『Cʜᴀᴘᴛᴇʀ 19』
Ellos dicen: Ven a la oscuridad,
porque tenemos pastillas bonitas
para corazones rotos
que adormecen el sentimiento.
❝ Pretty Pills For Broken Hearts — Cloudy June ❞
Encontrarse con Kim Taehyung en esa pequeña salida que tenía con su hijo, no fue beneficiosa para Yoongi.
Apenas pudo dormir por la noche y se sintió mal durante todo el siguiente día. No podía atribuírselo todo a la inesperada aparición de Kim, pero sí podía hacerle llegar los créditos.
Yoongi realmente se sentía enfermo. Enfermo de tristeza y de recuerdos. Enfermo de ira y de ganas de vomitar. Kim Taehyung le hacía sentir así, pero Min Yoongi tenía sus razones.
Razones que se remontaban a siete años atrás. Justo en el momento en que Yoongi contestó la llamada que el alfa le había devuelto.
En ese momento, Yoongi se había sentido similar. Su estomago se había revuelto y le dolía la cabeza. Pero la diferencia radicaba en el hecho que Yoongi estaba emocionado por ese encuentro.
Tanto que no sabía qué decir o cómo hablar. Se sentía como un tonto enamorado.
Pero esos recuerdos seguían vividos en la cabeza del omega. Tanto que cada que cerraba los ojos, podía regresar a ese día.
—¿Hola...? ¿Sigues ahí? —La voz de Taehyung también había sonado ilusionada.
—Necesito hablar algo contigo —Logró decir Yoongi, como si fuera la primera vez que hablara con Taehyung en años. Pero en ese momento, los dos llevaban poco tiempo sin verse.
Los dos habían estado expectantes a lo que decía el otro, igual de nerviosos. Pero cada uno esperaba cosas distintas de esa conversación.
—¿E-enserio...? ¿Ahora? —preguntó Taehyung, con voz temblorosa, pero con una enorme sonrisa en sus labios.
—Sí. Bueno, si es ahora, mejor. ¿Dónde podemos vernos? —preguntó él, mientras Chaeyeon se acercaba más para poder oír la conversación.
—Te enviaré mi dirección.
Yoongi había pensado en un lugar público, pero no dijo nada cuando Taehyung propuso su departamento.
—Esperaré —susurró Yoongi. Y Taehyung finalizó la llamada.
Mentiroso sería Yoongi al decir que en su momento no le gustó oír la voz de Kim. Era un sonido suave pero atrayente al mismo tiempo, era algo que podría pagar por escuchar a diario.
Luego de un par de minutos, los cuales se sintieron una eternidad, Yoongi recibió un mensaje proveniente del numero de Kim. Estaba tan emocionado que no pudo evitar la sonrisa que se formó en su rostro en ese mismo instante. Iba a ver a Taehyung, al padre de su bebé, a la misma persona que le había robado el corazón de la manera más anticuada posible, por medio de cartas.
Ni siquiera podía pesar más allá del hecho de que, aún cuando apenas le conocía, sentía que estaba enamorado. Se sentía al borde de la euforia.
Podría se que el estar destinados influyera en sus sentimientos y los potenciara de maneras inimaginables. Tal vez solo era una pequeña confusión o algo por el estilo, pero parecía tan real que Yoongi ni siquiera se atrevió a dudar de lo que sentía.
Él sabía qué era estar enamorado y, aunque con Kim hubiese sido distinto, los humanos tienden a enamorarse muy fácilmente. Y Yoongi lo sabía más que nadie.
Y si, un par de meses entes de ese día, alguien le hubiera dicho que estaría sintiendo este tipo de cosas por él en específico, se habría reído de inmediato. Ni siquiera el que le hubieran dicho sobre el embarazo.
Porque aún con un par de meses encima, Yoongi no pudo asimilar que estaba embarazado. Era algo nuevo y extraño. Aunque él mismo había lo buscado, la situación con la que se dio fue completamente diferente a lo que había planeado en un principio.
