4: 𝔸𝕝𝕘𝕦𝕚𝕖𝕟 𝔼𝕤𝕡𝕖𝕔𝕚𝕒𝕝
Rebekah miraba fijamente su teléfono mientras se mensajeaba con Magnus, ya que Celi estaba haciendo una función con sus patines con su hermana presente.
Magnus estaba ahí notificando, de todo ya que era el más acostumbrado a observar a sus primas, uno porque Kol y Klaus lo acostumbraron, dos porque Rebekah siempre le pedía que le tomara fotos a Celi y tres su padre le había pedido que se cuidarán entre ellos.
Rebekah sonrió con ternura al ver la foto que le envío Magnus, Celi había terminado su función y estaba agradeciendo al público con una pequeña reverencia mientras el piso estaba lleno de rosas rojas y blancas lanzadas por los observadores.
—¿Cuál es la causa de tu ternura hermanita? — Klaus mira a su hermana cerrando su cuaderno de bocetos.
—No me digas que es por un chico —Kol se acomoda el traje qué sería usado está noche.
—Obvio no, además no es de tu incumbencia. —Rebekah guarda su teléfono luego de haber colocado la foto anterior vista como fondo de pantalla mientras despacha a la chica que arreglaba sus uñas de los pies.
Elijah aparece junto a Finn ambos con sus trajes para esta noche acercándose al modista que esperaba pacientemente a la crítica de Kol sobre el traje, Esther aparece —justo cuando Elijah empieza a decirle que quiere cambiar de su traje al modista— con Davina atrás suyo.
—Hola brujita, para que tenemos el placer de tu presencia aquí... —Klaus le sonríe a Davina con satisfacción, desde el momento en que le facilitaron las cosas con los híbridos y algunas premoniciones de Sabrina de más manadas Klaus llegó a llevarse bien con las chicas en principal con Hayley.
Esto último le daba bastante gracia a Rebekah, porque Klaus solo escuchaba las ideas de Hayley porque está le había dicho que era su mano derecha en el futuro —Que si es, aparte de que Hope le había dicho a Bex como Klaus llamaba reina o pequeño lobo a Hayley y a ella misma lobita — asique con más razón y al ver cómo está tenía memorizado y analizado cada movimiento que podría hacer él encontró fascinante que fuera su mano derecha.
—Hola Nik... Bex me dijo que viniera a ayudarla con su vestido... —Davina hizo una pequeña mueca, a veces encontraba incómodo llamarlos tan a secas, siempre se trataban con cariño aunque jamás lo decían.
—Avi ¿Cómo me veo?— Kol extiende sus brazos sonriéndole, Davina se estremece al oír como la llamo, Kol siempre había llamado "Abrí" a Sabrina y "Avi" a Davina, si el tomaba tres o cuatro letras de su nombre (en principal del centro del nombre) y creaba un apodo, aparte de que siempre las llamaba "mis chicas" o "mis brujitas caóticas".
Davina sonrió con el recuerdo de una de sus tantas tardes de "cine" en casa, como su esposo las abrazo desde el centro de ellas y como dijo un "nada mejor que mis chicas" asique con un suspiro le contestó a Kol como siempre lo hacía antes:
— Muy guapo... Ten cuidado con las mujeres... — Davina omitió el final que siempre decía "soy muy celosa".
—No Davina, mentir es malo— Rebekah niega con su cabeza con broma mostrando su buen humor.
—Dime lo guapo que estoy Bekah —Kol se dirige a su hermana, Rebekah se levanta de su lugar para luego acercarse a Davina y pasar su brazo por sus hombros.
—Kol no puedes hipnotizarme— Finn suelta una pequeña carcajada al ver la cara de ofendido en Kol y como su hermana salía abrazada de medio lado por Davina.
Davina se encontraba algo emocionada mientras salía con Rebekah de la mansión Mikaelson.
—¿A dónde vamos? — habló la rubia viendo que la castaña la estaba arrastrando hacia el carro de ella.
—Te tenemos una sorpresa — habló ella mientras metía a la rubia en el auto para después correr a su lado del carro. Emoción era una palabra muy corta con todo lo que ella sentía.
—¿Listas? — habló Hayley mientras que por la ventana veía como Klaus y Kol se acercaban a ver a la ventana de la casa.
—Estamos listos, mi capitán... —Davina se asoma desde la parte de atrás —Rebekah te encantaran los... Vestidos que tenemos guardados. —la bruja choca miradas con Kol desde el ventanal, ambos se terminan sonriendo un poco.
Hayley da la vuelta alejándose, Klaus y Kol no se apartaron de la ventanas hasta que el auto se alejó de su vista y Esther decidió hablar:
—No me agradan del todo esas chicas... — La bruja mira a sus dos hijos más rebeldes. — Tienen algo que no me permite confiar.
—Yo las encuentro poderosas... ¿No será eso lo que te incomoda Madre? —Kol se empieza a quitar la chaqueta y el moño para luego sentarse junto a Nik. —¿Tu como las vez Nik?.
—Fascinantes y si muy poderosas — habló el híbrido viendo a su madre la cual solo soltó un bufido para darse vuelta y salir de ahí.
—La verdad siento que ellas los amm... ¿calmado? —Finn se encontró raro diciendo sus propias palabras.
—Davina me explicó sobre las bolsas de sangre... Lo encuentro más ético que morder un cuello humano la verdad... —Kol se encoge de hombros y Finn lo ve con extrañeza como si fuera algún bicho raro —¿Que?
—¿Qué es eso?— Finn le pregunta a Elijah que era el que más cerca tenía.
—Son envases donde ponen cantidades de sangre humana. —Kol le explica sabiendo que Finn aun no se acostumbraba del todo a este año. —Con ellas puedes mantenerte fuerte sin necesidad de matar a alguien, Davina me dijo que la usaría más en el futuro.
—Se ve quien es el que manda ahí... — se rió Klaus de las palabras que había dicho su hermano.
—Así como sigues cada idea de Hayley al pie de la letra ¿no? —Kol se la devuelve y ambos se matan con la mirada, antes de ser interrumpidos por Elijah que se ríe de la situación al conjunto de Finn.
—De que te ríes hermano si lo mismo haces con Alex, la hermana de Davina. — habló Klaus viendo a Elijah.
—Si, siempre la sigues como perro con la cola entre las patas. —Kol apoya a Klaus y Elijah deja de reírse para hacer un pequeño gesto, como si no pudiera evitarlo.
—En lo poco que se... Les dire que están jodidos. — Habló Finn viendo a sus hermanos mientras se seguía riendo.
—¿No se ni a qué te refieres hermano?. — Elijah le dice antes de casi salir corriendo de la sala, con sus otros hermanos casi trotando tras él. Finn soltó otra carcajada más fuerte.
Las chicas habían llegado a su nueva casa cosa que le había sorprendido a Rebekah aunque al principio ellas le explicaron que había alguien que los quería mucho que la había comprado.
Pero ellas también le habían dicho que iban a llevarla a la casa porque ellas tenían ciertos vestidos que habían sido comprados por una persona que ellos conocían.
Y que esa persona los había mandado y estaban muy hermosos y que tenía que probarse el suyo o bueno escoger entre ellos.
—Sabes que los chicos se fueron... y bueno al parecer nos mandaron un, diría guardaespaldas. — habló Hayley mientras que miraba como esa persona doblaba la esquina de la sala y se dejaba ver.
— Hola hermana... — Henrik mientras miraba a la rubia la cual se quedó en shock al ver a la persona que estaba enfrente de ella.
—Henrik... — habló ella mientras seguía en estado de shock. Sus piernas actuaron solas y cuando reaccionó estaba abrazando a su hermano menor. Mientras sentía las lágrimas caer por sus mejillas. — estás más grande que yo...
Habló la rubia mientras se aferraba a su hermano. Y trataba de evitar pensar que esto era no era real.
—Los dejamos solos... — habló Davina viendo a los dos hermanos sabiendo que se querían poner al día. — Henrik estas en tu casa...
Hablo con burla esas últimas palabras pues literalmente está era su casa ya que él la había comprado.
—¿De verdad estás aquí? —Rebekah se aprieta más a él, Henrik se ríe abrazando más a Rebekah poniendo su barbilla sobre su cabeza.
—Si soy yo... Solo que más alto y... Guapo que tu Bex— Henrik le acaricia parte de su melena rubia.
—¿Por qué no nos buscaste?. —Rebekah salió de su sorpresa y lo aparta de ella, golpeando su pecho varias veces. —Te creímos muerto, Nik se culpó años por tu muerte.
Henrik toma sus brazos y vuelve a abrazarla evitando que ella lo golpee más, Rebekah empezó a llorar más en su pecho. —No podía... Cuando regrese ustedes ya habían sido convertidos y acabado con casi todo el pueblo... Mamá tenía miedo por mí.
—Pero tú también lo eres... Eres como nosotros. —Rebekah se encontraba sorprendida y confundida.
—Bex, Esther los convirtió en enemigos de la naturaleza, de las Brujas... De todos... Mamá me convirtió en un vampiro que no daña la naturaleza, en uno que no hace daño a nadie, uno que definitivamente no solo vive de sangre hasta saciarse, sino de uno que con unas pequeñas gotas basta, uno que... No muere por estacas de ningún tipo, una planta no puede quemarme, tampoco el sol, Bex yo... Creí que ustedes no querían saber nada de mí.
—Y yo le sigo diciendo que es algo patético... Pero es igual de necio que tu hermano —Sage baja las escaleras sonriendo a Bex recordando su antigua relación porque si, está era la Sage del futuro. —Perdona pero necesito hacerlo...
Sage se dirige hacia Rebekah para abrazarla con fuerza mostrando lo tanto que la extraño. —No eres la... —Rex no completó la frase.
—No, soy ambas, nuestros hijos son demasiado para este mundo... —Con esas palabras al compás de la gran sonrisa Sage y Rebekah iniciaron una gran amistad.
—Es momento de los vestidos... —Hayley se asoma por una de los lados de la escalera principal.
—Tengo que decirlo cuñadito... Tienes un gusto magnífico —Davina sale al pasillo que da a las escaleras con un vestido violeta y unos largos guantes de seda blancos y un par de pedrería por todo el cuerpo. —¿Me veo fabulosa verdad?.
Todos empezaron a reír cuando Davina se colocó un gran sombrero negro y daba algunas poses estrañas con el vestido hasta que dijo —Ya me aburrió — para volver a la habitación donde estaba.
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