Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

002.

capitulo dos.
criaturas de la noche.

Liam y Hayley corrían debajo de la lluvia acercándose a la escuela, llevando la segunda la delantera de la carrera, impresionantemente preocupada por donde estaba en alfa.

—Ire a buscar a Scott, no hay tiempo— le dijo Hayley desesperada antes de correr más rápido de lo natural de una mujer lobo.

•••

Hayley se acercó con una velocidad sobrenatural a la escena de uno de los pasillos que daban hacia la cancha de lacrosse.

Scott estaba siendo tomado del cuello, mientras que el mismo hombre lobo de garras azules que la había atacado anteriormente, estaba atacando a su ex-alfa, clavando las uñas en su estómago.

Kira estaba a un costado noqueada, y otro chico en la misma situación que ella.

—¡Scott!— gritó Hayley viendo como caía al piso de rodillas.

Detrás de ella podía sentir los pasos de la manada acercándose lo antes posible, pero eso no la detuvo en correr a su velocidad vampirica hacia el hombre de garras azules.

En un rugido ya lo había atacado, con un puño en su mandíbula logró distraerlo suficientemente para que Scott tome su poder de Alfa verdadero y comience a atacarlo hasta ganar la pelea.

—No se quien eres ni que creíste que íbas a hacer pero te daré una opción— le dijo Scott al hombre lobo arrodillado frente a él, pidiendo piedad con la mirada. —Puedes quedarte y romperemos algo más o puedes correr—.

Aun desde el piso, dirigió su mirada a Stiles. —Yo correría— aconsejó el lunarejo a lo lejos.

El hombre lobo no lo pensó dos veces y corrió huyendo de la escena, sin no antes dirigirle una última mirada a la híbrida, quien apretaba su mandíbula.

Inconscientemente, la manada dirigió la mirada hacia Hayley, quien miraba fijamente al hombre.

—Tu, cobarde...— murmuró enojada antes de comenzar a correr hacia el hombre.

—¡Hayley!— el último grito por parte de Liam que escuchó posteriormente a convertirse en lobo, rompiendo todos sus huesos en menos de ocho segundos, para atacar al hombre que corría sin mirar atrás.

Malia frunció su ceño al escuchar el grito de Liam, no la había reconocido. Miro al chico y luego por donde había corrido su hija, luego de no haberla visto ni oído después de largos cinco meses.

Toda la manada se reunió en un punto sin saber que mirar.

Si mirar por el lugar en el cual Hayley se había convertido y escapado detrás del hombre para hacer quien sabe que.
O mirar al chico que había intentado ayudar a Scott cuando estaba siendo atacado.

El chico sonrió y avanzó hacia ellos unos pasos. —No me recuerdas, ¿o si?—.

Scott levantó una ceja intentando relacionar las cosas.

—Supongo que he cambiado desde el cuarto grado— siguió el muchacho.

—¿Theo?— logró pronunciar Scott examinando al hombre-adolescente, aunque más hombre que otra cosa.

El chico asintió con una sonrisa.

Malia dejo de mirar el lugar por donde supuestamente su hija se había ido, para mirar la escena frente a sus ojos. —¿Lo conocen?— preguntó ella. Scott la miro desconcertado sobre su hombro.

—Me conocían. En serio, no pensé volver a verlos—.

Algo lo tomó por los hombros y lo estrelló contra la pared.
Todos miraron anonadados la escena que Hayley acababa de montar. Desnuda y cubierta de sangre negra, se acercó a Theo y lo obligó a levantarse mientras que aprisionaba su cuello contra la pared.

—Y no volverás a verlos hasta que digas que quieres— acercó su cara amenazante. —O te haré pedazos— susurró lentamente mostrándole desconfianza con sus ojos encendidos de dorado.

—Hayley— la llamo Malia con voz tensa.

La adolescente giró su cabeza aún con sus ojos encendidos, los cuales fueron perdiendo color al ver a su madre.

Malia.
Cuanto la había extrañado.

—¿Mamá?— preguntó la pequeña coyote con voz rota, sintiendo todo tipo de emociones al verla.

No pudo evitar pensar en Hope, creyendo que algún día podría estar bien y ser una familia feliz.

Lentamente soltó a Theo y examinó a la manada con lágrimas en sus ojos.

—Kira, Scott— los nombro acercándose lentamente con pequeños pasos. —Stiles— no pudo evitar soltar una sonrisa al ver a su divertido y favorito padrastro.

Llevo sus manos a su boca, emocionada y conmocionada, las lágrimas caían lentamente por sus mejillas.
Pego un respingo al sentir como algo tocaba sus hombros y espaldas.
El chico que había atacado, Theo, le estaba dando su campera, debido a que estaba lloviendo, aunque estuvieran bajo techo, ella seguía estando desnuda.

Pudo sentir como esa parte de humanidad que creía pérdida volvía a florecer.

Hayley podía sentir el olor a celos que provenía por los integrantes de la manada.

—Hace unos meses oí sobre un alfa en Beacon Hills. Cuando supe que su nombre era Scott McCall, no podía creerlo— Hayley volteó a verlo y a dar pasos hacia atrás, ya que le estaba hablando en el oído, y este, era muy sensible al sonido. —Y no solo un alfa, sino un Verdadero Alfa— por lo que más quería, la coyote le creía y no entendía porque.

