『Exᴛʀᴀ +18: DEVOCIÓN』
Contenido exclusivo.
Mentira, solo es la noche de la graduación que les quedé debiendo y no me podía sacar de la cabeza.
No afecta para nada la trama y podrían fácilmente pasar monumentalmente de ella.
Es mi segundo intento de escribir +18. Quienes leyeron "Captivated" otra de mis historias, sabrán cual fue el primero. Y si no la han leído, ¿Qué esperan? También es Taegi y esa sí que está completa. Jsjsj
Sigo experimentando en este mundo del +18, acepto críticas constructivas.
Si les es incómodo de leer o simplemente no les apetece hacerlo, pueden solo dejar su voto y pasar de él, que no me enojo, créanme. ^^
Nota: Mañana le coloco entre el capítulo 6 y 7, que es donde va. Ahora sí, les mando besitos. >^<
No me confundas con la multitud que yo no soy así.
No te olvido.
Tengo todavía en el asiento el olor que solo usabas tú.
Eres un deja-vú
Siempre te imagino desnú
Cuando quiero no estás tú
❝ Desnudx — La Cruz❞
Min Yoongi.
Estaba acostumbrado al sabor del alcohol en mi boca, a no sentir más que un cosquilleo en mi cuerpo y al lento responder de mis extremidades hacia mis órdenes.
Pero con Taehyung, mi cuerpo parecía no ser mío porque respondía exclusivamente a él.
Solo sentía la suavidad de sus labios, su calor frente al mío y un deseo interminable. El frío de sus dedos y la apresurada forma en la que me besaba.
No podía pensar en nada más. El alcohol y sus labios me lo impedían.
Él me había dicho que me llevaría al cielo y estaba demasiado absorto como para no decirle que podría hacerlo en la habitación que había reservado para los dos. Porque mi omega quería hacerle saber que estaba ahí solo por y para él.
Antes de siquiera acercarnos al elevador, él ya me tenía derritiéndome ante su presencia, como si fuera la primera vez que alguien me tocaba o besaba de esa manera.
Estaba en las nubes impregnándome de su aroma a petricor, pino y canela. Y adoraba la sensación de tal manera que no podía evitar pegarme a él como si lo necesitara sentir más que solo sus besos.
Llegamos con dificultad a la habitación y antes de entrar él me dio un regalo. Ni siquiera entendí muy bien lo que dijo, ya que mi omega solo le ordenó que se dejara de cursilerías y que entrara al cuarto.
El alfa de Taehyung ni siquiera rechistó, hasta parecía que le encendía recibir órdenes porque sus ojos se volvieron de un ámbar total.
Con un movimiento fluido tomó mis caderas y me dirigió hasta la cama. Estaba siendo delicado y mi omega no quería que lo fuese. Necesitaba sentirlo o recordarlo, quería hacerlo duro y sin contemplación.
Pero Taehyung seguía dejando marcas suaves y directas en zonas que yo no sabía que se sentirían tan bien. El estaba tomándome con calma y yo deseaba hacerlo de la misma forma.
En ese momento me pude haber dado cuenta de lo que estaba pasando. Íbamos a tener sexo. Podría ser él a quien debía ocultar mi embarazo, pero mi omega no hizo más que callarme y tomar el completo control de la situación.
Yo iba a correr, a pedirle ir con calma, tal vez conocernos mejor y poder tener algo a futuro; pero mi omega tuvo planes diferentes.
Me obligó a tomar a Taehyung del cuello y besarlo desesperadamente. Pero no me quejé, el tacto de su piel, el brillo de sus ojos, su sonrisa mientras me besaba era todo lo que necesitaba en ese momento.
Por ello me comencé a deshacer del pudor y de la vergüenza que carcomían mi interior.
—Alfa, por favor —susurré necesitado sobre sus labios, contemplando el escalofrío que no se molestó en ocultar.
—Yoongi —respondió en cambio, tomando mis muñecas y juntándolas por sobre mi cabeza.
Solté un pequeño suspiro cuando sus labios rozaron mi pecho y subieron a mi cuello dejando húmedos besos en el camino.
Estaba demasiado excitado como para pensar; demasiado embelesado como para resistirme.
Estaba entrando en celo. Y era el de reconocimiento. Mi omega le reconoció como su alfa.
Razón por la que, lo único que podía hacer, era apretar los puños y soltar jadeos.
Pero él seguía siendo delicado y yo no podía soportarlo más. Necesitaba saber qué estaba dispuesto a hacer para tenerme de esa forma.
Con un suave movimiento, solté mis brazos del agarre que ejercía sobre mí y me giré hasta quedar sobre él en la cama.
—Mírame y no dejes de hacerlo —dije y él acató la orden.
Sentí mis ojos doler en el momento en que mi omega tomó completo control. Lo que significaba tener un brillo grisáceo en mi mirada. Mis caderas se movieron hábiles sobre la pelvis de Taehyung, mientras yo lograba desabotonar su camisa sin ninguna dificultad.
