capítulo uno.
hybrids.

MYSTIC FALLS, VIRGINIA.

Hope Mikaelson se movió ágilmente a través de los pasillos de la escuela Salvatore, una escuela en donde asisten jóvenes con cualidades sobrenaturales que aprenden a usar para hacer el bien en el lugar.

Usualmente los mismos pasillos donde Hope caminaba siempre estaban poblados por brujas, hombres lobo, vampiros y otras criaturas, pero en esos momentos estaban vacíos, a excepción de un lobo Crescent, Henry.

—Hey— saludó en un susurro la híbrida. —¿Tienes el dinero?

Henry volteo al escucharla, simplemente le tendió el dinero lleno de nerviosismo haciendo que Hope suspire abriendo sus ojos mientras buscaba algo en su mochila.

—Este es el momento en que recibes esto— murmuro tratando de aligerar la situación.

Saco dos pequeños frascos llenos de líquido escarlata que había sido removido por ella misma. Observo su propia sangre unos segundos antes de tenderselas a Henry, quien rápidamente le dio el dinero al recibirlas.

—Recuérdalo, una antes y una despues.

Hope Mikaelson fue capaz de observar la expresión nerviosa e insegura del muchacho, haciendo que se sienta un tanto incomoda y cohibida.

—¿Estas seguro que quieres hacer esto?

—Si.

Hope Mikaelson suspiró antes de colocarse mejor su mochila y comenzar a caminar. —Hazme un favor, se discreto.

Henry observo como la hija de su alfa se retiraba, dándole paso a poder completar su cometido.
Abrió uno de los frascos y lo bebió mientras se acomodaba en la cornisa de la ventana del tercer piso de la escuela Salvatore, lanzándose de allí y arrebatándose la vida.

Dispuesto a convertirse en un híbrido.

•••

Hope suspiro al terminar de escribir una oración de la larga tarea de hechicería que le habían asignado días atrás, pero antes de poder a comenzar a escribir nuevamente la puerta sonó.

—Adelante.

Observo como el hombre moreno entraba a la habitación pero se quedaba a un lado de la puerta, automáticamente se levantó al ver la expresión neutra del hombre.

—¿Profesor Williams? ¿Que ocurre?— las palabras escaparon de su boca junto a un del fruncido.

—El director Saltzman quiere verte. Es sobre Henry— habló con suma seriedad el profesor.

—¿El director Saltzman llamó a mi mamá?— inquirió automáticamente Hope, temerosa de la respuesta.

—Si— afirmó el hombre. —Tu papá debe saber todo lo que haz estado haciendo.

Hope bufo levemente mientras se cruzaba de brazos al escuchar el término "papa". Klaus Mikaelson se había borrado de su vida en el momento que sus pies salieron de Nueva Orleans cuando vencieron al Hollow.

Ni una llamada.
Ni un texto.
Ni siquiera una carta.

Había perdido absolutamente todo contacto con su hija. Gran padre.

—Buena suerte encontrándolo— se mofó Hope rodando sus ojos.

—Agarra tus cosas, Hope. Vuelves a casa.

Mierda, la había cagado.

•••

NUEVA ORLEANS, LOUISIANA.

Hayley Hale camino por el salón principal del hogar Mikaelson a paso rápido y enojado, sentía como su hija la seguía por atrás a uno más lento y temeroso. Su madre estaba enojada y sabía que con ella no se jugaba, Hayley Hale estaba realmente molesta.

Había recibido una llamada de Alaric Saltzman, director de la escuela Salvatore, avisándole que su hija había convertido a un lobo Crescent a híbrido a cambio de dinero.

No estaba enojada.

Estaba furiosa.

—¿Puedes solamente gritarme y ya?— habló su hija a sus espaldas, haciendo que ella automáticamente pare su caminar y voltee a encararla. —Siete horas de viaje sin hablarme es suficiente castigo.

—Todo el punto de mandarte a esa escuela y hacerte llamar Hope Hale es para que no llames la atención, para mantenerte a salvo— habló seriamente Hayley mientras movía su mano inconscientemente al estar tan firme en su posición. —Abandone mi manada para el cometido y no pienso dar marcha atrás en cuanto tu seguras Hope.

Fibra sensible por parte de la Mikaelson, podían haber pasado algunos cuantos años de la última vez que vio a Scott McCall pero aún así había congeniado tan bien con el moreno que le dolía que su madre haya tenido que alejarse de ellos por ella.

