— Jin cariño— gritó Heechul desde las escaleras— Baja cielo, tenemos visitas

Un alegre Jin de seis años bajó las escaleras dando muchos saltitos, sus mejillas rosadas combinaban con el bello care bear que llevaba en sus manitos, dejó que su mami besara su frente y se dirigió a la cocina buscando a su padre, era un buen día, quizás podía ir a cuidar a Yoon Gi o huir de ese niño acosador que intentó besarlo, quizás hasta su mami podía llevarlo a pasear otra vez por el bosque, no tenían porqué quedarse en casa aquel día.
Su padre Siwon lo cargo y le dio vueltitas haciendo que su care bear cayera hacia los sillones,el pequeño quiso protestar pero no pudo, su padre lo atacó con cosquillas antes de lo planeado y aunque quiso quejarse no lo hizo porque su mami Heechul se unió a las risas llenandolos de besos a ambos.

— Ya basta, Wonnie— le reprendió Heechul alejandose de ellos— Recuerda que ha llegado visita

— ¿No podemos decir que estamos enfermos?—

Heechul rodó los ojos y tomó a Jin en brazos, se dirigieron hacia la sala y su padre les siguió refunfuñando bajito, a Jim le daba un poquito de risa como era su padre, siempre se quejaba de todo lo que sucedía pero aún así havia todo lo que su esposo Heechul le pedía, incluso una vez llenó la sala de flores en pleno invierno porque Heechul queria ver la primavera, claro que todo esto pasó cuando Jin estaba en la barriguita del mayor, ahora Siwon se esfuerza por darle pequeños detalles significativos, como las vacaciones familiares que tuvieron hace poco o el nuevo campamento que habían formado para que Heechul cumpliera su sueño de ser psicologo educacional.

— Oh— dijo la visita sonriendo— ¿A quién tenemos aquí?

Un hombre no tan bajo se acercó donde Jin y lo contempló sonriendo ampliamente, examinó al pequeño y suspiró ante su belleza, era obvio que sus padres amaban a ese niño y lo cuidaban como si fuera su vida, el pequeño heredero de los Choi era demasiado bonito y educado, estiró sus manitos hacia el señor desconocido y apretó las de mayor entre las suyas como un auténtico niño grande.

— ¿Cómo te llamas, belleza?—

Su mami también le llamaba así, no era de extrañar que le dijesen de ese modo, Siwon soltó un chasquido molesto y Heechul acarició su pecho tratandole de advertirle que no hiciera nada tonto, Jin se sonrojo levemente y se escondió abrazando a su omma, se sentía raro.

— K-Kim S-Seok Jin— pronunció con dificultad en un susurro—

— Oh— murmuro el.hombre acariciando sus mejillas— ¿Y te gusta mucho jugar con tus ositos de felpa?

Jin dudó, solo papi y mami sabían de sus colecciones de care bears, él no tenía a otra persona que contarselo, no tenía muchos amigos sino contaban al niño acosador roba besos,  asintió varias veces con un poquito de curiosidad.

— Quizás puedas ir un día a mi casa— le dijo el.hombre sonriendo— Tengo un hijo casi de tu edad que le gustan todas esas cositas de ositos

— ¿Care bears?—

— Y juguetes de Mario Bros— le contó acariciando el rostro del.menor con sus dedos— Muchos de ellos

Heechul apartó al.niño del alcance del señor y lo dejó en brazos de Siwon, el pequeño castaño se relajó nuevamente y se escondió aun algo nervioso.

— Es un niño tímido— le dijo Heechul algo fastidiado— Te agradeceria que no lo pongas en situaciones incomodas

— Pero, hermanito— bufo la visita— Yo solo trato de ser amigable con el niño, creo que sería buena idea de que jugara con mi.niño

Un pequeño de ojos de cachcorro y rostro fino observaba anhelante a Jin desde el mueble, quería jugar un ratito con el.niño, parecía de su edad y de seguro tendría muchos juguetes que prestarle, porque en casa tenía prohibido jugar con las cosas de las visitas, eso era especial para los niños que llegaban a visitar a su papi al sótano, él no quería volver allí, aún recordaba lo feo que se sentía estar en ese lugar, ni su mami bajaba hacia allá.

— Si— concordo Heechul echandole una miradita a su esposo— Quizás sea buena idea de que Jinnie haga amiguitos

Jin fue dejado en el suelo y observó curioso al niño que estaba en el mueble, era castaño como él y sus ojitos se asemejaban demasiados a los de un perrito, seguramente su vocecita también era como uno, pero parecía cansado y Jin tenía miedo de que no quisiese jugar con él como los demás niños de la escuela.

— ¿Te gustan los care bears?— preguntó Jin acercandose cuidadosamente— Yo tengo muchos en mi habitación

El pequeño amiguito sonrió asistiendo repetidas veces, Jin tomó su mano y lo jaló hacia el segundo puso diciendole todas esas cositas que sería bueno mostrarle, los padres de Jin se quedaron conversando con el mayor en la sala un buen rato mientras los niños jugaban.

— ¿A ti tambiénte te gusta el rosa?— preguntó Jin observando al.niño— Woah, quiero ser tu amigo por siempre, podemos tener un castillo rosa si quieres

Asintió repetidas veces, estaba muy feliz de hacer un amiguito parlanchin como él, se lanzó a abrazar a su mayor y besó su mejilla en agradecimiento.

— ¿También tienes juegos en casa?—

— Papi los guarda en su cuarto de juegos— murmuró el.niño con tristeza— Pero podemos.intentar sacar algunos

— ¿Y por qué tu papi no te deja entrar ahi?

— Yo entré — confesó el.niño con el rostro abultado— Pero papi me castigó mucho por haberlo hecho

— ¿Mucho muchito?—

El bebé sollozo cubriendo su carita con las manos, le daba vergüenza admitir que tenía un poquito de miedo de volver a esa habitación.

— Pronto tendré un hermanito— confeso abultando sus labios— Debo ser fuerte por mi hermanito

— ¿Sera niñito?—

El cachorro asintió entusiasmado contandole todo lo que su mamá le había contado de su muevo hermanito.

— Mi mami dice que será niña— murmuró con tristeza— pero si es niño lo cuidaré mucho mucho, no dejaré que vaya al cuarto de juegos de papi

— Yo te ayudaré— dijo Jin abrazandolo con sobreproteccion— Como en los dibujitos, yo voy a protegerlos de su papi malvado

— ¿Como un héroe?— preguntó el niñito alegremente— Conozco a un niño alto que ve muchos dibujos de super heroes ¿Podemos ser héroes?

Jin lo pensó varias veces y asintió entusiasmado, nunca había querido ser un héroe pero sonaba bien, el.pequeño niño cachorro era como un Suga pero con sonrisita cuadrada, tenía pequeñas marcas en el.cuerpo como si se hubiese caído pero en general era algo blanquito, como él.

— Cuidtae mucho, Jin— le había dicho el.tipo sonriendole— Se un buen niño

Jin sollozo en.voz baja tratando se soltarse de ese lugar, se sentía débil y quería volver a casa, algo rojo caía por sus piernas y empezaba a ver muy nublado, estiró su mano hacia la.luz que se habría paso delante de él y la abrazó tratando de llegar hasta ella.
Se sentía muy cansado, sus gritos no se escucharon y Jin se asustó de sus propios pensamientos cuando creyó que sería mejor morir que seguir sintiéndose tan roto.

— Eres un.buen niño, Jinnie— le dijo esa voz que siempre llegaba a atormentarlo por las noches mientras sentía que volvían a acariciar sus piernas— Un niño travieso, dulces... eres una belleza, pequeño Jinnie

Y aunque Jin grito, sollozo y pidió clemencia, no fue ayudado.
¿Dónde estaba su héroe en ese momento?