Me incliné a besar y morder cada parte de él, intentando dejar una marca duradera de esa noche. Él no se quejó, solo colocó sus manos en mis muslos y los apretó con audacia mientras soltaba susurros de placer. Razón por la que subí hasta su oído.
—Tu faja —susurré. Y él no dudó en intentar quitársela, fallando en su primer intento, lográndolo al segundo. Atrapé de nuevo sus labios mientras terminaba de quitarse los pantalones y la ropa interior.
Sin él darse cuenta, yo me había desnudado de la misma forma, quedando solo con mi camisa sin abotonar puesta. Taehyung había quedado completamente desnudo, a mi merced.
No era alfa sobre omega. Era omega sobre alfa. Y él parecía disfrutarlo más que yo.
Cosa que me hacía sentirme en el cielo. Nunca había tenido completo control sobre algún alfa y que él me permitiera eso, era más que excitante. Tanto que no pude controlarme al dejar mordidas sobre toda la piel de su pecho y abdomen. Su miembro estaba completamente erecto y mis piernas húmedas por el lubricante que había comenzado a salir.
Cegado de placer, metí su miembro en mi boca, escuchando su voz ahogada diciendo que por favor no me detuviera; y no pensaba hacerlo. Tenerlo en ese punto entre la lucidez y el extasis, era algo que me encantaba.
—Más... —murmuró Taehyung con la voz en un hilo.
Y no pude evitar seguir su pedido. Pero cuando puso sus manos sobre mi cabeza, las tomé y las coloqué sobre las sábanas. Dejándole claro que sería a mi ritmo.
Me sorprendió cuando lanzó su cabeza hacia atrás y se dejó hacer sin rechistar. Aun bajo los efectos de su alfa, Taehyung se dejaba dominar por mis deseos... y eso hizo que algo se removiera en mi interior.
—Yoon... —dijo al borde, apretando el agarre de mis manos.
Y por primera vez, tener el semen de alguien en mi boca no hizo más que encender mi cuerpo.
—Perdón, debí haber avisado antes —susurró recompuesto, tratando de limpiarme, pero lamí mis labios—. No... lo tragues... —murmuró tarde, mientras le sonreía en grande.
—Taehyung... —Subiéndome sobre él con una sonrisa, borracho de placer, continué—, no podrás salir de esta habitación.
Mi trasero se removió sobre su miembro, el cual se endureció de forma casi instantánea.
—Yoon... yo nunca antes...
Pero no le dejé hablar, porque mi mente se nubló justo en el momento en que, con ayuda de mi mano, dirigí su miembro a mi entrada. Él soltó un suspiro entrecortado, mientras yo respiraba con dificultad.
El lento movimiento con el que lo introduje me hizo replantearme la vida entera en un segundo. Y cuando mi trasero tocó su pelvis me di cuenta de una sola cosa. Su pene era del tamaño perfecto para hacerme delirar.
Una pequeña capa de sudor cubría nuestra piel, mientras comenzaba el vaivén de mi cuerpo sobre el suyo.
Disfruté de cada parte de él, justo en el momento en la que él disfrutaba cada parte de mí. Lo hice cuando aguantaba sus gemidos, o los soltaba sin pudor, cuando apretaba mis muslos o intentaba alcanzar mis labios para otro beso.
Lo hicimos a un ritmo constante, pero sin que fuera rudo. De tal manera en la que los dos obtuvimos lo que queríamos mientras procurábamos el placer del otro.
La conexión era tal que parecía que nos conocíamos de años, pero era la primera vez que estábamos juntos de esa manera.
Lo hicimos varias veces durante toda la noche, tratando de dejar una marca duradera en el otro, siendo cada vez más frenéticos, tal vez demasiado, como si el placer no fuera suficiente y necesitásemos de algo más real y duradero. Y se lo dije en el momento en que solté.
—Muérdeme, por favor, hazlo.
Eran casi las cuatro de la mañana. La habitación completa olía a nosotros dos. Y eso pudo haberle persuadido, pero no fue así. El nudo creció en mi interior y me sacó un nuevo orgasmo en el momento, cegándome por un instante y haciéndome respirar con dificultad.
Una vez recuperado, Taehyung me susurró:
—Ahora no. No sería justo. —Su voz grave y vibrante me lanzó un escalofrío inmediato—. Quiero que estés seguro cuando me lo pidas, que estemos perdidamente enamorados. Que no te arrepientas luego.
Si hubiera hecho la marca en ese mismo momento, tal vez las cosas habrían sido distintas a como lo fueron.
Pero, era algo que nunca podríamos saber con certeza. Ya que, luego de eso, caí profundamente dormido, preso de sus brazos y del cansancio que ya no podía evitar.
Ignorando lo que sucedería después de esa noche...
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