No puedo fingir; nunca pregunté...

si me necesitas como yo te he necesitado.

Sí, sé que soy egoísta.

Odio el pensamiento de otra persona

haciéndote reír, sonreír, ser feliz...

❝ Sleepless — Dutch Melrose❞

Min Yoongi.

Ese mismo día temprano en la noche, me acomodé en mis sábanas, teniendo en manos el sobre de color pastel.

Si mi día ya era una mierda, nada podría empeorarlo.

En lugar de abrirlo, miré fijamente el techo de mi habitación. Pensando en si realmente quería saber lo escrito ahí.

Pero sí que quería, adoraba todas y cada una de esas cartas. Acostumbraba a pedirle a mi hermana, Chaeyeon, que me las leyera en voz alta de vez en cuando, para así confirmar que lo que había leído era verdad.

Eran cartas de amor, la gran mayoría. Las demás, eran escritos sobre la vida de su remitente, contándome su día o lo caótico que significaba tener sentimientos por mí.

Tanto, que inconscientemente me había comenzado a enamorar. Ni siquiera yo supe cómo. Solo sé que un día, ya no tenía el hábito de acostarme con cualquiera; de beber hasta quedar inconsciente, de buscar peleas. Dejé todo por alguien que no conocía, pero que realmente me gustaba.

La paranoia y las ganas de retomar viejos hábitos eran incontrolables, pero tenía una caja bajo mi cama que me recordaba mi promesa.

Aún cuando parecía drogadicto en centro de rehabilitación. Todo valía la pena.

Recuerdo una vez que intenté quemar la caja completa para poder tomar una sola cerveza, porque era lo único que me impedía tocarla, pero, al siguiente día, me arrepentí de haber pensado tal atrocidad.

Y pensar que me había enamorado de uno de los amigos de Jeon sin saberlo.

Aunque pensándolo bien, ahora tenía sentido.

Jeon y yo estábamos en la misma facultad. Por lo que al acompañarle, el tipo podría ir y venir de mi salón cuando quisiera. Un poco creepy de su parte, pero vamos, miedo no había.

Es más, cuando había recibido la primera, había entrado en verdadero pánico; no sabía de quién era, tampoco porqué. Solo la había almacenado al fondo de mi armario. Y pasó lo mismo con la primera, y luego la siguiente

Pero, con el tiempo, la curiosidad aumentó, así que decidí decirle a mi padre que había recibido tres cartas en mi mochila.

Él claramente se alarmó; ya que, una vez que borracho hasta los zapatos, regresé a casa solo para confesarle todos mis pecados.

Recuerdo que en la carta, K, había descrito cómo se había dado cuenta de mi existencia. Me había tachado de presumido y presuntuoso, pero esa fue su primera impresión, hasta que se había dado cuenta cómo lidiaba con los demás. También habló sobre no ser un acosador, pero cómo describía el haberme visto, le contradecía. Dijo que le gustaba mi forma de afrontar mi realidad, y que me admiraba.

Mi padre dijo que no era un acosador, yo le contradije, ya que la forma en la que había llegado el sobre a mí, había sido demasiado extraña.

—También puede que solo te escribió porque... es un ¿admirador? —había dicho mi padre, dudando un poco de sus propias palabras.

—Ni siquiera estas seguro, ¿ves? Es un acosador, ¿no lo ves? —añadí, ya que esa era la respuesta más viable.

—Que te haya llegado directo a la mochila —Alzó el papel—, no significa que sea de un acosador.

Y probablemente lo fue, pero nunca lo di por sentado. Estuve paranoico por meses, pero las cartas seguían llegando. Y en mis recuerdos, él siempre estuvo ahí, solo que nunca sospeché de su persona.

La letra era demasiado bonita, y en ninguna de esas cartas se me daba una pista del remitente, aunque su K estuviese, no era muy especifica. Y bueno, aunque venían impregnadas en un fuerte aroma a pino, canela y tierra mojada que me parecía adictivo, nunca pude encontrar ese olor en las instalaciones cercanas a mi facultad.

Pero estas siempre aparecían de forma constante, aunque ninguna dijera explícitamente el porqué de su "mágica" aparición entre mis pertenencias.

De todas formas, abrí el sobre.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo en cuanto saqué la carta. El aroma estaba mas impregnado que las demás; inhalé profundamente y comencé a leer.

"Querido Yoongi, con dolor en mi alma, este será mi último escrito para ti. Espero que no lo malinterpretes; es más, pido que me comprendas. No podré verte más porque nunca tuve la valentía de acercarme a ti. Y, al no tenerte cerca, no podré traficar estos sobres nunca más.

Y sí, estos pasaron por tres personas antes de llegar a ti; espero ninguna lo haya leído antes que tú, si el sobre alguna vez llegó abierto, por favor perdónalos. La curiosidad es un mal común.

Pero no pienses mucho en eso, fueron de confianza, así que si uno solo se hubiese filtrado, me habría dado cuenta ya.

Pero, el tema principal no es ese, el motivo de esta carta es para decirte que estaré en la reunión en casa de Byulyi. Sé que has estado evitando el alcohol y con ello las fiestas, pero em serio espero que vayas a esa. Deseo con toda mi alma poder verte y acercarme. Decirte siquiera un hola.

Y si me lo permites, invitarte a una cita.

Se despide, Kim Taehyung."

—Es un completo idiota —susurré, terminando de leer.

Él no bromeaba, realmente quería continuar esto que habíamos comenzado de manera extraña. ¿Pero cómo podría saber si yo había leído las cartas si nunca me había visto tomarlas? ¿Y a quiénes se refería con "fueron de confianza"?

Metí el papel bajo la almohada, sin tratar de pensar en ello. Y lo logré, a tal punto que pude dormir hasta que un par de golpes en la puerta me despertaron.

Al parecer, habían ya pasado un par de horas.

Con la mente despejada, salí de mi habitación, encontrándome a mi hermana en el pasillo. Ella me saludó con un enorme beso en la mejilla yo solo le sonreí en respuesta.

—¿Cómo les fue?

—Bien, pero papá te lo va contar igual, así que ven, vamos, mamá me ha dicho que me tenía un regalo y quiero verlo.

Chaeyeon me tomó rápidamente de la mano, y me llevó casi corriendo a la sala de estar. Yo, a regañadientes le seguí a toda prisa, mientras trataba de no tropezar.

Mi padre estaba en el sillón, así que le saludé con un beso en la frente y una enorme sonrisa. Él estaba arreglando papeleo para que Chae estudiara en el extranjero, ya que no quería que le "pasara lo mismo que a mí". Algo irónico ya que mis decisiones eran las que me habían hecho pasar por todo lo que él trataba de evitar con mi hermana.

Según los planes, yo le acompañaría hasta que estuviera graduada, mientras trabajaba o continuaba con mis estudios allá. Yo, sin embargo, decidí pensar la idea antes de dar una respuesta definitiva, trabajar o estudiar, era realmente un dilema.

Mi madre estaba sentada disfrutando de las reacciones de mi padre y mi hermana ante lo que ella había elegido para ellos. Y claro, también estaba inflando el pecho, orgullosa de haber hecho una buena elección.

Yo, por otro lado, miraba la escena un poco más alejado, tratando de alejar el sueño que me había agarrado luego de sentarme en el cómodo sillón de la sala.

—¿Gemelos?

Un pequeño gritito me trajo de vuelta a la realidad, mi padre omega me dio una paleta en ese mismo instante, mientras, mi hermana trataba de sacarle información mi madre.

—Sí. No los he visto, pero claro, todavía está interna en el hospital.

—¿No te ha enviado fotos todavía? —preguntó mi padre, alentando la plática.

Yo, sinceramente, esperaba que no saliera el tema del nieto a flote.

—No, dijo que deberíamos verlos en persona, que si nos enviaba fotografías no iríamos a verlos pronto.

—Si bueno, eso es verdad... —dijo mi padre, pero de repente se giró hacia mi—. Yoonie, ¿Cómo fue tu día, cariño?

—Bien —respondí escueto. Pero eso no evitó la para nada disimulada mirada de mi madre—. ¿El tuyo?

—Bien, ya está todo listo, podrían viajar mañana si quisieran.

Kihyun sonrió, asumiendo que el pelinegro iría, y él no tuvo el valor suficiente para decirle que no lo quería hacer realmente.

—Pero no queremos. Es lo bueno —añadió Chaeyeon.

—Yoonie... ¿Para qué te llamaba Jimin en la tarde? Parecía importante.

La pregunta sonó tan casual que, ni mi padre, ni mi hermana, pudieron sospechar algo, en cambio, solo les generó curiosidad. Lo supe por cómo se giraron hacia mí como si les preocupara algo malo.

—Estaba enfadado con Hoseok.

La respuesta, fue una mentira. No acostumbraba a mentir, pero habían ocasiones que lo ameritaban.

Aunque, en realidad sí, Hoseok y Jimin habían peleado ese día, algo un poco sin sentido que habían arreglado un par de horas después. Por eso Hoseok llegó junto a Jimin a la cafetería, aun cuando siempre llegaban uno primero que el otro, casi nunca juntos.

Así que no era una completa mentira después de todo.

—¿Enfadado? Eso es raro, ellos casi nunca pelean —murmuró Chaeyeon

—Ajá, por eso me llamó llorando —añadí—. Quería desahogarse y un par de consejos.

—Terapeuta de todos, menos de sí mismo —dijo Kihyun, mi padre.

Chae simplemente rodó los ojos ante el comentario.

—En fin... —dijo ella, casi de inmediato, tal vez aburrida del tema—. ¿Cuándo es la fiesta de graduación?

La pregunta que ella no dijo fue la de cuándo estrenaría ese lindo vestido.

—El evento formal es el jueves de la semana que viene, y la fiesta es el viernes por la noche.

—¿El jueves? ¿No es un día muy soso? —preguntó Yongsun, mi madre.

—Yo no dirijo el evento, no puedo decir nada al respecto. El director dio las fechas y con él, no hay pero que valga —respondí.

—¿Puedo ir como tu acompañante a la fiesta? —preguntó mi hermana de imprevisto.

¿Ella realmente quería ir a una fiesta? Eso era nuevo.

—Chae —llamó mi padre—. Apenas eres ex-alumna de secundaria, cálmate un poco. A ese evento sólo van graduados.

Ella abultó los labios en forma de protesta, eso significaba que realmente quería ir.

—Sólo mayores de veintiuno —recordó mi madre alfa, y yo, para molestar a mi hermana, le saqué la lengua.

—Yoon tiene cinco años mentales, no es justo que él sí pueda ir a fiestas así —replicó.

—Uuff, ¿Que lástima, cierto? —dije con falsa modestia—. Es tan injusto que Byulyi hará una fiesta este viernes y yo como adulto responsable que soy, iba a preguntar para poder llevarte, pero como tú dices, tengo cinco años mentales y por ello, no sé cómo hacerlo —suspiré dramáticamente.

—¿En casa de Byulyi? —preguntó mi madre.

—Sí, la de aroma extravagante recuerdas. La del cabello morado.

—Yoongi, conozco a Byulyi —replicó.

Pero solo se lo recordé porque ella siempre confundía a Byulyi con su prima.

—¿Estás seguro de ir? —preguntó mi padre, ahora preocupado.

Él lo sabía. Porque el alcohol era un vicio que me había costado controlar y dejar.

—Por eso quería preguntarles si podría ir Chae. No es nada alocado o algo así. Es solo una pequeña y última reunión. Así puedo estar más en control... o algo así.

—Pero, ¿tú quieres ir? —preguntó mi padre.

—Si va Chaeyeon conmigo, sí —asentí, porque, por alguna razón, no quería perderme por nada del mundo la oportunidad de estar ahí.

La castaña soltó un sonidito de victoria.

—Por mí, no hay problema —dijo mi madre.

Mi padre se escandalizó de inmediato, pero mi madre ni siquiera le dejó decir algo.

—Es su primera fiesta, ya es mayor de edad; y si ella quiere ir, ¿qué mejor que vaya con Yoongi?

—¿Enserio puedo ir? —preguntó Chaeyeon hacia mi padre.

—Ya escuchaste a tu mamá —respondió él—. Pero sólo si prometes no tocar nada que tenga que ver con alcohol.

La mirada de nosotros tres se dirigió a ella; así que en respuesta, nos miró sonriente

—Lo prometo.

「◖⚘◗」

Surprise, new chapter.

Les suelto este porque estamos ya en la semana morazánica y no quiero entretenerme más de lo que debería porque hay que avanzar en la historia.

¿Pero qué es la semana morazánica y porque quiero estar libre de este cap?
Porque es una festividad de mi país, Honduras. En la que se celebra el día del soldado hondureño en honor a un prócer nacional. Así que, cada año, la semana en la que caiga 3 de octubre, es completamente feriado. Aunque legalmente sólo son 3 días. Jsjskja

Y en mi país, cualquier festividad es excusa para que haya feriado. ¿No clases, no trabajo, solo vacaciones y dormir hasta tarde? Lo tomo, gracias.

En fin, no olviden votar y decirme: ¿Qué festividad les gusta más de su país? Los leo <3