Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

○Recuerdos: 4○

⚠Finalmente decidí que este capítulo estaría sólo en primera persona narrada por Yoongi, a pesar de ello, hay momentos en los que me paso a 3a para describir lo que ocurre (por ejemplo acciones, reacciones...)
Cuando Yoongi habla por mucho tiempo lo pongo entre 《《___》》, ya que me parecía agresivo ponerlo todo en negrita (Ya sabéis, mis característicos diálogos en negrita jajaj) Me ha tomado mucho tiempo escribir este capítulo así que espero que se note mi esfuerzo y que lo disfrutéis ❤ ⚠

-Está bien, ¿quieres hablar? Te escucho, ¿quieres que te cuente por qué no confío en nadie, por qué soy como soy? Entonces escúchame tú primero, porque voy a contarte, que mierda me ocurrió con Jungkook.

-¿Debería coger palomitas y una manta? -preguntó con un inesperado y atrevido toniquete de burla.

Yoongi no pudo evitar curvar las comisuras de sus labios un poco hacia arriba.

-No seas imbécil y siéntate a escuchar.

Jimin, quien aún estaba de pie, miró a Yoongi, sentado en la cama.

-¿Puedo? -dijo mirando al colchón.

Yoongi señaló con la palma de su mano justo el sitio vacío a su lado y asintió.

Jimin se sentó con las piernas cruzadas sobre la cama y apoyó su espalda en la pared, haciendo que Yoongi también se echase más hacia atrás para encararle. Jimin tomó la almohada y la apretó entre sus brazos, como si de un peluche se tratara.

-¿Cómodo, mi rey? -preguntó Yoongi queriendo permanecer con el semblante serio.

Jimin frunció los labios.

-Mmm...aún no, espera. -Jimin recostó su cabeza sobre las piernas estiradas del mayor. Ni si quiera él sabía de dónde estaba sacando aquella valentía ni por qué, pero tenía muy claro algo, y era que quería ser cercano a aquel hombre tan misterioso, quizás así, pudiese revelar sus dudas- Ahora sí, puedes comenzar tu historia.

-No te pases, Jimin, no soy un maldito sofá. -dijo serio Yoongi mirándole desde arriba, lo que le provocaría escalofríos a cualquiera.

Jimin se asustó un poco de modo que preguntó con voz algo temblorosa.

-¿Te...? Perdón, si te molesto me quitaré...

-No -Yoongi interrumpió a Jimin- Está bien, no me molestas. Pero no te acostumbres a ello, ¿entendido?

Jimin sonrió.

-Entendido capitán.

Yoongi bufó, cansado de lo irrespetuoso que era Jimin con él casi siempre.

-Bien, empezaré desde el principio:

《《Conozco a Jungkook desde que sus padres lo trajeron aquí con 4 años recién cumplidos y yo tenía 13. Por aquel entonces nosotros eramos los únicos niños, por así decirlo, ya que todos los demás eran mayores que yo, así que nos hicimos los mejores amigos, eramos como hermanos.

Le adoraba tanto...le adoré hasta hace muy poco. Tenías que haberle conocido en aquella época Jimin, él era...era tan tímido, tan inocente...sólo había pureza en él.

Voy a ser sincero, aquella belleza tan angelical siempre me había atraído, pero juro por lo que más quiero, que jamás tuve malas intenciones ni pensamientos con él. Simplemente callaba mi adoración por aquel niño porque sabía de sobra que sería mal vista por todos, incluso por mi mismo. Me odiaría eternamente si supiese que me había aprovechado de él, pero no, nunca, nunca lo hice.

Cuando yo tenía 22 años y Jungkook 13, me dieron una beca de dos años para irme a estudiar al mejor Conservatorio de música de Rusia, con uno de los mejores pianistas del mundo. Realmente aquella era una oferta única a irrechazable, así que me fui.
Jungkook estuvo destrozado al principio, yo era su todo, podría decirse que incluso él me veía como un héroe.

Durante esos dos años estuvimos en contacto gracias a las redes sociales, ya sabes.

A finales de mi estadía en Rusia, noté ciertos cambios en Jungkook, pero no me preocupé demasiado, al fin y al cabo, habían pasado dos años, y era obvio que Jungkook tenía que haber cambiado, crecido. Pero lo que me pilló por sorpresa fue encontrarme con un adolescente hormonado al regresar, y por lo visto, obsesionado conmigo. Joder...Jungkook tenía fotos y cosas relacionadas conmigo por todo su cuarto...

Debí de haberme alarmado más de lo que lo hice, y sobretodo, debí haberme negado a sus peticiones...pero no pude. Aquella noche no tuvimos sexo al completo, pero tuvimos mucho más de lo que deberíamos haber tenido, que era nada.

Y esa misma noche, nos declaramos novios.》》

Yoongi hizo una pausa en su discurso. Había cerrado sus ojos y parecía retener lágrimas en ellos.

-Continua, por favor. -susurró Jimin mientras alzaba su mano para acariciar su rostro.

Yoongi giró su cabeza y suspiró.

-Está bien, lo siento, es que...aún me cuesta hablar de esto.

《《Poco tiempo después fue su 16 cumpleaños y todo iba de maravilla, veía la vida de color de rosa.
Le pregunté si quería hacerlo, si sentía preparado para llegar hasta el final, porque novios o no, yo jamás lo forzaría. Me dijo convencido que sí, así que esa noche...nos unimos al completo.

Durante un año entero, le di todo el amor que pude, durante un año entero fuimos felices juntos, o al menos, eso creía yo.

Mis padres no sospechaban, ningún alumno se interesaba en nuestra cercanía, todo era perfecto, tal vez demasiado.

Una noche, hace cuatro meses, tras salir de una magnífica actuación en un gran teatro, yo volví a mi apartamento fuera de la academia. Sabía que Jungkook, al igual que los otros chicos, estaría exhausto aquel día debido al ballet que habían ofrecido en la ciudad.

Pero cuando llegué a mi casa, me di cuenta de que había olvidado mis llaves en la academia. Fue un despiste único, nunca jamás me había sucedido. Puede que el destino quisiese que acudiese allí, aquel día y a aquella hora.

Miré en todas las sala de ensayos con piano, pero no estaba en ninguna, de modo que sólo podía estar en dos sitios: O en mi habitación o en la suya.
Y sabía que no sería en la mía puesto que no había entrado ese día.

Me acerqué con sigilo a su cuarto, quería darle un pequeño susto sorpresa, pero a medida que me acercaba, oía algo extraño. Eran dos voces, una era la suya, y la otra la desconocía aunque la había oído antes en algún lado.

Pero no estaban hablando.

De hecho, lo que oía no eran palabras, sino murmullos, gemidos, y el sonido indudable de dos cuerpos chocando.

Ni siquiera habían cerrado bien la puerta, sólo tuve que apoyar mi mano para abrirla.》》

Yoongi dejó de hablar, estaba temblando. Jimin se alarmó por verle así y se incorporó para ponerse a su altura y tomar su rostro entre sus manos.

-Hey....tranquilo, no tienes por qué revivirlo si no quieres, creo que me hago una idea de lo que ocurrió.

Yoongi rió seco.

-No...no tienes ni idea...continuaré.

《《Abrí la puerta y los vi. Eran Jungkook y un chico que veía de vez en cuando en los ensayos, joder, ni si quiera sabía su nombre.

Creo que ninguno de los tres supo como reaccionar con rapidez.

Esperé que Jungkook dijese alguna excusa de película como "Puedo explicarlo" o "No es lo que parece" aunque era más que obvio lo que estaban haciendo. Pero lo que Jungkook dijo, me dolió mucho más que cualquiera excusa absurda.

-Yoongi, ¿qué haces aquí? Se supone que te ibas a casa.

¿Sabes Jimin? Ni siquiera me enfadé. Cogí mis llaves y me fui de allí sin decir palabra. No tenía nada que decir.

Al contrario de lo lógico, regresé calmado a casa, como si me hubiese quitado de encima un peso que no sabía que tenía. Pero cuando llegué a casa...

No sé si te lo he dicho alguna vez, pero Jungkook no fue mi primer amor, sino mi primer piano, un viejo piano de pared marrón.

Lo quemé.

Cogí varias botellas de alcohol, lo rocié y lancé mi Zippo encendido.

Quise morirme allí mismo, Jimin. Mi pecho dolía tanto que creía firmemente que el fuego sería menos doloroso, casi sería un calmante.

Pero obviamente no sucedió, ya ves, aquí estoy. Una vecina preocupada por el olor a quemado llamó a la policía y a los bomberos, quienes llegaron demasiado rápido, incluso apagaron las llamas del piano antes de que éste desapareciese por completo. Ahora me alegro de ello, de seguir teniendo mi piano chamuscado pero en pie, y de seguir vivo.

Tardé dos semanas y media en poder volver a pisar la academia, y probablemente habría tardado más o quizás no habría vuelto jamás de no ser porque mis padres comenzaban a cabrearse. Un resfriado no dura tanto.

Cuando volví, seguía siendo tan iluso que esperé una disculpa por parte de Jungkook, o al menos una explicación, pero cuando nuestras miradas se encontraron, él tan solo volvió la vista a otro lado y comenzó a ignorarme.

Yo no entendía nada, no entendía por qué estaba pasando esto ni por qué parecía ser él el enfadado conmigo cuando debería ser al contrario.

Entonces comencé a fijarme en Taehyung, en cómo cada vez que le susurraba algo a Jungkook, éste me buscaba con la mirada un segundo y luego la volvía hacia el suelo.

Y cometí el tercer peor error de mi vida.

Me enfrenté a Taehyung a solas, le di una paliza que le hizo ir al hospital. Cuando despertó, lo primero que hizo fue contarles todo a los médicos, incluyendo mi relación con Jungkook, mezclada con unas cuantas mentiras.

La policía vino a buscarme y me llevaron a comisaría, tenían preparadas unas cuantas preguntas nada fáciles de responder. No tenía ganas de seguir viviendo ahí afuera, así que mi intención era afirmar ante lo que se me acusara, fuera cierto o no, y pudrirme en una celda.

Pero ocurrió algo inesperado. Cuando llamaron a Jungkook a declarar en el juicio, lo negó todo.
Dijo que me conocía, pero que no eramos amigos y mucho menos novios, que jamás habíamos tenido sexo o yo le había forzado, y que Taehyung y yo siempre nos habíamos llevado mal porque él no aceptaba que yo fuese el novio de su hermana, a la que a la pobre le hicieron involucrarse en este cúmulo de mentiras, y que la pelea física se nos había ido de las manos esta vez, pero eso era todo.

Aún sigo sin saber muy bien cómo consiguió que todo un juzgado se tragara aquella historia, por qué creyeron eso antes que la historia de violación de un menor de Taehyung.

El caso es, que quedé más libre que el viento en otoño, aunque sospecho que mi suerte habría sido otra de no ser porque toda la familia de Jungkook, los grandes Jeon, son los abogados más famosos y adinerados de todo Seúl.

Supongo que el maldito si sentía un mínimo de culpa en su interior, porque sé que no lo hizo por amor, no...Jungkook no sabe el verdadero significado de esa palabra, ni creo que lo vaya a conocer jamás.

Al volver a la academia, fui yo quien quiso evitarlo, no iba a darle las gracias por lo que había hecho.

¿Sabes lo que me dijo, Jimin? -Yoongi rió - Me dijo que él me amaba, y que todo lo que había hecho con Taehyung había sido para protegerme, para que este momento inevitable llegase lo más tarde posible.

Me confesó todo en lo referente a Taehyung, incluso cosas que yo no deseaba oir, como que él había sido su primera vez y no yo. Deseé que ese pequeño siguiese mintiéndome a oir toda la verdad que me estaba contando.

Y me rogó que le perdonase, que pronto cumpliría la mayoría de edad y que podríamos volver a ser felices juntos, sin miedo, libres.》》

Yoongi calló de repente y Jimin lo miró atento.

-¿Y qué pasó entonces, Yoongi? ¿Qué le respondiste?

Yoongi sonrió, disimulando que sus ojos brillaban debido a cierta humedad.

-Le dije que sí. Acepté.

Jimin frunció el ceño y se separó de forma inconsciente de él.

-¿Qué? ¿¡Volviste con él a pesar de todo!?

Yoongi rió y acarició una de las mejillas de Jimin.

《《 -Le tendí una trampa, le di a probar su propia medicina. Sabía que uno de sus mejores amigos aquí no me quitaba el ojo de encima desde hacía años, el chico me desnudaba con la mirada cada vez que me veía, así que hice su sueño realidad.

Le dije a Jungkook que acudiese a mi habitación la noche siguiente, con discrección.

Casi hasta me da pena que el pobre acudiese ilusionado a recuperar mi alma y mi cuerpo, pero cuando abrió la puerta, lo único que vio fue a su amadísimo hyung teniendo sexo con su mejor amigo.

Jungkook comprendió que me había perdido para siempre, como amigo, como hermano, y como amor.
O al menos hasta ahora que has aparecido tú y parece querer empezar una guerra.

Y esta, Jimin, es la razón por la que soy un capullo y no confío en nadie.》》

Jimin miró a los ojos al hombre que tenía a centímetros de su rostro.

Observó el color triste de sus iris, su pálida piel, casi enfermiza, y observó sus finos labios de color rosa claro.

Y decidió que era momento de darle color a la monocromática vida de Yoongi, y a la suya propia.

Jimin tomó el rostro del rubio entre sus pequeñas manos y ambos se miraron más profundamente que nunca.

-Confía en mi.

Fue lo único que susurró antes de besar aquellos labios de nuevo, y de que éstos lo recibieran con una mezcla de sorpresa y alegría.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro