𝕰𝖝𝖙𝖗𝖆
Taehyung
Con apariencia de ángel y belleza sobrenatural, podías caer en sus encantos e incluso pecar, no podías resistirte a tal tentación.
Mi único error fue invocarlo, pero mi más grande pecado fue probar el fruto prohibido.
Jeon Jungkook, más conocido como el rey del infierno o Belcebú, era la personificación del pecado en persona.
—A-Ah~ —gemí al sentir sus labios succionando en mi curvatura de mi cuello
—Tus gemidos somos como música para mis oídos —susurró en mi oído
Siguió besando cuerpo, deteniéndose varias veces para dejar marcas que al día siguiente se harían presentes.
—Voy a prepararte lindo —dijo sacando un pequeño sobre con lubricante
Untando un poco de este en dos de sus dedos y al estar seguro que estuvieran muy bien lubricados, dirigió sus dedos a la entrada del Taehyung.
—Voy a meter uno, tranquilízate, dolerá un poco, pero pasará —dijo Jungkook para después adentrar lentamente un primer dedo
—D-Duele —sollocé al sentir la intromisión
—Ya pasará, tranquilo —calmó el demonio comenzando a besar mis para distraerme del dolor
Unos minutos después, Jungkook comenzó a mover su dedo lentamente, escuchando como respuesta leves gemidos por parte mía.
—Mmg~ —gemí al sentir como Jungkook golpeaba una y otra vez su próstata
Seguimos así hasta que Jungkook metió un dedo más, provocando que gimiera de dolor.
—Tranquilo lindo —besó Jungkook mi frente quitando una lágrima que había salido de mis ojos
—Du-Duele mucho —sollocé por la incomodidad
—Lo moveré despacio, trata de relajar tú cuerpo para que no sea tan doloroso
Una vez más comenzó a mover sus dedos, dando lentas embestidas para no lastimaeme .
—A-Ah~ —gemí de nuevo al sentir como golpeaban una y otra vez mi próstata
Unos minutos después, cuando supo que ya estaba lo suficientemente dilatado, sacó sus dedos de mi entrada, para tomar su erección entre una de sus manos y untar un poco más lubricante sobre esta, para después acercarla a mi dilatada entrada.
—Voy a entrar —anunció Jungkook
Lentamente, fue adentrándose, haciendo que me abrazara a su espalda, encajando mis uñas en esta, sacándole un leve gruñido.
—D-Duele, duele mucho —sollocé derramando algunas lágrimas por mis mejillas
—Lo sé, pero pronto pasará —consoló Jungkook besando mis mejillas para distraerme de aquel dolor
Algunos minutos pasaron y ya me había acostumbrado un poco a aquella intromisión dándole así a Jungkook, el consentimiento de poder empezar a moverse.
Las embestidas empezaron lentamente, más con el pasar del tiempo aumentaban cada vez más.
En el manto de la noche, los encantos de aquel bello demonio me llevaron a pecar y probar de la fruta prohibida.
—Los humanos son tan predecibles, no pueden evitar pecar, con un poco de tentación y ellos van a querer probar de algo prohibido
—Ahg~, n-no todos somos así —entre gemidos respondí a su suposición
—Entonces ¿por qué caíste en la tentación? —preguntó susurrando aquella pregunta en mi oído
—Yo...
—No importa que digas, nada va cambiar mi forma de pensar de ustedes, puedes negarlo todo lo que quieras, pero dentro de ti sabes que tengo razón, los humanos siempre preferirán algo prohibido, para ustedes, lo prohibido siempre es más llamativo
—E-Estas equivocado
—Lo que digas, ahora déjame llevarte hasta lo más profundo del infierno, déjame hacer todo tus sueños realidad, veré tus más oscuros deseos, ahora solo disfruta
Esa noche, estuve tan cerca del infierno que pude sentir las calientes brasas de este, vi las estrellas y cada uno de mis más oscuros deseos, deseos fueron hechos realidad.
"Por favor, déjame probar de ese fruto, oh querido Belcebú, déjame amarte, prometo que mi alma será tuya por siempre, solo déjame probarte una vez más."
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