Lo más confuso, era que el padre, había resultado ser su pareja destinada. Un alfa que, aunque se llevase muy bien con Jeon Jungkook, alguien popular, parecía no ser más que un cero a la izquierda.
Y, aunque Yoongi había imaginado nunca conocer a su pareja destinada, había aparecido Kim para hacerle sentir completamente diferente.
Por eso, había planeado dar todo de sí para poder vivir su propio cuento de hadas. Para ser una familia verdadera.
—¿Van a verse? —preguntó Chaeyeon de pronto.
—Sí... —susurró Yoongi con una pequeña sonrisa en su rostro—... todavía no puedo creerlo.
—¿Eso es bueno?
—¡Claro que es bueno! No me emocionaría si no lo fuese.
—Contigo ya no se sabe...
—Oh, vamos Chae, comparte mi alegría por un segundo, ¿sí?
—Es que no quiero hacerte ilusiones y que resulte lo contrario.
—¿Sabes? Ya me cansé de esperar siempre lo peor. Además, es Taehyung, él no es un idiota.
—Si tú lo dices...
—Lo sabes. Lo has leído, me quiere.
—O eso dice.
—Chaeyeon, por favor.
—Lo siento, es que todo es tan extraño que no lo entiendo. Creí que no ibas a decirle, pero ahora le llamas y pareces dispuesto a decirle todo. Y solo tengo miedo de que reaccione mal o te haga sentir mal. No quiero que te haga llorar o algo por el estilo.
—No te preocupes, todo saldrá bien —tranquilizó Yoongi.
—Entonces... ¿te llevo? —preguntó ella.
—¿Qué? No, iré solo.
—Quiero estar ahí, contigo. Por cualquier cosa...
Chaeyeon estaba preocupada, quería que todo saliera bien, pero no podía evitar sentirse así. Yoongi pensó en eso también, por lo que decidió que tenía nada de malo que ella le acompañara.
—Pero te quedas en el auto, ¿vale? —advirtió Yoongi.
—Como diga el señor.
Yoongi asintió y no tardó en salir de casa acompañado de su hermana. Dijeron a su padre que planeaban ir al centro comercial a dar una vuelta y Kihyun les pidió cuidado al conducir. Yoongi no quería alargar aun más esa conversación, necesitaba aclarar muchas cosas de una sola vez.
Y, lo único que tenía claro, era que hablaría con Taehyung, frente a frente. El tema no importaba, lo que importaba, era que, sin importar su reacción, le hablaría sobre su futuro hijo.
Tal vez luego hablarían sobre un posible futuro, sobre conocerse, sobre muchas cosas. Yoongi esperaba que Taehyung ignorara su pasado y le pidiera ser una pareja. Tal vez, aunque no fuera por siempre, vivir felices.
Pero ni Yoongi y ni su lobo sabían lo que les esperaba en el departamento de Taehyung.
Fue casi una hora de camino, tiempo que Yoongi había sopesado en cada minuto, aunque también puede que haya influido el hecho de que Chaeyeon había evitado conducir rápido por temor a un accidente.
Para cuando llegaron, Chaeyeon decidió quedarse fuera del departamento, negándose a estar en el auto, alegando que, aunque era algo que ellos tenían que hablar en privado, quería estar cerca por cualquier cosa. Aunque lo que quería era poder escuchar un poco de la conversación y así saber si las cosas salían bien, como en el fondo esperaba.
Yoongi solo agradeció y golpeó un par de veces la puerta. Taehyung y él apenas se conocían, pero a Yoongi no parecía importarle mucho en ese instante.
Y, cuando Kim abrió la puerta, su aroma le dio de lleno en la nariz. Cosa que le hizo sentir extraño, seguro, pero con ganas de vomitar, como si hubiera algo apestoso en el aire.
—¿Quieres pasar?
—¿Eh? Sí. Por favor...
Su voz fue completamente diferente a la que había escuchado por telefono y la pequeña dosis de seguridad que había sentido, se había esfumado por alguna razón. Solo quedaba nerviosismo y algo extraño, como si no estuviera bien el estar con él en ese preciso momento.
Cuando Kim cerró la puerta, un olor a sándalo entró en el panorama.
—Lo que faltaba... —murmuró, justo para ver a Jungkook recostado en el sofá.
Eso era lo que no estaba bien. Él era lo que Yoongi percibía como apestoso.
—¡Yoongi! —dijo Jeon emocionado—. Vaya, cuando Tae dijo que venia alguien importante esperaba a, no te ofendas, alguien importante. —La sonrisa en el rostro de Jeon hizo sentir a Yoongi descolocado.
¿Qué hacía él ahí justo ese mismo día? ¿Por qué sonreía?
—Bien, Jeon. Ya, vete —dijo Taehyung, su voz se oía pesada, como si se estuviera enfadando—. Ya viste quién venía, puedes irte.
—Oh, vamos Tae. ¡Es Yoongi! No hay nada que no sepa de él a estas alturas.
—Vete.
Jungkook se levantó lentamente del sillón y salió por la puerta. Pero Yoongi creyó ver una sonrisa en su rostro.
—¿Te sientes bien? —preguntó Taehyung cuando el aroma de Jungkook se disipó de las cercanías.
—Estoy bien —respondió Yoongi, sintiendo sus mejillas arder.
—Oí que eres sensible de olfato. Abriré una ventana, espera. —En cuanto regresó, se veía sonriente—. ¿Quieres algo de agua?
—No, no te preocupes —Yoongi parecía mareado. Algo que Taehyung pareció notar. Le invitó a sentarse, pero Yoongi se negó.
—¿Ya viste a un médico? Jungkook dijo que...
—No todavía, pero pronto tendré que hacerlo.
—¿Estás enfermo? Él no me lo dijo... Me contó sobre lo que hablaron hace unos días, pero no que estabas... enfermo.
«¿Cuenta el enamoramiento como enfermedad?», pensó Yoongi.
—Imaginé que te lo contaría —dijo Yoongi, decaído. Pensando de inmediato que Taehyung sabía sobre su embarazo y por como actuaba, le daba completamente igual—. Es la persona más chismosa que conozco.
—Bueno, me dijo que estabas..
—Embarazado, era obvio —interrumpió—. Dios, debí haberme quedado en casa ese día —Yoongi hizo una mueca de tristeza, pensando en todo lo que Taehyung pudo haber pensado de él en ese mismo momento, pero luego pareció confundido con la reacción del mismo.
—¿Embarazado? —preguntó Taehyung, en un pequeño susurro.
Yoongi entendió tarde que lo que Jungkook le había dicho, era todo, menos lo del embarazo.
—¿No fue eso... lo que te dijo? —murmuró Yoongi.
—¿Qué? No... no me...
—Pero Jeon me dijo que...
—¿Es.... es de Jeon? —preguntó Taehyung en estado de shock.
—¡No! No es de Jeon.
—¿Entonces de quién?
—¿Cómo que "de quién"? —Yoongi estaba conmocionado—. ¿Acaso no lo recuerdas? Tu y yo...
—¿Es mío? —Pero, en lugar de una sonrisa, el rostro de Taehyung mostraba terror.
Yoongi creyó que la noticia no le había sentado bien.
—Paso mis celos solo. No había estado con nadie durante meses hasta...
—Solo estuvimos juntos esa noche... —interrumpió Kim. Queriendo encontrarle sentido a lo que estaba escuchando.
—¿Me estás escuchando? —preguntó Yoongi, intentando que Taehyung le mirara a los ojos.
—Pero ese día... te besaste con varios... hasta con Jungkook. Yo te vi. Puede que no haya sido el único con el que estuviste, ¿cierto? —Taehyung estaba comenzando a sentirse molesto por alguna razón.
Yoongi no lo entendía. Creyó que sería una buena noticia para el alfa.
—Estaba borracho, beso a todos borracho, pero no tuve sexo con nadie. Solo contigo. —Yoongi se sintió herido. No entendía porqué Taehyung estaba reaccionando de esa manera.
—Pues demuéstralo. —Taehyung alzó de más la voz, cosa que molestó a Yoongi.
—Oh, sí, claro. Permíteme, tengo una lista detallada de todos los que besé esa noche, puedes ir y preguntarle a cada uno —respondió Yoongi con sarcasmo—. ¿Cómo quieres que muestre pruebas de hace tres meses?
—Entonces hagamos una prueba de ADN.
Taehyung estaba hablando demasiado rápido, sin siquiera pensar con claridad. Yoongi tardó un segundo en reaccionar, pero su respuesta no pareció llegar a los oídos de Kim.
—Vamos ahora. Podemos agendar...
—¡Escucha! —Yoongi alzó la voz, Taehyung solo lo miró—. Todavía es muy pequeño, la prueba podría...
—¿No quieres? —preguntó Kim a la defensiva, no estaba escuchando—. ¿O es porque sabes que no es mío?
Yoongi se sintió enfermo y enojado en partes iguales.
—Es tuyo. Imbécil.
Estaban a un par de pasos de la entrada. Pero no parecía no importarles eso.
—¿Y cómo confirmarlo? —preguntó Taehyung, su voz parecía una súplica para que Yoongi le dijera que estaba bromeando.
—¡Es tuyo! —repitió más fuerte, al borde de las lágrimas, pero al ver en los ojos del alfa la desesperación de querer huir y no poder, hizo que se arrepintiera de inmediato.
¿Por qué había venido en primer lugar...? Debió quedarse en casa y esperar a irse a California, tal vez habría huído de todo ese drama desde un principio.
—No puedo hacerme cargo, ni siquiera te conozco bien —trató de evadir.
—No me salgas con eso a estas alturas —Yoongi trató de sonreír, pensando que Taehyung le estaba jugando una mala broma, pero pareció más una mueca—. ¿Ya se te olvida toda la mierda que escribiste en esas cartas? Dijiste quererme al punto de formar una familia.
—No sabes si fui yo.
—Tu olor es tu firma —respondió Yoongi, firme, pero con ganas de irse en ese mismo instante.
—Pues... fui un idiota, ¿bien? No sabía que sería tan pronto. No estoy listo para ese tipo de responsabilidad. ¡No quería tener un hijo!
Yoongi no se atrevió a decir una sola palabra. Ya que, "fui un idiota" se repetía constantemente en su cabeza.
"Fui un idiota" "un idiota" "fui idiota" "idiota", no podía procesarlo.
«El idiota fui yo, por haber venido a verle», pensó decepcionado.
—Ni siquiera he terminado la carrera, no quiero tener que lidiar con un bebé —continuó él, caminado de un lado a otro, mientras Yoongi le miraba de pie—. Es más, no quiero un bebé. No quiero ser padre. Debiste preguntarme si quería ese bebé, no solo venir y decirme que es mío. ¿Acaso pensaste en mí? Estoy entrenando para ser solista en una empresa grande. Pero ni siquiera te importó eso. —Taehyung solo decía lo primero que se le venía a la cabeza y Yoongi solo se dedicaba a escuchar—. Yo no voy a mantenerte. Yo no puedo encargarme de un bebé, si tu quieres hacerlo es tu problema, pero si no quieres, estás a tiempo de abortar...
—Eres un imbécil —interrumpió Yoongi, seguido de una risa amarga, cuando Taehyung se giró hacia él, pudo ver que el omega estaba llorando.
—¿Perdón? —preguntó Taehyung más que perdido.
—No sé porqué me hice ilusiones al venir aquí. Yo también fui un imbécil. —Limpiandose las lágrimas continuó—: No quieres hacerte responsable, lo entiendo, no puedo obligarte. Pero dime, ¿acaso usaste un maldito condón esa noche?
—No...
—¿Preguntaste si estaba usando algún método anticonceptivo?
—No porque...
—¿Acaso te hiciste una vasectomía?
—No.
—Entonces, ¿cómo cojones esperabas que luego de tener sexo toda la madrugada no resultara embarazado? ¡Estaba en celo, idiota! ¿Cómo cojones esperabas a que me negara si estaba más borracho que vivo? ¿Cómo putas esperabas que te recordara que era tu responsabilidad usar un maldito condón? O no, es cierto, no quieres responsabilidades, lo olvidé —ironizó.
