CHAPTER 01 🏐 PANTERAS NEGRAS

Las vistas son terriblemente provocadoras e incapaces de ignorar. El cuerpo delgado descansa sobre su pecho desnudo en completa calma. Puede sentir el calor de su piel contra su tacto y lo suave que se siente bajo sus curiosos dedos. Su rostro hinchado le resulta tierno y los labios rosas entreabiertos lucen apetecibles. Casi puede imaginar su rostro coloreado del enfado por robarle un beso dormido o la posible bofetada por molestarlo ante los primeros vestigios de un sol saliente.

El felino emite un ronroneo inconsciente ante la imagen sobre su cuerpo. La noche anterior ha sido un completo estallido de placer e insaciable apetito sexual por el otro. El acecho dio inicio antes de que el humano pudiera cerrar la puerta de su departamento. Su humano tuvo que retener un grito en su boca antes de calmarse entre sus brazos. Y minutos luego estuvo embistiendo el moldeable cuerpo como un maldito animal.

El resultado fue una noche larga e indudablemente exhausta para el humano. Sabe que su novio-gato es un chico con mucha vitalidad e infinito vigor. Algo descuidado en sus estudios aunque siempre apruebe con notas respetables. Un deportista nato e independiente desde temprana edad. Un universitario elocuente con personalidad traviesa y humor empapado en sarcasmo. Un chico alto que lo tiene hecho un caos de la cabeza a los pies.

Tiene un gato enorme a su cuidado desde aquella tarde en la que se vio detenido por un avergonzado moreno. Molesto por sus propios sentimientos e incapaz de seguir sufriendo en su propio conflicto amoroso. Hasta ahora le sigue resultando divertido lo frustrante que fue para su novio aceptar que estaba enamorado de un humano alocado y socialmente irresponsable; él. Era todo lo contrario a lo que su enorme felino buscaba como compañero de vida: alguien dulce y completamente entregado a la manada que iban a construir; él no.

Kim Taehyung es un hombre pantera enorme. Uno de los pocos en su clase por su casi inexistente cualidad de melanismo. Un macho alfa con una salud excelente e insuperables dotes de resistencia para ser un tipo clasificado como inferior a su clase de origen.

—Grr—el menor da un ligero respingo en su sitio al sentir el breve sonido contra sus cabellos. Cuando levanta el rostro se encuentra con esa mirada adormilada tratando de enfocar los detalles de su rostro. Cielos. Puede perderse en esos tonos dorados que ahora lo miran con encanto.

—¿Acabas de hacerme un puto 'grr'? —decide preguntar. Le sorprende lo mucho que le ha costado decir esas seis palabras. Maldito Kim. Tiene la garganta hecha un desastre.

El felino responde con una sonrisa perezosa antes de removerse en la cama para abrazarlo fuertemente por las caderas. —... Sabes que no lo controlo—el respiro pausado recorre su sensible cuello e inevitablemente se estremece. —¿Dormiste bien?

—Obviando el hecho de que me duele el culo—el felino suelta un bufido divertido en su cuello. —Algo. Creo que he podido dormir unas cinco horas.

—Podemos quedarnos en el cuarto hasta el domingo. No tienes que ir a ese aburrido restaurante—el felino restriega su nariz contra el pecho del chico pegando su aroma instintivamente en su bonito novio. —Tienes libre por lo del empleado del mes—el menor acaricia las felpudas orejas entre sus dedos e inmediatamente estas se mueven divertidas ante su curioso toque.

—¿Revisando mi horario de nuevo amor? —el tono de enfado es fingido aunque se escuche tan real. Sus manos no abandonan los cabellos de su apachurrable novio que suelta ligeros ronroneos inconscientes ante sus caricias.

—Solo quise asegurarme—el felino reparte besos sobre el desnudo pecho de su chico. Su animal interior completamente orgulloso de las marcas que ha hecho la noche anterior por todo su cuerpo.

—Pues es una verdadera tragedia lo que tengo que decirte—el felino lo mira malhumorado de inmediato. —Debo ir a las tres para hacer el segundo turno—. Sus gruesas manos descienden por el desnudo cuerpo hasta apretar con cierta fuerza los rellenos muslos. —¡Tu puta madre Kim! No me toques—le da un manotazo inmediato. —Mordiste mucho en esa parte gatito baboso—el felino arruga la frente sin abandonar el relleno muslo. —Arde... un poco—responde avergonzado.

—No me llames gatito—los caninos se asoman sobre el carnoso labio inferior. El menor no se ve ni un poco afectado. Le parece adorable la forma en la que su novio intenta verse atemorizante. En realidad es bastante atemorizante cuando se lo propone pero nunca lo ha hecho con su novio. —Y no vas a ir—el bufido termina por escucharse algo tierno. Kook quiere replicar algo mientras tiene esos gatunos iris sobre su rostro. El felino es veloz al esconderse en su cuello. ¿Se supone que este chico es atemorizante? Solo parece una bola de pelos buscando mimos.

