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Día 24: El Coleccionista de Muñecas

Seok Jin era un niño precioso, cualquiera que lo conociese podía decir lo mismo, sus mejillas levemente sonrojadas contrastaban con su pálida tez, solía ser un niño curioso pero siempre amable con todo aquél que llegaba a conocerlo, sus padres lo adoraban y lo mantenían lo más cerca de ellos que pudiesen, su padre Choi Siwon solía llevarle a su trabajo todos los días para luego ser recogido por Heechul y terminar su tarde merendando en el bosque.

La vida del más pequeño de los Kim siempre había sido pacífica, llena de alegrías y juegos, a pesar de que sus padres tenían trabajos algo sobrecargados.

El matrimonio Choi siempre había querido tener un bebé, cuando se casaron tuvieron que esperar algunos años antes de que llegara Seok Jin a su vida, había sido un bebé gordito que había llamado la atención de casi todos los que vivían en ese pueblo, Siwon no dudó en presumir a su lida familia frente a todos, sus compañeros de trabajo le habían regalado una caja llena de juguetes al pequeño e incluso le organizaron una pequeña fiesta de bienvenida.

— ¿Por qué hyung tiene su carita así? —preguntó Jin revisando el rostro de Baekhyun con curiosidad— La carita de hyung brilla como la de una muñeca

— ¡No soy una muñeca!— sollozo el pequeño niño— ¡No digas eso o no seré tu amigo!

El pequeño mordió su pulgar e hizo un puchero mirando a su hyung, ellos solían reunirse para jugar todas las tardes, algunos días solían quedarse en casa de Jin y otros en casa de Baek, ambos evitaban la última opción porque no era tan divertido, el padre de Baekhyun solía mantener su mirada fija en ellos y les prohibía jugar con otra cosa que no sean muñecas o peluches, a pesar de que el hombre no jugaba con ellos era bastante extraño porque disfrutaba viendo jugar a los dos pequeños.

— Lo siento, hyung— susurró paseando su carriro sobre la mesa— ¿Por qué le molesta que diga eso, oppa?

— Hyung — le corrigió frunciendo el ceño— Porque no quiero ser una muñeca, no ne gusta

— ¿Es porqué tu appa tiene muchas? — preguntó curioso deteniendo su carrito cerca la tacita de té— Pero Kibum oppa es una muñeca y es muy bonito, yo quiero ser como Kibum oppa

— ¡No!— gruño tirando las tacitas de te al suelo totalmente enojado— No digas eso...

Los ojitos de cachorro de Baekhyun se llenaron de lágrimas, él no quería que su mejor amigo sea una muñeca como Kibum, tembló ligeramente asustado y recordó lo que había visto hace unos días, Baek se había levantado de noche y había bajado al sótano en busca de su padre, siempre había sido un niño valiente y quería que esos ruidos raros dejen de sonar, seguramente su papá estaba jugando con sus muñecas, debía decirle que ya era hora de dormir y debía dejar a Kibum en paz, abrió lentamente la puerta del sótano y guardó silencio cuando escuchó un llanto, había otras muñecas ahí, pero ninguna se veía feliz, una de las muñecas sollozaba en el suelo mientras gelatina roja se escapaba entre sus piernas, la otra muñeca se hallaba tirada en un ángulo extraño en un rincón y su muñeca favorita Kibum estaba arrinconada entre el cuerpo de su padre y la pared, era movida en un ángulo algo gracioso y ligeros sollozos se escapaban de sus labios.

— ¿Papi?— preguntó el pequeño tratando de llamar a su padre—

Kibum cayó al suelo entre gimoteos, su padre tardó en voltear mientras que la muñeca gateaba hacia sus amigos, su padre le miró durante un largo rato, Baek sintió algo de miedo y retrocedió hasta golpearse con la puerta.

— ¿Que haces despierto a esta hora, Baekhyunnie?— preguntó el hombre con una sonrisa falsamente angelical— ¿También has venido a jugar?

