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『Cʜᴀᴘᴛᴇʀ 23』

Preparado, listo, mantén presionado el control remoto y rebobina, regresa.

No quiero perder una parte de mí, tú eres mi corazón, ¿lo sabes?

Si soy yo el que ha cambiado, volveré a ser el era.

No es que realmente no tengamos una oportunidad, amor.

Miserable (You & Me) — Han (Stray Kids) 




Taehyung llegó un poco antes de la hora acordada al parque ese día. Llevaba una mascarilla negra, una gorra y una sudadera que cubría muy bien su cuerpo. Se había asegurado de no ser seguido por algún fan o, en el peor de los casos, periodistas. Solo quería pasar un buen día en compañía de Yoongi y su hijo.

No había pensado en ello en cuanto le dijo que sí a Yoongi. Solo había visto la oportunidad de pasar tiempo de calidad con su hijo y la había tomado. 

¿Pero no era eso de lo que trataba, de olvidarse por un rato que era una figura pública y pasar un rato con su familia?

Bueno, sí, pero Yoongi no era su familia. Ni siquiera fue su pareja, no era catalogado como su ex. Yoongi tenía razones para tratarlo como lo hacía. Nunca llegaron a ser nada; tal vez esa era una más de las razones por las que Yoongi no confiaba en él ni en su palabra. Tal vez por eso era tan complicado obtener el perdón del omega.

Taehyung soltó un gran suspiro y se acomodó en la banca en la que llevaba ya un par de minutos sentado.

Ya que ponía las cartas sobre la mesa. Él no sabía mucho sobre la vida de Jihoon y Yoongi, en realidad, él no sabía nada. Solo que habían regresado del extranjero y que estaban de visita por vacaciones. No sabía cómo vivían, ni dónde. No tenía idea de amistades o de gustos. Solo estaba ahí. Esperando recuperar el tiempo perdido sin hacerlo en realidad. Las pocas veces que había hablado con Jihoon, él solo había hablado de arte y libros, y aunque eso le hubiese dado una idea de las cosas a las que el niño era aficionado, no le decía más.

No había un vínculo verdadero. Jihoon era su hijo, pero ¿qué más compartían que su gusto por el arte?

Bueno, él tenía la oportunidad de descubrirlo ese día, pero ¿porqué sentía que Yoongi no tenía su aprobación para interactuar con su hijo?

—Hoonie, basta, ven, te caerás si sigues corriendo. —Escuchó Taehyung lejos de él. Se levantó de inmediato al reconocerle como la voz de Yoongi.

El parque no era muy grande y era poco transitado. Taehyung solo podía ver una pareja de ancianos a lo lejos y un par de niños jugar cerca de los columpios hasta que su vista se clavó en la sonrisa de Yoongi. Jihoon corría a su alrededor, saltando mientras levantaba en alto la manta como si fuera una cometa o una capa.

Yoongi no traía inhibidores de aroma, una ráfaga de viento le hizo a Taehyung saber de ello.

Y si Yoongi se sentía cómodo en ese lugar, riendo fuerte y sin ningún parche de aroma, significaba que era seguro.

Jihoon había tropezado en el pasto y ellos no paraban de reír. Yoongi ayudó al niño a levantarse y sacudió sus ropas mientras seguía riendo.

El omega traía una mochila en su mano derecha, mientras que en la otra llevaba su celular.

Los dos hablaban sobre algo que Taehyung no pudo escuchar y en cuanto les vio detenerse junto a un árbol, decidió ir hacia ellos. Jihoon sostuvo la mochila mientras Yoongi extendía la manta.

—¡Por fin! —dijo Jihoon en cuanto Yoongi terminó de acomodar la tela, sentándose de inmediato. Yoongi le imitó.

—Ven, dame tu mano. —El omega sacó un bote de desinfectante de su mochila. Jihoon se quejó de inmediato.

Taehyung ralentizó sus pasos, sintiéndose como un extraño al presenciar la escena.

Yoongi tomó la mano de su hijo y limpió los pequeños raspones. Jihoon hizo una mueca y luego rió.

—Vaya, sana sana colita de rana... —murmuró Yoongi, limpiando las manos de su hijo.

—Si no sana hoy sanará mañana —completó Jihoon arrugando su nariz, cosa que hizo a Yoongi reír.

—Eres un niño grande, ya no lloras por caerte —canturreó Yoongi.

—Lo aprendí de ti, papá. Soy un niño fuerte, como tú —respondió, con una enorme sonrisa.

Yoongi solo sacudió su cabello, sin responder. Sonriéndole, le pidió que sacara la merienda de la mochila. Jihoon no dudó en acatar la orden, mientras Yoongi acomodaba una almohada para Jihoon.

Taehyung, quien a penas comenzaba a acercarse, fue notado casi enseguida.

Padre e hijo se giraron hacia él, como si fuera un intruso. O al menos el alfa lo sintió así ya que la linda atmósfera que ellos tenían, se esfumó casi de inmediato. Taehyung hizo un pequeño saludo y Jihoon apenas fue capaz de responderle cuando vio a Yoongi como si pidiera permiso para algo.

Yoongi le sonrió comprensivo y le susurró un pequeño "ve". El mejor, con una enorme sonrisa se levantó y fue a darle la mano a Taehyung.

—Señor Kim, ¿qué hace aquí? —preguntó Jihoon como si fuese un secreto—. ¿Habló con papá sobre venir?

—Él... él me permitió venir —dijo Taehyung con una sonrisa temblorosa.

—¿Papá? —dijo Jihoon hacia Yoongi, con una tímida sonrisa.

—Él vino a acompañarnos a leer, ¿verdad, Kim?

—Sí. Yo... sí. Vine porque quería acompañarlos a leer. ¿Está bien que esté aquí? —preguntó hacia el niño.

—¡Claro que sí! —dijo Jihoon, tomando a Taehyung de la mano y jalándolo hasta que estuvo sentado sobre la manta.

—A esta hora, con papá hacemos dos cosas, leer o ver la televisión —dijo Jihoon—. Siempre me deja elegir, pero hoy dijo que vendríamos al parque. No creí que usted estaría aquí señor Kim. ¿Ya comió? Papá preparó jugo de naranja con zanahoria y también sándwiches.

—¿Qué te parece si primero leemos tu cuento favorito, eh, Hoonie? —dijo Yoongi—. Luego podrás jugar con el señor Kim y compartir tus bocadillos. Si no me equivoco el señor Kim también trajo un libro, ¿no?

Taehyung, asintió casi de inmediato y abrió su mochila para sacar el pequeño libro.

—¿El camello y el cerdo? —preguntó Jihoon—. No había leído ese, ¿es coreano?

—Es hindú —respondió Taehyung orgulloso—, lo compré hace mucho y no tenía a quién leérselo. Serán... los primeros en escucharme leer en voz alta.

—Qué honor, ¿verdad, Hoonie? —dijo Yoongi, sonriéndole a su hijo.

—Un honor —repitió Jihoon con una linda sonrisa mientras se acostaba en la almohada que Yoongi había acomodado para él.

—¿Quién quieres que lea primero? ¿Tu papá Kim o yo? —preguntó Yoongi, acariciando el cabello del menor.

El corazón de Taehyung comenzó a latir fuerte de inmediato. Yoongi había dicho en voz alta que él era padre de Jihoon.

—Tú —dijo el niño. Sonriendo en grande—. Siempre comenzamos con mi cuento favorito.

Taehyung, ni siquiera supo qué decir, sentía sus orejas arder y sentía su pecho reventar. ¿Porqué un par de palabras lo hacían sentir así? Estaba siendo validado por Yoongi, de alguna forma.

—Taehyung —repitió Yoongi y el alfa parpadeó de inmediato, sin saber que se había ido a las estrellas—. Jihoon te preguntó algo.

—Perdón, en serio. Estaba pensando en otra cosa. ¿Me decías, Hoonie?

—Nada, no importa —dijo Jihoon, acomodándose de nuevo en su almohada.

Taehyung no entendió qué pasó, pero Yoongi no le dio tiempo de preguntar. Ya que comenzó a leer.

—Hace algo más de quinientos años, existió un hombre devoto del mar llamado...

—Hendrik Van der Decken —interrumpió Jihoon, algo que acostumbraba a hacer cuando se trataba de su cuento favorito, Yoongi ya estaba acostumbrado a ello.

—A este hombre se le encomendó la tarea de comandar un buque conocido como El Holandés Errante. Cuando el capitán y su tripulación se dirigían a las Indias Orientales desde Ámsterdam, con el propósito de hacer fortuna, se vieron atrapados en medio de un desmedido temporal, que dañó seriamente la embarcación, haciendo añicos el timón y rasgando las velas.

—Que miedo...

—A eso de la medianoche, cerca al cabo de Buena Esperanza, cuando parecía que había llegado la calma; el canto del viento se convirtió en un grito furioso que golpeó los mástiles y sacudió el buque con tal violencia que la tripulación comenzó a gritarle al capitán: "¡Debemos regresar, el buque ha recibido mucho daño y nuestras vidas peligran!". Pero el capitán era muy codicioso y no lo afectaba poner en peligro su vida ni la de los demás, así que respondió de manera desafiante:

—"¡El viaje continúa, aunque tenga que surcar los mares hasta el fin de los tiempos!" —dijo Jihoon, con voz gruesa que a Taehyung le pareció graciosa.

Para Taehyung, Jihoon era un niño maravilloso.

—Después de la inesperada respuesta, los mismos marineros se rebelaron contra él, pero el capitán rayando la locura, amenazó con tirar por la borda a quien contradijera sus palabras. Alarmados, los hombres se arrodillaron y comenzaron a rezar; la embarcación estaba a punto de hundirse.

Taehyung prestaba suma atención al tono que Yoongi usaba para contar la historia. Se podía ver en sus ojos el brillo singular de estar disfrutando pasar la tarde así con su hijo. Y Taehyung podía comprender porqué, el calor que sentía en su pecho al ser parte de la escena le hacía sentir demasiado feliz.

—De repente, el firmamento se partió en dos y surgió una luz divina que iluminó el mar. De la luz descendió una figura celestial que se enfrentó al capitán, diciéndole: "Tú que pones la ambición sobre sufrimiento ajeno, de ahora en adelante serás condenado a recorrer el océano eternamente entre tormentas y tempestades. Desde hoy, solo podrás comer hierro al rojo vivo y beber hiel". Acto seguido, la figura celestial desapareció llevándose con ella toda la tripulación, poniéndola a salvo. Y fue así como el capitán Hendrik Van der Decken y el buque conocido como El Holandés Errante, fueron convertidos en fantasmas y condenados a vagar sin rumbo por los mares, hasta el fin de los tiempos.

—Fin —dijo Jihoon. Viendo a Yoongi con una sonrisa.

—Llegará el momento en que te aburrirás del cuento —dijo Yoongi, guardándolo en la mochila, no había parado de sonreír.

—Claro que no. ¡Se lo contaré a los hijos de mis hijos!

—Voy a ver si es verdad, cucarachita de encimera.

—Basta papá, mamá Byul dijo que no me llamaras más así —replicó Jihoon, a penas levantándose de la manta. Taehyung sintió como si algo le atravesara al escuchar "mamá Byul".

—Cucarachita de encimera.

—Papá, basta no es justo —chilló Jihoon de manera graciosa, haciendo a Yoongi reír.

—Bien, es turno del señor Kim de leer lo que trajo, ¿no? —dijo Yoongi, tomando las manos de Jihoon, quien dejó de removerse para acomodarse sobre la almohada de nueva cuenta.

—Yo... No acostumbro a leer en voz alta —dijo Taehyung apenado.

—Lo harás bien —dijo Yoongi con voz neutra.

El alfa sintió su corazón detenerse ante la mirada que Yoongi le lanzaba. Era un momento tan íntimo. ¿Por qué no podía compartir más días así con ellos? Tendría que depender de los días libres en su empresa y era algo que le dolía en sobremanera.

—Un... Un camello y un cerdo tuvieron la oportunidad de encontrarse en un país lejano —comenzó Taehyung, sintiendo la atenta mirada de Yoongi y Jihoon en él—, y como ninguno había visto al otro antes, comenzaron a jactarse de sus cualidades.

—¿Jactarse? —preguntó Jihoon.

—Presumir —respondió Yoongi.

—"La mayor distinción proviene de ser alto" dijo el camello "¡Mírame cerdo, mira qué alto soy!". El cerdo miró al camello, pero no se sintió inferior a él. "Estás equivocado, camello" argumentó el cerdo. 

—Papá —susurró Jihoon hacia Yoongi—. ¿Qué es argumentó?

—Es como "dijo", "habló", "explicó".

—Okey, gracias.

—"No hay nada en el mundo tan importante como ser corto de estatura. ¡Mira y admira lo bajo que soy!" —continuó Taehyung, se sentía un poco más confiado al hablar—. El camello miró al cerdo sin cambiar de opinión: "Este asunto debe ser resuelto por una prueba. Si no logro demostrarte que ser alto es mejor, me quitaré la joroba."

—Un camello sin joroba no es un camello —susurró Jihoon con una sonrisa. Taehyung, al comprender que el niño le comenzaba a gustar la fábula, preguntó:

—¿Has visto un camello?

—Papá me lleva al zoológico en vacaciones. Hay muchos animales ahí.

—Continúa —dijo Yoongi, al ver que Jihoon no añadiría más.

—"Está bien, acepto la prueba" respondió el cerdo. "Si no puedo demostrarte que ser bajo es mejor, me quitaré el hocico."

—No, su hocico no —murmuró Jihoon preocupado—. Sería muy feo sin su hocico.

—Así que el camello y el cerdo emprendieron un viaje juntos para saber cuál de los dos era el más distinguido e importante. —Leyó Taehyung—. Con el transcurso del tiempo llegaron a un jardín completamente rodeado por un muro de piedra en el que no había ninguna puerta. El camello se paró al frente del muro para observar las plantas creciendo abundantes en el jardín. Luego, estiró su largo cuello por encima del muro y comió las más jugosas hojas y tallos. Al terminar su banquete, se acercó al cerdo, que se encontraba parado junto al muro sin poder ver las deliciosas cosas del jardín. "¿Qué prefieres ser, alto o bajo?" preguntó el camello mientras reanudaban la marcha. El cerdo no respondió.

—Que malo el camello —dijo Jihoon con el ceño fruncido—. Es un presumido como el señor Jeon.

—Escucha el cuento —interrumpió Yoongi de inmediato.

Su aroma tuvo un pequeño cambio que Taehyung no pasó por alto.

—Pronto, llegaron a un segundo jardín, rodeado por un muro muy, pero muy alto. Al final del muro había una puerta muy pequeña. El cerdo abrió la puerta y entró al jardín. Entonces, comió los vegetales maduros que encontró allí y salió riéndose del camello, que no pudo pasar por la puerta ni alcanzar la pared. "¿Qué prefieres ser, alto o bajo?" preguntó el cerdo. Pero el camello no respondió.

—¿El cerdo también es un presumido? —preguntó Jihoon hacia Yoongi, quien le susurró un "escúchalo".

—Los dos reflexionaron sobre el asunto por un buen rato y decidieron que el camello tenía sus razones para conservar su joroba y el cerdo para conservar su hocico. Porque es bueno distinguirse por ser alto cuando se necesita estatura y en ocasiones también es importante ser corto. No se trata de presumir, se trata de ver las cualidades de los demás y apreciarlas tal y como son.

—¡Oh! —dijo Jihoon de pronto—. Como cuando la maestra nos enseñó que no debemos compararnos con otros. ¡Ya entendí! El camello se comparó con el cerdo y el cerdo igual. Pero los dos eran diferentes y también eran útiles para cosas diferentes. El camello era alto, alcanzaba cosas altas. Y como el cerdo era pequeño, podía entrar por lugares pequeños. ¿Verdad papá?

Yoongi asintió sonriendo hacia Jihoon, quien bebía de su jugo de zanahoria con naranja.

—De hecho —susurró Taehyung—. La moraleja es: "No te compares con otros, ser diferente no significa ser inferior".

—¡Le atiné! —dijo Jihoon alegre. Taehyung sonrió y le sacudió el cabello como reflejo.

—Bueno, la hora del cuento acabó. ¿Quieres comer tus bocadillos o quieres jugar, Hoonie?

—Pero... ¿podemos leer otro? Por favor, papi.

—Conoces las reglas, cariño.

Taehyung estaba atento a la conversación.

—¿Podemos comer los bocadillos y luego jugar?

—No podemos hacer esperar a la tía Byul por mucho tiempo, ¿no?

—¿Byul vino con ustedes? —preguntó Taehyung por inercia.

—La tia Byul nos trajo porque ella también tienía... tenía... —Jihoon se corrigió a sí mismo casi de inmediato—... tenía el día libre. Está en la biblioteca sacando papeles.

—Ya veo... —dijo Taehyung.

—Pero no te preocupes, la tía Byul está de novia de una señora.

—Jihoon, ¿qué hemos hablado sobre contar la vida de los demás, cariño? —preguntó Yoongi con voz calma.

—Que está mal y que no debo hacerlo...

—Eso, mi niño. ¿Entonces porqué le contaste eso al señor Kim?