—Pues lamento informarte que no puedo faltar—el chico detiene las caricias sobre la cabeza del felino antes de intentar ponerse de pie. —Vamos. Tae—dice intentando zafarse de los brazos que no tienen intenciones de soltarlo. Kim lo abraza con el doble de fuerza antes de frotar su marcado rostro contra su pecho. —Debo hacerme cargo de las entregas con Changbin-

—No me gusta que siempre te encuentres cerca de ese- ese tipo—se corrige al recibir una mirada del menor. No ha podido evitar lanzar un gruñido que termina por retumbar en el cuarto. —He visto la forma en la que te mir-

—No empieces con tus cosas—interrumpe. —No es lo que crees. Changbin no me ve de la forma en la que piensas.

—Oh claro. Porque mirar tu culo es cosa de amigos—el humano suspira antes de removerse entre los brazos hasta alcanzar el rostro marcado del felino. Mimoso empieza a repartir besos cortos en el rostro que el felino no rechaza pero tampoco corresponde. —No vas a convencerme.

—No intentaba hacerlo—responde. De pronto el chico levanta una pierna sobre la bronceada cadera antes de voltear al felino boca arriba e inmediatamente sentarse sobre el dormido bulto desnudo de su novio.

—Maldito aprovechador—el alto suspira pesado al sentir al otro moverse sobre su miembro. —Demonios—de inmediato toma la estrecha cintura entre sus manos incitando a que se mueva solo otro poco.

—¿Te gusta? —el prominente miembro ha empezado a crecer e irremediablemente ponerse duro. La ausencia de ropa ha facilitado que el balanceo sea ardiente para ambos.

—Puta madre—el alto suelta un suspiro sintiendo al otro rozar su entrada contra la punta de su miembro sin llegar a meterlo. Va a perder la cabeza a este paso. —Vas a matarme—Kim toma una de las manos entre sus dedos depositando un beso en los nudillos contrarios.

—Lo sabes—. Kook le da un beso corto en los labios antes de hacer sus movimientos lentos pero elegantes. —Debo alistarme para ir al lugar.

—Sabes como quitarme la calentura en menos de un segundo—el felino lo quita de encima antes de sentarse sobre la cama recuperando el rostro serio.

—¡Me tienes que estar-! ¡Contigo no se puede! —el chico hace un mini berrinche en la cama antes de mirarlo con una carita de cachorro abandonado.

—No va a funcionar—responde. El felino desordena sus propios cabellos sin quitar la mirada del desnudo humano.

Mierda que es un puto encanto. El sublime cuerpo tiene marcas por todo el cuello en los lugares exactos para ser admirados por todo aquel que quiera verlo. Sus pezones rosados tienen marcas de mordeduras e incluso chupones inmensos. Y esos benditos muslos... gracias madre tierra por tenerme vivo. Son tan gruesos. Tan malditamente apetecibles. ¡Por supuesto que no iba a perder la oportunidad de marcarlos!

—Te hago tu comida favorita al regresar.

—No.

—Pido pizza por el resto del mes—el felino lo mira receloso. —¡Y uso tus apestosas sudaderas siempre que tenga oportunidad!

—¿Y se supone que eso es un premio? —dice divertido. —Siempre tomas mis cosas.

—Tu ropa es suave a pesar de apestar a gato malhumorado todo el maldito tiempo—responde simple. —Y grande.

—Evidentemente—el felino le dice con burla. La diferencia de altura no es exagerada ni extravagante. Aunque siempre le gusta restregarle ese detalle si lo menciona como en ese momento. La diferencia de contextura es bastante notable para ambos.

—No quieres empezar a hablar de eso—el humano advierte de inmediato. —Y te gusta que me pruebe tus cosas. No te hagas el tonto—el tono burlesco no es divertido para el felino que ha apretado los labios. —Chaewon me ha contado lo importante que es lo de los aromas para el... este animal interior que tienes supongo—el alto lo mira asustado antes de tragar sonoramente. —Dice que es bastante normal en las relaciones de felinos que el compañero use las prendas del alfa para tener su aroma sobre el cuerpo. Incluso me di-

—Hablaste con mi herman-

—¿No escuchas lo que te digo? —emite. —El mundo es diminuto. Su novia es mi ex.

Por un demonio. El felino ruge en su interior.

—No pienso cambiar de parecer—responde. El alto se pone de pie sin importarle en absoluto su desnudez. Sus manos rebuscan en su armario alguna prenda limpia para cubrirse.

—Te hago una mamada en el auto.

Kim se vuelve una estatua ante el repentino ofrecimiento. El chico sabe que ha ganado cuando lo escucha pasar saliva sonoramente.

—Dos—lo escucha murmurar mientras retoma su actividad de: fingir que sigo buscando ropa mientras intento no ponerme duro de nuevo. —Y me quedo contigo.

—Trato.

©lduhn2here.