Yoon Gi tuvo pesadillas, un grito desgarrador se escuchó en medio de la noche y nadie pudo dormir a partir de ese momento, los pequeños iban de un lado a otro gimoteando mientras Jin intentaba calmar a los niños cantandoles canciones,Namjoon no sabía que hacer, no se sentía preparado para eso y los gritos en su cabeza se hacían cada vez más fuertes.

— Namjoon hyun— murmuró Jin cuando los primeros rayos d eluz se colaron en la cabaña— ¿Usted escucha mis gritos, Namjoon hyun?

Intentó tomar la mano de Jin pero este se apartó con las mejillas coloradas y una sonrisa triste, quiso abrazarlo pero cuando quiso tirar de su mano solo la atravesó.

— Jin...—

El castaño tomó de su mano y la acarició con una sonrisa melancólica, sus ojos brillaban de las lágrimas contenidas, sus labios temblaron ligeramente y negó haciendo un lindo puchero.

— Está bien, Namjoon hyun— susurró mirando hacia la ventana— Pronto sólo habrá silencio, no se asuste...

— ¿Yoon Gi estará bien?—

— Sí— dijo jugando con la mano de Namjoon— Solo ha sido una mala noche

Namjoon no preguntó, estaba harto de alucinaciones sin sentido, necesitaba dormir, quizás si dormía unas horas podría reponer sus fuerzas, no tenía porqué asistir con los niños a las actividades en ese estado.

— ¿Puedo dormir?—

— Sip—

Namjoon se acostó con los niños a su alrededor y se quedó dormido mientras Jin los observaba con una sonrisa tierna, sus niños se veían tan calmados cuando dormían.

— Ha vuelto a pasar— susurró Jin mirando su reflejo en el espejo— Suho hyun... tengo miedo

Una silueta distorsionada se reflejó tras de él, el chico volteó a encarar al visitante y sonrió con entusiasmo, se apartó del espejo y caminó hacia el bosque con Junmyeon siguiendole los pasos.

— Creo que él lo sabe—

— ¿Yixing?— preguntó confundido jugando con las hojas de los árboles— ¿Yi Fan hyun se rindió?

— Desapareció un año entero— confesó con una sonrisa triste— Ahora finge no verme... Tao desapareció hace unos días

— ¿Desapareció?—

— Lo hizo, Jin— murmuró Suho cabizbajo— Él lo descubrió todo, se lo han llevado...

— ¿Otra vez?—

— El siguiente es de tu cabaña, Jin— le advirtió pateando la tierra— Sabes como es esto...

— ¿Yi Fan no hizo nada?—

Suho suspiró cansado observando el paisaje, ellos escuchaban los gritos también, sabían que volvería a repetirse.

— Ellos discutieron— dijo con delicadeza— Tao suele marcharse cuando está asustado, no sería la primera vez que se marchase sin decir nada

— ¿No haran nada entonces?—Jin mordió sus labios hasta que sangraron— ¿Qué haremos?

Jin suplicó en voz baja para que nadie los viera, ambos chicos entraron en la vieja cabaña, Tao estaba ahí, respiraba con dificultad pero estaba a salvo, se abrieron paso entre los escombros y se agacharon a la altura del chico, el pequeño panda abrió los ojos y dejó caer pequeñas lágrimas de dolor.

— Lo siento, Tao— murmuró Suho dejando caer un cuchillo en las manos del chico— No debiste descubrirlo...

Jin cerró los ojos mientras la sangre del chino se escurria en el suelo, desvío la mirada hacia un rincón y lo vio, el cuerpo seguía ahí, descomponiendose con lentitud, las marcas de los golpes seguían ahi y la samgre seca se habían convertido en manchas marrones en el suelo... tan lleno de vida y tan muerto a la vez... sus ojos dejaron caer hilos de lágrimas, incapaz de detenerlas... tan vacío, tan roto...

— ¿Nos vamos?— preguntó Suho con una sonrisa torcida— Jin, por favor...

El castaño asintió, el nunca habia querido que las cosas hayan tomado ese camino, él solo no tenía opción, borró las huellas de su presencia en ese lugar y corrieron lo más lejos fe la cabaña que pudieron.

— ¿Tiene oportunidad?—

— La tiene— dijo Suho con una sonrisa— es un chico listo...

— ¿Yo no lo era?—

Suho acarició los cabellos castaños de Jin y suspiró, claro que era ub chico listo, su pequeño Jin siempre había sido tan lindo y tonto... siempre una presa fácil, tan voluble... tan manipulable...

— Tu eres más que eso, Jinnie—

No replicó, no tenía sentido hacerlo... Él siempre lo había sabido, no era más que reemplazable... siempre había sido así.

— ¿Hyun?— Suho le sonrió nostalgico— ¿Es correcto? ¿Sigo siendo hermoso?

— Siempre, Jinnie—

Jin regresó a su cabaña más calmado, se dejó caer junto a sus niños y guardó silencio hasta que estos despertaran, él tambien quería dormir junto a sus pequeños, él quería dormir y ya no despertar...

— ¿Hyun?— preguntó Yoon Gi acercandose a él— ¿Está todo bien?

— Perfectamente, sucarita—

— ¿Ha sabido algo nuevo?—

Negó con una sonrisa, Yoon Gi no debía cargar con sus problemas, suficiente tenía con escuchar todos esos gritos...

— ¿Es usted feliz?—

— Solo cuando ustedes están en casa, mis pequeños— respondió Jin mirandolo— Está todo bien, Suga, no voy a irme

— Pero usted quiere marcharse— sollozo cabizbajo— Usted también quiere irse, nos quiere dejar...

— Suga...—

— ¿Por qué usted?— Yoon Gi tomó su mano entre las suyas y la apretó— ¿Por qué tiene que irse?