Capitulo XXXIV
"The I, mi primera gran creación, pero llena de tantas fallas, cuando eras mía vivías en completa obediencia, eras la herramienta perfecta, luego conociste a los mortales, y algo cambio en ti, ahora solo buscas destrucción y no hay nada ni nadie en este mundo que pueda pararte"-The God
La primera vez que vi a Alicia, no la conocía, incluso después del tiempo que pasamos, traté de tomarme el tiempo de hacerlo sin éxito, pero al entrar en su mente entendí, porque no podrá conocerla, la mente de Alicia, en un templo se la autoflagelación.
Al tratar de acceder a su centro llegue a lo que parecía una cueva, el techo cubierto de rostros de piedra llorando liquido negro, avance buscando el centro de Alicia, pero la oscuridad cada vez era mayor; un grito de ayuda me llama en la oscuridad.
Me acerque a quien originaba el grito, hasta llegar a un pozo de este extraño líquido, en el fondo, un grito similar a la voz de Alicia, suplicando por ayuda, mientras era lentamente tragada por este líquido, antes hubiera saltado a ayudarla, pero era claramente una distracción, un constructo hecho por la mente de Alicia para apartarme de su centro.
Me aleje del pozo, pero la voz seguía gritando, uso todos los trucos para hacerme voltear, incluso mencionando datos, personales que solo Alicia y yo conocíamos; me sentí tentado a volver muchas veces, pero debía concentrarme en la idea de que esto no era real, el centro de Alicia, no debería conocerme, debía buscar su recuerdo más antiguo.
Seguía adentrándome en la penumbra de su mente, en cierto punto empecé a sentir un dolor inexplicable en el pecho, como si arrancasen mi corazón, caí al suelo un momento, pero me recompuse, la oscuridad era tal, que no notaba ni mi propio parpadeo.
Cada vez hacia más frió, la sensación de los músculos de mi cuerpo rompiéndose por el frió me impedía pensar, solo podía seguir avanzando, traté de seguir, pero caí al suelo, pensé que había tropezado con algo, pero mis piernas se habían congelado, y ya no podía continuar, aunque en el mundo onírico no puedo morir, si puedo quedar atrapado; una voz llega a mi cabeza:
-señor Harker debo sacarlo de aquí-dijo registro con un tono de alarma.
-no, tengo que llegar a su centro, ya he llegado bastante lejos, no puedo retroceder ahora.
-señor Harker si sigue con esto, el daño a su psique será irreversible.
-yo ya estoy muerto registro, acordamos que, si no podíamos conservar la integridad de mi cuerpo, te instalarías en la mente de Alicia.
-señor Harker, no puedo permitirme, ver como se ocasiona daño irreversible sin hacer nada.
*registro sostiene la cabeza y pecho de Matt:
-que estás haciendo, te dije que te fueras.
-se ha abierto una nueva posibilidad, asimilar los datos de registro. Exe en su psique para mantener la integridad del usuario, el proceso destruirá el programa, y no se podrá recuperar.
Que era esto, había encontrado el alma de la máquina, o era algún programa de preservación, en este momento, solo veía la oportunidad de avanzar frente a mí; mi garganta estaba casi completamente congelada, el aire que aun circulaba por mis pulmones eran como escirlas metálicas, lo más rápido que pude, dije:
-lo acepto.
Mi cuerpo empezó a desintegrase frente a mis ojos, mientras que registro empezaba a desaparecer en frente de mí, la visión en mis ojos empezó a hacerse nula, no había cerrado mis ojos, pero con esta oscuridad no tenía forma de saberlo, perdía las sensaciones de mi cuerpo una a una, hasta que no sentía nada.
Después, de nuevo sentía tracto, oído y olfato, ya no tenía frió y pude ponerme en pie, y la oscuridad había desaparecido, sentía que era capaz de ver lo que hay más haya, seguí avanzando hasta encontrar una puerta blanca, similar a las del dios, pero esta tenía una perilla con la forma de un conejo blanco, al tratar de tomar la perilla, esta trato de morderme, en segundos la puerta entera se había convertido en una criatura enorme y blanca.
Aunque la criatura me veía con furia en sus ojos rojo sangre, yo permanecía calmado, la Bestia, trato de saltar sobre mi pero cada una de sus golpes se detenían al último segundo:
-tu eres su mayor miedo, no el mío.
La criatura se encogió con mis palabras, y lenta mente se reconvirtió en una puerta, me acerqué y la abrí, al hacerlo fui transportado a una habitación oscura, con la forma de un calabozo. en su interior había dos Alicias, una adulta de pie frente a mí, y otra más joven, muerta en el suelo, con la quemadura de un rayo en su pecho. Me acerque a la más grande:
-tenía que hacerlo –decía mientras lloraba, la Alicia mas grande.
-porque tenías que hacerlo - pregunte mientras me acercaba a ella
-ella, era débil, no podremos sobrevivir con ella, debía hacer el máximo sacrificio, eso fue lo que me dijeron. -dijo, mientras se desmorono llorando en mi hombro.
- descuida, esto no es tu culpa, pero ahora podemos hacerla volver.
- ¿podemos?
- solo si es lo que deseas.
- ¿lo que deseo?, ¿puedo permitirme tener un deseo?
- puedes, no has dejado de ser humana, solo lo habías olvidado; dime que es lo que deseas.
Esta es la verdadera Alicia, la obligaron a destruir su centro para que no tuviese ningún deseo, pero no lo eliminaron para siempre, en Alicia aún existe el alma de un ser humano, ella siente dolor, siente alegría, ella es más que las ordenes de un amo; de hecho, todos lo son, ahora entiendo la verdadera motivación de Alicia. Se acercó y dijo:
-quiero ver a mi padre.
La oscuridad se disipo, convirtiéndose en una habitación, todo era de la época de los antiguos, literatura, música, los colores, el cielo, las palabras; ¿de verdad así eran las cosas antes?, pero el cielo es increíble mente diferente al nuestro, se ve tan infinito y lleno de posibilidades, como si hubiera vivido en la madriguera de un conejo toda mi vida.
Alicia se levantó de su cama, pero es tan diferente a la que conozco, aquí se ve tan alegre, y su cuerpo no resalta ningún musculo o cicatriz; se levantó y fue corriendo hacia el comedor; en ese recuerdo pude ver a la que solía ser la familia de Alicia, disfrutando una mañana en el comedor:
-Elena, veo que te despertaste temprano hoy, recuerda que esta tarde tienes revisión con el terapeuta. -Por cómo le hablaba a la mujer debía tratarse de su madre.
-descuida mama, no lo he olvidado, solo me distraje un momento.
*un joven mayor entra a la habitación:
-Elena, que sorpresa no sueles levantarte temprano, acaso hoy no tuviste pesadillas.
-yo... de hecho no, no las tuve.
*la madre se acerca y le da un beso en la frente:
-que bien mi niña, pero enserio, desayuna y ve a bañarte, que hoy tienes escuela.
-oye y donde esta papa.
- ¿"oye"? de donde sacaste ese lenguaje –dijo una vos entrando por el pasillo.
*un hombre alto y canoso entra a la habitación, por su apariencia, parecía ser un religioso:
- ¡papa! –salto sobre él, dándole un largo abraso.
- Elena que te pasa de pronto, parece como si no me hubieras visto en cien años.
- parece incluso más tiempo.
- nos acompañas a desayunar. –dijo, con mucho entusiasmo.
- tengo una reunión en una hora, pero... qué opinas tu Matt.
Matt, acaso dijo mi nombre, me perdí en la visión como si fuera un libro y ahora siento que he traspasado la cuarta pared, acaso esto significaba que mi plan no había funcionado, Alicia aún seguía dependiendo me mí:
-Matt también se quedará a desayunar, ¿no es verdad Matt? –dijo mientras me miraba a los ojos.
-sí, ...claro.
Me senté en la mesa, pero todo parecía tan irreal, como haber saltado atrás en el tiempo, pero todos a mi alrededor se veían tan felices, hablando entre ellos, por cualquier tontería, como una verdadera familia:
-Alic... quiero decir Elena, que hago aquí.
-estas aquí porque yo te quiero aquí. –respondió con una expresión alegre.
-pero yo...
- espera, papa va a contar su historia, otra vez.
Mientras el padre contaba su hilarante historia, sentía como bajo la mesa Alicia me tomaba de la mano, y se recostaba en mí, era acaso el efecto del reloj o quizás. Alicia real mente tiene sentimientos por mí, sentimientos que no son generados por la influencia del reloj.
Paso el tiempo, fue solo un instante, pero se sintieron como horas, entonces cada uno de los integrantes fue saliendo por la puerta, hasta que solo quedamos Alicia y yo, en una misma posición, sabía que debía levantarme, pero quería que este instante durase por siempre:
-gracias por eso Matt, había olvidado este recuerdo.
-yo no hice nada, todo lo hiciste tú.
-Matt, recuerdas lo último que te dije, en el pasaje de verdana.
-dijiste que todo lo bueno en tu vida paso gracias a mí.
-eso no, lo otro. –dijo Alicia mientras su cara se sonrojaba.
-ah, eso- dijo Matt mientras su rostro se sonrojaba.
- Matt, yo te....
No sabía si era lo correcto, pero como si fuera la última acción en mi vida, tome suave mente la mejilla de Alicia, me acerque a sus claros y brillantes labios, ella se congelo, quise retroceder, pero ella dio el salto que yo no pude hacer, a diferencia de mí, los labios de Alicia eran cálidos; cada parte de mi me decía que no merecía esto, pero elegí no escucharlas, y solo disfrutar este instante.
-Matt...
-Alicia...
-te amo.
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