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009.

capitulo nueve.
estado terminal.

Hayley se acercó a ambos chicos.

Liam y Mason estaban fuera de una discoteca, mientras que el moreno incentiva al pequeño hombre lobo a divertirse. No se habían dado cuenta de su presencia por lo tanto tuvo que hablar.

—Yo si creo que eres un aeromozo guapo— dijo Hayley acercándose al dueto, haciendo que ambos paren su paso y giren a verla.

Liam se quedo quieto en su lugar. Hayley tenía un vestido negro que tallaba todo su cuerpo hasta que terminaba en un corte que dejaba deseando más.

Al hombre lobo se le secó la boca por un instante y casparreo. —Wow, yo he estado con todo eso— Hayley miró su expresión y sonrió con gracia.

—Okay, Liam deja de babear Hayley y concentrarte. Ves, ella entiende de lo que hablo— la señaló el moreno.

—Vamos, Liam. Divirtámonos un poco. Después de todo, seguimos siendo adolescentes— dijo la coyote acercándose a ellos.

—Se que sus opciones son limitadas, pero al menos acá puedo emborracharlos— dijo Masón avanzando su paso con una expresión divertida.

Mientras que la coyote caminaba se quejaba debido a que estaban entrando por atrás de la discoteca y no por su puerta principal.

Los tres adolescentes se acercaron a la puerta quien fue abierta casi al mismo tiempo.

La expresión de Hayley cambio de una divertida a una con su ceño fruncido.
La misma muchacha que había pegado con chicle el asiento de Liam estaba parada frente a ellos.

Ella miró de mala gana a ambos adolescentes. —¿Que miras?— dijo Hayley dando un paso hacia adelante, siendo detenida por Liam.

La muchacha la miró con más mala cara y le hablo a Mason. —Dije que te dejaría entrar a ti. No a ellos.

—Ni que necesitara tu roñosa ayuda para entrar a una discoteca de mala muerte— dijo Hayley rebajándola con la mirada mientras se cruzaba de brazos.

Liam la miró de reojo, no sabía porque se comportaba de esa forma; podía imaginarse, claro. Pero había pensado que superó la etapa de llevarse todo por delante.

—Dijiste que podia traer a dos invitados— dijo Mason con inocencia.

—No dije "Liam" y su Robbin— le contestó la muchacha rebajándolos con la mirada.

—¿Como me-— murmuró Hayley tratando de dar un paso hacia ella, pero nuevamente fue interrumpida por su pareja.

—Somos sus azafatos— habló por primera vez Liam. La muchacha lo miró sin comprender. —Compañero. Olvídalo. No entraré.

—Como si necesitáramos de ella para poder entrar— dicho esto la coyote se dio vuelta dispuesta a retirarse de la situación, pero esta vez fue detenida por Mason.

—No, no, ustedes vienen, mas tu Hayley— miró a la muchacha. —De acuerdo, ¿qué tal yo, Liam y Hayley, mas 50 dólares?— preguntó sacando un billete de su bolsillo.

La muchacha lo miró y lo tomó abriendo mejor la puerta. Con una falsa sonrisa dijo: —Bienvenidos a Sinema.

Caminaron por un pasillo hasta que dieron con lo que parecía la pista de baile. Traspasaron la decoración de cadenas colgantes mientras que examinaban el lugar.

—¿Como se llama esa tipa?— preguntó a sus dos acompañantes.

—Hayden Romero— le contestó Liam, colocando una mano en su cintura para seguir avanzando.

Entro de pequeños cúbicos bailaban chicos con solo una prenda en sus cuerpos. Hayley alzó sus cejas al darse cuenta que estaban en un club gay, pero le restó importancia y siguió caminando entre medio de la gente.

Hayley no pudo evitar poner una mueca al escuchar como la música electrónica inundaba sus oídos, odiaba ese género de música.

Siguieron avanzando y vio como Liam miraba a la bailarina por unos segundos, para luego seguir su rumbo. Hayley frunció su ceño disgustada.

No era nada nuevo lo posesiva que podía ser la coyote, pero no iba a hacer un escándalo. En este momento, solo importaba Mason.

—No tenemos edad para estar aquí— le grito Liam a su amigo, debido a la música alta.

Hayley siguió mirando la discoteca hasta que sonrió levemente mirando un muchacho en particular a lo lejos. —El tampoco.

A lo lejos podían apreciar como el hombre lobo Brett bailaba con una muchacha desconocida, pegando sus cuerpos.

—¿Es un club mixto, entonces?— preguntó Liam hacia Mason, quien era que sabía.

El trío volvió a dirigir su mirada hacia su viejo amigo, quien ahora estaba bailando con un hombre. Hayley ladeó su cabeza ante la nueva información.

Mason movió su cabeza lado a lado, vacilando. —Si, mas o menos.

•••

Hayley bailaba de un lado hacia el otro, por mas que no estaba borracha trataba de disfrutar el momento al máximo.

Un tanto alejado, Liam pudo escuchar como la mesera que le había abierto la puerta, murmuraba un "jamás voy a ganar lo suficiente", luego de ver como su compañero de trabajo le robaba sus tragos, teniendo que pagar ella de su bolsillo.

La siguió con la mirada a medida que se perdía entre la gente. A paso lento comenzó a avanzar por donde se había ido, pero su paso fue detenido al ver a Mason y Brett, riendo a mas no poder mientras tomaban pequeños shots de puro alcohol.

Siguió avanzando nuevamente pero esta vez paró al ver a Hayley.
Movía su cuerpo al compás de la música, como si estuviera en camara lenta, giró su cabeza y se miraron a los ojos. Podía ver como los ojos de Hayley estaban encendidos en un poderoso dorado debido al placer de bailar.

Pero su nube se desvaneció al sentir el mismo olor.
Hayley paro de bailar y miró hacia sus lados, concentrada en coordinar los pasos de la persona y su olor.

Lentamente se fue acercando a Liam, quien estaba haciendo exactamente lo mismo que ella.
La diversión se había acabado para ellos, habían pegado espalda con espalda agudizando todos sus sentidos.

Salieron de su guardia al ver y sentir como montones de gente se acercaban a ellos bailando, sin darse cuenta que estaban empujándolos.

•••

—No, no atrape nada— dijo Brett mirando el Sinema completo de gente.

Luego de eso, fueron rápidamente a recurrir al hombre lobo que estaba con ellos. Brett, quien rápidamente al ver a Hayley comenzó a decirle boberías como "la reina de Nueva Orleans" "la alfa Crescent" y varios apodos más; haciendo una reverencia al verla.

La coyote no pudo evitar sentirse un tanto incomoda al escuchar como la llamaba, por lo que rápidamente Liam interceptó.

—¿Nadie aquí es como nosotros?— interrogo la alfa desconfiando del instinto de Brett.

—No. Quizá. Es Beacon Hills, ¿cuál es la diferencia?— preguntó el muchacho musculoso restándole importancia.

—Bueno, se sintió diferente. Raro. Como si estuviera mal— dijo Liam estremeciéndose al decirlo.

•••

Brett, Hayley y Liam se dispusieron a buscar al infiltrado.

La coyote sin disimulo tenía sus ojos dorados, estando lista a atacar para defender al club.

Su paso paro al escuchar como Liam se disculpaba con Hayden, la cual ya odiaba, y se acercó rápidamente.

—Cada uno de esos costaban 10 dólares— le dijo la muchacha molesta.

—Okay, okay. Calmate— interceptó Hayley con sus manos alzadas. —Dime cuanto es en total y lo pago— dijo sacando unos billetes de su funda de teléfono.

—200.

Hayley agarro los dos billetes y se los tendió. —Ten el dinero y desaparece de mi vista.

La mesera lo tomó de mala gana y se fue dándole la espalda.
Hayley volteo a ver a Liam, quien la miraba con una cara de cachorro perdido.

—Te debo 200— dijo el chico divertido, como si fuera gracioso.

Hayley rodo sus ojos y dejó un pequeño beso en los labios del chico.

Pego un respingo al escuchar el grito/rugido de Brett. Sin esperar a Liam comenzó a correr hacia donde lo había escuchado.

Pasó rápidamente las cadenas hacia una especie de habitación aislada que era parte de la discoteca. Vio a Masón parado estático contra una de las paredes, se paró frente a él y lo tomó por los hombros tratando de que reaccione.

Vio como su amigo parpadeó algunas veces y salió corriendo hacia la discoteca.

Siendo suficiente para Hayley, giró y soltó un rugido antes de comenzar a atacar con Brett al muchacho frente a ellos.

Poco le importaba quien era o que quería, su lista de preguntas fue desechada cuando vio que quería meterse con su familia.

Brett. Su. Familia. Ugh.

Antes de poder avanzar un paso, vio como el muchacho pegaba a Brett contra unos barrotes, dando su golpe final. Rasguño todo el abdomen de su amigo quien cayó de rodillas.

Y antes de poder terminar con su vida, Hayley se lanzó hacia el con sus garras fuera y sus colmillos a la vista. Pero su movimiento le hizo una mala jugada siendo ella la que terminó bajo el chico.

Lo examinó con la mirada rápidamente. Sus ojos negros, espinas de su cuerpo y dientes de hombre lobo.

Quimera.

Hayley trato de patearlo pero era fuerte, mas que ella; algo que la tomó por sorpresa ya que era una híbrida alfa.
Levantó su brazo y sus garras casi se clavan en Hayley, de no ser que lo detuvo con su brazo, forcejeando con fuerza.

Pudo escuchar pasos acercándose y el aroma llegó a sus fosas nasales. —¡Scott!— chilló aterrada viendo como las garras iban a ser clavadas en ella.

Scott no dudo ni un segundo en apoyarse en el caño, tomando envión en la pared para patear a la quimera.
Su victoria duró poco ya que el desconocido lo empujó tirándolo al piso.

Liam trato de atacarlo y terminó exactamente igual que su alfa.
Esta vez fue el turno de Kira, con su espada fue tratando de atacar al muchacho quien bloqueaba con sus brazos y esquivaba sus movimientos.

—¿Que diablos es esa cosa?— preguntó Brett con dolor desde el piso. La herida de su abdomen siendo presionada por Mason.

En un momento la quimera tomó el la muñeca de Kira, y la lanzó al piso.

Hayley se acercó, cansada de la situación, y se colgó en su espalda. Tomó la cabeza de la quimera y la hizo a un lado, dejando al descubierto su cuello.
Sin dudarlo clavó sus dientes allí, pero a la primer tragada que le dio comenzó a toser desenfrenadamente, tratando de sacar todo lo que tenia en su boca.

Un pequeño dejavú vino a su mente, cuando recién llegaba a Beacon y el hombre lobo con garras azules atacaba a Parrish.

La quimera tomó a Hayley del cuello y la pasó sobe su hombro, golpeándola fuertemente contra el piso.

Todo ocurrió en cámara lenta. El muchacho levantó su mano y la impulsó con tanta fuerza hacia su pecho que lo atravesó.

Al sentir esto como la mano del desconocido estaba en su cavidad torácica, la híbrida se quedó en shock, si le arrancaba el corazón, moría y no había nadie ni nada que pueda salvarla de eso.

Pudo sentir como las manos de la quimera en su corazón que latía fuertemente, miraba esos ojos negros fijamente buscando un gramo de piedad.

Liam se quedó duro en su lugar al ver esto pero fue el primero y único que pudo reaccionar. Tomó a la quimera de los hombros y lo empujó lejos de Hayley, colocándolo en el centro de la habitación.

La muchacha rápidamente comenzó a buscar oxígeno, mientras que colocaba una mano en su pecho abierto, asustada por su casi muerte.

Espero unos segundos en su lugar para que pudiera dar tiempo a que sus heridas sanen.

No sabía muy bien lo que había ocurrido después, se paró en su lugar, colocando sus manos sobre sus rodillas y solo vio como Scott tenía una mano sobre la espada de Kira, quien estaba dispuesta a matarlo.

Hayley 673 vs. Muerte 0

Se acercó al cuerpo de la quimera tendida en el piso, rápidamente bajo la orden de Scott se dispusieron a sacar al muchacho inconsciente del establecimiento.

Cuando lo tomaron en brazos, un arnés traspaso el cuerpo del chico, matandolo en ese instante.

Todos dirigieron sus miradas hacia el techo y Hayley tembló de miedo. Dio un paso hacia atrás haciendo que se tropiece y caiga de culo al piso, pero a nadie le importo. Todos tenían sus miradas en esas feroces figuras de las pesadillas de Hayley.

—¿Por que han hecho eso?— preguntó Hayley con una expresión de horror.

Podía haber sentido la muerte muy cerca, pero el miedo se implantaba en ella al ver esas figuras de acero.

—Su estado era terminal— se limitaron a contestar.

Mientras que Scott gritaba que era lo que significaba Hayley pego un salto hacia los caños de metal, dispuesta a seguirles el paso.

—¡Hayley, no!— grito Scott pero era tarde.

La muchacha ya había saltado nuevamente, impulsándose desde los caños de metal, subiendo a la misma plataforma que los hombres desconocidos.

Desde allí, la manada no podía ver nada ya que estaba muy alto, pero si se pudo escuchar un pequeño "crack".

Uno de esos hombres volvió hacia la orilla con Hayley en su brazo. —Significa fracasó.

Dicho esto, quebró el cuello de la muchacha, frente a todos y la lanzó hacia el piso, quien fue recibida por Scott en un intento que no se golpee.

—No. No, no, no. No de nuevo. Prometiste no dejarme— dijo Scott murmurando entre lágrimas.

Colocó a la chica boca arriba y comenzó a hacerle RCP. Todos sabían que no serviría pero el no quería perder la esperanza.

—Debemos llevarla con Deaton. Ahora— dijo el alfa apretando el pecho de la muchacha.

No sabía porque le estaba haciendo RCP. Le habían quebrado el cuello, ya su vida se había terminado, pero no quería perder la esperanza.

No quería volver a perderla.

Liam estaba quieto en su lugar y trago duro. De veras la muchacha parecía muerta, tendida en el piso y su rostro pálido mientras que se movía levemente por la fuerza que hacía Scott contra su pecho.

Lentamente se acercó al hombre lobo que estaba de espaldas a él. Colocó una mano en su hombro. —Scott... no va a funcionar.

Kira lo imitó. —Scott, esta muerta.

El alfa saco sus manos de sus hombros con una de sus manos, pero rápidamente volvió hacer RCP.
Esa escena era triste, ver como el alfa perdía la cordura ante la pérdida de la coyote.

Los hombres lobo presentes en la habitación podían percibir las emociones que Scott liberaba y no era necesario tener un olfato sobredesarrollado para darse cuenta.

Kira bajo la mirada. En ese instante lo comprendió, Scott la quería a Hayley.
Y no fue la única en darse cuenta.

Liam se acercó nuevamente a su alfa, tratando de ignorar el hecho que sus sentimientos hacia la pequeña coyote eran más que paternidad, colocó ambas manos en sus hombros.

—Scott, hermano no funcio-— Scott lo miró sobre su hombro furioso y sus ojos encendidos en rojo.

—¡Liam, es Hayley!— le grito sin dejar de apretar el pecho de la chica.

—¡Scott, no funcionará porque Hayley no esta muerta!— le contestó en otro grito con su ceño fruncido.

Todos lo miraron con sus ojos entrecerrados, menos el moreno, quien lo miró con ojos normales y esperanzados.

—Hayley, no murio. Esta inconsciente, debes llevarla a un lugar tranquilo antes de que despierte— dijo con voz más calmada su beta.

Los ojos del alfa se llenaron de lágrimas, había caído nuevamente en las trampas de lo sobrenatural.

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