016.
capítulo dieciséis.
(hora de fallecimiento).
El hombre lobo entró por la ventana de la habitación y frunció el ceño al no ver a Hayley durmiendo.
El sabia que la coyote era impulsiva. Si tenía hambre, comía. Si estaba disgustaba, gruñía. Si algo estaba bien, participaba. Y siempre hablaba sin pensar. Esas fueron las advertencias del primero día que se coló en su habitación.
Se acercó apurado hacia la puerta, temiendo que ella haya ido a la cocina en su búsqueda y se haya encontrado con sus padres.
Frunció su ceño al escuchar movimientos acuáticos. Volteó hacia atrás y comenzó a caminar hacia al baño.
Los susurros de Hayley, tareando una canción de 2012, hicieron que su alma le vuelva al cuerpo.
Sonrió por lo bajo y se retiró de la habitación para recalentar el desayuno.
•••
—¿Liam? ¿Que estas haciendo?— escuchó la voz de Jonh a sus espaldas.
Apretó los labios con la bandeja en manos.
—El desayuno— exclamó el hombre lobo con una falsa sonrisa.
Su padrastro lo miro con sus ojos entrecerrados y observo la bandeja.
—¿Con café y... leche chocolatada?— preguntó falsamente confundido acercándose a él.
—S-Si—.
Observó la expresión de su hijastro con el ceño fruncido y con sus ojos levemente entrecerrados. Estaba con su cara de perro nervioso mientras que apretaba fuertemente la bandeja que tenía en sus manos.
Su ceño se relajó y le dio una sonrisa de lado. Paso por al lado del hombre lobo, dirigiéndose hacia la cafetera.
—Se qué hay alguien más aquí, Liam— dijo su padrastro, sirviéndose una taza de café.
—No-No se de lo que hablas— balbuceó Liam, volteando hacia el.
—Tienes suerte de que fui yo y no tu madre— siguió el moreno. Tomó un sorbo de su café. —Y como fui yo, tengo que preguntarte. ¿Se están cuidando?— Liam lo miro confundido. —Ya sabes. Protección— le dijo enfatizando la palabra.
—Ugh. Jonh— el recién nombrado se encogió de hombros.
—Tengo que preguntar cómo padre. Y como doctor—.
Liam rodó los ojos. —Solo dormimos ¿si?. No vamos a tener o hacer nada mas. Y además, solo fue esta noche— volvió a girar sobre sus talones, intentando escapar de la situación.
—¡Las otras noches no dijeron lo mismo!— escuchó su burla cuando estaba subiendo las escaleras.
Abrió la puerta sin tocar. Dejo la bandeja sobre el escritorio y volteó con una sonrisa al escuchar los pasos de Hayley.
Se arrepintió al instante haber volteado.
Apartó la mirada al ver la chica desnuda frente a él.
—¿Con que sólo fue una noche, eh?—.
La coyote no se ofendió por lo de una noche. Se ofendió al escucharlo decir que no iban a tener o hacer algo.
Liam volteó buscando algo para taparla y poder mirarla. Hayley se acercó más al sentir su nerviosismo y su corazón latiendo rápido.
Había una toalla en la silla, rápidamente la tomó y se la dio. Hayley la tomó con mala cara.
—Cámbiate. Nos necesitan— murmuró Hayley volteando mientras dejaba caer la toalla al piso, haciendo que Liam voltee rodando sus ojos, cansado de la actitud de Hayley.
•••
La coyote se agachó tomando las llaves que habían bajo la alfombra. Miro a Liam mostrándole las llaves.
—Un clasico— murmuró sarcásticamente Liam, mientras que Hayley abría la puerta.
En la mesa principal estaban Scott, Stiles y Kira esperándolos. Los dos primeros fruncieron el ceño al verla entrando a la casa junto a Liam.
—¿Por que vienes con Liam?/¿Porque usas una remera de el?— preguntaron al mismo tiempo.
Se acercaron a la mesa. Liam miraba nervioso a Hayley, quien no le dirigía la mirada a ninguno de los muchachos. Así que optaron por preguntarle a él.
—¿Por que vienes con ella?/¿Por que está usando una de tus remeras?—.
Hayley rodó los ojos al escuchar que Liam balbuceaba.
—Nos acostamos— dijo sarcásticamente la coyote.
Liam la miro hecho un tomate mientras que Stiles y Scott la miraron con sus bocas abiertas, Kira los miro con una ceja alzada y una pequeña sonrisa.
—¿Ustedes... se-se acostaron?— pregunto en un balbuceo Stiles.
—Si. Fue divertidísimo— contestó con mala cara. —¿Que es lo que quieren?— pregunto la coyote, aún con mala cara.
—¿Lo trajiste?— preguntó la japonesa a Liam, quien asintió y sacó su computadora de su mochila.
La colocó en la mesa frente a él. —¿Tres son suficientes?— preguntó Kira mirando a Stiles.
—Dependen de cuántas cámaras tengan. Pero supongo que si— contestó mirando las computadoras.
—¿Realmente vamos a hacerlo?— preguntó Liam.
—Si. Esta noche— afirmó el alfa, apoyándose en la mesa.
—Estoy tan desacuerdo con esto— murmuro la coyote, cruzándose de brazos.
—Hey, todo va a estar bien. O eso espero— murmuró Liam a su lado, girándose a ella, corriendo un mechón de su cabello para colocarlo detrás de su oreja.
—Puede ser que este muy enojada con ustedes, tan enojada que les desgarraría la garganta, pero, Scott, piénsalo. Esto es peligroso, ¿verdad?— le preguntó a Stiles.
—Si. Es terriblemente peligroso. Y linda con la idiotez— contestó.
—¿Hicieron algo así antes?— murmuró en una pregunta el hombre lobo menor.
—¿Algo peligroso? ¿O algo estupido?— Hayley frunció su ceño y miro hacia Liam.
—Ambas cosas— afirmo la coyote con una mueca.
—No tienen que ser parte de esto si no quieren— se adelantó Scott, mirándolos a los ojos.
—No tenemos miedo— contestó Liam seriamente.
—Entonces rayan la idiotez— dijo Stiles a Liam, colocando una mano en su hombro, sonriendo. Hayley le gruñó al escuchar lo que dijo. —Si lo hacemos, no sabemos lo que nos espera, ¿entienden?— Kira lo interrumpió.
—¿Como sabemos que algo realmente va a suceder?—.
—La cinta que tenía Garrett exigía confirmación visual— le contestó su novio.
—Simón dijo lo mismo. El Benefactor no le iba a pagar a menos que tuviera confirmación visual como pruebas de su muerte—.
—Me preguntó, ¿qué pasa si matas a alguien de la lista negra, y no puedes enviar las pruebas?— Hayley rodó los ojos al escuchar a Scott.
—No te pagan— le contestó obvia.
—Y eso, ¿como se van a acercar al Benefactor?— preguntó Liam.
—Aún debe saber si el blanco está muerto o no—.
—O capaz, no le interesa y se guarda los billetes en su bolsillo esperando a que la información llegue— dijo Hayley a Scott, quien estaba hablando recién.
—Él encabeza la lista, por supuesto que le importa— le murmuró Stiles.
La coyote le gruñó enojada.
—Si quiere confirmación visual...— comenzó Liam.
—Tendrá que venir el mismo— finalizó la coyote. —¡Hurra!— festejó sin emoción.
•••
El grito desgarrador soltaron Melissa y Hayley resonaron por todo el hospital.
Todos se acercaron al pasillo donde estaban para ver que pasaba.
Las rodillas de Hayley casi caen al suelo gritando y llorando de impotencia, de no ser porque se sostuvo de la pared más cercana; Melissa estaba a su lado igual o peor que ella.
—¿Que le paso a mi hijo?— preguntó gritando mientras caía al piso.
Hayley bajo la cabeza y tomó aire.
Un grito desgarrador salió de su garganta, quemando sus cuerdas vocales.
•••
Hayley caminaba por toda la habitación mientras miraba a Scott, quien estaba acostado en su cama listo para el plan.
—¿Pueden dejarme unos segundos con Hayley?— preguntó incorporándose al ver que la chica se estaba comiendo la cutícula de sus uñas.
La coyote apartó su mirada al ver como Scott se acercaba.
—Hayley...—.
—No. Por primera vez en tu vida, no— levantar su mirada hacia el con sus ojos con lágrimas. —Fuiste la primera persona en la que confié cuando me convertí. La primera persona que quise. La primera persona por la que daría mi vida, Scott— el hombre lobo bajo la mirada y agudizó su oído.
Todos estaban detrás de la puerta escuchándolo todo.
—¿Sabes que sentía al ver a Stiles con su padre? ¿O a Rafael intentando remediar las cosas? Vacío, Scott. Sentía un vacío al ver que yo no puedo pasar por ese drama familiar— una lágrima bajo por su mejilla.
—Lo siento—.
Scott se intento acercar a ella, pero Hayley lo detuvo colocando sus manos en su pecho y emujandolo mientras daba un paso hacia atrás, negando con su cabeza baja.
—¿Por que nos mintieron, Scott?— levantó la mirada.
—Nosotros...nosotros pensamos que nos dejarían— Scott bajo la mirada. —Creíamos que si les decíamos la verdad ibas a ir tras Peter y Derek cuando te enterarás, y Malia iba a seguirte— ahora Hayley bajo la mirada cruzando sus brazos. —Siempre quisiste una familia y nosotros te la negamos. Fuimos egoístas y lo siento—.
Hayley apretó sus dientes y levantó su mirada al igual que el.
—Te odio— afirmó la coyote con su mirada dura, que fue suavizando con los segundos. —Y si llegas a despertar un segundo después de mis expectativas, te matare—.
Scott sonrió de lado y la abrazo. —Lo siento— susurró.
—Yo no— dijo cuando se separaron. El Alfa la miro con su ceño fruncido, confundido. Se encogió de hombros. —Peter es bueno. Al menos conmigo—.
Scott apretó los labios y frunció su ceño, se alejó de la chica y la miro serio.
—¿Te acostaste con Liam?—.
Hayley lo miro mal y se acercó a abrir la puerta.
—Hey, responde— Scott no pudo terminar de replicar porque Hayley ya lo había tirado sobre la cama.
Una vez todos dentro de la habitación Liam comenzó a caminar de un lado a otro mordiéndose sus uñas. —¿Estan totalmente seguros de esto?—.
—Creo que Liam está nervioso. Tendrían que decirles que todo está bien— hablo en plural y nerviosamente la japonesa, mientras jugaba con sus manos.
—Hey— Hayley tomó el brazo de Liam y lo obligó a mirarla. —Todo va a estar bien, lo prometo— beso sus dos dedos y los colocó frente a él.
Liam suspiro y la imitó juntando sus dedos.
Literalmente, era algo que habían inventado en ese momento.
—Pero, hicieron esto antes ¿no?— la voz de Liam temblaba.
—Vi como lo hacían— respondió Noshiko Yukimura, madre de Kira.
Hayley cambio su rostro de bajo control a fuera de control.
—¿Que? ¡Scott, me mentiste de nuevo!— exclamó la muchacha.
—¿Y con eso basta?— preguntó Liam con una mueca.
—No— respondió la mujer.
—¡Scott, olvídalo!— volvió a chillar la coyote.
—Mamá, no inspiras confianza. Hayley no va a querer hacerlo— le reprendió Kira.
—Ya no quiero hacerlo. Scott— se dirigió hacia el.
—Tenemos que, Hayley— le respondió su alfa, la chica apretó los labios y sus ojos, suspirando harta.
—Es una idea pésima— apoyó Noshiko.
—¿Ven? Hasta la vieja me apoya— la señaló Hayley; la japonesa mayor la miro mal.
—¿Quieres que las dejemos afuera?— preguntó Kira perdiendo el control.
—Ah. ¡Si!— exclamó la coyote, obvia. —Scott, no lo hagas— intento rogar una vez más.
El alfa se limitó a dirigirle una mirada, para luego prestar atención el lo que le decía Noshiko a su hija.
—Pon las manos en su corazón— indicó la mujer.
Kira asintio, y colocó una rodilla en la cama; Se inclino a Scott, cuando estuvo por posar su mano en su pecho, la detuvo.
—Un momento— Hayley soltó el aire.
—Bueno, eso fue todo. Gracias por venir— dijo la coyote con esperanza de que se haya arrepentido.
Se incorporó hacia Noshiko, colocando sus codos como soporte en la cama.
—¿Que va a pasar cuando esté inconsciente? ¿Voy a sentir algo?— Hayley suspiro a su pregunta, tachando toda posibilidad de arrepentimiento por parte del chico.
Liam la miro de reojo, tímidamente rozó sus dedos con los de ella, quien rápidamente los entrelazó.
Al entrelazar sus dedos, Liam pudo sentir como la mano de Hayley, y todo su cuerpo, temblaba. Como su corazon bombeaba sangre erráticamente.
Al sentir esto, soltó su mano y pasó su brazo por su hombro atrayéndola hacia el. Hayley colocó la cabeza en su pecho mientras lo abrazaba por su costado, buscando tranquilizarse, al menos, un poco.
—Quizá sientas que estás soñando— murmuró Noshiko.
—¿Sueños buenos o pesadillas?— preguntó mirando a Liam y a su hermana adoptiva abrazados.
Noshiko lo miro compasiva. —Supongo que depende de ti— le contestó la mujer en un tono obvio.
Scott se volvió a acostar boca arriba, dándose cuenta de la estupidez que había preguntado.
Hayley suspiro con nervios, mojando sus labios repetidamente y jugando con el cordón derecho de la campera de Liam, mientras que el otro estaba en su boca mordiéndolo.
Kira colocó lentamente la mano en el pecho de Scott. Hayley apretó a Liam al ver como el cuerpo del alfa comenzaba a irradiar electricidad, mientras inspiraba aire ahogado.
•••
Hayley entro sollozando a la morgue, seguida por Melissa.
Soltó las ultimas lágrimas y comenzó a caminar con la cabeza en alto secándose las lágrimas.
—Mis 20 minutos de fama terminaron— dijo divertidamente Hayley a los presentes. —Me sentí en una telenovela melodramática—.
Melissa no cambiaba la expresión preocupada en su rostro mientras se acercaba Scott, aunque la expresión de Hayley también se puso así cuando vio al hombre lobo tendido en la cama de metal.
—Sigo detestando este plan— murmuró Melissa. Puso sus manos en su cintura. —Esto es espeluznante. Parece muerto— Hayley agudizó su oído y no escuchó nada.
—Su corazón no late— miro a Noshiko asustada.
Esta mujer les dio una severa mirada. —Hayley, ven aquí— la coyote rodeó la mesa de metal sin sacarle la mirada a Scott. —Agudiza tu oído y acércate. Melissa, pon una mano en su pecho y esperen—.
La coyote tomó una bocanada de aire y acercó su oído, moviendo sus cabellos de ellos. Cerró sus ojos y se concentró.
Escuchó un pequeño latido.
Soltó el aire acumulado y abrió sus ojos con una pequeña sonrisa. Se incorporó chocando con el pecho de Liam ambos se separaron como si sus ropas los quemaran.
—¿Eso es suficiente para mantener vivo a un hombre lobo?— preguntó Melissa a Noshiko.
—Lo suficiente para un alfa—.
—¿Cuanto tiempo tenemos?— preguntó Hayley, mirando también a la mujer.
—Cuarenta y cinco minutos—.
—¿Y luego?— preguntó la enfermera, metiendose en la conversación.
—Lo traigo de vuelta de la misma manera— Hayley miro a Kira.
—Quiso decir, ¿que ocurre si pasa más que esos cuarenta y cinco minutos?— Kira aparto su mirada de ella. Hayley miro a los presentes y ninguno se la dirigía.
—¿Que? ¿No es dijeron?— preguntó enojada Noshiko.
—¿Que? ¿Que ocurre luego de los cuarenta y cinco minutos?— preguntó la coyote mirando a Liam, que siquiera la miraba. Lo tomó del brazo fuertemente. —Dime—.
—El muere— respondió Noshiko a su lado.
—Te voy a matar, Scott— gruñó la chica.
•••
—¿Que es lo que estás haciendo en la bóveda, mamá?— preguntó Hayley al escuchar lo que le dijo su madre.
—Si es verdad que somos Hale, eso quiere decir que mi papa, no es mi papa— dijo Malia del otro lado de la línea, caminando.
—¿Seguimos hablando de Peter?— preguntó Hayle confundida, mientras tomaba asiento en una de las sillas de espera.
Malia suspiro en respuesta, mientras movía unas cosas que se escuchaban como vidrio.
—¿Que estás buscando?—.
—Espera, tengo otra llamada— dijo su madre antes de ponerla en espera.
Luego de unos segundos volvió a su línea. —Era Stiles— murmuro en un todo triste.
Malia comenzó a forcejear con la caja fuerte, dejando su celular sobre la mesa donde estaba la caja. Se escuchó un sonido metálico. Y la risa de la coyote.
—Abrí la caja fuerte— le murmuró Malia abriendo la puerta.
—¿Encontraste lo que buscabas?— preguntó Hayley.
—Si— susurró.
—¿Y que era?—.
Malia se quedo en silencio examinando los papeles de adopción en sus manos. —Registros de adopción— murmuró luego de unos segundos con su mirada perdida en las hojas.
Malia frunció su ceño al escuchar un latido detrás de ella. Volteó rápidamente con su ceño fruncido.
Peter.
—¿Mamá? ¿Mamá, que ocurre?— preguntó Hayley al no escuchar ni su respiración.
—Tengo que comprar una mejor cerradura— escuchó el suspiro de Peter.
Hayley se levantó de su asiento con su celular aún en su oído, escuchando la conversación.
—No puedo dejarte marchar con eso— dijo Peter.
—Quizá no tienes elección— dijo neutra Malia.
—¿Es eso cierto?— preguntó Peter acercándose a ella.
Hayley escuchó como Malia también comenzaba a caminar, tomando el celular y colocándolo en su bolsillo trasero.
—Creo que podría llevarte— contestó su madre.
—Has oído los rumores, no soy tan fuerte como antes—.
—Algo así— respondió Malia.
Hayley se sobresaltó al escuchar como algo se rompía.
—Peter, déjala o juro que quebrare cada uno de tus huesos cuando duermes— amenazo Hayley gruñendo, sabiendo que Peter la escuchaba.
—Dije que no podías llevártelo. No dije que no podías leerlo. Ambas— dijo Peter enfatizando 'ambas'.
Hayley tuvo que cortar la llamada al ver como Liam y Kira pasaban por su lado corriendo.
—Azotea. Vamos— le dijo Liam al pasar a su lado.
Los tres entraron corriendo a la azotea. Su paso se fue deteniendo poco a poco al ver que no había nada; Pero aún así, no bajaron su guardia. Hayley tomó la delantera y comenzó a caminar a paso lento hacia una de las cornisas.
Su cuerpo se sobresaltó al escuchar como había una pequeña explosión detrás suyo, volteó a ver a Liam y a Kira.
Escuchó ese odioso gruñido áspero y esas pisadas pesadas.
—Oh, vamos— rezongo Hayley.
Camino a paso apurado, colocándose entre Liam y Kira.
Dio un paso hacia atrás al ver al Berserker.
—Te odio, Kate Argent— murmuró antes de atacar.
Corrió hacia la criatura dando un salto en el proceso, estiró su pierna y golpeó el cráneo del berserker. Cuando piso el suelo, siguió atacándolo con sus garras mientras esquivaba sus movimientos ágilmente.
El berserker paró su gancho derecho, golpeó su mandíbula fuertemente, atontandola en el proceso. La tomó del cuello y la lanzó a la derecha, chocando con una pared.
Liam le rugió al Berserker y comenzó a atacarlo con sus garras. Luego de arañarlo dos veces, la criatura lo tomó del cuello y lo lanzó hacia uno de los alambres.
—¡Liam!— gritó Hayley al ver como caía inconsciente.
Kira se acercaba al Berserker, moviendo su espada ágilmente.
El animal paró su ataque y golpeó su mandíbula, haciendo que caiga soltando su espada.
—¡Kira!— gritó Hayley levantándose.
Corrió hacia ella, la removió intentando despertarla. El Berserker comenzó a acercarse a ella. Se levantó y se agachó hacia Liam.
—¡Liam! ¡Liam, despierta!— gritaba desesperada sacudiéndolo.
El chico comenzó a soltar quejidos. Hayley se levantó rápidamente y dio unos pasos hacia el animal.
Sacó sus garras y encendió sus ojos.
—No vas a tocarlos—.
La criatura le rugió. La chica rugió soltando un grito, corrió hacia el y comenzaron a pelear.
El berserker tomó de sus muñecas y chocó su cabeza contra la de ella, la soltó, la tomó de su cuello y, con su puño cerrado, golpeó sus costillas una y otra vez.
—¡Ya deja de hacer eso!— le gritó la coyote desde el piso, intentando levantarse sosteniéndose de la pared donde la había lanzado, dejando un hueco en ella.
—¡Hayley, Liam! ¡Corran! ¡Salgan de aquí!— gritó Kira al ver que se levantaban con ayuda de las paredes, o en el caso de Liam con alambres.
Liam rugió hacia el Berserker. De un solo movimiento, estaba sobre una de los alambres que rodeaban las cajas de electricidad.
Salto con sus garras en alto.
—¡No!— gritó la coyote.
•••
Liam tenía sus manos entrelazadas con las de Hayley; Quien miraba atentamente como Kira le devolvía la vida a Scott.
Todos rodeaban la mesa metálica que estaba el alfa; Se despertó en un grito, dando espasmos debido a la electricidad de Kira.
A Hayley le volvió el alma al cuerpo al verlo despierto. Suspiro cerrando sus ojos, apoyó su cabeza en el hombro de Liam, haciendo que su corazón comience a latir rápido.
—¿Que paso? ¿Funcionó?— preguntó Scott a Kira, quien los miro a todos.
Hayley volteó su cabeza a la puerta al sentir olor a sangre.
Liam salió de la morgue y luego entró; Miro fijamente a Kira.
—¿Que?—.
—Es tu madre. Esta herida—.
•••
Hayley entro a la habitacion de Stiles y Malia volteó a verla. La menor la examinó unos segundo y se acercó rápidamente a abrazarla.
Se separaron y miraron las cosas del escritorio.
La lista negra.
Malia Hale. 4
Hayley Hale. 17
—¿Malia? ¿Hayley?— la coyote menor escuchó su nombre y volteó a ver a Stiles. —¿Donde estabas?—.
—Hablando con Peter— le contestó Malia, aún sin moverse de su lugar.
Hayley dio un paso hacia atrás, dándole vía libre a Stiles para mirar a su madre.
—Bueno. ¿Crees que es buena idea?— preguntó el muchacho aún sin entrar, jugando con sus manos.
—Si puede ayudarme a encontrar a mi madre y a darle una verdadera identidad a Hayley. No me importa— murmuro ella, aún apoyada en el escritorio con su mirada perdida.
—Quizá sean de su familia, pero no son como el—.
—Capaz no sea una asesina en masa, Stiles. Pero lo que siempre quise cuando fui humana, fue una familia. Tu y Scott me negaron eso. Ahora que puedo tenerla, no me importa lo que digan y lo importante es que mamá me apoya— Stiles bajo la mirada al escuchar a su hijastra.
—Quizá yo si— murmuró Malia, incorporándose con la lista en sus manos.
Camino con ella hasta la pizarra transparente que Stiles tenía, para resolver la lista negra y sus asesinatos.
—Esa noche que cause el accidente...— comenzó Malia, sacando un pedazo de cinta roja.
La pego en la lista.
—Cuando estabas descontrolada por la luna llena...— Hayley intento que Malia no se culpe.
Malia volteó. —Hay una parte que no les conté— sus ojos estaban llenos de lágrimas y rojos. —Antes de subir al auto, mi madre...Mi madre adoptiva, supongo, peleamos mucho. Ni siquiera recuerdo porque— murmuró negando con su cabeza. —Pero recuerdo lo que le dije— Stiles la intento parar.
—Malia—.
—Le dije: 'Ojalá se mueran todos'— Hayley bajo la mirada.
—El asesinar no es algo que se hereda de familia— le murmuró Stiles seriamente, avanzando hacia ella.
—Quizá en mi familia si. ¿Cuanto crees que pasará cuando los ojos de Hayley se vuelvan azules por descontrolarse en luna llena?— volteó y pegó la lista en la pizarra, para luego retirarse de allí.
Stiles volteó a Hayley, que en sus ojos habían pequeñas lágrimas.
—No soy una asesina. Soy una Hale. Una depredadora. No una asesina—.
—Lo se. Lo se— murmuró acercándose a ella, abrazándola.
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