—Porque él conoce a la tía Byul... y creí que debía saberlo.

—Estuvo muy mal, Hoonie. Aunque el señor Kim la conozca no significa que deba saber todo de ella. ¿Está bien, mi niño?

—Sí, papá. Lo lamento, no volverá a suceder. Lo prometo por mi dedito meñique.

—Nunca olvides tu promesa, cariño. —Yoongi miró a su hijo con una pequeña sonrisa.

—Si papá.

—Entonces, ¿jugar o bocadillos?

—Bocadillos, por favor —susurró Jihoon, con las mejillas rosas, por haber dicho algo que no debía. Ya que en realidad, trataba de decirle a Taehyung en pocas palabras que Yoongi no estaba de pareja con Byulyi.

Jihoon, solo quería hacerle saber a Taehyung que podría ser parte de su familia si así lo quería. Además, Jihoon no había conocido a nadie en quien Yoongi estuviera interesado. Bueno, al menos no que a Jihoon le agradara. Y eso le daba la idea de que él estaba esperando a Taehyung. En su mente inocente, lo único que quería era ver a su papá con Kim. Ya que sabía que existía, quería ver a sus dos padres juntos.

Sin embargo, tuvo que tomar la difícil tarea de repartir equitativamente los sándwiches. Ya que a Yoongi le cayó una llamada y se alejó para contestarla.

Jihoon odiaba repartir sus sándwiches, ¿porqué no podía solo comerlos todos? Bueno, él le había ofrecido a Taehyung y Yoongi los había preparado, era justo que ellos comieran lo mismo que él. Aunque al momento de hacerlos, el solo haya ayudado a pasarle el pan a su papá.

—Siempre llama cuando estamos ocupados —dijo Jihoon con un puchero en su rostro, viendo hacia donde Yoongi.

Taehyung, al ver los celos del menor supo que algo estaba ocurriendo como para que el niño se pusiera así. Alguien le estaba robando la atención de Yoongi. Y Taehyung no podía evitar su curiosidad.

—¿Y con quién es que habla? —preguntó Taehyung, viendo como Yoongi estaba concentrado hablando por el celular.

—Con el señor Jeon. Es un señor feo, con dientes feos y risa fea.

—¿Jeon? ¿Jeon qué?

—Jeon Jungkook, es compañero de trabajo de papá. A papá no le agradaba, pero ahora tienen que pasar mucho tiempo juntos. Y no me gusta.

—¿No le agradaba? ¿Ahora le agrada?

—Dijo que no era tan tonto como parece. Eso significa que ya no lo odia. El mes pasado, el señor Jeon llegó a la casa porque trajo a papá luego del trabajo. El auto se había arruinado y el señor Jeon había sido muy amable con papá. Entonces papá lo invitó a cenar. Él ayudó a cocinar, pero papá fue a la habitación a traerle un coso y yo estaba en la sala y él estaba en la sala y me dijo que si él y papá seguían así, pronto lo llamaría papá también. No me agrada, para nada. No quiero que sea mi papá.

—¿Yoongi tiene algo con Jungkook? No podía ni verlo cuando estábamos en la universidad.

—¿Usted conoce al señor Jeon?

—Huele como a flores podridas —dijo Taehyung como impulso.

—¡Sí, huele horrible! —dijo Jihoon en voz baja—. No sé cómo a papá le agrada. La casa apestó a él durante días.

—¿Que la casa qué? —preguntó Yoongi, regresando a sentarse con ellos.

—La casa, apestó feo cuando el perro de la señora James se metió. ¿Recuerdas? ¡Olía horrible!

—Hoonie, eso fue el año pasado —dijo Yoongi sonriente tomando un sándwich, de los que Jihoon le había apartado.

Pero una comezón en su nariz fue imposible de ignorar.

—Kim Taehyung, apestas a celos. Basta —dijo Yoongi con una voz diferente a la que había usado con Jihoon, esta era más firme, más fría.

—¿Cómo es posible que te estés viendo con Jungkook?

Jihoon se palmeó la frente casi de inmediato, acto que no pasó desapercibido por Yoongi. El menor lo había arreglado, ¿por qué Kim tuvo que haber dicho eso?

—Es mi vida, ¿no crees? Es justo que la rehaga con quien quiera.

—Pero es Jungkook, es un imbécil.

—Mala palabra —dijo Jihoon cubriendo sus oídos casi de inmediato.

—Te pediré que modules tu vocabulario frente a mi hijo —dijo Yoongi poniendo sus manos sobre las de Jihoon. 

—Recuerda que también es mi hijo, es justo que...

—Lo es. Por lo que te pido que lo respetes y me respetes a mí. Es mi vida. No tienes ningún derecho sobre ella. Ni a meterte, ni a comentar sobre absolutamente nada.

—¿Si recuerdas todo lo que hizo Jeon? ¿Recuerdas?

—Oh, sí que lo recuerdo, pero por lo menos él sí tuvo la decencia de pedir perdón, de redimirse, de demostrar que ya no era un idiota y de estar dispuesto a llevar la fiesta en paz. No como otros...

—Yoongi, te pedí perdón...

—Ajá, ¿Y qué más hiciste? No te he visto muy metido en ello, Kim Taehyung. Las palabras se las lleva el viento. Y en tu caso, perdiste la credibilidad conmigo. Y por si no lo recordabas, eres un idol. La única forma que tendría de creerte es que salgas en televisión nacional diciendo que tienes un hijo. Pero tú y yo sabemos que eso no va a suceder.

—¿Y eso qué tiene que ver con Jungkook? Jihoon lo detesta, no puede ni olerlo.

—Mira, Taehyung, no voy a hablar de mi vida privada contigo.

—Si a Jihoon le afecta me afecta a mí.

—Oh, por la luna, ¡Apareció el padre del siglo! Solo eso me faltaba.

—Yoongi.

—No, ningún "Yoongi", ni nada. Hemos estado perfectos sin ti. Mi hijo tiene una buena vida, amigos, cosas que le gustan, no vive con presiones y tampoco le habías hecho falta en ningún momento...

—Ay, por favor, creía que estaba muerto.

—Al menos creía que no supiste de él. ¿O qué? ¿Querías que contara la verdad? ¿Ah?

—No peleen —dijo Jihoon en un susurro.

Él nunca había escuchado a alguien pelear tan cerca de él. Peor a su padre.

Yoongi era tan paciente que creyó que era una persona que nunca se enojaba. Pero sus feromonas picaban en su nariz y le hacían querer llorar.

—Perdón Hoonie. Está bien —susurró Yoongi hacia Jihoon, su voz era tan distinta cuando hablaba con su hijo, más dulce, más comprensiva, quitando las manos de sus orejas, las llevó a las mejillas del niño—, todo está bien, ¿sí, cariño? 

Taehyung tenía un nudo en su garganta, todo lo que quería decir se quedó atascado al ver las lágrimas cristalizar los ojos de su hijo.

—Lo siento... —dijo Taehyung de inmediato hacia el menor—... en serio, lo siento...

—Recojamos todo, ¿sí, Hoonie? Es hora de irnos a casa, Byul debe estar esperándonos. Ya es tarde.

Taehyung quiso detener a Yoongi, pero este se soltó de su agarre mientras sacudía la manta con ayuda de Jihoon.

—Escucha —dijo el omega—. ¿Quieres ver a Jihoon? Perfecto. Pero no se te ocurra meterte en mi vida. Es lo único que te pido a cambio. ¿Okey? Okey.

Yoongi, con última mirada al lugar —para verificar que no olvidasen nada— se retiró con Jihoon de la mano. Taehyung quedó ahí, de pie. Con las mejillas rojas bajo la mascarilla y con un calor insoportable.

Se quitó la sudadera y la mascarilla, y se sentó sobre el pasto verde, esperando a que su corazón bajara el ritmo y que su lobo dejase de sentirse atacado.

Había venido con una meta. Conocerles.

Había regresado enojado y no había podido cumplir con su cometido.

Él no había querido provocar una pelea, pero sus celos repentinos lo habían arruinado todo.

Necesitaba cambiar eso o no podría convivir con Jihoon ya que si Yoongi se enojaba una vez más con él, podría ser capaz de no dejarle ver otra vez a su hijo.

Y Taehyung no podría vivir con la culpa de haber arruinado de nueva cuenta su relación con Yoongi y Jihoon.

「◖⚘◗」 

Holi, publico esto antes de olvidarme de ello.

Son las 00:55 y tengo una prueba a las 7am, deséenme suerte. <3

Les leo para saber qué les pareció el capítulo, besitos. 🥺💕✨

Spoiler: la historia termina bien, solo tenganme paciencia.

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