Esa noche fue igual de intranquila que la pasada. No podía negar que la cama que ocupaba en esos momentos era sumamente agradable, pero se pasó la noche dando vueltas porque nuevamente tuvo una pesadilla y no lograba conciliar el sueño.

Después de permanecer casi toda la madrugada atiborrado de pensamientos e intentando olvidar que su mente no dejaba de maquinar una y otra vez el sueño que había tenido, se quedó dormido como a las cuatro de la mañana.

Planeaba quedarse el resto del día tratando de recomponerse, sin embargo, Nam Joon se apareció en la habitación pidiendo que se levantara, pues debían ir a la agencia a presentarse para el empleo.

Se quejó, aferrando la almohada debajo de su cabeza. No estaba de humor y quería dormir. El muchacho lo sacudió nuevamente, cosa que le hizo al mayor soltarle un gutural gruñido.

ㅡHyeong, llegaremos tarde. Por favor, levántate de allí o tendré que obligarte, aunque me golpees.

Tae Hyung, a regañadientes, se incorporó con la cara apretada de aburrimiento. Empujó a Nam Joon a un lado para ir al baño y ducharse. Buscó entre las ropas un pantalón negro de chándal con una camiseta azul cielo con cuello. Caminó hasta donde estaba el chico, sin limitarse a dirigirle la mirada. Estaba seriamente enfurruñado.

Luego de ponerse los zapatos, ambos bajaron y subieron al vehículo del menor. Este decidió encender la radio para despejar sus mentes un poco. Se detuvo en un semáforo. El sol ese día estaba reluciente, no había nubes en el cielo y se veía hermoso.

Tae Hyung se distrajo de su enojo, viendo a las personas caminar con tranquilidad en las aceras y los niños de la mano de sus mayores. El vehículo continuó avanzando, hasta que llegaron a una intersección donde dieron una vuelta en "u", para llegar a un parqueo subterráneo. Subieron el ascensor hasta el sexto piso y empezaron a caminar por un pasillo.

El pelirrojo miraba silencioso todo, con las manos a los costados y pisándole los talones a Nam Joon, que saludaba a todo el que pasaba por su lado con amabilidad.

Él mismo correspondía a algunos que le saludaban gentilmente.

Llegaron a una puerta de madera oscura, que el moreno abrió sin pedir permiso. Le hizo un ademán para que entrase, mientras cerraba a su espalda. Era un espacio de tamaño mediano, dos archiveros, un escritorio de madera, sobre el que se posaban dos monitores y una planta en una esquina. Todo en conjunto adornando el espacio acogedor y bien proporcionado.

El mayor desvió la mirada de su distracción, para ver en la dirección del personaje que ocupaba el escritorio. Un joven más o menos de su misma edad, repiqueteaba sus dedos sobre el teclado.

Su cabello era de un rubio cenizo, bien peinado sobre su cabeza. Su piel era pálida. Sus labios y mejillas gruesas con un matiz rosado brillante. Llevaba un traje color azul marino y una camisa blanca debajo.

Este alzó sus ojos, regalándole a los presentes una sonrisa que le abultada un poco más sus rechonchos mofletes. Se alzó haciendo una venia.

ㅡDisculpen, no había notado su presenciaㅡ dijo el chico aún con su deslumbrante sonrisa.

ㅡYa sabes por lo que vengoㅡ expresó Nam Joon, haciéndose a un lado para que Jimin viera más detenidamente al pelirrojo ㅡ. Él es Tae Hyung, mi hermano.

El chico rubio rodeó el escritorio, quedando frente al mayor. Volvió a saludar y más serio ahora, apretó los labios, analizando la postura y vestimenta del hombre frente a él.

ㅡCreo que pasaría desapercibido en cualquier parte.ㅡ expresó el muchacho, rodeando a Tae Hyung con una mano bajo su barbilla y recorriedolo de pies a cabeza. El mayor miró a su hermano a los ojos dubitativo y este sólo hizo un movimiento de cabeza para dejarse hacer. ㅡ ¿Sabes usar una pistola, navajas, rifles?ㅡ preguntó Jimin, deteniendo su andar frente a los hermanos.

ㅡNoㅡ dijo el pelirrojo con simpleza.

ㅡTiene astucia y una habilidad de deducción muy buenaㅡ agregó el moreno.

ㅡEso es bueno, pero necesita conocer más cosas. ¿Sabes pelear, algún arte marcial en específico?

ㅡSolo un poco de las mixtasㅡ respondió nuevamente, con voz neutra. El Joven empezaba a caerle bien.

ㅡMuy bien. Tae Yang no tendrá que preguntar nada. Ya sabes que está en mis manos la elección de los agentes de protección. Así que, por mi parte, está dentroㅡ dicho eso, se acercó al escritorio nuevamenteㅡ. Quiero que estés en el área de entrenamiento de inmediato. Nam Joon, ayúdalo a conseguir un atuendo más cómodo. Vamos a ver que tienes para ofrecernos. Bienvenidoㅡ esto último lo agrego con una sonrisa en los labios.

Nam Joon no esperó a ser retirado. Salió del despacho con pasos apresurados, para entrar en el ascensor y bajar a la primera planta.

ㅡ¿Eso no ha sido muy fácil?ㅡ cuestionó el mayor con las cejas enarcadas.

ㅡEs normal. Jimin es especialista en análisis de personalidad y comportamiento. Por eso el jefe lo tiene en esa posición. Si ve que no eres lo suficiente capaz para el puesto, así con toda su amabilidad característica, te dirá en tu cara lo inútil que eres.

Vaya, el chico era realmente duro.

Tae Hyung encrespó una de sus comisuras y volvió sus ojos al frente, donde el ascensor se detuvo.

El mayor lo guió a una habitación donde le extendió una llave para que tomara un locker y guardara su ropa. Le extendió unos pantalones cortos deportivos, una camiseta suelta y unos tenis.

ㅡCuando estés listo, cruza esa puertaㅡ señaló a la derechaㅡ. Te esperaremos allí.

Nam Joon le dio la espalda, cruzando la puerta de color blanco. En eso, el pelirrojo se sacó la camiseta y el resto de la ropa para colocarse lo correspondiente. Se calzó los tenis, que les quedaban un tanto grandes y al alzar la cabeza vio su torso cubierto de marcas en el espejo de cuerpo completo.

Realmente había cambiado bastante desde su adolescencia. Antes fue tan delgado y poco musculoso en comparación a la actualidad. Que no estaba exageradamente desarrollado, pero si tenía el cuerpo marcado en los lugares justos. A pesar de su pronto descuido, las cosas estaban mejorando en todo el sentido de la palabra.

En la cárcel, desde que Hee Chul había optado por manipularle y usarlo a su antojo, había pensado en la idea de que el aumentar músculo y ser más fuerte, le ayudaría a enfrentarlo. Además, de que esas horas de ejercicio le servían para despejar la mente de sus tormentos, pero nunca funcionó para el otro.

Era como si su mente estaba siendo controlada por él psicológicamente.

Después de unos meses, el mismo hombre le había restregado en la cara que lo que estaba intentando no le serviría que para tentarlo más. Se burlaba abiertamente por su poca astucia y Tae Hyung solo se rindió.

No volvió a intentarlo, hasta que Ji Won lo incitó, después de la muerte del nombrado.

Cerró los ojos y aspiró una bocanada de oxígeno, para despejarse. Estaba tenso por los pensamientos. Su mente no lo dejaba tranquilo un segundo.

Se colocó la chaqueta, que dejaba ver un poco sus clavículas al ser ancha y caminó hasta la puerta. La abrió, viendo allí a su hermano vestido con un atuendo deportivo y dos personajes más. El pequeño rubio y un sujeto a su lado de cabello castaño, más o menos de su estatura.

Nam Joon se carcajeaba por algo que había dicho el otro, tomando de una botella de agua y los otros dos se reían frente a él. Analizó al que no conocía. Era un chico simpático de ojos oscuros. Su porte era recto y tenía una sonrisa de conejo bastante brillante. Se le arrugaban los ojos cuando sonreía.

Los chicos lo miraron cuando llegó a su encuentro. Hizo una venia para ellos, con su característica mirada imperturbable.

ㅡKookie, el es el hermano de Hyeong. ㅡ dijo Jimin, alzando su mano hasta el de cabellos rojos. El chico lo miro con un semblante calmado y se hizo una leve inclinación.

ㅡSoy Jeon Jungkook.

ㅡKim Tae Hyung.

ㅡ¿Con que vamos a empezar?ㅡ cuestionó Jimin, mirando al de cabellos castaños.

ㅡCombate.

El rubio asintió, se apartó un poco, yéndose con Nam Joon a una esquina donde se encontraban unas bancas. Tae vio con confusión al muchacho de cabello castaño que se apartaba unos metros, elongando el cuerpo, firme. Le miró fijo a los ojos, haciendo círculos con la cabeza y se colocó en posición.

ㅡAtácameㅡ invito con una voz gruesa.

ㅡ¿Estas seguro?ㅡ preguntó el pelirrojo, haciendo una mueca, que el muchacho interpretó como burla. Jungkook asintió, cual contrario no dudo en acercarse unos metros y empezar la pelea con un puñetazo.

El castaño tomó el puño entre su grande mano y sonrió con suficiencia.

ㅡNada mal.

Tae Hyung volvió a atacar con sus rodillas, pero el menor, con un simple movimiento; le estrelló un golpe de mano abierta en el pecho, que le sacó el aire. Trastabillo, jadeando por el impacto y se acercó nuevamente para lanzar una poderosa patada.

ㅡCreo que tienes miedo de golpearmeㅡ murmuró Jungkookㅡ. No temas. Se defenderme. Hazlo con todo.

El mayor apretó los puños. La furia empezaba a cazarlo, porque sentía, el muchacho se estaba riendo de él. Sin piedad, arremetió una y otra vez, intentando atestar un golpe. Jungkook era muy ágil en sus movimientos. Dándole la ilusión de que conocía muy bien el arte del kun Fú. Sus movimientos eran gráciles y serenos, mientras sus golpes duros, que le hacían vibrar en cada arremetida.

No sabía cuánto tiempo llevaban en ello, pero ya no daba para más. Cayó de rodillas en el suelo y apoyó las palmas también, respirando pesadamente. El sudor le recorría el cuerpo y su cabello estaba pegado a su frente por el mismo. Se relamió los labios, sediento.

Una mano se extendió delante de su cara. Deslizó sus ojos hasta el dueño de la misma, viendo al chico castaño con una gran sonrisa. Tenía el cuello y mejillas un tanto sonrojadas.

ㅡEres muy buenoㅡ agregó con amabilidad. Tae Hyung no dudó en tomar su mano. Siendo empujado por el mismo y quedando a un metro, Jungkook le soltó la mano. Le entregó una botella de agua y planeó su espaldaㅡ. Creo que has sido el único de los que he visto que me ha partido un labio fácilmenteㅡ rió el menor, caminando con él hasta donde estaba el rubio con su teléfono en manos.

Este los miró a ambos y sonrió, soportando su peso en las manos sobre la banca.

ㅡCreo que han superado el récord de peleas en la agencia.

ㅡ Nos dejamos llevar por la emoción. Incluso me partió un labioㅡ mostró Jungkook relamiéndose la herida. El pelirrojo no entendía porque tanto alboroto por un labio partido. Resopló, buscando a su hermano, que no veía en ninguna parte.

ㅡNam Joon salió un momento. El jefe le solicitó ayuda en el sistema. Quizá tengan que cambiarlo, porque está teniendo muchos fallos.

ㅡEso me lo imaginabaㅡ murmuró Jungkook.

ㅡ¿Porqué?

ㅡLos idiotas que han puesto en el área no saben dominar a fondo la tecnología y entonces le toca a Nam Joon reparar todo. Quieren creerse los sabios y lo que son es una bola de inútilesㅡ tomó una botella de agua y una toalla para secarse.

ㅡEn cierto modo tienes razón. Bueno, a lo que llega, vamos al área de tiro.

Tae Hyung siguió a los chicos, que lo condujeron al lugar entre sus conversaciones. Llegaron al área y le fue solicitado que se pusiera los cascos, las gafas y observara como se manipula una arma dependiendo de su calibre.

La teoría era sencilla, pero cuando empezó a practicar, el pulso le temblaba y no llegaba a apuntar debidamente.

ㅡTenemos mucho trabajo por delanteㅡ murmuró Jungkook. El pequeño a un lado afirmó en respuestaㅡ. Continúa.

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Bueno, no pueden ser más felices. Cuatro capítulos en una semana. Creo que he cumplido mi primer récord. XD

En fin, hice esto porque quiero adelantar la historia y también porque posiblemente en esta semana que viene no pueda actualizarla. Así que disfruten mucho estos capítulos. Hasta pronto mis Sarangs. ❤