Taehyung se sintió amedrentado. La voz de Yoongi se escuchaba fuerte en sus oídos, recordándole todo lo que le había dicho segundos atrás.
—Yoongi, comprende...
—¿Comprender? ¿Esperas que comprenda? —preguntó lleno de ira—. Yo tampoco pude escoger, ¿sabes? Tampoco es como que pueda librarme de todo con solo decir "no estoy listo", como tu lo estás haciendo. Que fácil es para ti decir "aborta". Créeme que lo pensé, pero dime, ¿a caso eres tú el que puede quedar infértil si lo hace? ¿Acaso eres tú el que llevaría el cargo de consciencia toda su vida? ¿Acaso eres tú el que está sufriendo por todo esto? Me importa un carajo si te haces cargo o no. La decisión de tenerlo o no no es tuya, es mía. Lo que me importaba era decírtelo, que lo supieras, no esperaba que montaras un maldito teatro diciéndome que te importa más tu carrera que nadie más.
—No me estás entendiendo. Yo no quiero ese bebé.
—No, sí te entendí. No quieres un hijo, bla bla bla. Y sí, lo admito, pensé que todo estaría bien si te lo decía, que seríamos una jodida familia feliz. Pero, ¿era tan difícil decir que aunque no pudieras hacerte cargo, por lo menos estarías presente? ¿O mentirme y decir que todo estaría bien? Taehyung, hubiera preferido mil cosas antes de que me dijeras que abortara.
—Yoon... Ni siquiera sé si en verdad soy su padre...
—Y tienes razón, no eres el padre. —Taehyung quiso interrumpir, pero Yoongi, deseando ir a casa, continuó—: Porque un padre, no negaría a su hijo. Su único padre soy yo.
Taehyung quiso hablar, pero Yoongi, con el corazón palpitando a mil se dirigió hasta la puerta. El alfa le detuvo, girandolo hacia él. .
—No te puedes ir; no hemos terminado de hablar.
—Yo ya terminé de hablar. —Yoongi quitó las manos de Taehyung de sus hombros y intentó salir, pero el alfa se lo impidió.
—Yoongi, hay... hay más opciones, como darlo en adopción o enviarle a un orfanato...
—Ya no sigas —dijo el azabache, aun más decepcionado, si es que era posible. Ya no había enojo, solo tristeza—. No tiene sentido que sigas. Yo decidí tenerlo. Es mío sin importar qué.
—Pero...
—Me quiero ir. Suéltame, por favor.
—Hablemos de esto mañana... con más clama.
—Solo... si decides hacerte cargo —dijo Yoongi, con un nudo en su garganta—, búscame. Sino, no quiero tener que volver a verte de nuevo.
Al salir, se encontró con Chaeyeon, quien tenía lágrimas en sus ojos y una mueca de tristeza.
Ella había tenido razón, Yoongi no debió de hacerse muchas ilusiones y haber esperado lo mejor de esa situación. Ya que, solo había salido con el corazón roto y una carga emocional más.
Pero ninguno de los dos hermanos había querido que terminara de esa forma.
「◖⚘◗」
Bueno, mis amores. Aquí estoy de nuevo. ^^
Un dato curioso. Este capítulo iba a ser el 15, pero preferí que fuera hasta este. Porque estuve posponiéndolo ya que en los días que comencé a escribirlo tuve problemas con mi ex. Y también porque qué estrés con Kim, se los juro. Hay que turnarnos para darle un zape, ¿quién me apoya?
También, quería aclarar que, el capítulo anterior se finaliza con un punto de vista referente al de Taehyung. Por eso suena esperanzador. Hay que entender que él no es consiente de cómo sus palabras dañaron a mi bebito Yoongis y espera que de la noche a la mañana este lo perdone como si nada hubiera pasado.
Pero, en fin, les leo. Un besito y ciao ciao.💕✨
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