.

     Tony sin embargo no se arrepentía de lo que había dicho, estaba lo suficientemente cansado de estar ocultando sus sentimientos, que decirlos a viva voz se escuchaba bien.

     Además de que ya era un tema que podía hablar sin tener que quebrarse en el proceso.

     - Oh.. ya veo -

     - Si...-

     - ¿Qué hay de ti Steve? - le pregunto señalando con su copa al rubio - ¿Tú mejor momento de la vida, cuál es? -

     El rubio simplemente tragó lo que masticaba y sin una pizca de cobardía respondió.

     - Divorciarme de Sharon -

     Ahora quien realmente lo miro sorprendido fue Stark.

     - ¿Divorcio? - preguntó - ¿Desde cuándo estás divorciado Rogers? -

     - ¿Cuántos años tiene Morgan? - devolvió la pregunta.

     - No tiene mucho de haber cumplido 6 - dijo.

     - Serían 5 años entonces, desde mi divorcio -

     Dejando ambos sus comidas y solo teniendo la copa de vino en mano, ambos se perdieron en sus pensamientos.

     El moreno no tenía ni idea de que Steve estaba divorciado hace tanto tiempo, y menos que lo haya hecho casi al mismo tiempo que él lo hizo.

     Con Pepper habían acordado seguir casados un año, luego del nacimiento de Morgan para darle al menos una crianza compartida por un tiempo, luego ambos acordaron firmar los papeles y compartían la custodia, aunque Tony tenía el total de la misma.

    - ¿Por qué no sabía de tu divorcio Rogers? - indagó al aire.

     - ¿Por qué literalmente me sacaste de tú vida y te mudaste lejos, quizás? -

     - Touché -

     Ambos hombres se observaron, y solo pudieron largarse a carcajadas.

     Era divertido ver qué ese tiempo haciéndose ambos los mártires pudieron haberlo aprovechado de volver a intentar estar juntos.

     Tomando la copa de Rogers y la suya, Stark le hizo un ademán al rubio para que lo siguiera con la botella de vino al patio.

     Éste salió tras suyo solo para irse a la sala de invierno de la casa, lugar donde había una chimenea, un mecedor, una mesa ratona con algunas revistas, había una pequeña licorera en una de las esquinas y sin dejar de lado un enorme sofá de dos plazas con muchos almohadones y mantas.

     Sacando una caja de un cajón cercano al sofá, Tony saco unas bolsas, las que tenían malvaviscos, galletas y chocolate en barra.

     - ¿Se te antoja un Smurf, Steve? - dijo el moreno mostrado lo que tenía en mano - Soy un experto en hacerlos, aunque mi Maguna es toda una chef -

     Sonriendo el rubio tomó asiento a su lado y con una vara de madera comenzó a clavar los malvaviscos en ella mientras Tony encendía la chimenea.

     Entre risas y anécdotas de como hacer los mejores Smurfs, ambos caballeros compartieron un rato muy agradable juntos.

     - Siempre soñé con pasar una velada así contigo Tony - dijo Steve llamando la atención del moreno, el cual apenas había dado una mordida a su Smurf.

     El millonario le observó atento.

     - ¿Sabes? Ni con Sharon logré tener un momento memorable como los que he tenido contigo - dijo sincero.

     - ¿A qué te refieres con memorable Rogers? Casi toda nuestra historia está basada en como nos ignoramos por años y como peleamos en la época dónde nos hablábamos - dijo confuso.

     - Para mí, hay momentos hermosos que compartí contigo, pero no sabes cuáles son - explicó acercándose un poco al moreno - Por ejemplo, esa vez luego de salvar al mundo contra Loki y los Chitauris, que fuimos con los demás a comer Shawarma -

     Riendo Tony recordó eso.

     - No te quejes Rogers, estaban deliciosos - rebatió.

     - Aún me sorprende que ese puesto sobreviviera a la Gran batalla de ese día - dijo riendo.

     - ¿Tienes algún otro recuerdo más? - dijo Stark curioso.

     - Bueno, la mayoría eran las celebraciones que hacíamos luego de completar una misión - dijo mientras mordía su Smurf - Otro de mis favoritos fue cuando te hice mío aquella noche...-

     Tony enrojeció de vergüenza.

     - Yo.., la verdad recuerdo muy poco de ese día debido a que estaba muy ebrio - dijo con algo de pesar.

     - ¿De verdad? - el moreno asintió algo cohibido, era horrible no poder recordar como había hecho el amor con la persona que amaba y era aún más terrible que con el paso de los años, el recuerdo de lo vivido se esfumará de a poco.

     - Yo solo se una cosa de ese día Tony - hablo Rogers sacando al millonario de sus pensamientos.

     - ¿Qué cosa Steve? -

     - Mi mayor error lo cometí ese día - la sonrisa de Tony calló abruptamente y lo observó dolido - Nunca debí decirte nada de lo que dije esa vez -

     Stark se sorprendió y sus ojos se comenzaron a humedecer.

     - Debí tomarte en mis brazos y volver a hacerte mío - dijo él rubio también aguantando las lágrimas - Dejar más de mi esencia en tí, y no dejar ningún lugar de tu cuerpo sin recorrer -

     Tony se estremeció con sus palabras.

     - Rogers... - Steve lo acalló con sus dedos, los cuales estaban cubiertos de la mezcla del Smurf, haciendo que Tony de forma voluntaria los lamiera.

     - Calla... - dijo sutil, mientras se deleitaba con el tacto de la lengua de Tony en sus dedos - Debo decirte lo que debí decir hace años - dijo serio - Te amo Tony, y lamento haber tenido que esperar casi 7 años para darme cuenta que todo lo que quería y necesitaba en mi vida estaba justo frente a mí -

     Llorando, Tony se abrazó al rubio, el cual también derramaba sus lágrimas amargas por tantos sentimientos saliendo a flote.

     - Lo único que agradezco de que hicieras eso Rogers - dijo Stark mirándole - Es que gracias a eso tengo a mi Maguna, a la segunda persona que amo 3.000.000, porque siempre fuiste y serás tú mi primer amor de 3.000.000 -

     Sonriendo, el rubio tomó su mentón y unió sus labios en un beso lento, dulce y delicioso.

     Con un chillido Tony se sujetó a sus hombros, se sentía mareado, esperó tanto ese momento que no supo cómo reaccionar.

     Dejándose llevar, ambos hombres dejaron correr sus miedos y echando lejos sus dolores se entregaron en cuerpo y alma a la luz de esa chimenea que era la única espectadora de tal muestra de amor puro.

     Gemidos y jadeos retumbaban en toda la habitación, un Tony acostado entre los almohadones y las sábanas, completamente desnudo con un Rogers entre sus piernas, se deleitaba con la vista que le ofrecía el rubio.

     Quién no se espero más a probar cada parte de su hombre, sin dejar un espacio que su lengua y labios no tocara.

     Acariciaba sus cabellos, piernas y muslos con sus manos, Stark solo gemía en gozo, hacia tantos años que no hacía el amor con alguien y hacia aún más tiempo que no volvía a estar con quien amaba.

     Que no se podía cohibir de gritar, gemir y jadear como un poseído a causa del placer que Steve le regalaba.

     Cuando fueron un mismo ser, ambos se quedaron completamente quietos, absortos en la mirada del otro.

     Parecía un sueño hecho realidad, después de tanto desearlo, de tanto soñarlo e imaginarlo, estarlo viviendo en plena realidad, parecía una fantasía.

     Pero no tenían tiempo para estar elucubrando sobre eso.

     Por lo que una vez ambos salidos de ese pequeño lapsus cognitivo, los sonidos de pieles chocando contra la otra y los jadeos y gruñidos no se hicieron esperar.

