Cada vez que mis padres me obligan a ir a un restaurante mexicano, acepto felizmente, aunque sé que es posible que los restaurantes mexicanos que visito no siempre sirvan platos verdaderamente auténticos. Como mi comida favorita cada vez que viajo a México. Todo el mundo conoce los tamales, los tacos y las enchiladas, pero hay muchas comidas más tradicionales que también vale la pena probar.  Las comidas tradicionales que se encuentran allí son macita con orejones, corazones y tomatadas. Mi plato favorito para comer es la macita con orejones.

Uno de mis platos absolutos para comer en México son los corazones, que están hechos de nopales. Puede que el nopal no les suene apetitoso a algunos, pero cuando se cocina al estilo tradicional mexicano, es delicioso. La tierna textura del nopal combinada con los sabores audaces de las especias y condimentos crean un plato verdaderamente único y delicioso. Podría comer corazones todos los días y no cansarme nunca de su delicioso sabor.

Uno de esos platos que me encanta es la macita con orejones. El caldo se elabora con albaricoques de calabaza, un platillo tradicional mexicano que se prepara cortando una calabaza en rodajas y secándolas al sol durante unos días. El sabor de los albaricoques de calabaza es pecaminosamente tierno y un poco salado. El plato es perfecto y los colores brillantes de los ingredientes que flotan en el caldo lo convierten en un placer para la vista y el estómago.

Y las tomatadas, un platillo delicioso que consiste en tacos bañados en una sabrosa salsa de tomate, con lechuga, tomates y rodajas de aguacate a un lado. La salsa de tomate deja la tortilla empapada y hay que comerla con tenedor, no es lo mismo con otros tacos. La simplicidad de los ingredientes combinada con los sabores atrevidos de la salsa de tomate hacen de las tomatadas un plato reconfortante y saciante. La frescura de las verduras aporta una textura crujiente a cada bocado, mientras que la cremosidad del aguacate equilibra la acidez de los tomates. La combinación de sabores y texturas es verdaderamente una delicia culinaria que nunca deja de hacer cantar a mis papilas gustativas.

Este es un plato que me gusta experimentar. Si bien no siempre tengo la oportunidad de comer comida mexicana verdaderamente auténtica, agradezco la oportunidad de experimentar sabores y platos que son diferentes a los que estoy acostumbrado. Eso significa que cada estado tiene su propia comida y tiene nombres diferentes a los que estoy acostumbrado. Si visitas otros estados de México que no siempre tienen los mismos platillos, pueden tener su propia manera de diferenciarlos.

Entonces, la próxima vez que mis padres me sugieran ir a un restaurante mexicano, estaré feliz de aceptar. Pero en el fondo, siempre añoraré el sabor de la verdadera cocina mexicana que sólo se puede encontrar en el corazón de México. Eso significa que hay diferentes tipos de comida que nunca antes había probado y quiero experimentar mi viaje culinario.