El niño negó muy asustado de lo que podría pasarle, las pequeñas muñecas no se veían felices. La mano húmeda de su padre se paseó por su rostro, había algo pegajoso en sus manos que le hizo temblar ligeramente, sintió miedo, gruesas lágrimas resbalaron por su rostro mientras su padre lo sentaba en una pequeña mesa, su lindo pijama de rilakkuma acabó en el suelo manchandose del líquido rojo que había en el suelo, su ropa fue reemplazada por un bonito traje de blondas pero algo dentro de él le hizo sentirse sucio, tenía seis años, el sólo quería volver a su habitación y seguir soñando con ovejitas, su padre acarició sus piernas y le dio una paleta roja para que comiera mirándolo, pera cuando el niño regresó a su camita no pudo dejar de llorar durante todo lo que quedó de la noche.

— Solo no digas eso — susurró el pequeño beagle soltando un largo suspiro— Las muñecas son muy tristes

— No es cierto —chillo el pequeño Seok Jin— La muñecas son bonitas y siempre sonríen, su ropa es muy bonita y nunca dejan de sonreír

Ambos niños se miraron haciendo un puchero pero se vieron interrumpidos por la madre de Seok Jin que traía consigo una rica merienda, dejó pequeños besos en la cabecita de su pequeño y tomó asiento junto a los niños.
Seok Jin se recosto en el pecho de su omma y disfrutó del sonido de su corazón, sus lindos ojitos se cerraron y se sintió seguro abrazando a su madre, Baekhyun bajó la mirada sintiéndose culpable de anhelar una familia como la de su mejor amigo, él no.quería un padre hacedor de muñecas ni una madre desaparecida, quería una familia real.

— Mami, Baekkie oppa dice que las muñecas son tristes—

— ¿Tristes? — Heechul miró al amigo de su hijo curioso— ¿Por qué dices eso mi amor?

Baek se acercó a la.madre de su mejor amigo y la abrazó un largo rato mientras sollozaba, no quería volver a su hogar, quería vivir para siempre con los esposos Choi y no tener que volverse una muñeca como Kibum, él quería un hermanito pero no quería que su madre vuelva a irse después de dejar a hermanito en casa, sus gruesas lágrimas mojaron la ropa de Heechul y aquel día el mayor insistió para que ambos niños se quedaran ahí y durmieran abrazados al doncel.

— ¿Por qué tu omma es tan buena? — preguntó Baek comiendo unas galletas en la habitación d elos esposos— Mi omma no viene mucho a verme, dice que los niños como yo no somos buenos

— ¿Los niños como tú?— preguntó Seok Jin curioso— ¿Qué es un niño como tú?

— Doncel— susurró el pequeño lanzando un suspiro exagerado— Yo soy como tu omma, algún día tendré mi propia familia

El pequeño castaño abrió su boquita comicamente y rodó por la cama alegre, dio leves palmaditas y abrazó a su mejor amigo un largo rato.

— ¡Yo tambiénte soy un niño como tú!— chillo enlazando sus manitas— Mi mami dice que soy un niño especial y que en el.futuro encontraré alguien como mi papi que me quiera mucho mucho

— Eso suena bonito— hipo el niño escondiendose en el rostro de su amiguito— Yo también quiero

— ¿Por qué lloras, Baekkie?—

El castaño limpio la varita de su mejor amigo con sus manos y soltó un largo suspiro, no le gustaba verlo llorar, ordiaba cuando eso sucedía, besó lq.cabecita de su mejor amigo y sonrió calidamente.

— No quiero volver a casa— confesó el niño avergonzado— Quiero vivir contigo...

— ¿Con papi Siwon y omma Heechul?— preguntó alegre— Yo también quiero que vivas conmigo, así podremos cuidar a mi hermanito

— ¿Cual hermanito?—

— El que mami me va a dar —susurró alegre dando palmadita— Aunque mami dice que aún no hay un bebé en su pancita

— En la barriguita de mi omma tampoco— confesó el niño— Mi mami dice que si tengo un hermanito y es como yo se quedará con papi, pero si es como papi ella se lo va a quedar...

El niño le.miró confundido pero se encogió de hombros dejando que su hyung durmiera entre sus brazos.

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