—¿Por que lo hiciste? ¿Para que necesitabas ese dinero?— espetó sus preguntas hacia su hija, quien se removió incomoda apartando su mirada de ella.

Detestaba pelear con su madre, y por mas que no esté en posición de defenderse, sabía que Hayley estaba enojada con ella y tenía razón para estarlo.

—Ese es mi problema— tartamudeo Hope pero Hayley la interrumpió antes de poder seguir.

—Y el mío es tu sangre. No tienes derecho.

—Estas siendo una hipócrita— habló Hope interrumpiendo a su madre. —Tu fuiste la que me enseñaste que mi cuerpo, mi decisión. Bueno, mi sangre, mi decisión.

—Tu no eres simplemente alguien, Hope— dijo Hayley mientras se acercaba unos pasos a su hija. —¿Al menos entiendes lo que haz hecho?

—Henry vino a mi.

—Y tú deberías haber dicho que no— reprochó su madre mirando los orbes azules de su hija, en un tono más calmo.

No serviría de nada ponerse a discutir con su hija de que lo hizo o no hizo; lo hecho, hecho esta y nada cambiará el destino que le espera a Henry.

—Henry es un niño que quería encajar y ahora se convertirá en uno de los tres híbridos del mundo— explicó lentamente Hayley tratando de hacer entender a Hope la gravedad del tema. —Y así conllevará la amenaza a toda la ciudad, no tienes idea de lo que haz hecho.

Demonios, lo único que Hayley podía pensar era en lo igual que ella y Hope de impulsivas y estupidas.

—No puedes crear algo sin tomar la responsabilidad de ello— iba a seguir sermoneandola en su calmo tono pero Hope la interrumpió espetando.

—¿Que vas a hacer? ¿Encerrarme? Bueno, me desencerrare yo misma, soy una bruja-— Hayley corto el tono despectivo que justaba su hija.

—Y yo soy tu madre— el tono firme que uso la híbrida hizo que Hope rápidamente cierre su boca.

La mirada verde de Hayley era tensa y determinada, digna de la reina Crescent que era, el liderazgo y buen acompañamiento corría por sus venas y se tenía que usarlo en su hija cuando se maleducaba lo haría, justamente como ahora.

—Por lo que significa que tengo que limpiar el desastre que hiciste antes de que empeore— afirmó Hayley Hale antes de voltear e irse, dejando a su hija sola y reflexionando de la discusión que acababan de tener.

Ella podía tener la corta edad que poseía pero aún así Hope Mikaelson seguía siendo su hija, y por lo tanto, no pensaba no educarla por el simple hecho de edad o apellido.

•••

—¿Como esta mi pequeña sobrina favorita?

Hope Mikaelson sonrió al ver la imagen de Stiles Stilinski a través de la pantalla de su celular.

—Hola, tío Stiles— saludó con una sonrisa Hope mientras que caminaba por los pasillos de su hogar sin prisa.

Hope frunció su ceño al ver como Stiles miraba hacia su costado y el celular se movía bruscamente, acompañado de voces diciendo: "Dámelo" "Es mi turno". La imagen se removía bruscamente y las caras de Stiles demostraban molestia mientras forcejeaba.

—Mira, solo porque tengas fuerza sobrenatural...— escuchó un último chillido de Stiles antes de que la imagen se disipe.

—Ahora si, tu tío favorito está aquí.

—¿Kol?— preguntó automáticamente con el ceño fruncido y una sonrisa en su rostro. —¿Estas con Stiles?

—Bueno, una muy preocupada Hayley me llamo pidiendo si podía mantenerle un ojo encima al renacuajo qué llamas tío— habló Kol Mikaelson a través de la pantalla.

—Sigo siendo tu tío favorito, ¿verdad, Hope?— la voz de Stiles se hizo presente al igual que la mitad de su rostro, buscando un poco de protagonismo en la imagen.

Hope rio levemente al verlos, algo que tenía que aceptar era que sus tíos favoritos sin duda eran Stiles y Kol, quienes la acompañaban en cada locura que pasaba por su cabeza –excepto la de hace un día, probablemente no tenían idea de que había creado un híbrido– pero aún así, en fin, sus tíos favoritos estaban juntos.

—¿Como estas?— inquirió Stiles mientras se acomodaba mejor a un lado de Kol, quien giró su celular para que ambos puedan entrar en la imagen.

—He podido estar mejor— admitió Hope vacilando sus palabras. —¿Que hay de Lydia y Davina?

—Mi hermosa esposa devorando una torta que hizo hace algunas horas— contestó Kol con una sonrisa.

—Lydia está con ella, ya sabes, magia y banshee check— agudizó su voz Stiles recordando cómo Lydia y Davina se habían adorado desde el primer instante. —Deberías venir a visitarnos, es una linda época del año— acotó el lunarejo encogiéndose de hombros. —Mas cuando estamos todos juntos, Davina y yo hacemos un gran karaoke juntos.

—Sigue soñando— le contestó Kol antes de mirar a su sobrina. —Lydia y yo los arrasamos con las canciones de Adele.

—No puedo esperar menos de ustedes— acoto Hope con una gran sonrisa al escucharlos.

—Ven con Hayley y verás como nosotros dos los haremos trizas...— giró su cabeza hacia atrás donde había una puerta abierta. —A todos. ¿Haz escuchado, Davina?

—¡Sigue soñando si dejare que me abandones, Stiles!— contestó la bruja desde abajo, pero aún así su voz se escuchó como si estuviera presente en la conversación.

—Exactamente, donde entran cuatro, entra nuestra pequeña sobrina— apoyó la decisión Kol, sabiendo que no sería posible su encuentro físico con la adolescente debido al Hollow.

—Y Hayley— agregó Stiles.

—Me encantaría pero... estoy castigada— confesó Hope con una sonrisa ante las reacciones de sus tíos.

—¿Castigada? ¡No puedes castigar a una bruja!— exclamó Stiles mirando a Kol con su ceño fruncido y sonrisa en su rostro.

—Menos si se trata de mi hermosa sobrina favorita— acotó Kol igual que Stiles.

Hope rio levemente. —Es exactamente lo que dije.

—Tendre que hablar seriamente con Hayley— contestó Stiles acercando su cara a la cámara para acaparar toda la atención de Hope.

—Hermano, quítate, yo también quiero verla y aparecer— se escuchó la queja de Kol mientras lo empujaba hacia donde estaba antes.

—Mama cree que no es gracioso— retomo nuevamente la conversación Hope antes de que ambos terminen peleando infantilmente por su atención.

—Bueno, de seguro todo terminará antes de la vuelta a la universidad— Kol palmeó fuertemente el hombro de Stiles mientras hablaba.

—No creí que sería un gran problema con el tiempo, pero ahora que se hizo tanto problema me siento culpable— confesó Hope parando su caminar.

—Cariño, no puedes ponerte así cada vez que tienes un pequeño escándalo— hablo Kol rodando sus ojos mientras tranquilizaba a su sobrina.

—¿Pequeño escándalo? ¿Pequeño escándalo? ¿En serio, Kol? Hope, no es un pequeño escándalo, no puedes ir convirti-- ¡Auch!— el zape de Kol hizo parar el parloteo que proporcionaba Stiles.

—Cállate, es una charla de sobrenaturales, renacuajo— reprendió el hombre volviendo a girar su cabeza hacia la imagen de su sobrina. —Deja de estresarte tanto, Hope. Nunca tendrás un momento de placer, ademas, estoy seguro que mostraste tu espíritu empresario— festejo Kol las acciones de su sobrina sacándole una risa.

—Si, esa soy yo. Tu sobrina traficante de sangre— se burló Hope con una sonrisa mientras volvía a caminar.

—Ya lo sabes, Hope. Las mejores personas, son las ovejas negras— intervino Stiles antes de que Kol la siga felicitando.

Hope frunció su ceño ante la referencia. —¿Hablas de mi papá?

—Estaba hablando de mi— aclaró Stiles con mirada acusatoria a su sobrina. —Ya sabes, hombres lobo, coyotes, humanos— se señaló a sí mismo, pero Kol observó la expresión de su sobrina ante la mención de su padre.

—¿Lo han visto?— inquirió la adolescente.

Stiles hizo una mueca al escucharla, Hope sabía que Stiles y Klaus habían mantenido contacto una que otra vez para hablar sobre diferentes temas, Hope, Hayley, la manada McCall, y una que otra cuota sobre los estudios de Stiles, los cuales, la familia Mikaelson estaba financiando.

—Para tu suerte, no— tomo la palabra Kol al ver que Stiles no sabía que contestar.

La última vez que había hablado con Klaus había sido hace algunos meses atrás, donde el híbrido original le aseguró que su padre estaba en perfecto estado sanitario.

—Pero tranquila, algo nuevo pasará en Nueva Orleans, una crisis u otra nos reunirá de nuevo— aseguró el original con una sonrisa.