     La espalda de Rogers era apretada fuertemente por las manos de Stark quien no se contenía de marcar su cuello y hombros con sus besos.

     Steve por su parte dejaba sus huellas dentro y fuera de su moreno, y claramente apretaba y amasaba ese trasero rechoncho que tanto lo volvía loco.

     Con hambre se chupaban y lamían, llegando al punto de incluso morderse con gran gula.

     Si alguien osara venir a interrumpir, más de una sarta de maldiciones y amenazas de muerte brotarán de esos labios que ahora solo soltaban gemidos y jadeos en ambos hombres.

     La noche era joven y ellos en espíritu así lo eran también, y con sus cuerpos se demostrarían cuanto se habían extrañado esos años.

💙❤️

     Por la mañana un sol radiante los despertaba.

     Tony agradecía tener ventanas automáticas que con la foto celda  abrían una vez sentían los rayos del sol.

     El moreno despertó envuelto en sábanas y abarrotado de almohadones.

     Sintió una gran punzada en su parte baja, y tras mirarse, el recuerdo de esa misma noche lo abordó.

     Un sonrojo muy prominente adorno su rostro, y más cuando sintió como la presencia de Rogers en sus entrañas comenzaba a brotar por sus muslos.

     - Buenos días Tony - le saludo el rubio, el cual arribaba a la habitación con una bandeja en las manos.

     El olor de huevos revueltos con tocino y tostadas con mantequilla, le hicieron sonar el estómago a Tony.

     - Buenos días Steve - dijo sonriendo mirando como el rubio, se colocaba a su lado en el suelo y ponía la bandeja entre ambos.

     - ¿Te sientes bien? - preguntó preocupado, sabía que la noche anterior se había excedido.

     - Nada que no pueda soportar - le tranquilizó mientras mordía una de sus tostadas.

     Sonriendo el rubio tomó su propio cubierto y comenzó a comer con ahínco, estaba delicioso.

     - Así que... ¿Qué hacemos hoy Tony? - preguntó Rogers tímido.

     Stark le miró y con una gran sonrisa respondió.

     - No sé tú Rogers, pero yo espero tener más rondas de sexo contigo, tenemos que recuperar esos 7 años perdidos a como de lugar - dijo como quien no quiere la cosa.

     Un sonrojado Rogers comenzó a reírse.

     - Dios eres imposible Tony -

     - No, yo soy Ironman, Capitán - dijo coqueto robándole un beso, mientras procedía a tomar un poco de café.

     - Realmente te amo Tony -

     - Y yo a ti te amo 3.000.000 Steve -

💙❤️

     Cuando Morgan y su madre volvieron aquel domingo por la noche, grata fue la sorpresa que se llevaron al ver a un sonriente Tony Stark con más vida que nunca en su mirada.

     Y a un sonriente y satisfecho Steve Rogers el cual sin pena alguna sujetaba por la cintura a su querido moreno.

     Morgan había heredado la inteligencia de su padre, no tenía que sumar dos más dos para saber que lo que tanto había anhelado se había cumplido.

     Su querido padre era feliz, ese hombre rubio, enorme y tímido lo hacía inmensamente feliz así como ella.

     Sabía entonces que haber pedido ayuda a su mamá había sido la decisión correcta.

     Ésta historia nos deja de enseñanza que a veces, para poder ser felices necesitamos un pequeño empujón hacia la dirección correcta.

     Y que...

     Definitivamente algunas malas decisiones podían arreglarse a futuro, solo hay que saber darse cuenta de ellas a tiempo.

Fin~

¡Muchas gracias por haber llegado hasta acá!

Mi cumpleaños es éste fin de semana y para los que me conocen saben que siempre hago algo especial por ese día. Sin embargo, considerando que posiblemente esté ocupada, les traigo el capitulo final de este Three Shot, que ame mucho escribir.

¡Nos vemos pronto en otra historia!

Todo mi love para ustedes 💕

AL17.