"busqué por todo el reino una medicina que pudiese ayudar al rey, cuando perdí la esperanza, una surtió efecto, el rey había recuperado su vitalidad, había recuperado la esperanza; o eso creí el rey me mando a una misión en el punto más alejado de la capital, unos días después vi en el periódico, que el rey había sido derrocado y decapitado por sus hijos"-The X

*a las afueras de verdana.

Cuando salimos de la ciudad, se podía escuchar claramente como una oleada de relámpagos azotaban la superficie, un poder destructivo de ese nivel era solo igualado por los de los druidas más poderosos, aun así, poco pudimos hacer en contra de la criatura, solo Alicia fue capaz de hacerle frente, pero ahora la criatura había desaparecido, junto a Alicia.

Aún era muy pronto para que los civiles regresasen a la ciudad, así que nadie era capaz de confirmar el estado de Alicia, es muy deprimente la idea que los primeros humanos a los que pude llamar compañeros, ahora estaban muertos.

La república cumplió su palabra y dejaron a los druidas marcharse; tal vez la percepción que los druidas tienen de los humanos está equivocada, quizás en como dijo Matt aún existen algunos humanos, en los que se puede fiar.

Mientras más nos alejábamos al pasaje, seguía mirando hacia atrás con la esperanza de que alguno de los dos regresara con vida, pero esa era una idea poco realista, de no ser gracias a esos humanos, jamás hubiera llegado hasta aquí.

*horas después en el pasaje faltan minutos para el amanecer:

-aun esperas a que regresen.

-maestro, no debería moverse mucho, sus heridas se volverán a abrir.

-yo aún no estoy tan viejo para que me digan lo que no puedo hacer.

-maestro, con su habilidad, no es capaz de sentirlos.

-la tras la tormenta eléctrica mi electro quinesia se volvió muy errática, no puedo sentir a nadie saliendo de la ciudad.

-sí, igual sería una locura seguir esperándolos.

-Clío, sabes porque tengo tanta fe en la humanidad.

*el maestro Pyro cuenta su historia:

-cuando era más joven, siempre me metía en problemas con todos, los otros druidas me llamaban, violento y volátil

-Pero fue en una expedición a la república cuando lo conocí.

-teníamos la misión de reforestar una zona que había sido, desforestada por la república, cuando el apareció frente a nosotros.

-él era un humano, pero los demás humanos lo humillaban y lo marginaban, pero él seguía teniendo esperanzas sobre ellos.

-la hierba de Morfeo, no surtía efecto en él, así que se nos acercó y hablamos.

-él decía, que los humanos son un instrumento de la destrucción, pero por donde destruyen siempre crean algo nuevo. Los humanos y los druidas son dos partes del mismo mecanismo, que por mucho que nos odiásemos mutuamente, uno era necesario para la supervivencia del otro.

-yo era joven entonces, así que lo tome por un lunático.

-ese mismo día, una tormenta arrasó con el bosque, mis compañeros y yo quedamos atrapados en la tormenta.

-cuando ese hombre salió de entre los árboles, él nos dirigió a un bunquer a mitad del bosque.

-en ese bunquer pasamos toda la noche, a la mañana siguiente, salimos del bunquer y encontramos el bosque totalmente destruido.

-el hombre nos dijo que en esta zona constantemente ocurren inundaciones, llevándose vidas humanas, así como la fauna y flora de la zona.

-los humanos talaron los árboles para construir los cimientos una presa que contuviese, las inundaciones.

-en ese momento, me di cuenta que, las invenciones de los humanos no solo existían para destruir.

-me sentía tan intrigado en ese momento por, la calidad de las construcciones humanas.

-el hombre me dijo que, si quería ver más, que pasase un tiempo caminando entre los humanos.

-como él me dijo, pase 5 años caminado entre los humanos, vi algunas cosas tristes en efecto, pero también había muchas maravillas.

-un nuevo mundo se había abierto a mis ojos. Y todo fue gracias a ese extraño, al final nunca le pude preguntar su nombre, pero de no ser gracias a él, no solo no estaría con vida, tampoco sería un maestro.

El maestro Pyro tenía razón, no fue sino hasta que los humanos y los druidas trabajamos juntos que pudimos hacerle frente al Jadderwoky, quizás el odio que los druidas tenemos hacia los humanos esta igual mente infundamentado que su odio por nosotros:

-maestro, cree que algún día los humanos y los druidas podamos estar en paz.

-eso es muy seguro, pero probable mente yo no viva para verlo, tu por otro lado el probable que dirijas la generación que lo logre.

-acaso, lo leyó en la mente de los druidas.

-no, simplemente tengo esperanza.

"esperanza", quizás es por eso el motivo por el que no dejo de esperar, tal vez sea un esfuerzo inútil, pero tengo la esperanza de que ellos aparecerán en cualquier momento, así que esperare hasta el último momento.

*el cielo se despeja y el sol se levanta en el horizonte:

-eso parece un buen augurio, no lo crees Clío.

-maestro, usted cree en esas cosas?

-me sorprende que tu no, la naturaleza nos habla de todas las formas, un buen augurio siempre es acompañado de una buena noticia.

Lo que dijo el maestro sonaba muy, descabellado, pero ahora ya lo he visto todo, si en todas mis opciones es probable que reciba una decepción, entonces elijo creer en eso.

*las horas pasan y llega el medio día.

Ya es medio día, en este punto el pasaje estará funcionando a máxima capacidad, en este punto los druidas ya deben estar entrando por él; no ha habido señales de que Matt y Alicia, regresen, pero prometí esperar hasta el último segundo.

Cuando parecía que, no había más esperanza, una sombra se empieza a levantar en el horizonte, era un vehículo de la república, la gente empezó a alarmarse, pero el vehículo venia solo, es decir que existe la posibilidad.

El vehículo se acercó a los refugiados a una velocidad alarmante, cuando parecía que estaba a punto de chocar de lleno contra la entrada al pasaje, se detuvo de una forma llamativa y exagerada.

Cuando el vehículo se detuvo en frente de los refugiados pensé que quizás los humanos habían conseguido escapar y eran ellos en el vehículo.

*La puerta del vehículo se abre.

Traté de correr los más rápido que pude para ver quien estaba dentro del vehículo, al llegar ahí, solo encontré al soldado de la república amigo de Matt:

-perdones por las molestias, pero tenía que hacer unos preparativos.

-preparativos para que, y en cualquier caso que haces aquí.

-bueno, me voy a las tribus verdes con ustedes.

-que divertido, ahora lárgate.

-espere señorita, el maestro Pyro y yo hicimos un acuerdo.

*el maestro con la ayuda de sus discípulos se acerca al vehículo:

-maestro, me alegra que este bien, podría ayudarme con este problema adolescente.

- ¿¡adolescente!?, como te atreves anciano borracho.

- ¿¡ anciano!? Para tu información solo tengo 27 años

*el maestro los interrumpe:

-Manchester, veo que a donde vayas siempre generas bullicio.

-mis más sinceras disculpas.

-descuida, estás en tu derecho, como te prometí estas autorizadas a cruzar el pasaje como mi invitado.

-no, maestro es mi culpa, me retrasé en mi ruta, tuve que desviarme porque encontré a esos tres en el camino –¿esos tres?

*Una voz sale del interior del vehículo:

-no nos utilices como excusa para justificar tu insensatez Manchester –esa voz podría ser.

*Del interior del vehículo, salió Matt, casi sin ninguna herida:

-alguien podría ayudarme, aquí tengo a un druida inconsciente y una humana casi completamente paralizada.

*no se me ocurrieron palabras en ese momento, solo me acerque a Matt:

-oye Clío porque esa expresión tan trágica.

-pensé que habías muerto, que los dos habían muerto.

-relájate Clío, realmente pensaste que me lanzaría al peligro, sin un plan B.

-tú me dijiste que si no llegabas en treinta minutos te abandonara.

-Sí, y tú no me esperaste, así que tuve que improvisar.

-pero yo...

-Clío, ¿estas llorando?

No lo había notado pero otra vez estaba llorando, es gracioso, me preocupo tanto por estos humanos, pero solo generan problemas:

-señorita no llore, que no sabe que así le saldrán arrugas de joven.

-quieres dejar de ser un idiota por 5 minutos Manchester, tu...

*Clío abraza a Matt:

-debimos haberte causado un mal rato no.

*Alicia se levanta y se apoya en Matt:

-no se supone que los druidas no se dejan llevar por las emociones.

Una nueva voz que no había escuchado, acaso esta era la voz de Alicia:

-si te hace sentir mejor, yo ya le dije todos los reclamos que se me ocurrieron.

-Alicia, puedes hablar.

-genial no, ahora quiero decirte algo que he estado guardando por mucho, Clío muchas gracias por emprender este viaje con nosotros, todo esto es gracias a ti.