Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02

Siete de la mañana. Por primera vez Jungkook seguía durmiendo a esas horas.

Seokjin a su lado lo contemplaba, sonreía tras ver a su pequeño chupando su dedito pulgar mientras dormía tan plácidamente. Esa manía le encantaba, le daba una apariencia mucho más dulce e inocente.

Deslizó sus dedos chuecos entre el suave y cortito cabello del niño, cerró sus ojos un momento para poder dormir un poco más, pero el estruendoso tono de llamada de su celular comenzó a sonar. Se apresuró a contestar antes de que Jungkookie despertara.

—¿Hola? 

Hyung, habla Jimin. ¿Cómo estás?

—Bien, o de eso quisiera convencerme. 

¿Ya tuviste una cita? 

—Sí.

¿Tan horrible fue como para que no estés bien? 

—No es por eso, Jiminie... — le dio una mirada a su aún dormido hijo, se levantó de la cama y salió de la habitación para poder hablar más tranquilo en el pasillo— Sobre la cita mi única queja sería porque aún me siento angustiado por ése hombre y su hijo.

¿Casado? Hyung, en esos senderos no entres. 

—No, bueno sí, aún está casado legalmente, pero su esposa los abandonó por una mujer. 

Seokjin asomó la mitad de su cuerpo a su habitación, quería estar bastante seguro que Jungkookie no estuviera espiando, como lo ha hecho en veces anteriores en las que finge estar dormido.  

Decidió irse hasta la cocina, desde ahí podría estar alerta cuando su niño se levantase. 

—Quería desahogarse. Su pequeño extraña a su mamá y él no sabe qué hacer, ni siquiera puede responder cada vez que el nene pregunta. Al final, el pobre terminó llorando en mi hombro y nos llevamos un montón de miradas llenas de desprecio. 

Pudo escuchar la aguda risita de Jimin al otro lado de la línea.

Entonces no estuvo tan mal, te gusta ayudar, ¿verdad?  — pausó—, ¿Y  Kookie?  Me extraña no escucharlo. 

Cerró sus ojos y se sentó en una de las sillas del comedor, echó su cabeza hacia atrás y meditó por una milésima de segundo lo que estaba por contar. 

—Ayer salió con su papá, y lo trajo un poquito más tarde...— mordió su labio inferior— Lo traía durmiendo, entonces le pedí a Wonwoo que él mismo lo acostara en su habitación.

Un silencio incómodo se tornó en la llamada, Seokjin ya hasta podía imaginar la expresión de Jimin. 

Déjame adivinar: llevó a Jungkookie a su habitación y de paso, visitó la tuya. 

—Chimmy... 

Obvio. Te convence con palabras bonitas, ¿Esta ves qué sucedió? ¿Olvidó las llaves de su casa? 

Seokjin cepillo sus cabellos con sus dedos, tenía una expresión seria, pero no le discutía... Después de todo, Jimin tenía razón en molestarse. 

Es increíble, hyung. Después de todo lo que sucedió, todavía te quedan ganas de acostarte con él. 

—Ya... Jiminie no te enojes. Es por eso que no me siento tan bien, ni siquiera yo entiendo por qué caí de nuevo.

El menor se mantuvo callado por unos minutos.

No es que quiera molestarte, pero una aventura entre ustedes podría confundir a Jungkook.

—Tranquilo, él no sabe nada, además no se repetirá — volteó un poco su cabeza y se encontró con su pequeño parado bajo el umbral de la puerta, mirándolo con sus ojitos entreabiertos y un puchero —. Chimmy, tengo que colgar... Parece que Kookie despertó molesto.

Se despidieron, y en cuanto Seokjin se acercó a su hijo, éste se cruzó de brazos y frunció el entrecejo. Estaba haciendo un berrinche y todo por haberse dormido la noche anterior sin antes despedirse de su padre Wonwoo.

▪ ▪ ▪

Jungkook hizo una mueca e inmediatamente le sonrió a su reflejo, luego de darse una ducha, Taehyung le estaba arreglando el cabello y terminó por hacerle un estilo punk que al pequeño le pareció bastante gracioso.

Ambos hacían muecas extrañas, expresiones asustadas o arrugaban la nariz en un intento de parecer "chicos malos".

Seokjin por otro lado se podía mantener tranquilo al saber que éstos jugaban, y aprovechó para poder descansar un momento en la sala de estar. A lo lejos parecía estar mirando atento la televisión, cuando en realidad ni siquiera le estaba prestando atención.

Estaba sumergido en sus pensamientos, las escenas de la noche anterior se repetían una y otra vez, pero en lugar de sentirlo como algo romántico, se sentía culpable. Hipócrita. Sinvergüenza.

Se había prometido no volver a tener sexo con Wonwoo cuando se enteró de la verdad que tanto lo lastimó, y entonces... ¿La noche anterior? El papá de Kookie no le puso un arma en su cabeza.

Tan solo lo besó, y aunque éste se negó en un principio, poco a poco fue cayendo y terminaron por acostarse. ¿Cómo podía ser tan idiota?

El timbre de su celular lo sacó bruscamente de sus pensamientos, ni siquiera se molestó en ver quien lo llamaba y contestó.

—¿Hola?

Buenas tardes... ¿Kim Seokjin?

Genial. Otra vez.

—Sí, él habla.

¿Crees que podríamos vernos... hoy? — el hombre se escuchaba tan nervioso, casi tanto como él.

Otra vez aceptó. No creía que sería capaz de soportar mucho tiempo ese "trabajo", sigue sintiéndose inseguro y desconfiado, aunque el día anterior le hayan pagado una cantidad que ni siquiera imaginó.

Aprovechó la visita de Taehyung en su departamento y le pidió que cuidase de Jungkookie durante un par de horas con la excusa de que tendría una entrevista de trabajo. Le dolió mucho tener que mentirles, y mucho más cuando su pequeño hizo una expresión de tristeza.

▪ ▪ ▪

Creyó que no podría estar más nervioso de lo que estaba, pero cuando acudió a la dirección que le dio el hombre, casi se desmaya. Era un restaurante demasiado lujoso, se notaba a leguas que era carísimo, una comida ahí podría costar lo mismo que la mensualidad de la universidad.

Ni siquiera había ido con alguna facha adecuada. Estaba seguro que ni sus jeans, ni su suéter beige, serían bien visto ahí dentro. ¿Qué tipo lo habría llamado? Teniendo el dinero suficiente como para comer ahí en una simple cita, seguramente se trataba de un pervertido. Claro.

Entró con la cabeza baja, no quería cruzar miradas con nadie que se atreviera a mirarlo con desprecio. No quisiera arriesgar a su alto autoestima.

Le pidió a uno de los meseros que lo llevase a la mesa número quince, donde el hombre dijo que estaría. Enseguida el muchacho asintió, y lo guió.

Seokjin podría jurar haber sentido su corazón acelerarse. Sus pupilas se dilataron y perdió por un momento el don del habla. 

Con tez morena, ojos penetrantes, labios gruesos y un irresistible hoyuelo provocado por una tenue sonrisa, el hombre de la mesa quince se puso de pie e hizo una leve reverencia.

—Tú debes ser Seokjin, ¿verdad?— maldita voz seductora— Mucho gusto, mi nombre es Kim Namjoon.   

- - - n o t a - - - 

Mi internet anda del demonio. 

Siento mucho haber tardado en actualizar:( 



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro