○Recuerdos: 3○
Un año fue el tiempo en el que Yoongi le entregó todo el amor que podía darle a Jungkook, y sin que nadie los descubriese ni sospechase.
Durante un año fueron felices juntos.
O al menos, eso creía Yoongi.
•••
Tan sólo dos semanas después de haber declarado en secreto su noviazgo, llegó el cumpleaños de Jungkook.
—Nuestro querido Jungkookie, parece que fue ayer mismo cuando llegaste con cuatro añitos a la academia. -dijo emocionada Soohye mientras acercaba con cuidado un pequeño pastel con velas a la mesa, dónde se encontraban el cumpleañero, Yoongi y Hochan, su padre.
—Lo sé Soohye, es increíble como pasa el tiempo. Yo también recuerdo el día que llegué y os conocí, sois como mis segundos padres y Yoongi mi otro hermano mayor. -Jungkook miró al recién teñido de rubio platino- ¿Recuerdas tú también ese día, hyung? -dijo con voz inocente.
Yoongi tuvo que contenerse en aquel momento para no devorar a besos a Jungkook acompañado de un trozo de pastel.
—Por supuesto que lo recuerdo, eras un pequeño y adorable ratoncito saltarín.
—¡Hyung! - se quejó Jungkook.
—Venga chicos, no es momento de discutir quien se parecía a qué cuando erais pequeños.
—¡Papá! -dijo ahora molesto Yoongi mientras sus padres reían.
Tras cantar el "cumpleaños feliz" y soplar las velas, Jungkook hizo el primer corte a la tarta y los cuatro comieron y hablaron alegres mientras escuchaban de fondo la música del próximo ballet que harían en un gran teatro.
—¿Deberíamos darte ya los regalos? -preguntó con una sonrisa paternal Hochan.
—Bueno...no me negaré...-contestó medio riendo Jungkook.
Soohye y Hochan le ofrecieron dos cajas de distintos tamaños y Jungkook las abrió entusiasmado y agradecido por su contenido.
—Muchísimas gracias, de verdad, me encanta, los usaré todos los días desde hoy.
Los padres de Yoongi sonrieron antes de mirar a su hijo.
—Yoongi, ¿y tu regalo?
Yoongi ladeó su disimulada sonrisa.
—Se lo daré más tarde, en privado.
Sus padres fruncieron el ceño pero no hicieron preguntas. Soohye comenzó a recoger los platos mientras su marido tiraba los papeles de regalo. Jungkook miró algo confundido a Yoongi y este le guiñó un ojo, lo que provocó que el menor se sonrojara.
—¿Cuando me darás tu regalo? -susurró.
Yoongi se acercó a él y pegó sus labios al lóbulo de Jungkook antes de murmurar.
—Esta noche.
Un escalofrío recorrió de arriba a abajo el cuerpo del castaño mientras se mordía su labio inferior.
•••
—Sólo si estás seguro, Jungkook.
Jungkook asintió rápidamente con su cabeza apoyada en la suave almohada.
—Quiero hacerlo.
Las respiraciones de ambos se entrecortaban debido a la excitación.
Yoongi recorrió muy lenta y superficialmente el cuerpo de Jungkook con su dedo índice, desde sus labios entreabiertos hasta el cierre de su pantalón, por encima de la ropa.
—Voy a acariciarte como te mereces, mi pequeño bailarín. Voy a calmar todos los dolores de tu cuerpo. -dijo Yoongi con su boca rozando la de Jungkook.
El menor cerró los ojos y dejó a su mente vagar por el cúmulo de sensaciones que estaba recibiendo gracias al rubio.
Yoongi desabotonó con cariño y paciencia la camisa de Jungkook, y depositó un beso en el centro de su suave pecho, para luego seguir con otro, y mil besos más por todo su torso.
—¿Qué tal, amor? -preguntó con voz suave para no romper aquel ambiente tan íntimo.
Jungkook tan sólo abrió su boca para dejar escapar un retenido suspiro, que hizo a Yoongi sonreír.
Con cuidado bajó sus pantalones y acarició sus trabajadas piernas, tan maltratadas y tan valiosas.
Besó sin asco los moratones de sus callosos pies y volvió a ponerse a la altura de su cabeza para besarle con dulzura.
De pronto, Yoongi paledeó un sabor salado en su boca.
Jungkook lloraba en silencio, manteniendo sus ojos cerrados.
—¿Qué ocurre, amor?
El pecho de Jungkook se sacudió.
—Que te amo y no puedo creer que tú también lo hagas.
Yoongi sonrió y abrazó amistosamente el casi desnudo cuerpo del adolescente.
—Mi pequeño...¿cómo no iba a amarte? Eres lo más precioso que conozco.
Jungkook sonrió tímidamente.
—Hyung, enséñeme a hacer el amor.
Yoongi acarició una de sus húmedas mejillas y sonrió.
—Será un placer. -dijo antes de comenzar a desvestirse.
•••
Las paredes, fieles testigos de lo que había ocurrido la noche anterior, parecieron iluminarse cuando los rayos de sol de la mañana las alcanzaron.
Los dos jóvenes yacían desnudos bajo las sábanas, impregnadas de sus esencias.
Yoongi fue el primero en despertar. Miró el reloj asustado y enseguida comenzó a Jungkook.
—Jungkook... Jungkook, despierta ya cielo, tu clase está a punto de empezar, si no te vas ya comenzarán a buscarte y nos descubrirán.
El menor se restregó los ojos, somnoliento.
—Hyung...pero hoy es domingo...no hay clase...-dijo aún sin despertar del todo.
Aquella frase hizo soltar a Yoongi un gran suspiro de alivio.
—Casi entro en pánico...
Jungkook rió antes de abrazar a Yoongi y besarle en la mejilla.
—Te quiero.
Yoongi sonrió y atrajo al menor a su pecho, acariciando su cabello con la mano.
—Y yo a ti, mi bailarín. Te quiero como jamás he querido a alguien.
Yoongi decidió que era arriesgado que ambos salieran del mismo cuarto a la vez, de modo que primero salió él vestido y se marchó a su casa, con suerte pensarían que había pasado la noche allí, y rato después salió Jungkook, quien se dirigió a las duchas comunes para lavarse.
Estaba enjabonando su cabello cuando una voz grave lo sorprendió.
—¿Qué tal la noche? ¿Inolvidable?
Jungkook resbaló en la ducha debido al susto pero Taehyung lo agarró por la cintura, evitando que cayese y se hiciese daño.
—Tae...menudo susto me has dado...No voy a hablarte de eso.
—¿Y vas a hablarle de nosotros a él? -dijo serio.
Jungkook bufó bajo el agua mientras seguía enjabonandose el cuerpo, sin importar que Taehyung lo estuviese observando fijamente.
—Que me enseñaras a chuparla no significa nada, Tae, sabes que me gusta Yoongi.
—Oh, claro...¿y cuanto crees que tardará en darse cuenta de que para ser tu -Taehyung hizo comillas con sus dedos- primera vez, probablemente lo hiciste demasiado bien?
Jungkook volvió a bufar, comenzando a molestarse.
—No se dará cuenta, porque está enamorado de mi y eso es lo único que importa. Taehyung, te agradezco que me enseñases tantas cosas durante la ausencia de Yoongi, pero todas ellas las aprendí para usarlas con él cuando volviese. -Jungkook miró a Taehyung de forma despectiva- Tú ya no me haces falta.
Taehyung, quien era un año mayor que él, apretó su mandíbula ante tan crudas palabras.
—Te arrepentirás de ser así, Jungkook. Tarde o temprano Yoongi descubrirá lo nuestro.
Jungkook cerró el grifo y se envolvió en una toalla.
—¿Lo...nuestro? ¿Y qué es lo nuestro exactamente, Taehyung?
El alto dio un paso intimidante hacia él.
—La relación que seguiremos manteniendo a escondidas.
—¿Te refieres a tener sexo sin más? Porque supongo que sabes que no siento nada por ti.
Taehyung mordió dolido su labio, él llevaba dos años enamorado de Jungkook, desde que llegó a esta academia casi a la vez en la que Yoongi se fue a Rusia.
—Di lo que quieras. Si no seguimos teniéndolo se lo contaré hoy mismo. Si aceptas...dejaré que sea él quien lo descubra con el tiempo.
Jungkook comenzó a vestirse con tranquilidad.
—Él no va a descubrirlo jamás, ni tú vas a decírselo.
—¿Eso significa que aceptas el trato? -dijo Taehyung sonriendo.
Jungkook terminó de ponerse la ropa.
—Sólo es sexo, de modo que...está bien. Pero sólo cuando Yoongi no esté en la academia, y si me entero de que tratas de contarlo...
—No lo haré. ¿Trato hecho entonces? -dijo tendiendo su mano.
Jungkook la miró por varios segundos antes de estrecharla.
—Trato hecho.
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