Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4

ÚLTIMA PESADILLA DE JEON JUNGKOOK.

17 DE ENERO DE 2017.



Hábito en tinieblas y en mi nombre hacen conjuros, en el génesis fui serpientes que ha evadió molestias y en el apocalipsis me describe como la maldita bestia, soy tu pesadilla tus temores, sean cuales sean...- Confesión Demoníaca.


Las sombras de mis ojos eran claramente visibles en donde sea que me mirase, por más que había intentado taparlas con maquillaje no lograba absolutamente nada. Suspiré rendido dándome una última mirada en el espejo del baño.

Aún recuerdo con exactitud la primera semana que vine a trabajar sin haber casi dormido nada en días. Hoseok me esperaba como siempre para abrir el local y al verme tan demacrado casi le da algo, recuerdo con claridad sus palabras de reproche.

— Jungkook, hermano, te has visto la cara, pareces muerto en vida, sabes que los clientes no pueden verte así.

Su voz esa vez había intentado sonar de buena manera, pero aún así se le podía notar la molestia y lo entendía perfectamente, pero ya no estaba en mis manos, me costaba horrores dormir algo. Sabía que, si mi jefe me veía así, podía despedirme, pero tenía la suerte que desde que había empezado a trabajar aquí ni una vez lo había visto en persona.

Todos siempre hablaban del miedo que él imponía y de lo aterrador que era. Las malas lenguas decían que él guardaba un secreto aterrador, pero como era de esperarse todo eso no eran más que rumores sin fundamente alguno. Gente sin oficio que le gustaba hablar mal de la gente sin tan siquiera conocerlo.

Suspiré nuevamente viéndome con tristeza en el espejo, lavé mi cara por quinta vez en el día, estar trabajando sin dormir nada en días estaba acabando conmigo a una velocidad impresionante, estaba llegando aún punto donde no podía ya diferenciar la realidad de las alucinaciones, ambas se sentían a su manera; reales.

Mis ojos ardían demasiado y mantenerlos abiertos me estaba costando la vida misma, me di una última mirada en el espejo y salí del baño, mi turno de noche estaba por comenzar y tenía que poner todo de mi parte. Caminé por el largo pasillo que me llevaría al gran salón, la suave música podía comenzar a oírse por el pasillo y eso me devolvió un poco la paz y tranquilidad, las suaves notas de la chica que estaba cantando, era pura droga para mí, me relajaba tanto que sentía que en cualquier momento podía sucumbir al sueño que estaba manifestándose en mí.

Me apoyé en la pared más cercana y cerré momentáneamente los ojos, creó que era la primera vez que escuchaba una voz tan armoniosa, tan dulce y delicada, tan exquisitamente perfecta. Mis piernas fueron debilitándose con cada segundo que seguía escuchándola cantar, iba sintiéndome más cansado, mi cuerpo se sentía raro, pero la verdad en esos momentos no me importaba, con tal de poder seguir escuchándola.

Apenas habían pasado unos minutos en los cuales yo me sentía en las nubes de la tranquilidad, cuando de repente algo dentro de mi grito peligro. Abrí mis ojos inmediatamente y sentí mi pulso acelerarse de forma incontrolada, ¿Qué había sido todo eso? De verdad que nunca en todos estos días me había sentido tan en paz conmigo mismo, tan calmado. Tanto que me asusto la manera en la que casi caí.

Recuperé mi postura y mi me abofeteé con ganas, ¿Jeon Jungkook que te pasaba? No podía dormir, si lo hacía, esa cosa volvería a aparecer y eso era lo que menos quería en estos momentos.

— Céntrate Jungkook, no caigas ante nada. — Me dije a mí mismo.

De pronto de una de las habitaciones salía Hoseok, se le notaba asustado como la mierda así que me acerque a él con pasos rápidos. Mala idea.

Hoseok nada más verme lanzo un grito que me espantó, parecía que acabase de ver a un muerto o algo por el estilo, sus ojos me miraban con sumo terror y de verdad no entendía que estaba pasando.

— ¿Te encuentras bien? — pregunte mirándolo dudoso. Él ignoro mi pregunta y sin previo aviso me jalo de la mano, arrastrándome por todo el pasillo. Nos metió en una de las habitaciones en construcción que había y una vez allí se giro hacía mi, mirándome directamente a los ojos, ¿Qué demonios le ocurría?

— J-jungkook tienes que escucharme con atención por favor...— habló después de un largo y tortuoso silencio. — Estaba limpiando el despacho del señor Kim y encontré unos papeles, al principio pensé que serían solo cuentas bancarias y papeleo, pero de la nada vi uno donde ponía tu nombre, al principio no entendía bien lo que decía, estaba tan mal escrito, tan arrugado, tan sucio, que me fue imposible leer con claridad. — habló, soltando la información toda de golpe y dejándome intrigado. — Jungkook el problema no es ese, el señor Kim tenía una foto tuya con marcas muy raras...— de repente se detuvo. Hoseok agarró su pecho y lo vi poner los ojos en blanco, la mueca de dolor en su cara me horrorizo por completo.

Cayó de rodillas al suelo mientras tosía con violencia, yo en esos momentos me encontraba petrificado en mi lugar, aún sin poder asimilar lo que le estaba pasando a mi amigo. Se estaba ahogando delante de mis narices.

¡Haz algo! Muévete por un demonio, no dejes que siga lastimándolo.

Una voz resonó en mi cabeza y me sacó de mi ensoñación, me puse de rodillas y agarre el rostro de Hoseok, el cual estaba cogiendo un tono raro, debido a la falta de aire. Mis ojos se encontraban nublados ya por las lágrimas que estaba soltando, me sentía tan confundido, no sabía qué hacer en esta situación. El único amigo que tenía se estaba ahogando en mis brazos y yo no podía hacer nada más que llorar como un idiota, la impotencia me estaba ganando, era tan inútil.

— P-por favor para ya con esto, lo estas matando...— susurré mirando a la nada. — Por favor, te lo suplico, él no ha hecho nada. — Acabé entré hipidos.

Miré a mi amigo, sus ojos poco a poco iban perdiendo su brillo y yo me sentía tan impotente. Toqué mis bolsillos intentando encontrar algo que pudiese ayudarme en estos momentos, palpé algo metálico en mi bolsillo derecho y lo saqué con rapidez. Una cruz se mostraba ante mis ojos, brillante, la cruz que me había regalado mi madre antes de fallecer.

Con delicadeza coloqué el collar en mi amigo y lo vi retorcerse en su sitio, me levanté asustado, observándolo, la cruz que le había colocado hacía unos segundos la vi tornarse roja como la mismísima sangre, Hoseok se encontraba retorciéndose en el suelo, asustándome cada segundo más.

— Jeon Jungkook. — Hoseok era el que hablaba, pero esa no era para nada su jodida voz. La voz se sentía demasiado lejana, demasiado gruesa.

Vi a mi amigo ponerse de pie en cuestión de segundos y de esa misma manera se acercó a mí, sus ojos habían adquirido un tono rojizo y habían perdido por completo su brillo, me dedicó una sonrisa totalmente diferente a las que él solía darme siempre, se notaba tan tensa, tan macabra.

— Pequeño e ingenuo Jungkook, ¿piensas que una maldita cruz va a poder salvar a tu estúpido amigo? — habló y supe de inmediato que no era Hoseok, otra cosa estaba hablando por él en estos momentos. — ¿No has aprendido nada de tus estúpidos libros? Ya veo que en verdad me has subestimado por completo, pequeño. — soltó entre dientes.

Su mirada no se había apartado de la mía ni un segundo y sentía que en cualquier momento me iba a desmayar. Esto simplemente ya era demasiado, había prometido ser fuerte, mantenerme sereno, pero no podía más.

De pronto sentí una voz a la lejanía, gritándome ¡Hoseok!

Me levanté de golpe.

— Jungkook, despierta, despierta de una maldita vez, compañero, llevas horas durmiendo aquí, he cubierto tu puesto hoy, pero el jefe no se encontraba demasiado contento cuando ha visto que no has ido hoy.

Abrí mis ojos alterados, mi corazón latía a mil por hora y sentía aún las lágrimas que había soltado, ¿Todo había sido una maldita pesadilla? Dios mío, me estaba volviendo completamente loco.

Mire a mi amigo que se encontraba frente de mí con los brazos cruzados sobre su pecho, no se lo veía para nada contento. Una sonrisa se extendió por mis labios y me levante a abrazarlo con fuerza.

— Todo ha sido una horrible pesadilla, solo una pesadilla. — dije abrazándome a él con suma fuerza. Jamás en mi vida había sentido tanto miedo por algo.

— ¿Se puede saber qué te pasa? ¿Te ha afectado el cerebro dormir tanto? — dijo mi amigo mirándome extrañado.

Me separé de él y le dediqué una sonrisa. Solo había sido una pesadilla.

De pronto todo a mí alrededor se puso oscuro, mire por todos lados y no había rastro de Hoseok

¿Qué demonios? Estiré mis brazos con la esperanza de tocar algo y lo hice.

Un escalofrío me atravesó el cuerpo por completo cuando sentí un extraño bulto delante de mí, a tan solo unos pasos. Tragué duro y comencé a retroceder poco a poco.

Otra alucinación...

Apreté mis puños a mis lados sintiéndome estúpido nuevamente, esa cosa solo había jugado conmigo y yo había caído de bruces en su trampa. A ciegas comencé a moverme por donde me encontraba, pero me resultaba difícil hacer algún paso, sin que no me chocase con algo que estaba en el suelo.

De pronto unas velas se encendieron por toda la estancia en la que me encontraba, sacándome un grito de horror al presenciar tal escena delante de mis ojos.

Un muñeco de títere se encontraba sentado en una silla, mirándome, analizándome.

Era tan horrible como aterrador verlo tan cerca de mí.

— Jungkook te dije que si dormías te iba a llevar a mi mundo, te advertí que aquí haría realidad cada pequeño terror tuyo. — habló el títere y me sentí morir.

Estaba odiando tener tantos miedos, pero odiaba más el hecho que ese ser supiera por dónde atacarme siempre. Mordí mi labio inferior de tal manera que acabé sacándome sangre, sentí el sabor metálico en mi boca y parte de mi sangre caer un poco.

El títere con una lentitud aterradora comenzó a levantarse de la silla de madera en la que se encontraba sentado, sus ojos se dirigieron a mí y supe que era momento de salir de aquí.

Mis piernas por una vez no fallaron a la hora de salir como alma que lleva el diablo de esa habitación, no pensaba quedarme ahí ni un segundo más.

Comencé a correr por el pasillo, el cual se encontraba iluminado solamente de velas, algo que no ayudaba para nada en realidad, la luz era tan tenue que no sabía exactamente hacia dónde correr.

Sentí tras de mí unos pasos que comenzaban a acercarse, el títere ya se había puesto en marcha.

— Me encanta verte así Jungkook. No sabes lo que me estoy alimentando de ti. — una voz habló y resonó en todo el pasillo.

No me detuve ni un segundo y de igual manera podía sentir como me perseguía.

¿Alguna vez habéis sentido las ganas de acabar con tu vida y así de esta manera acabar todo? Eso era lo que yo estaba pensando.

— ¡Corre Jungkook, corre! Igualmente acabaré dando contigo.

Las lágrimas caían por mis mejillas, sentí como mi pecho ardía y cada vez más me estaba constando respirar a sobre manera.

Se fuerte, solo aguanta un poco más Jungkook, él no podrá hacerte nada una vez despiertes. Solo aguanta un poco más, Hoseok esta de camino.

Una voz nuevamente sonó casi a mi lado y me sentí casi aliviado.

¿Hoseok entonces estaba vivo?

De repente una luz brillante comenzó a verse al final del pasillo y a su vez un grito monstruoso sonó en todo el pasillo.

Los pasos del títere se incrementaron y yo también acelere mi paso.

Esto era una carrera de vida o muerte.

La luz se iba encontrando cada vez más cerca, ya estaba a nada de dejar esta mierda de mundo.

Tú puedes chico, él no podrá hacerte nada cuando te despiertes.

Cuando llegué al final del pasillo me lancé justo donde estaba la luz tan brillante.

Mis ojos se cegaron por completo y me vi envuelto en una luz brillante.

¿Había acabado?

Entonces como si una neblina me atravesase me encontraba nuevamente en el sofá.

No tenía idea de cómo había llegado hasta aquí, pero era algo que ahora no me importaba mucho saber.

El sueño de mi amigo me había dejado un sentimiento amargo dentro de mí. Ese ser estaba jugando conmigo, pero por una vez yo había salido victorioso.

La puerta de abrió y un Hoseok con semblante serio me miraba.

— El señor Kim quiere hablar contigo Jungkook. Me dijo que lo fueses a buscar mañana a su despacho cuando llegues a trabajar.

Fue lo único que me dijo y se fue dejándome totalmente desubicado.

¿Conocería al señor Kim? La verdad no creo que fuese tan malo como siempre lo pintaban.

Me levanté del sofá en el que encontraba y me estiré, hacía meses que no dormía más de cinco minutos seguidos, pero por lo que me había dicho Hoseok hoy había dormido horas y realmente mi sistema era consciente de eso. Mis ojos ya no ardían tanto como hacía unas horas y ya no me sentía tan cansado, esas horas de sueño me habían ayudado.

Salí de la habitación en la que me encontraba y vi como las luces del pasillo se encontraban casi todas apagadas, entonces pensé que ya debía ser casi la hora del cierre del local. Caminé por este con rapidez, tenía que irme de aquí antes que todo cerrase. De pronto me detuve abruptamente cuando una canción de cuna comenzó a oírse en la que era mi habitación de cambio, un escalofrío me recorrió el cuerpo y mis piernas temblaron. Vi con claridad la puerta se abría y lo que salió de ahí me hizo retroceder.

El títere con él había soñado se encontraba parado delante de mí.

Dios mío.

— Jungkook pensaste que no volverías a verme ¿Verdad?

Parpadee con efusividad y entonces todo desapareció. La confusión me invadió por completo.

Una alucinación.

Me pase las manos por el cabello sintiéndome irritado, ¡demonios! Ya no podía más con esto. Ese ser quería volverme poco a poco loco.

(...)

Esa era la primera vez que soñaba con un compañero y amigo del trabajo, no entendía a que se debía, pero desde esa última pesadilla ya no había tenido ni una más. Y con mi jefe, lo más extraño es que yo realmente si iba a tener una pequeña reunión con él por primera vez. ¿Acaso era alguna especie de advertencia?

— Tonterías Jungkook, solo conocerás a tu jefe por primera vez, no saldrá nada mal.

En ese momento no sabía todo lo que se me estaba por venir a mi vida, todo iba a ser peor que cualquier pesadilla.

__________________________

BUENAS BUENASSSSSS
ESTE CAPITULÓ ES JUSTO Y NECESARIO PARA QUE SE VAYA ENTENDIENDO TODO MEJOR.

¡MIL GRACIAS POR LOS 1K DE LECTURAS A MI OBRA! ESTOY INMENSAMENTE FELIZ ❤️
NOS VEMOS PRONTO Y CON MÁS TERROR POR SUPUESTO.

— SCARLETT.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro