26
Cuando Yoongi tocó el último acorde, los bailarines se habían fundido en un elegante abrazo romántico, sostenidos por las puntas de sus pies.
Sveta miró sonriente a Yoongi.
-He elegido.
***
Sveta se acercó a Jimin sin abandonar su sonrisa.
-Enhorabuena chicos, ambos iréis a Rusia.
El nudo en la garganta que Jimin ya tenía, se hizo aún más doloroso. Después de tanto tiempo soñando con eso, después de tanto sudor y lágrimas, ahora sentía que aquello no era lo que realmente quería.
O quizás...
Quizás algo había cambiado, quizás ahora quería quedarse por alguien.
Yoongi se levantó de la banqueta del piano y fingió una leve sonrisa.
-Felicidades a los dos, os lo merecéis.
Hyemin sonrió justo antes de hacer una reverencia ante Sveta , su alegría era real.
-Muchísimas gracias a usted señorita Kozlov.
Jimin, sin embargo, no mostró sonrisa alguna, sino una mirada seria y preocupada a la vez.
-No.
Aquel simple monosílabo resonó por toda la sala como si lo hubiese clamado.
Sveta y la señora Min enarcaron una ceja casi al mismo tiempo.
-¿No qué? - preguntó Sveta.
Jimin se humedeció los labios un segundo antes de hablar.
-No iré a Rusia.
La mirada de Yoongi mostraba más miedo que alivio. Jungkook, permanecía expectante al fondo de la sala, sin hacer ni el más mínimo ruido.
El ambiente de la sala estaba más frío que nunca.
-¿Perdón? - repitió Sveta.
Jimin suspiró y se quitó las zapatillas de baile.
-Lo he dicho claro, no iré a Rusia, le agradezco su ayuda, pero no es para mi, al menos no en este momento.
-Si deniegas la beca ahora, no habrá segunda oportunidad, Jimin. -Respondió para sorpresa de todos, Yoongi.
Sveta lo miró un instante, y de nuevo regresó su mirada a Jimin.
-Él tiene razón, Jimin.
El bailarín asintió con la cabeza una vez, despacio.
-Lo sé.
Soohye de pronto se adelantó de una forma casi agresiva hacia el joven.
-Lo que estás haciendo es una falta de respeto, Park, estás dejando a esta academia en mal lugar.
Jimin puso una mueca en su boca.
-Tú nunca has tenido respeto por mi, ¿por qué iba a tenerlo yo?
La mirada de Soohye se encendió como el fuego.
-¿¡Cómo te atreves a..!?
-Es verdad.
Todos los ojos se posaron en el alejado de Jungkook.
-Él es mejor que yo, bueno, lo será dentro de poco -prosiguió con voz temblorosa- pero lo has tratado como una escoria desde que llegó, sólo porque te da rabia que alguien sin casi formación esté casi al mismo nivel de alguien a quien llevas toda una vida entrenando. Tienes miedo de él, por eso lo desprecias. Quieres hacerle creer que no es bueno para deprimirle y que se vaya de aquí, así nadie se dará cuenta de que el mejor alumno de la gran Academia Min, no ha aprendido con ellos todo lo que sabe hacer porque es un recién llegado.
Tanto Sveta como Soohye estaban boquiabiertas.
-Jungkook, como puedes...-murmuró la profesora.
Su hijo, mostraba una sonrisa como pocas veces lo hacía.
Esto era un acto de rebeldía en toda regla. El alumno pródigo de Soohye admitiendo él mismo que no era el mejor.
La rusa aclaró su garganta y cambió de tema.
-Y tú, Jungkook, ¿vendrás a Rusia verdad?
Jungkook miró a Yoongi primero.
Una noche estrellada.
Luego a Jimin.
Un cielo claro, soleado.
Después pensó en Taehyung...
Frío, un lago congelado que se rompe al pisarlo y te ahogas en él, quedas atrapado bajo su hielo.
Sintió la presión de las miradas sobre él.
-Rusia es demasiado fría para mi.
-¡¡No!! - gritó furiosa Soohye. - ¡No voy a permitir que eches por la borda el esfuerzo de todos estos años! ¡Debes ir!
Yoongi se interpuso entre ambos.
-Mamá, creo que hablas en tu propia boca y no en la de Jungkook. No vivas a través de él, tú ya tuviste tu época de gloria, él tendrá la suya cuando esté preparado, que no vaya a Rusia no significa nada, ¿no puedes alegrarte por el resto de tus alumnos que sí irán?
Soohye estaba a punto de replicar, cuando Sveta interrumpió la discusión.
-Basta, he escuchado suficiente, debo coger un vuelo de vuelta en una hora. Os daré veinticuatro horas para que lo penséis detenidamente, ni un segundo más, sólo intento ayudaros. Espero vuestra respuesta.
Y desapareció, dejando la sala en riguroso silencio, nadie se atrevía ni a pestañear.
Tras varios minutos, de los más tensos que Jimin había vivido en aquella academia, Yoongi tomó de la mano a Jimin y a Jungkook a la vez, y tiró de ellos.
-Vámonos.
***
Jungkook sorbía ruidosamente el batido de chocolate que había pedido en la cafetería en la que se encontraban.
Yoongi leía concentrado unas partituras en su Ipad, y de vez en cuando bebía un trago de su café humeante.
Jimin los miraba alternativamente a la vez que movía en círculos lentos la cucharilla con la que había comido anteriormente un trozo de pastel de zanahoria.
-¿En serio no vamos a hablar del tema? Sólo...¿seguiremos aquí sentados como si nada hubiese pasado? -interrumpió Jimin.
-¿Y de qué quieres hablar, Jimin? - respondió Yoongi sin apartar la vista de la pantalla.
Jimin se reacomodó ligeramente en la incómoda silla de madera.
-No lo sé...quizás de que tu madre ahora os odia por mi culpa, si yo no...
-No hubiese ido de todas formas, Jimin. -contestó el menor - Llevo tiempo sabiendo que se me presentaría una oportunidad así, el mismo que llevo sabiendo que no quería tomarla. Taehyung iba a ser escogido y yo también, y no quiero irme a un país desconocido con alguien como él. -Jungkook bajó su cabeza.
Yoongi apagó su Ipad y lo dejó sobre la mesa antes de retomar su taza, ya templada.
-Mi madre no nos odia por tu culpa, Jimin, a quien más odia es a ella misma, no debes preocuparte por eso.
-Pero...
-Jimin, en serio, no hay nada de lo que hablar. Creo que ambos habéis tomado el camino que consideráis correcto, y nadie os puede decir lo contrario ni querer haceros cambiar de opinión, porque es vuestra decisión e influirá en vuestras vidas, no en las suyas, de modo que no tendrían ni que abrir la boca al respecto.
Jimin y Yoongi se miraron a los ojos, y esa fuerza invisible que los atraía como imanes regresó. Jimin podía ver a través de esa mirada, al igual que Yoongi hacía con la suya.
-Sin embargo...-continuó el rubio- Creo que tú y yo deberíamos hablar sobre otro tema, ¿hmm?
Jimin miró a Jungkook avergonzado y bajó la cabeza.
-Supongo...
***
La boca de Yoongi no se cerraba ni un instante, al contrario que sus ojos, que mantenía bien abiertos, observando los cerrados de Jimin, no podía permitirse perder ni un segundo de ver las expresiones que el menor ponía involuntariamente.
La piel de su torso era tan suave que parecía que era ella quien acariciaba la lengua de Yoongi. Era dulce, era pura, al mayor casi le daba vergüenza tocarla con su lengua, aquella con la que tantas palabras dolorosas le había dicho, aquella que besó tantas otras bocas y pieles antes de la suya.
Jimin se agarraba fuertemente a los brazos del mayor, cada vez que un escalofrío le recorría toda la columna, se revolvía sobre las sábanas de seda que la cama de Yoongi tenía.
El pianista no pudo evitar sonreír. Alejó su rostro de aquel torso divino y agarró una manta para arroparle.
Jimin abrió los ojos ante el cese de contacto y la nueva sensación de una tela nueva.
-No pares, estoy bien.-susurró tembloroso.
Yoongi se inclinó para besar su frente, y acto seguido bajó de su cadera para tumbarse a su lado.
-Eres un bebé con frío, no puedo seguir.
-¡No tengo frío! Sólo era...era...
-¿Placer? -dijo Yoongi con tono burlón.
Jimin se sonrojó.
-Sí...lo estaba disfrutando.
Yoongi volvió a besarle, esta vez un beso breve en su boca.
-Yo también, mucho, pero igualmente debía parar, no puedo seguir.
-¿Por qué no? -preguntó extrañado.
Esta vez fue Yoongi el que pareció avergonzado.
-Porque...dame tu mano.
Jimin tomó su mano y Yoongi la acercó a su miembro.
-¿Entiendes ahora? -dijo riendo y apartando su mano.
Jimin apartó su vista y se fijó en un punto de la pared.
-Quizás...podríamos volver a intentarlo.
-Jimin...
-No estoy nervioso esta vez. No...no tanto al menos. Creo que esta vez podría ir mejor.
Yoongi sonrió dulce y acarició su rostro.
-Creo que todo irá mejor ahora.-susurró.
Acto seguido, se besaron suavemente, y sin planearlo, se quedaron dormidos, cogidos de la mano.
●●●●●●●●
Ha pasado tanto tiempo desde que actualicé que no tiene ni sentido pedir perdón ya, sólo les daré las gracias si aún sigue leyéndome. Espero que les haya gustado el capítulo aunque no sea muy largo, intentaré subir más pronto ahora que parece que estoy inspirada.
Por cierto, ¿qué tal su verano/invierno? Tuvieron vacaciones, ¿cierto?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro