Yoon Gi se subió al vehículo, bajó su cubre bocas y encendió uno de los puros más finos que solía llevar en el cajón, en medio de los dos asientos delanteros. Cortó con la cuchilla especial uno de los extremos y luego dejó que el joven a su lado lo encendiera, para darle una calada. Soltó el humo despacio, sintiendo el olor añejo y el sabor esperó en su paladar.

ㅡAquí está lo que me pidió, Hyeongㅡ extendió el sobre hasta élㅡ. Pero, si me permite decirlo, creo que es mala idea lo que intenta hacerㅡ dijo el muchacho con la mirada puesta en el pálido que estaba entretenido en hacer aros con el humo.

ㅡNo me importa. Creo que ya viene siendo hora de que las cosas salgan a la luz.

ㅡPero estará involucrado en el procesoㅡ expresó el muchacho, recibiendo el brazo del hombre que le acercó el cigarro, que aun llevaba entre los dedos, a los labios húmedos. El chico lo miró a los ojos y el mayor hizo un ademán con la cabeza para que diera una calada. Abrió los labios para recibir el puro y succionó, tosiendo luego al sentir el humo colarse en sus pulmones.

ㅡEs posible, pero tengo todo mi plan armado para cuando eso sucedaㅡ dijo con una sonrisa de suficiencia. Miró al muchacho a su ladoㅡ. No entiendo cómo eres tan inteligente y exitoso y no eres capaz de fumar a pesar de que te he dado a probar tantas veces.

ㅡSabe que no tengo madera para esas cosasㅡ contestó, con una tonalidad rosada muy visible en los cachetes.

ㅡDeberías aprender a no sólo ser encantador y un genio mental. Mi mano derecha no puede ser tan mojigato.ㅡ murmuró Yoon Gi. Bajó la ventanilla y soltó el puro a medio fumar sobre la carretera ㅡ¿Qué piensas, eh? ¿No te gustaría que Hyeong te enseñe algunas cosas?

El chico se quedó viéndolo unos segundos y luego desvió la mirada. ¿Por qué hacía esas cosas? ¿Pensaba matarlo de la vergüenza? La sonrisa de dientes pequeños y encías descubiertas se hizo presente en el hombre. Era tan confuso para sí. A pesar de que lo conocía desde que era tan sólo un niño, Min Yoon Gi era un hombre difícil de leer. Lo admiraba tanto, lo quería por ser la única persona que lo aceptó desde un principio, pero a veces también le temía, le hacía sentir confundido hasta los tuétanos.

ㅡTengo que irmeㅡ extendió su pequeña mano hasta la manija de la puerta y abrió.

ㅡMocosoㅡ el menor volvió su cabeza hasta Yoon Giㅡ. Confía en mí. Haz sólo eso.

•••

Tae Hyung llegó al departamento. Después del encuentro con Yoon Gi, todos los recuerdos existentes le hicieron intentar encontrar una brecha para destapar alguna pista. Casi se rompió la cabeza todo el resto de la noche, sin escuchar a su hermano, que le desarrollaba todo un discurso y que cuando se percató de su falta de atención, se enojó.

Él podría decirle porque estaba de aquella manera. Los secretos ocultos que guardaba su mente y corazón, pero no tenía el valor para contarlo a alguien más.

Había quedado frente al televisor. Sus ojos sólo veían las cosas allí. Los colores y las formas, pero su mente estaba lejos. Se levantó a tomar agua, viendo como Nam Joon devoraba una de las galletas que habían quedado.

ㅡNecesito tu ayudaㅡ dijo este tomando un respiro.

ㅡ¿Ahora si quieres hablarme? Vaya, sí que tengo un hermano muy atentoㅡ ironizó ㅡ.. Y pensar que no eres para nada la persona que conocí en el pasado. Sé que seguro has pasado por muchas cosas Tae Hyung, pero al menos intenta confiar en mi.

ㅡLo hago. Aunque no quiera, lo hago Nam Joon. Eres la única persona en la que podría confiarㅡ expresó, dejando el vaso vacío sobre la mesita del comedor.

ㅡEntonces, ¿por que no me has dicho cuál es la relación entre tú y Min Yoon Gi?

ㅡRealmente no tengo ninguna. Él era parte de una banda en la cárcel y lo conocí allíㅡ pausó, pues no quería agregar a la conversación otras cosas. No estaba preparado para hablar sobre Hee Chul y creía que nunca lo estaríaㅡ. Quiero que me ayudes a buscarlo. Necesito encontrarlo. Si lo hago, creo que podré descubrir dónde está Jae Bum.

Nam Joon alzó las cejas.

ㅡ¿Estas seguro de eso?

ㅡNo lo estoy en definitiva, pero tengo el presentimiento de que sí. Min Yoon Gi conoce a todos los líderes de bandas. Él es muy poderoso.

ㅡEntonces Jungkook tenía razón.

ㅡAsí es.

ㅡTe ayudaré, pero tenemos que trabajar duro en estos días. Mañana ya estarás ingresado en totalidad como agente y te podrán a tu primer cliente. Creo que Jimin te enviará toda la informaciónㅡ dijo, tecleando ahora su teléfonoㅡ. Por cierto, necesitamos comprarte un teléfono. Jimin se encargará de conseguir los trajes. Te prestarle dinero para que compres algunas otras cosas que te hagan falta.

ㅡNo lo creo necesario ya, Nam Joon. Has hecho demasiado por mí.

ㅡSilencio. Tú harías lo mismo si estuviera en tu lugarㅡ reprendióㅡ. Es mejor que nos demos prisa, antes de que cierren las plazas.

Tae Hyung estaba completamente avergonzado. Nam Joon lo llevaba por todos lados en la plaza. Parloteaba sobre la Universidad y que había conocido a una chica muy bonita a la que había pedido el número. Ambos compartían la misma pasión por la tecnología. El muchacho era tan soñador y animado, con sus hoyuelos haciendo sus chispeantes encantos cada que pasaba al lado de una mujer. Estas se derretían y Nam Joon no se percataba de ello.

Lo último que hizo el muchacho en todo el viaje fue comprarle ropa interior. Estuvo a punto de morir de un infarto cuando escuchó al menor gritar desde un extremo del local sobre el tamaño de los boxers. El idiota los había extendido en todo su esplendor y las dependientas, incluyendo clientes, lo miraron escondiendo sus risas.

ㅡVaya, Hyeong. Creo que has engordado bastante desde que estas en casaㅡ expresó el más alto, con una de sus manos en la barbilla completamente serio. Tae Hyung estaba que no veía por darle un zape sólo por tonto.

Bueno, aunque era cierto que estaba más lleno que cuando había entrado, no le importaba mucho. El no creía importante estar gordo o delgado. Sólo era una balanza estereotipada que mantenía la sociedad para hacer creer que unos eran mejores que otros. Lo importante era sentirse a gusto consigo mismo y en esos aspectos el se encontraba más que bien. Además, el ejercicio compensaba todo lo demás.

Se lamió los labios y quitó los cabellos de su frente perlada. Sentía un poco de calor. Se acercó a uno de los estantes de bebidas que se pedían con monedas y sacó una soda. La tomó en fracciones de segundos y tiró el recipiente en el contenedor de reciclaje.

ㅡOye, ¿por qué me dejaste sólo?ㅡ cuestionó el moreno con más bolsas en los brazos.

ㅡPorque estabas avergonzándome en medio de todo el mundo.

ㅡYo no he hecho tal cosaㅡ dijo con inocencia, encogiéndose de hombros.

ㅡEntonces, ¿qué le llamas a gritar en frente de todos por el tamaño de los boxers? Todos se me quedaron viendo como si fuera un bicho raro.

ㅡCon ese color de cabello todos te miran, Hyeong.

ㅡ¡Deja de ser tan molesto o te golpearé!ㅡ gritó Tae mostrando una cara estrujada a modo de broma.

ㅡ¡Y tu deja de ser tan gruñón!ㅡ gritó Nam con una sonrisa en los labios.

Ambos jóvenes sonrieron.

Allí estaba de nuevo esa calidez en su pecho. A pesar de todo, el cariño era el centro de aquella relación de hermanos. Todo estaba tomando un buen rumbo aunque la inseguridad de Tae Hyung a veces saliera a flote. Se sentía seguro y querido al lado de su pequeño hermano.

Nam Joon intentaba por todos los medios hacer sentir bien a Tae Hyung con toda y su cara de ogro. El pelirrojo se dejaba hacer, intentando desviar la negatividad y la desconfianza para darle una oportunidad a la persona que se la había dado a él.

Nam Joon era un chico bueno.

Y aunque él no se sentía serlo, aprendería del menor para mejorar, para intentar ser diferente en el buen aspecto y dejar que los demonios dejaran de atormentarle.

Cuando estuvo dentro del vehículo lo recordó. Nam Joon le había dado una sonrisa alegre y bella. Muy parecida a las que solía dar Ho Seok.

La única diferencia entre ellas era el brillo delicado y los hoyuelos en las comisuras del mayor. Sin embargo, mostraban el mismo anhelo y amor. El que siempre quiso tener y perdió por culpa de la ambición y sus propios errores.

Hyeong, eres mi ángel de la guarda, ¿verdad?

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Compensación triple por casi dos semanas sin actualizar.

Aprovechenlo.