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Yoongi abrió la puerta.

—Ojalá nunca te hubiese encontrado.

Dijo antes de cerrar la puerta tras él e irse, dejando a Jimin solo.

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Jimin se quedó inmóvil sentado en el borde de su cama.
Cientos de sensaciones le recorrían el cuerpo de arriba a abajo en aquel momento, y ni si quiera tenía claro porque se había dejado llevar tanto por Yoongi.

Quiso llamar a sus padres, llorar con ellos, pero entonces recordó que anteriormente Yoongi les había mentido, haciéndose pasar por su novio, y sus padres lo habían rechazado de la peor manera.
¿Por qué ni si quiera dijo la verdad? ¿Por qué no dijo que no eran novios ni él era...? Bueno, quizás, tras lo que acababa de pasar, Jimin se re-plantease su orientación sexual, por no decir que sí, puede que se sintiera algo atraído hacia Jungkook tambien, pero, ¿cómo no hacerlo? El chico era perfecto, Yoongi se lo había advertido nada más llegar.

Jimin se acostó en su cama despacio, con su mente muy lejos de aquel cuarto blanco.
Con sus manos se aferró fuertemente a las sábanas, como si tuviese miedo de que algún monstruo imaginario fuese a destaparle.

¿Había puesto la alarma para la mañana siguiente?
Con un ligero resoplar, soltó las sábanas y acercó una de sus manos al despertador. No había ninguna hora marcada en la alarma, y dio gracias a dios de haberse acordado, pues no quería volver a quedarse dormido y pasar por la vergüenza de hoy, y el enfado de Yoongi y sus padres.

Ahora sí, apagó la luz de la habitación y volvió a atrapar las sábanas entre sus dedos como si le fuera la vida en ello. Con la marea de pensamientos yendo y viniendo en su mente, no le fue fácil conciliar el sueño, y cuando al fin lo hizo, prefirió seguir despierto, pues una horrible pesadilla lo tenía ahora atrapado.

Estaba allí, en la academia, en la gran sala de ensayos. Yoongi y Jungkook se besaban y tocaban con necesidad, mientras tanto, todos los profesores que Jimin había tenido, lo miraban y lo acusaban con el dedo tras el cristal de la sala. Susurraban algo, y era extraño, porque a pesar de ello, Jimin oía sus murmullos como si de gritos se tratasen.

"Nada... Nada... Nada...No vales nada...No tienes talento...no servirás para nada...no eres nadie...no serás nadie..."

Jungkook y Yoongi comenzaban a desvestirse y Jimin no podía girar su cabeza o cerrar sus ojos a pesar de querer hacerlo.

"Ni si quiera eres nadie para ellos, Jimin. Tú no mereces nada"

Jimin trató de taparse los oídos, y en ese momento despertó de golpe, empapado en sudor y con la respiración agitada. Miró el reloj. Aún faltaba una hora y media para que dieran el desayuno.

Salió de la cama y cogió las prendas que debía ponerse luego, junto a una toalla y una bolsa de aseo. Una de las cosas que menos le gustaban de aquel lugar, era que los cuartos no contaban con baño completo, tan solo un retrete y un lavabo, de modo que si quería ducharse, debía ir a un enorme baño común, y lo cierto es que no se sentía nada cómodo, nunca lo había hecho. En su otra academia, cuando era más pequeño, todos debían ducharse tras el ensayo, y Jimin se sentía completamente intimidado por las miradas ajenas sobre su cuerpo. Sabía que no había nada de malo en su cuerpo, era consciente de que tenía una buena musculatura, pero aún así, se sentía incómodo desnudo frente a otra media docena de chicos, mirándole, hablando, riendo.

Pero con suerte, todos estarían durmiendo aún y tendría el baño para él sólo.
Asomó su cabeza tras entreabrir la puerta. El pasillo estaba oscuro. Salió del cuarto y pulsó uno de los interruptores de la luz para dirigirse al baño.

Cuando llegó, pudo soltar un enorme suspiro de alivio al comprobar que estaba vacío. Dejó su ropa en un banco de madera y comenzó a desnudarse con lentitud.
Una vez totalmente desnudo, volvió a comprobar que no hubiese nadie y cogió su toalla para dirigirse a una de las muchas duchas que había en fila. Al menos estas estaban separadas por una fina pared de metacrilato* translúcido*, las duchas de su antigua academia eran totalmente abiertas.

Colgó la toalla en aquella pared similar a una mampara, ya que no llegaba hasta el techo, tan sólo la altura suficiente de una persona, y pulsó el botón que accionaba el agua.

Un chorro de agua fría le golpeó de lleno en el rostro, haciéndole cerrar los ojos un instante y alejarse un poco. Pulsó un segundo botón metalizado con un pequeño lunar rojo en su centro, y la temperatura comenzó a elevarse gradualmente.

Cuando estuvo a su gusto, tomó el champú y jabón y comenzó a lavarse.
Masajeaba su cabello lleno de espuma cuando escuchó un ruido que lo sorprendió.
Enseguida cerró el grifo de agua y tomó su toalla para cubrirse.

—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

Pero si lo había, no obtuvo respuesta por su parte.

Esperó unos cuantos segundos más antes de volver a accionar la salida de agua y terminar de aclararse el jabón.

Cuando terminó, se colocó la toalla desde el cuello, agarrándola con las manos, quedando totalmente envuelto en ella, mientras caminaba al banco en el que había dejado su ropa. Pero cuando llegó, no sólo estaban su ropa y zapatillas, sino la de alguieb más.
Miró a su alrededor pero ni había nadie allí. ¿Sería esto alguna especie de broma? ¿Una novatada quizás?

—Dios santo que susto Jimin, con la toalla puesta así pareces un fantasma.

Aunque para susto fue el que se llevó Jimin al oir aquella voz. Se giró de golpe hacia la entrada del baño, donde Jungkook lo miraba con la mano en el pecho y una brillante sonrisa en la boca.

—Es la primera vez que veo a alguien ducharse antes que yo, ¿qué ocurre, te has equivocado al poner la alarma?

Jimin observaba al menor desvestirse frente a él sin pudor.

—Aah...yo en realidad...bueno, me he despertado antes de lo previsto y quería aprovechar para ensayar un poco con la sala libre para mi.

—Oh, ¿en serio? -Jungkook se bajó el bóxer y los lanzó al banco, sin inmutarse ni un poco por la presencia de Jimin, quien intentaba que su vista no bajase del rostro del otro- Vaya...esto es nuevo, pero lamento decirte que no tendrás la sala libre para ti - Jungkook se acercó a Jimin para tomar una toalla que había colgada en una de las muchas perchas- Yo también vengo a ensayar. Yo siempre soy el único que ensaya antes que nadie, por eso soy el mejor, entre otras cosas. -dijo con una falsa sonrisa. Jungkook volvió a acercarse a Jimin hasta quedar a pocos centímetros, mirándolo fijamente a los ojos. - Escúchame, Park. Acabas de llegar y estoy seguro de que estás ilusionado, pero aquí hay ciertas normas no escritas, cierta jerarquía que respetar, ¿lo entiendes? -Jimin tragó saliva antes de asentir con su cabeza- Bien, pues entonces te diré lo que va a ocurrir. Tú y yo vamos a ser los nuevos mejores amigos, sólo porque eso cabreará a Yoongi, y a esto de aquí -Jungkook se agarró el pene- le pone Yoongi cabreado, pero tú, tú no vas a andar tocándome los cojones poniéndote a ensayar antes que yo, ¿comprendes la situación?

Jimin hizo una mueca antes de soltar su toalla y que ésta cayera al suelo, dejando a ambos jóvenes desnudos frente a frente.

—Comprendo. Comprendo que un niño mimado como tú no va a darme órdenes por mucha jerarquía que exista, ¿lo entiendes tú? -dijo enarcando una ceja.
Jungkook mostró una sonrisa lentamente.

—Eres valiente, Park.

Jimin se sentó en el banco de madera y comenzó a vestirse.

—Soy trabajador, soy incansable, y nadie, me va a quitar eso jamás. Moriré sudando, y me da igual que tú seas mejor, así que a ti debería darte igual que yo sea peor y dejarme en paz. -se terminó de colocar la segunda zapatilla y se levantó. -Puedes venir a ensayar conmigo a la sala cuando acabes, si crees que tú, tu ego y yo cabremos juntos sin chocarnos.

Dicho esto, Jimin tomó su bolsa de aseo y su toalla y salió del baño.

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Hooola! Siento la espera por este capítulo, pero es que no estaba nada inspirada y no sabía como continuarlo ㅠㅠ

Espero poder actualizar más seguido de ahora en adelante.

*Metacrilato: Material plástico transparente, muy rígido y resistente, que se utiliza como sustituto del vidrio en diversas aplicaciones.

*Translúcido: (Una imagen vale más que mil palabras, así que...)