15
[...]
—Confía en mi.
Fue lo único que susurró antes de besar aquellos labios de nuevo, y de que éstos lo recibieran con una mezcla de sorpresa y alegría.
Tras unos dulces segundos, Yoongi cortó el beso separándose lentamente, y aún con los ojos cerrados susurró:
—No te entiendo, Jimin, de verdad que no, eres toda una caja de sorpresas.
Jimin imitó a Yoongi y se separó unos segundos de él.
—¿Por qué dices eso? Soy yo el que no entiende.
El rubio metió sus labios hacia dentro, apretándolos un instante.
—Acabo de decirte todas las cosas malas que he hecho, y al contrario de antes cuando no las sabías, pareces quererme más.
Jimin rió.
—Quizás sea eso, quizás me gustan los chicos malos...-dijo bromeando, haciendo que Yoongi enarcara una ceja - Ahora en serio, Yoongi...enamorarse de una persona y confiar en ella no es nada malo, tú no tuviste la culpa de lo que ocurrió.
—Era un menor de edad, y yo nueve años mayor. -respondió serio.
Jimin bajó su mirada.
—Eso es innegable, sí...¿pero no dicen que en el amor no importa la edad? Además fue Jungkook quien te incitó.
—Joder Jimin, ¡sí! ¡Jungkook me incitó pero yo debía comportarme como un adulto responsable y negarme a su petición! -dijo Yoongi más alto de lo que quiso.
Jimin apoyó su espalda en la pared como acto reflejo debido al miedo.
—¿Y te arrepientes de haberlo hecho? ¿De que pasase todo lo que pasó? Lo bueno y lo malo. -preguntó temeroso.
Yoongi pensó detenidamente su respuesta.
Aún tenía prendas que contenían levemente el aroma de Jungkook. Aún tenía todas esas fotos guardadas.
Era cierto que aunque engañado, había vivido su relación con el menor lo más feliz posible, le había amado como nunca había amado a nadie.
Pero el daño había sido tan catastrófico para su mente y alma...que los infinitos buenos recuerdos no compensaban a aquel tan malo como lo era la infidelidad, el engaño mayor. La balanza estaba descompensada.
Yoongi miró a Jimin a los ojos.
—Sí, me arrepiento.
Algo desconocido golpeó el pecho de Jimin, y le produjo una vergonzosa sensación de pequeña felicidad.
—¿De verdad?
Yoongi miraba el rostro de Jimin como si fuese lo más valioso del mundo en aquel momento.
—Me arrepiento, porque me causó tanto daño que ahora, aunque quiero, tengo miedo de amarte. Lo siento Jimin - Yoongi se levantó de la cama, evitando mirar al menor a los ojos- Creo que esto no es bueno para ninguno de los dos. Debería dejar de excusarte en las clases y tú deberías dejar de buscarme.
Jimin frunció el ceño.
—¿Ya está? ¿Eso es todo? ¿Huirás de mi como un cobarde? Pensaba que era yo el asustado Yoongi.
Yoongi, quien estaba a punto de salir del cuarto se giró para mirar a Jimin.
—Cuando te duela menos el tobillo regresa a tu habitación, por favor.
—¿¡Vas en serio!? -gritó enfadado Jimin.
Yoongi suspiró.
—Por si no lo recuerdas, mi madre quiere hablar conmigo por tu culpa, tengo que irme.
Jimin frunció el ceño.
—¿Por mi culpa?
Yoongi entreabrió la boca solo para cerrarla de inmediato.
—Debo irme.
Yoongi cerró la puerta tras él y abandonó a Jimin en la habitación.
Revivir todos esos recuerdos había sido doloroso, pero estaba seguro que lo que venía a continuación también lo sería.
Llamó con los nudillos a la puerta del despacho de su madre y enseguida oyó una confirmación de paso.
—¿Querías hablarme de algo? -preguntó a pesar de saber la respuesta.
Su madre lo miró seria antes de quitarse las gafas y depositarlas con cuidado sobre el escritorio.
—Creo que sabes de sobra de lo que quiero hablarte, lo sabes desde el primer día en el que llegó.
Yoongi suspiró cansado y se sentó en la silla acolchada que enfrentaba la de su madre.
—Él es bueno.
—¿Bueno para qué? ¿Para ser el hazmereir? ¿Para retrasar nuestro ritmo? No Yoongi - Soohye apoyó sus brazos sobre la mesa para levantarse y mirar desde arriba a su hijo- Sabes que tu padre y yo aceptamos tus gustos, lo que no aceptamos es que tus gustos se antepongan a la calidad de esta academia. No debiste traerlo aquí.
Yoongi cerró los ojos un momento y luego se masajeó las sienes.
—Lo sé. Sé que ahora mismo es un lastre, mamá, pero llevaba años bailando por su cuenta, sin entrenar en su antigua academia sabe dios de qué nivel. Todo lo que es ahora mismo es gracias a su esfuerzo, creo que no está tan desventajado como dices, si sigue aquí y con sus ganas de aprender, en unos meses habrá superado a muchos.
Soohye gruñó levemente.
—¿Me estás diciendo que este nuevo capricho tuyo superará a los alumnos que YO he entrenado?
Yoongi sonrió.
—Superará a Jungkook.
Soohye soltó una carcajada seca.
—Sí, ¿y que más? ¿Será el protagonista del ballet imperial ruso? ¿el nuevo cisne? Yoongi, tú entiendes de música y yo entiendo de cuerpos y baile.
Jimin jamás valdrá para esto.
Yoongi apretó sus puños hasta que sus nudillos estuvieron blancos.
—Te tragarás tus palabras, mamá, tú y papá os las tragaréis.
◇◇◇
Mañana intentaré subir otro!
Siento que este haya sido cortito, ¡pero espero que intenso!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro