Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02

Sus ojos se encontraban más oscuros y penetrantes, sentía que me estaba quitando el alma solo con mirarme, sin dejar de aplicar presión en mi cuello. Sus largos dedos pálidos se ajustaban contra mi piel con facilidad.

Ahogué un grito de dolor y rasqué sus manos, encajando mis uñas en su piel, tratando de hacerle daño.

—Eres tan pequeña— se burló, empezando a caminar sin dejar de ahorcarme.

Pataleé con desesperación, tratando de soltarme de su agarre o poder encontrar el piso.

“Padre nuestro que estás en los cielos…”

—Rezar no te servirá de nada— dijo sin dejar de caminar, sorprendiéndome. —Es muy tarde para que pidas ayuda a Dios.

Cerré mis ojos con fuerza y traté de tragar saliva, pero era imposible.

Sentía mi cara arder y estaba segura que se encontraba roja por la privación de oxígeno.

—A-ayuda— traté de articular, pero no pude conseguirlo en su totalidad.

No sabía a dónde me llevaba, pero estaba tan asustada que pataleaba sin parar, sintiéndome como un pequeño animal que había sido capturado. Y de verdad me sentía muy pequeña al lado de este chico que parecía hacerse más grande con el pasar de los segundos.

“Padre nuestro que estás en los cielos” volví a pensar, cerrando mis ojos con fuerza.

—Bueno, adelante, trata de pedir ayuda— volvió a burlarse.

“Santificado sea tu nombre”

Escuché un fuerte estruendo y abrí los ojos un segundo para ver que pasábamos a través de unas puertas gigantes al interior de algo, pero mi vista borrosa apenas pudo enfocar para darme cuenta de lo que era.

“Venga a nosotros…”

—Tu reino— continuó él, con diversión —Hágase tu voluntad…

“Hágase tu voluntad en la tierra como en-…”

—Como en el infierno.

Empecé a llorar con fuerza, preguntándome por qué no me había desmayado todavía cuando debería estar rendida hace mucho, porque sabía muy bien que no era posible seguir aguantando tanto tiempo.

“Danos hoy nuestro pan de cada día”

A pesar de todo, traté de seguir rezando, sintiendo que era lo único que me iba a poder salvar en este momento.

—Y perdona nuestras ofensas, ¡oh señor! — abrí mis ojos, encontrando su cara cerca de mí, mientras todavía me sujetaba del cuello y me mantenía a centímetros de él —Perdona a esta niña que cayó en mis manos— dijo con tanta burla y sarcasmo que me revolvió el estómago.

“Como nosotros también perdonamos a los que nos ofenden”

Ya no podía pensar claramente, sentía un miedo tan intenso que me quitaba toda cordura y me hacía desesperarme.

“No nos dejes caer en tentación “

Cuando sus dedos aplicaron más presión en mi cuello, supe que quería rompérmelo, pero lo hacía lentamente, disfrutando el dolor que me invadía y mis huesos tronando cada vez más.

—Pero tampoco la libres del mal—Añadió, con sus ojos reflejando toda mi vida a través de sus irises negros.

Abrí la boca, tomando una última bocanada de aire.

—A-amén— susurré, tomándolo por sorpresa antes de escupirle.

Me soltó y yo caí al piso en un golpe seco, cayendo inconsciente al siguiente segundo.

(…)

Abrí los ojos totalmente exaltada y respirando con fuerza, tratando de encontrar aire.

Me apoyé en mis codos y tosí un par de veces antes de poner mi mano en el corazón, sintiendo que latía rápido y estaba desbocado.

Miré alrededor, encontrando un callejón vacío a excepción de mí.

El cielo estaba casi oscuro y podía escuchar los autos pitando en las calles cercanas, más algunas conversaciones.

Me levanté, sintiendo que no sabía dónde estaba a pesar de que conocía esta calle con exactitud.

Se supone que me había lanzado del balcón del edificio a mi derecha, y aquí estaba, donde debería haber caído, pero estaba viva.

Toqué mi cuerpo, sin encontrar dolor o algún hueso roto. Solo me dolía la cabeza pero no tanto, y había sangre seca en mi nuca, aunque no pude encontrar la herida o algo parecido de donde hubiera salido la sangre.

Caí en cuenta de que la última vez que vi mi reloj, eran las 12 de la noche, hora en la que decidí morir, pero viéndolo de nuevo, daban las 6 de la tarde.

¿Estuve casi un día tirada en el suelo o el tiempo retrocedió?

Traté de encontrarle alguna respuesta como en las películas de fantasía, pero esto era tan real que no encontraba algo lógico para explicar lo que pasó.

Me apoyé en la pared, respirando con profundidad, y agradeciendo poder estar haciendo eso, porque todavía recordaba mi cuello siendo apretado.

Ni siquiera sabía qué carajo fue eso, ¿estaba soñando?

Ocasionalmente tuve sueños que se sentía muy reales, pero nada se comparaba a esto, que todavía no podía quitarlo de mi cabeza y mi cuerpo estaba sensible.

Miré mi muñeca, y encontré solo mi piel, sin ninguna marca.

Traté de controlar mi respiración, porque si seguía así, me iba a dar un ataque de pánico.

Miré el cielo nuevamente, pensando en que había rezado tanto a pesar de que ni siquiera soy católica o cristiana.

Tampoco era atea, simplemente no era de gran importancia esos temas para mí, solo era yo, sin ninguna religión a la cual seguir.

Igual, fuera lo que fuera, pedir a Dios en ese sueño me dio la oportunidad de despertar.

O tal vez no fue un sueño y el de arriba me dio una oportunidad más, porque estaba segura que caí del edificio, pero seguía viva, sin ninguna herida más que sangre seca en mi nuca.

Gracias Dios” pensé, empezando a plantearme la idea de ir a la iglesia este domingo.

Empecé a caminar hacia mi casa, sabiendo que tenía problemas esperando, pero prefería pasar por eso a tener que volver a vivir la pesadilla de hace poco.

Ya sabía lo que iba a pasar si decidía rendirme, así que mejor sigo luchando un poco más aquí.

Podría creer que ya enloquecí, pero yo sabía lo que pasó y lo que fue real, sin embargo, había algo que me impedía sentir más miedo y solo podía tener alivio por estar existiendo en la tierra.

Llegué a mi casa al anochecer, con las farolas teniendo que prenderse para iluminar la calle. Y a pesar de que no vivía en una zona especialmente linda, me daba calma ver mi hogar.

Entré y me encontré con la soledad que esperaba pero no quería.

Prendí las luces y fui a la cocina, agarrando comida refrigerada y poniéndola en el microondas.

Sabía que a éste paso, la comida se me acabaría en menos de un parpadeo, pero tampoco me podía arriesgar a salir teniendo en cuenta los hombres que me buscaban para que pague una deuda que no era mía.

Me senté en la silla del comedor, mirando una mesa que antes tenía a dos personas más aquí, y una versión de mí más pequeña que pensaba que ese estilo de vida sería eterno.

Ahora sólo era yo, tratando de sobrevivir.

Todavía me provocaba un dolor pesado en el pecho pensar en lo destruida que estaba mi vida de un día para el otro, y que ahora me sentía tan sola porque había tomado la decisión de alejarme de todos para que no sean perjudicados.

Comí con rapidez y a grandes bocados, notando recién el hambre que tenía.

Y solo una hora después, me fui a la cama, tapándome con más mantas de las que debería, tratando de encontrar calor en mi misma.

Pero me hacía mucho frío.

Tuve que ponerme medias y un abrigo encima para tratar de subir mi calor corporal.

No fue suficiente, pero conseguí encontrar el cansancio acumulado y en algún punto no me importó tener frío, porque lo único que quería era dormir.

Y por si acaso, di una pequeña oración antes de caer rendida, porque todavía no olvidaba el profundo miedo que me invadió cuando traté de suicidarme.

N/A

Me causa molestia que éste capítulo sea corto, pero preferí cortarlo en esta parte para tener un mejor desarrollo en el siguiente capítulo.

¡Volví a poner Wrath a hetero! Siento mucho a las que esperaban un fic gei, les juro que lo intenté, pero era difícil porque desde el principio estaba pensado para ser con una prota y tendría que haber cambiado varias cosas para que salga bien con jaem. Por eso también me tardé mucho en actualizar, estaba un poco perdida sobre cómo iba a avanzar y si era buena idea la decisión que había tomado.

Muchas gracias por leer mis chiquis, espero que tengan un buen día <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro