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『Cʜᴀᴘᴛᴇʀ 14』

Eres todo lo que necesito, ven por favor, te estoy llamando.

Y oh, grito por ti. Date prisa, me estoy cayendo.

Muéstrame cómo debería ser, enséñame el mal del bien.

Y dilo por mi, dímelo y dejaré esta vida atrás.

Dime si vale la pena salvarme.

Savin' me — Nickelback❞

Las emociones que Yoongi cargaba encima, eran abrumadoras. Todas a tal punto de que cualquier mínimo movimiento lo sentía como si de correr un maratón se tratara, claro, sumando el hecho de que estaba exhausto debido a que su cuerpo no estaba tomando bien el llevar consigo una vida en desarrollo.

Cada pequeño esfuerzo se convertía en un sube y baja de emociones, emociones que se convertían en pensamientos; pensamientos que convertían —de una u otra forma— en un nombre.

Pronto, a finales de mayo, Chaeyeon recibió los resultados de su examen universitario. En el correo se especificaba que, a principios de agosto, tendría que presentarse en el campus para hacer el papeleo correspondiente y poder comenzar clases en septiembre.

Ella estaba indudablemente feliz, se notaba en su forma de hablar ya que estaba planificando cada mínimo detalle; Yoongi, por otro lado, no estaba tan seguro de querer marcharse.

Él solo podía pensar en hablar con Kim, en tranquilizar a su corazón. El omega estaba dividido entre odiar a Kim y no darle una sola oportunidad de defensa y, querer hablar con él y disipar las dudas para poder irse sin remordimientos de por medio, o con una promesa de un buen futuro... Pero, ¿qué iba a decirle? ¿Qué era lo que Yoongi necesitaba aclarar? Taehyung y él nunca habían hablado sobre una relación, es más, apenas y se habían dirigido la palabra en todo ese lapso de tiempo. Dejándolos así con un par de coincidencias, unas cuantas cartas, un baile y una noche compartida, nada más.

Ninguno de los dos le debía explicaciones al otro, aun cuando Yoongi sentía necesitarlas.

Pero, su cerebro le recordaba una y otra vez, que no importara qué dijera el alfa, nada saldría de la forma que Yoongi quería ya que, de una u otra forma, tendría que marcharse. Aun cuando sentía que algo estaba mal, que, por alguna extraña razón, Taehyung era diferente a como Jeon se lo había planteado; que el destino no se había equivocado y que la madre Luna no le había tendido una trampa.

Yoongi había cometido errores, sí, pero estaba comenzando a aprender de ellos. Ahora, él sabía que esos errores los había cometido por ingenuo e inexperto, sabía que a cualquiera podría pasarle, que la vida estaba hecha a base de experiencias.

Además, la luna había tenido alguien para él, pero Yoongi no tenía forma de saberlo en su momento. Debido a ello había confiado en la persona equivocada y, en consecuencia, había dedicado su vida a no querer tener a alguien que le controlara, a no pertenecerle a absolutamente nadie.

Por eso no se permitió conocer a Kim Taehyung. Acción de la que ahora se arrepentía.

«¿Taehyung habría sido diferente? ¿Habría sido igual o peor que Jooheon...?», pensaba.

Pero debía dejar de comparar.

Ninguno era mejor o peor que el otro, simplemente eran... diferentes. Vivían diferente, reían diferente, soñaban... y amaban diferente. Él debía entender eso.

Taehyung le había hablado de amor; Jooheon solo había estado encaprichado. Y, aunque Yoongi no sabía la diferencia entre una u otra, decidió hacerle caso a su intuición y no basarse únicamente en sus malas experiencias.

Por ello, sin pensarlo dos veces, fue directo a la habitación de su hermana menor. Ya que necesitaba usar su teléfono, quería hacer un par de llamadas.

Pero Chaeyeon no estaba en casa. No había nadie más que Yoongi, sus pensamientos y una nota en el refrigerador, la cual aclaraba que padre e hija volverían cerca de las tres de la tarde... pero Yoongi no podía esperar.

Sin dudarlo ni un momento, regresó a su habitación y buscó lo necesario para salir fuera. Él necesitaba hablar, lo más pronto posible, con Byulyi.

Y lo haría sin importar qué.



Una hora más tarde, estaba frente a la casa de Byulyi, tocando el timbre con insistencia. Disculpándose de inmediato al ver que quién salió fue la madre de la alfa.

—YoonYoon, ¿qué te trae por aquí? —preguntó ella.

—Señora Moon —saludó con un asentimiento—, ¿está Byul?

—Oh no. Salió con esa niña... ¿cómo se llama? ¡Hye! Sí ella.

—¿Sabe cuándo vuelve?

—Fueron a visitar a unos parientes, volverán dentro de una semana... tengo entendido.

—Oh...

—¿No te llamó?

—No... me robaron hace poco y...

—Entiendo, entiendo. Entra, la llamaré —dijo ella, apartándose de la puerta.

—No, yo q-quería verla, es todo...

—Yoongi, te conozco. No vendrías hasta aquí, tocando el timbre de esa manera, si no fuera importante.

—Solo quiero preguntarle si tiene el número de teléfono de alguien... No es tan importante.

—¿Era importante cuando saliste de casa? Sin mentir, Min Yoongi.

—S-sí —respondió bajando la mirada.

—Entonces, entra.

La madre de Byulyi lo guió directo hacia la sala de estar, lugar donde marcó el número de su hija, quien no tardó en contestar.

—¿Byul? Yoongi está aquí, quiere hablar contigo, te lo paso —dijo, y Yoongi no dudó en tomar el teléfono.

—Byul, hola.

—Yoon, ¿pasó algo? ¿Te sientes bien? —preguntó la alfa.

—Estoy bien, nada de qué preocuparse, lo prometo.

Yoongi le había contado sobre su embarazo a la alfa un par de días antes. Nadie parecía tan feliz con la noticia, excepto ella.

—¿Estás seguro? ¿No te duele nada? ¿Mi sobrino está bien?

—¿De dónde sacas lo de sobrino? —preguntó riendo.

—¿Estás insinuando que no me llamará tía?

—Me refería a que cómo sabes que será varón.

—¿¡Sera varón!? Te juro que solo estaba bromeando...

—Yo tampoco lo sé, es muy pequeño para saberlo...

—Ya... ya me había ilusionado.

—Tú te ilusionas rápido —murmuró Yoongi, haciendo reír a la alfa.

—Ajá, pero es obvio que no me llamabas solo para oírme, ¿cierto, bonito?

—Cierto, quiero preguntarte algo... ¿Tienes... de casualidad... el número de Kim? Digo, está bien si no lo tienes, no quiero que...

—¿El de Kim? ¿Kim Taehyung? —repitió, y Yoongi asintió como si la alfa pudiera verlo—. Según yo, sí, déjame lo busco.

—¿Segura que lo tienes? —preguntó el azabache.

—Que sí, pesado —respondió ella con una sonrisa en su rostro—. Dile a mamá que te dé en dónde anotar.

—Vale —asintió, alejando un poco el celular de su oreja—. Señora Moon, ¿me regala dónde anotar, por favor?

—Permíteme un segundo —respondió la omega yendo hacia la cocina.

—Me agarraste justa, estaba por apagar el celular para ahorrar carga —murmuró la alfa—. Oh, aquí está. Anota.

—Espera, espera —dijo Yoongi, recibiendo el lápiz y la libreta que le entregaba la madre de la alfa.

Yoongi con el corazón acelerado, anotó el número de teléfono en el papel, dándole las gracias a la alfa casi de inmediato.

—¿Puedo saber para qué lo ocupas? —preguntó Byulyi susurrante, casi cómplice.

—Merece saberlo... —suspiró Yoongi y la alfa prefirió no decir nada al respecto—. Muchas gracias Byul. Vuelve pronto.

—Nos vemos, Gi. Besitos a Chae.

—Gracias de nuevo.

Yoongi tenía en sus manos el número telefónico de Taehyung y todavía no podía creerlo. Estuvo sonriente y efusivo durante mucho tiempo, tanto que ni siquiera se dio cuenta en qué momento se había despedido de la madre de Byul y había salido de la casa.

—Ten cuidado al regresar, Yoonie —había dicho la omega, Yoongi le había sonreído como respuesta mientras asentía rápidamente.

Al regresar a casa, Chaeyeon estaba esperándolo sentada  fuera, frente a la puerta, lista para darle un regaño, pero, antes de que ella dijera una sola palabra, Yoongi habló.

—Préstame tu celular, por favor.

—¿Dónde...?

—Por favor, lo necesito —susurró suplicante y la omega no pudo decirle que no.

Yoongi saludó a su padre y anotó el número mientras caminaba a su habitación, cerrando la puerta justo antes de que Chaeyeon pudiera acercarse.

Yoongi no sabía si marcar era una buena idea, pero la curiosidad no era algo que pudiese manejar si era sincero.

Uno... dos... tres pitidos... y nada. La llamada entró a buzón, así que Yoongi intentó una segunda vez.

Pero fue lo mismo, durante cuatro veces seguidas...

—¿Yoon...? —preguntó Chae desde fuera de la habitación.

—Del uno al cinco, ¿cuál número eliges? —dijo él apoyándose a la puerta.

—¿Eso qué tiene que...?

—¿Cuál eliges? —repitió Yoongi.

—¿Tres?

—Tres... —suspiró y volvió a marcar tres veces más, pero ninguna llamada fue respondida.

¿Cómo era posible que Taehyung no contestara ninguna de las siete llamadas que le había hecho?

Yoongi no sabía qué hacer. Por ello quitó el seguro de su puerta y dejó entrar a su hermana a la habitación.

—Llamé a Kim —confesó, antes de que ella preguntara—. Siete llamadas, no contestó ni una.

—¿Cómo conseguiste el número?

—Byulyi.

—¿Ibas a...?

—¿Decirle que estoy esperando un hijo suyo? —preguntó, ella asintió—. Sí. Y no es como que quiera obligarlo a hacerse cargo, no podría hacerle algo así. Solo... quiero que lo sepa. Hablar con él, escuchar su voz...

—Yoon... No sé si deba decir esto, pero... creo que, al decirle, las cosas cambiarían para él. No solo por saber que va a tener un hijo, sino porque si no se hace cargo, su moral se vería afectada. La mayoría de alfas son... ya sabes...

—Entonces, ¿no debo decirle?

—Piénsalo bien, sé que quieres que él sepa. Pero apenas y se conocen, además, ¿él querría saberlo? Digo, pronto tendremos que tomar un vuelo. ¿Es justo para los dos saber que no podrán pasar el embarazo juntos, o estar ahí para su nacimiento? Sé que no puedes plantearlo todo, pero por lo menos piensa en tú cargo de consciencia, cual pesará menos al final del día. El decirle o no decirle...

—Yo... no había pensado...

Pero el celular de Chaeyeon sonando le interrumpió.

El número no estaba registrado, pero Yoongi lo reconoció como el de Kim...

—Contesta —alentó Chae.

Yoongi tuvo que respirar profundo antes de contestar la llamada.

—¿Hola? Yo... acabo de recibir varias llamadas de este número —dijeron al otro lado de la línea. Yoongi se quedó completamente mudo—. ¿Hola? ¿Es una broma? Baek, si eres tú no es divertido.

—¿Kim Taehyung? —preguntó Yoongi, tratando de que su voz no se escuchase nerviosa.

—Sí, soy yo... ¿Quién habla?

—Min Yoongi...

「◖⚘◗」 

Flores de colores, amor de mis amores. ¡Feliz 2023! No rima, pero ajá. jsjsj

En fin, aparezco para actualizar este bebé y para aclarar que no habrá tropecientos quince capítulos sobre el embarazo del Yoongis, ya que ese tiempo no es 100% relevante para la trama. Además, ya me extendí bastante con lo sucedido desde finales de febrero (capítulo 1) hasta finales de mayo (este capítulo), que creo que me perdí entre la línea de tiempo y todo. xD'nt

Y, hablando de ello, ¿cuántos meses de embarazo creen que tiene el Yoons para este capítulo? ¿Uno, dos, tres?

Además, ¿cómo quieren que se llame baby-taegi?

Les leo, no olviden votar. <33


****

Nota de edición de un año después porque soy boba y bajé la historia porque había gente criticando mi forma de escribir y en lugar de borrar esos comentarios de primeras, me sentí horrible y casi la elimino definitivamente: No me perdí en la línea de tiempo (o eso creo). Y falta un día para el 2024, no puede ser. >///<

Gracias por aquellos que sí me dieron apoyo aún cuando no les estoy dando una historia de romance convencional, ya que quería darles un trasfondo mínimamente decente a los personajes antes de pintarles una historia de amor. <3

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