¿Por qué no abres la boca Zayn? Eres bastante estúpido. ¿Por qué no le has dicho nada a la familia de la persona que casi se acuesta contigo sin ningún consentimiento?

Le doy una patada a una piedra que tengo delante de mí e intento controlar mi respiración. Sé que estoy a punto de llorar. Lo sé.

Cojo mi móvil y lo desbloqueo. Al desbloquearlo, comienzo a llorar. Allí está Giselle en mi fondo de pantalla.

La echo tanto de menos...

Me siento cerca del mar y, del interior de mi chaqueta, cojo mi pequeña libreta. La abro y recuerdo cuando hice cada dibujo.

Todos los dibujos me llevan a mi hogar. Como se dice, hogar dulce hogar y, maldita sea, sí que era dulce y muy agradable.

Recuerdo las sábanas encima de mi cuerpo desnudo aquella mañana. Mi estómago pedía a gritos comida, pero ni caso le hice. Sólo tenía cabeza para dibujar lo primero que se me pasó por la cabeza: un pájaro volando y, debajo de este, un pájaro lo miraba desde el suelo. Entre las pequeñas garras del animal, había un anillo.

Escuché unos pasos acercarse a mí, pero no elevé mi vista. Me concentré mucho en lo que estaba creando, pero no me fijé en la obra de arte que estaba delante de mí.

Ropa interior negra, apoyada en el marco de la puerta mirándome y sosteniendo una bandeja blanca llena de varios alimentos.

Se acercó a mí y, como numerosas veces, me arrancó la pequeña libreta de mis manos. Esto me molesta mucho y ella lo sabe, pero no le da importancia.

Lanzó la libreta en algún lugar de la habitación y comenzó a besarme. Mis manos agarraron sus caderas y mordí su labio inferior con una pequeña furia. Obviamente estaba bromeando y no le hice daño ninguno.

Escuché su risa y se alejó de mí por unos segundos.

—¿Mi novio está enfadado? —preguntó y dejé mi mano libre sobre su cadera. Acaricié su piel sin apartar mis ojos de su hermoso rostro.

—¿Cuántas veces te he dicho que no me quites la libreta de las manos cuando estoy dibujando? —atrapé su labio inferior entre mis dientes y tiré de este.

Su única respuesta fue una risita. Me lancé encima de ella besándola y, antes de devorar sus labios, gritó riendo.

Joder. Adoro tanto su risa.

Seco mis lágrimas recordando este momento y oigo unos pasos cerca de mí.

¿No puedo estar solo o qué?

—¿Zayn? ¿Eres tú?

Siento cómo mi corazón da un salto y solo quiero llorar más y más.

****

¿Quién será? ¿Quién será?

¡Hola, mis personitas lindas!

Por aquí estoy súper feliz después de ver los vídeos y las fotos del directo de Zayn. Me lo perdí porque estaba durmiendo más de lo necesario JAJAJAJA. Ayyyyy.

Espero que estéis bien y gracias por seguir leyendo mi fanfic.

Se os quiereeee.