1/?
🍩Tony's.🍩
Creí que al casarme, este sentimiento erróneo dentro de mi pecho se iría pero, contrario a eso se hizo más y más fuerte.
Me casé un otoño con Pepper Pots, mi asistente y mejor amiga, el motivo por el que lo hice, es porque creí quererla lo suficiente como para que fuese capaz de reemplazar mi amor por él.
Estaba equivocado, ya lo sabía.
Pero cuando dije "acepto" y él, estaba ahí sentado al lado de su novia, Sharon con quién ya tenía un año de relación, tan tranquilo en la primera fila de la iglesia; supe entonces que todo se había jodido.
No se levantó a oponerse, como tristemente y esperanzado creí que lo haría, con eso entendí, que esas cosas cursis sólo pasan en las películas románticas que tanto me gustaba ver en su compañía.
No sé que me frustró más desde ese día, las constantes discusiones con Pepper, o por el contrario, todas las veces que por simple deseo me iba a escondidas a verlo desde lejos.
Porque sí lo espiaba en las noches, usaba mi traje para sobrevolar la ciudad con la vaga excusa dada a mi esposa, de patrullar la ciudad, por si había peligros.
Cosa estúpida, ya que con el sistema de rastreo y seguridad de la Torre Stark, no había necesidad de patrullar la ciudad, a la menor señal de peligro, el protocolo se activaba.
Considerando que tengo ya, más de un año haciendo eso desde que nos casamos, me sorprendía que Pepper no me haya cuestionado nunca eso.
Cuando lo único que hacía en realidad era ir y observarlo a él.
Y así pasaron los días, que se volvieron meses y luego años.
Rogers se casó con la joven Carter, y yo al igual que él, estaba en primera fila, viendo al amor de mi vida casarse con alguien más.
Pero eso no impidió que siguiera haciendo mis visitas nocturnas a su departamento.
New York lucía hermosa con todas sus luces resplandecientes, pero nada de esa belleza se comparaba con la de mi Steve.
- Me pregunto... ¿Por cuánto más tiempo tendré que fingir que no te amo? - pensaba cada día - Cuando lo que más quiero es estar a tú lado ocupando el lugar que tiene ella -
❤️💙
🛡️Steve Rogers🛡️
En un pequeño, pero modesto departamento en alguna parte de New York; Steve Rogers mejor conocido como Capitán América, se encontraba sentado en compañía de Sharon Carter, una agente de la extensión de S.H.I.E.L.D.
Y en su hermoso rostro se vislumbraba el recordatorio de la difunta Peggy Carter, tía abuela de ésta, y el amor de su vida pasada.
No se sentía seguro con respecto a su presente al lado de dicha joven.
¿Qué si la quería? Sí.
Pero, ¿Amarla? eso no lo sabía a ciencia cierta.
Ella le recordaba mucho a Peggy pero, no era ella, en ningún sentido.
¿Estaría cometiendo un error?
Eso quizás ya lo tenía en claro pero, considerando que ya había contraído nupcias con la joven, ya no podía dudar de sus decisiones.
¿O sí?
El Capitán miraba la pantalla de la televisión, Sharon dormitaba a su lado, estaba agotada por el trabajo.
Sutilmente acaricio su hombro y tras sugerirle suavemente que se fuera a descansar, la joven se levantó y bostezó, le dió un pequeño beso en los labios y se retiró lentamente a la cama.
Steve luego de verla irse, se relajó un poco más; su cuerpo estaba tenso, por lo general siempre era así.
En las noches se hallaba incómodo con la presencia de la joven.
¿Por qué en las noches?
Bueno, no es fácil fingir indiferencia, cuando el reflejo del resplandor rojo de una armadura se vislumbraba a través de la pantalla del televisor.
Si, él sabía que Tony venía cada noche, y sólo se quedaba ahí mirándole.
Por lo que el rubio se quedaba hasta altas horas de la madrugada, buscando canales cuya programación tuviera la menor cantidad de iluminación, para que así el bello rostro que se mostraba en la apertura del traje, se mostrara.
- ¿Cómo seguir callando que lo único que quiero es que pases esa ventana y estés a mi lado mientras te beso hasta el amanecer? - pensaba.
💙❤️
💙Wrong Decisions❤️
Eran pequeños detalles los que hacían que eso tan prohibido tomara cada vez más y más fuerza.
Aún no comprendían el porque todo tenía que haberse arruinado antes de que si quiera pudieran haberlo disfrutado.
La vida era injusta con ellos.
Pero, no era culpa de ninguno de los dos. Todo había ocurrido hacía poco menos de dos años, uno antes que la boda Stark/Pots, y mucho antes de que Steve desposara con la agente Carter.
Tras una dura lucha en la que obtuvieron la victoria, contra una agrupación de traficantes de armas.
Los Vengadores se dispusieron a celebrar dicho acontecimiento, junto a algunos miembros de S.H.I.E.L.D y como consecuencia de ello, un ebrio Tony Stark comenzo a hacer el ridículo, o lo que el creía que era la demostración de su idea de diversión
Se subió en plena mesa y comenzó un tonto baile, que por más bobo que fuese, lo hacía feliz y a sus compañeros igual les divertía.
Pero, al bailar de forma tan animada, no consideró la estabilidad del mueble en el que estaba.
Por lo que perdió el equilibrio yéndose hacia atrás, ya preparado para sentir el impacto, lo espero cerrando los ojos, ante los gritos de "¡Cuidado!" que gritaron Natasha y Hill.
Tal golpe nunca llegó porque el Capitán en un rápido movimiento atrapó el cuerpo de Tony hábilmente.
Todos se quedaron mudos ante tal acción y el rubio quién aún sostenía al millonario en brazos, comenzó a caminar en dirección al ascensor.
- Steve... ¿Qué...? - inició la pelirroja.
- Lo llevaré a su habitación - explicó - En el estado en que está no es recomendable que siga aquí abajo - concluyo, dirigiéndose al elevador.
Tony no objeto nada, y cuál princesa se dejó llevar a su aposento, por su parte el resto del grupo solo siguió con la celebración.
Total, no era la primera vez que Tony celebraba demás.
Una vez allí, Steve sentó a Tony en la cama.
- ¿Te sientes bien? - preguntó el mayor ante el mutismo del millonario.
Éste por su parte solo asintió, cayendo en cuenta que se encontraban ellos dos solamente en su habitación.
- Capitán... - le llamó, atrayendo la atención de Steve el cual estaba buscando en los cajones alguna prenda cómoda para el moreno.
- Dime Tony - respondió suave.
- Podrías... ¿Podrías besarme? -
El soldado detuvo su búsqueda y volteo a mirar al hombre.
- ¿Qué? -
- Que si puedes besarme Rogers - dijo más claro.
- Stark, estás ebrio, no soy una chica - dijo escuetamente.
- Eso ya lo sé - rebatió - Se que ahí abajo tienes a la capi-conda - dijo obvio, rodando los ojos.
Tal comentario hizo sonrojar al rubio.
- ¿Por qué no puedes besarme Rogers? - preguntó, dando un aire triste en su cuestionamiento.
- Stark, somos hombres, éstas ebrio - dijo dando excusas banales - Además tienes una relación con la señorita Pots -
Tony se arrodilló en la cama, mirándole mientras se desvestía.
- Osea que... Si yo no estuviera con ella; ¿Me besarías? - dijo coqueto, mientras acariciaba su propio pecho.
El rubio no sabía cómo reaccionar, nunca le habían hablado así, y mucho menos antes alguien le había propuesto algo tan sugerente.
Mordió sus labios, no era idiota, sabía cuán deseable y pasional era Stark, no por nada lo aclamaban como un Playboy.
Sin embargo, no iba a aprovecharse de una persona que no estaba en sus sentidos.
Aún cuando su entrepierna estaba más que de acuerdo con la vista que se le presentaba.
- Tony basta... - dijo pasándole el pijama.
Lo que no espero fue que Stark tomase su muñeca y lo tirara a la cama, para luego él posicionarse encima suyo.
Específicamente acomodó su rechoncho trasero en la ingle del Capitán.
- Steve~ - suspiró, comenzando a masajear el cuerpo del rubio.
El cual tenía un debate mental sobre quitar al hombre de encima suyo, o simplemente dejarse llevar por una vez en toda su vida.
Cuando el genio comenzó a subir su camisa, para disponerse a besar y lamerle el pecho, su cordura se fue a la mierda.
<Lenguaje> se reprendió mentalmente.
Y sin más, tomo las caderas de Tony, y lo colocó encima de su miembro por sobre la ropa.
El nombrado dejo escapar un gran suspiro, al sentir tal trozo de carne frotarse en su trasero.
Sin más, sujeto el cuello del rubio y lo besó; acción que fue correspondida de muy buen ánimo por parte del mayor.
Rogers no era el mejor besando, pero era excelente aprendiendo; y Tony estaba más que dispuesto y disponible de enseñarle.
Mientras sus lenguas buscaban el dominio de la boca contraria, sus manos recorrían los cuerpos desconocidos con gran ímpetu.
Se saboreaban con gran gula, era como si tuvieran tal sed y la boca del otro fuese la tan afamada agua vital de sus vidas.
Con un sobreesfuerzo casi inhumano, Rogers procedió a alentar a Tony mientras lo distraía acariciando su cuerpo.
- Steve~ más~ - musitó ansioso.
- Oh Tony~ - gruñía éste al sentir como el moreno no dejaba de frotarse contra su miembro.
Sintiendo humedad en sus pantalones, Rogers paso a despojar de sus ropajes a Tony, el cual ni corto ni perezoso saco la camisa de vestir color olivo que el soldado lucía.
Con un Steve semi desnudo de la cintura para arriba, y con su pantalón a medio abrochar; un Tony con los pantalones fuera y la ropa interior a medio camino de sus muslos.
Ambos se detuvieron para observarse.
Labios hinchados, cuerpos sudorosos, ojos chispeantes de deseo, un hambre atroz que les quemaba por dentro y una sed insaciable que clamaba por más y más.
Sin decir ninguna palabra, los dos hombres siguieron no solo a sus miembros ansiosos, sino también a sus corazones desbordantes de amor por quién tenían frente suyo.
No necesitaban palabras para describir o decir lo que querían del otro, con usar sus cuerpos era más que suficiente el demostrarlo.
Y así fue como de un baile ridículo, fueron arrastrados a la noche más pasional y memorable de sus vidas.
Sin inhibición alguna, no hubo zona en sus cuerpos que no fuese probada, chupada, marcada y lamida.
Grietas sangrantes por rasguños adornaban la espalda de Steve, quien sentía ese escosor como la prueba máxima de haber hecho suyo a Tony Stark.
El moreno por su parte, sintió al amanecer las consecuencias en sus caderas, dónde no solo tenía las rozaduras marcas rojas de la zona v de Rogers, sino también sus dedos y besos adornados en sus glúteos.
No hubo necesidad de protección, ambos confiaban en el otro lo suficiente para dejar pasar por alto, el que Steve llenara por dentro a Tony con los fluidos que brotaban de su miembro.
De haber podido ser capaz de embarazar al moreno, el rubio lo habría hecho sin duda alguna.
Por la mañana, en un enredo de cuerpos y siendo despertados por la poca luz que se dejaba pasar por la cortina.
Un sonriente y con resaca Stark comenzaba a levantarse, sin embargo su cuerpo era prisionero de un par de robustos brazos que lo apretaban con gran cariño.
Sonriendo como un idiota, consciente de que ha hecho una travesura, se giró para encarar el bien formado rostro del rubio.
Quién aún en su dormir, no dejaba de tener un semblante tranquilo.
Tener ese despertar cada día, sería lo más maravilloso de su vida.
Sin embargo, una vez el rubio abrió los ojos y vió al moreno frente a si, todos los recuerdos de lo acontecido la noche anterior lo golpearon.
El cambio en su semblante fue muy obvio, pasó de la tranquilidad a la angustia en menos de un parpadeo.
Soltó el abrazo que compartía con Tony, como si éste le quemara, ese gesto entristeció mucho al millonario.
- ¿Pasa algo Steve? - indagó.
- ¡Tony, no ves que hemos cometido un error! -
Error.
Error.
E.r.r.o.r.
Esa horrible palabra retumbó en la mente del millonario.
¿Cómo algo tan maravilloso como haber hecho el amor con la persona de la que está enamorada, puede ser un error?
- ¿Disculpa? -
- Eso Tony, haber hecho esto, es un error. Lo sabes. Estás con Pepper y yo con Sharon. - decía mientras se tomaba frustrado de los cabellos.
- Yo no pienso que sea un error Steve - trato de suavizar.
- ¡Pero, por supuesto que lo es! No somos una pareja, y ellas están enamoradas de nosotros, ¡Las engañamos Stark! -
- Yo no amo a Pepper de esa forma, ella lo sabe -
- Esa no es excusa para serle infiel conmigo Tony -
- Si eso es lo que piensas, ¿Por qué entonces no te detuviste anoche, eh? - bramó enojado - Eras el más consciente de los dos, ¿Qué acaso yo soy el único que tiene culpa de seguir sus deseos? -
Dejando a Steve completamente en blanco, Tony se acercó a su buró, tomó un neceser y fue al baño a asearse. Aún sentía entre sus muslos las descargas que Steve le había dejado dentro.
Rogers por su parte lo dejo ir, y frustrado como estaba, solo tomó un paquete de toallas húmedas, y se limpio los restos de semen seco de su miembro y pecho.
Mientras lo hacía, la ducha se escuchaba de fondo y podía estar seguro que el ruido no era precisamente por la catarata artificial del grifo.
Tony estaba llorando.
La había cagado, y esta vez, no sabía cómo solucionarlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro