Advertencia 

Esta es una historia ficticia, los eventos y algunos personajes son ficción en realidad no existen. No se relaciona con la historia y se crea una nueva historia.

En el tranquilo pueblo de Saltillo, enclavada en el corazón de México, un joven noble de Espana llamado Ignacio Allende llegó para ayudar a su padre en la gestión del negocio familiar. Ignacio era un hombre de honor, conocido por su valentía y amabilidad, atributos que rápidamente se granjearon el cariño de los lugareños. Entre estos lugareños se encontraba el estimado sacerdote Miguel Hidalgo, quien tenía un aire misterioso a su alrededor que intrigaba a Ignacio.

A medida que Ignacio se instaló en su nuevo entorno, formó un vínculo estrecho con un grupo de jóvenes de su edad: Ignacio Aldama, José Mariano Abasolo, Tlaloc y Acalan. Juntos, pasaron sus días explorando la pintoresca ciudad, pero bajo su tranquila fachada, Saltillo albergaba un velo de secreto y susurros de antiguos poderes que parecían gobernar en el pueblo.

Una noche, una sensación de curiosidad se apoderó de Ignacio, lo que lo impulsó a aventurarse con sus amigos en los densos bosques que rodeaban Saltillo. La luna irradiaba un brillo espeluznante, proyectando largas sombras que danzaban entre los árboles, y una inexplicable sensación de ser observado envió escalofríos por la columna de Ignacio. Ruidos extraños flotaban en la noche, intensificando la sensación de aprensión que acechaba en el bosque.

Mientras el grupo avanzaba por los sinuosos senderos, se toparon con un grupo de jóvenes involucrados en un misterioso ritual. Figuras oscuras acechaban en las sombras, sus malévolas intenciones palpables en el aire. Instintivamente, Ignacio y sus amigos actuaron para protegerse, aprovechando sin saberlo un poder que nunca supieron que poseían: la capacidad de despertar como curanderos, dotados de la vista para percibir fenómenos sobrenaturales que evadían la percepción ordinaria.

Conmocionados por estas nuevas revelaciones, Ignacio y sus amigos buscaron la guía de Miguel Hidalgo, el estimado sacerdote. Para su sorpresa, el sacerdote reveló un lado oculto de sí mismo: un curandero con habilidades similares a las suyas. Reveló los misteriosos orígenes de los regalos de Ignacio, rastreándolos hasta su madre, quien era oriunda de Saltillo y poseía poderosas habilidades de curandera.

Con este conocimiento pesando mucho en su mente, Ignacio se adentró en un mundo que nunca había imaginado, lleno de fuerzas oscuras y enigmáticos enigmas. Mientras desentrañaba los secretos que envolvían a Saltillo, se dio cuenta de que el camino que había emprendido era mucho más traicionero de lo que jamás hubiera imaginado.

Los días se convirtieron en una confusión de encuentros espeluznantes y avistamientos espectrales, cada uno de los cuales revelaba un fragmento del enigma que asolaba la ciudad. Ignacio y sus amigos se encontraron enredados en una red de poderes antiguos y verdades olvidadas, sus destinos entrelazados con el tejido mismo de la esencia sobrenatural de Saltillo.En el corazón del bosque, donde el límite entre la realidad y lo invisible se desdibuja, Ignacio se enfrentó a las entidades malévolas que buscaban sumir a Saltillo en la oscuridad. Guiado por la sabiduría del sacerdote y sus propias habilidades curanderas, Ignacio se enfrentó a las sombras invasoras, decidido a proteger su amado pueblo de las antiguas fuerzas que buscaban subyugarlo.

En un enfrentamiento culminante que puso a prueba su coraje y determinación, Ignacio enfrentó el desafío final: una batalla contra una entidad de otro mundo que amenazaba con consumir Saltillo en sus malévolas garras. Con una determinación inquebrantable y el poder de sus nuevos dones, Ignacio salió victorioso, disipando la oscuridad que se había cernido sobre el pueblo durante siglos.

Cuando amaneció en Saltillo, sus residentes se liberaron de las garras de una antigua maldición, sin darse cuenta del peligro del que habían escapado por poco. Ignacio se erigió como un faro de esperanza, un guardián de los secretos del pueblo y protector contra las fuerzas que acechaban en las sombras. Y aunque su vida había dado un giro misterioso, Ignacio abrazó su destino con un nuevo propósito, ligado para siempre al enigmático legado de Saltillo.

P.S.
Nos vemos en la siguiente publicación.