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ORIGEN DE WONDERLAND.

En el siglo XIV cuando la brujería era el pan de cada día en ese pequeño pueblo perdido en las manos de Dios, hablar de estos temas era lo único que los mantenía "distraídos".

A las afueras de ese lugar perdido en medio del bosque se podía observar una casa familiar, en la cual residía una pequeña familia de campesinos, llevaban gran parte de su vida viviendo en esos lares, completamente ajenos a todo lo que estaba por ocurrir en Silent.

— ¡Taehyung! Es hora de comer, mamá está buscándote como loca, sabes que no le gusta que te alejes tanto de la casa. — la voz de una muchacha retumbó en el silencio del bosque.

El mencionado se encontraba tumbado en una de las rocas al lado del rio, completamente relajado, hasta que su hermana llegó a romper la calma que le había costado conseguir.

— ¡Maldición Ji-a! ¿Tienes idea de cuánto me ha costado relajarme? — exclamé frustrado, me levanto de mi lugar y camino hacia mi hermana a paso firme.

— ¡Mamá y papá te van a regañar por alejarte tanto! — grita nuevamente, haciéndome enfadar más.

— ¡Ya voy, ya voy! Maldición... — grite.

¿Qué había de malo en alejarse un poco de su hogar?

Jamás había pasado el río, tenían estrictamente prohibido hacerlo desde que tenía uso de razón, nunca entendió el motivo, pero tampoco pregunto jamás el motivo de esa decisión.

Camino al lado de su hermana pequeña, ella iba hablando de sus cosas, pero no podía prestarle atención, mis pensamientos estaban en que por fin hoy se atrevería a cruzar el río e ir al pueblo por primera vez a sus veintitrés años de edad.

Llegamos al portal y apenas logro dar unos pasos, cuando la puerta de casa es abierta de par en par, los ojos de mi madre trasmiten furia, trago duro.

— ¡Kim Taehyung! ¿Cuántas veces te he dicho que no puedes alejarte de casa? Si tu padre se entera, se enfadará muchísimo. — comienza a hablar mi madre con total seriedad.

— Ya soy mayor mamá, no entiendo porque no podemos ir más allá del rio...— comienzo a decir.

— ¡Basta! No quiero oír ni una palabra más. Esto lo hemos hecho por vuestro bien, no te atrevas a desobedecerme. — grita molesta.

La miro con enojo, pero no digo nada más, sé que no conseguiré nada, como en las otras ocasiones, así que decido caminar hacia mi habitación.

Oigo los pasos de mi madre detrás de mi, pero decido ignorarlos, no quiero seguir discutiendo con ella, por lo mismo de siempre, jamás llegaremos a un punto intermedio.

— Señorito, no dejes a tú madre hablando sola...— continúa, pero nuevamente la ignoró.

Cierro de un portazo y camino hasta mi cama, estaba más que decidido, hoy era la noche, hoy atravesaría el río e iría a conocer el pueblo Silent, después de tantos años, por fin me había decidido.

Saco de debajo de mi almohada el cuaderno de datos que había recopilado del pueblo, las rutas por las que llegar sin perderme, estaba bastante ansioso, pero nada me iba a hacer dar marcha atrás.

— Hoy es el día.

(...)

Cuando escucho que todos van a sus habitaciones sé que ha llegado la hora de salir de aquí, me levanto de mi cama sin hacer ruido, camino hasta la puerta de mi habitación y la abro sin hacer demasiado ruido.

La madera bajo mis pies cruje y suelto una maldición, ¡maldita casa vieja! Veo por el rabillo del ojo la tenue luz de la vela de la habitación de mis padres se enciende, ¿Me habrán oído? Camino lo más rápido que puedo hasta las escaleras y me escondo en una esquina.

La puerta de mis padres se abre, el corazón comienza a latirme de forma desenfrenada, estaba acabado si me descubrían aquí a estas horas. Me quedo paralizado en mi lugar esperando a que ellos no se les ocurra irnos a ver a las habitaciones, rezaba porque se fueran a la cama nuevamente. Como si mis súplicas fuesen oídas, escucho como cierran la puerta y me relajo completamente.

— Gracias...gracias a Dios... — susurró por lo bajo.

Aún con los nervios a flor de piel me dirijo escaleras abajo lo más silencioso que puedo.

Llego a la puerta de salida y la abro lo más lento que puedo, de pronto escucho una suave voz que me llama desde atrás.

— Taehyung, mamá y papá se van a enfadar si te descubren...— susurra mi hermana.

— Ji-a, no me des estos sustos... además ellos no lo sabrán, porque tengo a la mejor hermana del mundo ¿verdad? — digo con una sonrisa, me acerco a ella y la abrazo con delicadeza. — No me pasara nada, regresaré antes de que nuestros padres se despierten, te lo juro. — finalizó.

Ji-a me mira dudosa por varios segundos, pero no dice nada al final, sabe que no habrá manera de hacerme cambiar de idea.

— Ten cuidado hermano, vuelve antes de que salga el sol, por favor... — susurra con voz entrecortada.

— Lo tendré, no te preocupes. — le respondo.

Le doy un suave beso en su mejilla y le dedico una última mirada.

Salgo de casa y la oscuridad de la noche es lo único que me da la bienvenida, tiemblo en mi lugar, jamás había visto el bosque tan oscuro, aterraba.

Enciendo el candelabro con manos temblorosas, una pequeña parte de mí estaba arrepintiéndose de salir de aquí, suspiró repetidas veces intentado tranquilizarme, no conseguiré nada si sigo con estos pensamientos.

— Vamos Taehyung, tu puedes, es lo que siempre has querido. — me digo para armarme de valor.

Poco a poco el miedo se va disipando, agarro con más fuerza el único objeto que me permite alumbrar en la oscuridad y emprendo mi caminata hacia el bosque.

Mis pasos son lentos y cuidadosos, la luz de la luna apenas alumbra el bosque, los árboles son más frondosos de lo que imaginé, hago una pequeña pausa en un árbol para sacar mi pequeño cuaderno, lo ojeo solo para ver las indicaciones.

Alzo la vista del papel para observar a mi alrededor, el gran árbol que según mi cuaderno indica, debería estar justo enfrente mío, cosa que no es así, muerdo mi labio con nerviosismo, me es difícil mantener la calma.

Comienzo a caminar un poco más y a unos cinco pasos más de mi puedo visualizarlo al fin, me acerco con rapidez al árbol, al fin había llegado a mi primera indicación, lo que me indicaba que el río no debía estar demasiado lejos ya.

Sigo caminando en dirección recta guiándome por los pequeños cortes que les había hecho a los troncos de los árboles, había sido una muy buena idea hacer esto. Después de unos pasos más aun con la oscuridad de la noche y la tenue luz que llevo encima, puedo ver el comienzo del rio, lo había logrado.

— Solo queda medio tramo más Taehyung, cada vez estás más cerca. — me animo.

De pronto en el silencio de la noche puedo oír un pequeño murmullo, me paralizo por completo, ¿Acaso había oído bien? Alumbró hacia la dirección del sonido y no logro ver nada, tal vez ese sonido lo había ocasionado el viento, en este bosque no había nadie más que yo.

Comienzo a cruzar el río poco a poco, la corriente a estas horas era más fuerte de lo que debería así que si cometía algún error y caía al agua, estaría acabado.

Pongo el pie encima de una roca y me impulso hacia la siguiente, hago esto unas cincos veces más, hasta que logro llegar al otro lado del rio.

— ¡Si! ¡Lo hice, al fin! — exclamó con alegría, lo había hecho, por primera vez en mi vida había podido llegar al otro lado del rio.

Puedo oír a lo lejos los gritos de varias personas, eso me indica que estoy cada vez más cerca del pueblo, la emoción comienza a correr por mis venas de forma vertiginosa, aún no puedo creerme que me encuentre en esta situación.

Había estado toda mi vida encerrado en esa casa, jamás había podía conocer el pueblo, solos nuestros padres eran los únicos que iban de vez en cuando al pueblo a por alimentos.

Me muevo con sigilo en medio de la maleza para no ser visto, no tenía idea de lo que podría encontrarme, así que debía ser precavido y no ir a lo loco.

Un gran cartel en estado deteriorado daba la bienvenida al pueblo, letras bastante mal escritas mostraban un pequeño mensaje:  Bienvenidos a Silent, el pueblo perdido a las manos de Dios o del diablo.

Trago duro ante ese mensaje, ¿Qué clase de bienvenida era esta? Estaba más que seguro que cualquier persona daría marcha atrás con eso, daba escalofríos solo leerlo.

Me armo de todo el valor que puedo aún tener y camino hasta una de las pequeñas casas que se pueden ver nada más entrar a este lugar, me siento bastante decepcionado había idealizado de más este lugar y al final no era para nada como me lo había imaginado.

Las pequeñas casas que habían se encontraban bastante destrozadas, casi destruidas en su totalidad ¿Tan siquiera aún quedaba gente viviendo en ellas?

Mi respuesta fue respondida cuando a lo lejos se
escucharon leves risas, una tenue luz se podía ver al fondo de la calle, miré con más atención y esa luz provenía del interior de una antigua iglesia. Me fui acercando poco a poco y las voces fueron haciéndose cada vez más y más fuertes, ¿Tal vez estaban en una especie de misa nocturna?

Me acerco con cautela a una de las ventanas de la iglesia y observo con atención, la luz es tan escasa que no me permite ver con total claridad. Varias personas se encuentran reunidas en un círculo, alrededor varias velas los alumbran, todos ellos van vestidos con una especie de túnicas, que jamás había visto ¿Qué estaban haciendo? Intento prestarle atención a lo que están diciendo, pero están susurrando, que me es casi imposible oírlos, agudizó más mi oído y logro escuchar algo, que me deja helado en mi sitio.

"Oh gran señor de la noche que con tu poder has ayudado a estas tierras en sus peores momentos, tu que nos has ayudado en nuestras peores batallas. Oh, gran señor que con tu misericordia y bondad nos has salvado. El día de hoy te ofrecemos en sacrificio a este virgen doncel, para que una vez más nos ayudes a combatir la plaga que se ha llevado varias vidas en estos días. "

Sigo congelado en mi lugar, incapaz de mover un solo músculo de mi cuerpo ¿Qué era lo que estaba escuchando? De pronto en la sala todos se quedan en silencio y miran hacia donde estoy yo, mi corazón se paraliza por completo, mi respiración se atasca en mi garganta y soy incapaz de reaccionar.

Sus inexpresivos ojos me miran con atención, analizándome, como si pudiesen leer lo que está pasando por mi mente en estos momentos, de pronto todos, absolutamente todos me sonríen a la par, haciéndome entrar más en pánico.

"Oh gran señor otra vez has cumplido con tus palabras, podemos ver al joven doncel."

Soy incapaz de reaccionar aún después de escuchar sus palabras, ¿Estaban hablando de mí? Dios mío.

Me obligó a reaccionar, no puedo seguir aquí y cuando veo como ellos comienzan a caminar hasta donde me encuentro, comienzo a corre, no pienso quedarme más tiempo ahí.

— Estúpido Taehyung, por no hacer caso a tus padres te pasan estas cosas. — me regaño.

Los pasos tras de mí no se detienen ni un segundo obligándome a ir mucho más rápido en mi huida, no sabía en qué momento había llegado al bosque, no era capaz de ver con claridad con tantos árboles, la luz que llevaba no era suficiente ahora mismo.

¡Kim Taehyung eres el elegido para este ritual, el señor nos lo ha dicho! — gritaron detrás de mí.

De pronto siento que algo choca a centímetros de mí haciéndome caer de bruces contra el duro suelo, ahogo un grito de dolor. Los pasos los escucho cada vez más cerca así que me obligo a arrastrarme por el suelo en un intento de esconderme, sino me iban a atrapar. Me arrastro hacia un gran árbol que logró visualizar, cuando llego me apoyó en este, tratando de regular mi respiración, estoy sumamente asustado.

¿Qué es lo que querían de mí? No los había visto nunca en mi vida, pero ellos sabían mi nombre completo y sabían dónde me encontraba.

Soy consciente del momento que los pasos de esas personas pasan a un lado de mí, pero no se detienen, un alivio me atraviesa, se habían ido. Espero un tiempo para asegurarme de que en verdad se habían ido definitivamente, una vez compruebo que es así, me levanto de mi sitio, tenía que regresar a casa, ahí estaría seguro.

Intento orientarme ahora mismo no sabía con exactitud donde me encontraba, había perdido por completo el rumbo, ¿Me habría alejado mucho? Rezaba con que no fuese así, porque sino, no sabría cómo llegar.

Busco con desesperación el cuaderno que me había guardado, pero no lo encuentro, cierro los ojos en desesperación, lo había tirado en mi huida, esto no podía estarme pasando, ¿Cómo se supone que iba a llegar a mi hogar? La desesperación, el miedo, frustración me atraviesan por completo, como iba a salir de este bosque ahora.

Alzo la vista al cielo y puedo observar la luna, lo que me sorprende, antes no la podía ver por la grandeza de los árboles, pero ahora sí, entonces tal vez si seguía su luz, llegaría al río y a mi hogar, no podía perder las esperanzas ahora.

El candelabro que había traído ya no está encendido, lo que me dificulta andar por ese tenebroso bosque, cada pequeño sonido me pone en alerta, cada rama rompiéndose bajo mis pies, el sonido del viento, todo me hace sentir más asustado.

Jamás tuve que haber salido de casa, tenía que haberme quedado en mi habitación como me había dicho mi hermana, mi terquedad me había llevado a esta situación tan espantosa.

Corro lo más rápido que me permiten mis ya cansadas piernas, el oxígeno me comienza a hacer falta, pero no puedo detenerme cuando a lo lejos escucho el caudal del rio, estaba más cerca de lo que imaginé.

Me detengo en seco cuando veo el rio frente a mi.

— Si, al fin...— susurre con voz entrecortada.

Comienzo a saltar las mismas rocas hasta que llego a cruzar al otro lado nuevamente. Me tomo unos segundos para tratar de recuperar el aliento, me siento agotado, pero sé que al haber cruzado ya, estoy cada vez más cerca de casa.

Cuando estoy a punto de comenzar a correr, al final de los árboles una luz comienza a hacerse presente, hasta que esas luces se convierten en llamas, el pánico me asalta en segundos, en esa dirección estaba mi casa.

— No, no, no, no por favor, ¡Papa, mamá, Ji-a! — grito con horror.

No soy consciente del momento en que mis lágrimas comienzan a bajar por mis mejillas sin control, mis manos tiemblan sin parar, el corazón me late sin control alguno, mi hogar se estaba incendiando en estos momentos.

Me muevo con rapidez hacia mi casa, las llamas se propagan por todos los lugares sin control alguno, corro lo más rápido que puedo. Me acerco a la puerta, intento girar el pomo, pero está ardiendo.

— ¡Mamá, papá, Ji-a! ¡Por favor, despertar, por favor! — gritó golpeando con fuerza la puerta, no soy capaz de oír nada del otro lado. —¡Despertar! — grito una vez más con todas mis fuerzas.

De pronto un dolor punzante atraviesa la parte posterior de mi nuca, poco a poco mis ojos se van cerrando sin que pueda controlarlo, hasta que llega un punto que veo solo oscuridad.

(...)

Comienzo a abrir poco a poco los ojos, la cabeza me duele demasiado, intento moverme, pero algo me mantiene quieto, parpadeo repetidas veces solo para darme cuenta de que estoy atado de pies y manos.

Un calor abrazador se hace presente y miro hacia abajo, solo para darme cuenta de que estoy atado al gran árbol que había visto antes y este estaba en llamas ahora mismo.

— ¡Señoras y señores! Nuestra salvación por fin ha despertado, es el momento de ofrecerlo en sacrificó, señor ha esperado ya suficiente. — una voz habla.

Parpadeo repetidas veces solo para darme cuenta de que me encuentro rodeado por varias personas a las cuales no soy capaz de verles el rostro, todos llevan una espeluznante máscara, van vestidos con grandes túnicas negras.

Están en una especie de círculo el cual está iluminado con muchas velas, todos ellos me miran con atención, aún con la máscara puedo sentir sus miradas sobre mi.

¡Ha llegado el momento! — gritan nuevamente, el pánico me inunda.

— ¡¿Pero que es todo esto?! ¡Bájenme! Me estoy quemando. — gritó con horror, el fuego comienza a subir por mis zapatos, mis pantalones a una velocidad alarmante.

Las carcajadas inundan el lugar y sé que ellos no van a parar, no tengo idea de lo que quieren, pero sé que si sigo así, acabaré quemado vivo.

No responden en su lugar comienzan a gritar al unísono.

"Satanás creó en ti en tu misericordia, en tu fuerza, en tu palabra.

Padre de la oscuridad deseo tu protección que me dote de riqueza de bienes.

Pues todo lo material te pertenece tu SATANÁS dame la riqueza para disfrutar.

Oh, Satanás, dame tu poder para humillar.

Oh, padre de todo el oro dámelo dámelo para manipular a todos los hombres para que se siguen y se arrodillen ante mí

Tal como yo lo hago ante ti mí señor.

Pues soy tu imagen y semejanza.

Deseó vengarme deseó ver los sin nada.

Oh, padre, ten mí piedad de mí para disfrutar de todo lo que me des.

Satanás padre de LUCIFER BAPHOMET MAMON de ZEUS y de todos aquellos que disfrutan, gozan y manejan los tesoros de esta tierra.

Oh, gran Satanás, soy tu siervo en ti pongo mí destino ¡AVE SATANÁS, AVE SATANÁS, AVE SATANÁS SHEMHAFORASH SALVÉ SATANÁS! "



De pronto las llamas que tenía bajo mis pies se intensifican, haciéndome gritar de dolor, ellos siguen gritando lo mismo una y otra vez sin cesar.

— ¡Ha llegado el momento, está listo! — gritan.

A lo lejos en medio del bosque entre la maleza una gran sombra comienza a acercarse a mí con lentitud, sus grandes cuernos son lo que más resaltan, mi corazón se paraliza del terror, no podía estarme pasando esto.

Las personas están de rodillas mientras esa cosa va acercándose cada vez más a mí.

Oh, gran señor, le ofrecemos a Kim Taehyung en sacrificio, para que tenga su cuerpo y alma a su beneficio, podrá ser su recipiente por el resto de los siglos. — murmuran.

Esa cosa suelta un grito ensordecedor y a pasos súper rápidos lo tengo delante a centímetros de mi rostro. Ojos vacíos me miran y de pronto siento como el oxígeno comienza a faltarme, quiero gritar, quiero pedir ayuda, pero no soy capaz de hacer ningún movimiento.

El dolor de mi pecho comienza a desaparecer poco a poco, el fuego ya no hace daño, dejo de sentir cualquier tipo de dolor, siento mis ojos arden en llamas.

El frío que comienza a recorrerme el cuerpo me inunda por completo, hasta que todo se vuelve en absoluta oscuridad.

(...)

Esa noche en la oscuridad abrumadora unos pueblerinos prendieron en llamas a Kim Taehyung, ofreciéndolo en sacrificio a Satanás. Veían como su señor se introducía en su cuerpo, el cual utilizaría como recipiente durante muchos siglos.

Varias horas después los gritos cesaron y las llamas se apagaron definitivamente, ellos se mantenían en silencio, podían ver como el cuerpo se sacudía con violencia y aún calcinado, caía al suelo.

Se quedaron en silencio, ajenos a lo que estaba por ocurrir.

El cuerpo calcinado comenzó a ponerse de pie entre los escombros, ellos estaban tan absortos que no se dieron cuenta de lo que sucedía, justo a unos metros de ellos.

Ellos no se dieron cuenta del momento de que Taehyung se acercaba a ellos a una velocidad inhumana, para segundos después sin esfuerzo elevarlos a todos por los aires.

— Me habéis despertado y ahora tengo mucha hambre. — hablo.

Acto seguido con un movimiento de mano, logro romper los cuellos de todos los presentes, un aura comenzó a salir de ellos y él por fin pudo alimentarse de todas sus almas, hacía siglos que no tenía un festín así.

Camina en medio de todos los cuerpos y sonríe, llevaba siglos encerrado y al fin podía ser libre y hacer todo lo que se había propuesto.

Ve el cartel con el nombre del pueblo y ríe.

— Es hora de unos cambios... — susurra viéndolo fijamente. — Wonderland, así se llamará de ahora en adelante, por los siglos de los siglos. — dice riendo con malacia.

Tal vez fuese una estupidez de nombre, pero sería una burla para todas las personas que comenzaría a traer aquí. Creerían que todo sería maravilloso, pero no sabían que sus pesadillas comenzarían una vez estuvieran en su mundo.

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!BUENAS! DESPUÉS DE VARIOS DÍAS ESCRIBIENDO ESTE CAPÍTULO AL FIN ME SIENTO CONTENTA CON EL.

AQUÍ SE EXPLICA EL ORIGEN DE TAEHYUNG Y DE WONDERLAND EN SI, ESPERO QUE LES GUSTE. SI ES ASÍ ESPERO SUS VOTOS Y COMENTARIOS.

QUE SEPAN, QUE AGRADEZCO SU APOYO A ESTA OBRA, MIL GRACIAS.
NOS VEMOS PRONTO.

— SCARLETT.

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