Aunque aún así, en Nueva Orleans había aprendido a no dejarse llevar por las apariencias, ya que lo más probable era que terminaras muerto.

—¿Que quieres?— preguntó seriamente Hayley, llamando la atención de la manada y de Theo.

Theo giró su cabeza hacia donde estaba ella y sonrió de lado. —Por tu forma de hablar y de convertirte, puedo suponer que eres Hayley Hale— la coyote levantó su barbilla con orgullo pero aún así con su ojos entrecerrados. —La reina de Nueva Orleans. Eres historia en estos tiempos—.

Hayley ironizó una sonrisa de lado. —Alfa de la manada Crescent.

—Y simpatizante de la manada Nordeste Atlántico, quiero suponer— Hayley quedo helada al escuchar nombrar esa manada.

Era la manada de Klaus, el padre de su hija, la cual también era miembro de la manada por el linaje de su padre.

Si sabe de la manada Nordeste Atlántico, debe saber sobre Hope.

—¿Que quieres?— corto la conversación Scott al olfatear las emociones de miedo y enojo de Hayley.

—Regrese a Beacon Hills, a casa con mi familia porque quiero ser parte de tu manada— dijo Theo, girando nuevamente su cabeza para ver a Scott.

•••

Hayley entro al loft y suspiro al ver todas las cosas tiradas en cualquier sitio.
Parecía que habían entrado los lobos allí.

Tenía la leve sospecha que los primeros días en los que ella no estuvo, Lydia había montado una gran fiesta, ya que habían unas que otras botellas tiradas en el piso.

Avanzó hacia la habitación, la cual anteriormente era de Derek. Incluso luego de tanto tiempo, su aroma se mezclaba con el olor a humedad y encierro que tenía el apartamento.

Sonrió de costado al ver una gran maleta negra sobre la cama matrimonial, ya tendida prolijamente y sin arrugas.

Se acercó suspirando mientras tomaba la nota que descansaba sobre el bolso.

Vendrán una vez por semana a limpiar los desastres y desórdenes que haces.
De cualquier forma, te extrañaremos.
-Klaus.

Rodó los ojos cansada de la relación que tenía con el híbrido original.
Dios, nunca creía que iba a extrañar tanto al drama Mikaelson, en menos de cinco meses se habían ganado todo su corazón.

Pero la realidad la golpeó cuando se dio cuenta que al otro día tenía clases y que lo más probable era que había repetido de año.

Bufo internamente y saco la valija de la cama, llevándola hacia el suelo como si pesara más que ella, que lo más probable era así, pero estaba tan vaga a esa altura de la noche que no tenía ni ganas de llevarlo hasta la silla que tenía a unos metros de ella.

Gateo sobre la cama antes de lanzarse a ella. Suspiro cerrando sus ojos mientras que hacia un gusano con las sábanas y acolchados verdes.

Estuvo unos diez placidos segundos acostada y calentita, hasta que su celular sonó y esta gruñó como animal.

Rodando ágilmente sobre la cama alcanzó un celular último modelo que estaba sobre la mesa de luz que parecía que se iba a caer si tenía más de 30 gramos encima.

—¿Hola?— preguntó en un suspiro cansado.

—¿Ya te han cansado, amor?— escuchó la voz de Klaus a través de la otra línea de celular. —Eres bienvenida a volver a las calles de Nueva Orleans— sonrió sin sus dientes, los cuales seguían siendo de conejo.

—Ojalá pudiera, Klaus. Pero tengo cuentas que saldar aquí, y creo que tomarán mucho tiempo— murmuró la chica mirando un punto fijo en la habitación, pensando en el hombre lobo, Theo y el hecho de que probablemente haya repetido de año.

Insisto. Nuestra pequeña lobita está triste— esas palabras bastaron para dudar en ir a Nueva Orleans o no.

—Aún no creo poder hacer esto. La extraño— su voz sonó aguda.

Tu lo dijiste, pequeña loba, tienes deudas que saldar.

—Si, sobre eso, Klaus— tocó el tema Hayley sobre Theo. —Hoy Scott fue atacado por un hombre lobo verdaderamente extraño.

—¿Que tan extraño?— preguntó Klaus, de lo que parecer en altavoz.

—Sus garras eran largas y azules, el doble que las mías— murmuró mirando sus uñas color violeta oscuro. —Y su sangre era negra, pero eso no importa. Un chico, Theo, nos ayudó a salvar a Scott y...— hizo una pausa buscando las palabras correctas para que Klaus no tome el auto y vaya a matar a alguien. —sabia sobre mi, Klaus— dijo cerrando sus ojos, escuchando sus propias palabras, las cuales parecían una locura, ya que casi nadie sabía sobre su condición híbrida. —Y dijo algo sobre qué simpatizo con la manada Nordeste Atlántico y pensé en ti—.

Klaus no respondía, pero sabía que la estaba escuchando atentamente debido a que su respiración lo delataba.

—Klaus, si este chico sabe sobre la manada Nordeste Atlántico y de mi, puede llegar a saber sobre Hope— bufo al no recibir respuesta de el. —Me quedaré aquí a vigilarlo, no podemos sacarle los ojos de encima—.

Hayley dio terminada la conversación cortando la llamada, y luego de eso, no pudo conciliar el sueño.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro