Se lanzó de un solo golpe sobre el hombre que para él era su salvavidas. La persona más querida y por la que en algún momento, si la vida se lo solicitaba, daría todo sin ninguna medida. Pues, por su causa, estaba aún de pie.

Sus ojos se cerraron, apretándose los párpados con fuerza, para evitar que las prontas lágrimas salieran despedidas. No era un llorón, pero la situación lo ameritaba. No podía creer en la posibilidad de perder nuevamente a una persona querida. Ya había sido suficiente con la desilusión que conllevaba la pérdida de sus padres y hermano mayor.

Si, Min Yoon Gi podía ser el hombre más injusto y aparentemente despiadado de toda Corea del Sur. Incluso el más sinico, prepotente y frio, pero para él era un súper héroe. Era como si el alma de Ho Seok estuviese allí, encarnada en la persona del azabache.

El agarre de sus brazos sobre el mayor hizo presión, haciendo que este soltara un leve sonido. Yoon conocía lo que Jimin experimentaba en aquel momento.

ㅡEstoy bienㅡ dijo con voz gruesa y alejó al chico, tomándole de los hombros.

ㅡ¿Cómo puede decir eso tan calmadamente? ¿Es que acaso no sabe que pueden matarlo?ㅡ reclamo el rubio.

ㅡSi no lo han hecho ya es por alguna razón, ¿no crees?ㅡ le sonrió pacíficamente y se despegó de él para caminar hasta el sillón y descansar ㅡ¿Te encargaste de lo que pedí?

ㅡSi. Tae Hyung estará aquí en cualquier momentoㅡ anunció el rubio un tanto nervioso.

Sabía perfectamente lo que pretendía hacer Yoon Gi. Revelar el asunto de su parentesco con Ho Seok era una de las informaciones más importantes. Pero que también, esto detonaria un sinnúmero de minas que se encontraban escondidas en algún lado.

Escuchó el timbre de la puerta principal ser tocado, haciendo que Yoon Gi se incorporara de inmediato y mientras caminaba al umbral, le señalaba que entrara a la habitación.

El jovencito asintió y sin titubear, se quedó dentro del dormitorio y entró luego en el baño de este.

Yoon Gi abrió la puerta sin mirar el intercominucador, que tenía una pequeña cámara. Suponía que quizás era el mencionado anteriormente. Un cuerpo más ancho y alto que él se intrernó de golpe en el recinto. Vestía un traje entallado de color negro. El sujeto se volteó y lo miró con una sonrisa de burla en su distinguida cara.

ㅡBuenas noches, Min Yoon Gi.

•••

Observó el teléfono por quinta vez en esa noche, mientras continuaba el paso lento en la acera. Dong Ji se encontraba a su lado un tanto friolenta, después de haberlo ayudado a dejar a Jungkook en casa.

Como era de saberse, ambos no se llevaban de la mejor manera. Sin embargo, Tae Hyung había echado a un lado su orgullo para tenderle la mano en aquella ocasión y solo por la única causa que ambos tenían en común.

La jovencita azabache permanecía a su lado un tanto ida. No se dirigieron la palabra en todo el camino, luego de que el mayor le reclamara no dejarlo solo. Insistió consecutivamente hasta que la menor se resignó.

Tae Hyung aún no llegaba a la conclusión de entender el comportamiento extraño en Dong Ji y deseaba no dejarlo pasar por alto. Porque se suponía, ambos tenían algo y ese algo para él era importante.

Dong Ji era importante.

ㅡ¿Quieres comer algo?ㅡ cuestionó, notando que la dirección a la que se encontraba estaba a unas manzanas de la ubicación que Min Yoon Gi le envió.

Dong Ji negó y siguió caminando.

El rubio soltó un suspiro de impaciencia, para en un abrupto movimiento, quedar frente a la menor. Esta alzó sus ojos y recibió la seriedad del contrario, que empezaba a inclinarse poco a poco hasta su cara quedando a unos centímetros de distancia.

Automáticamente la vergüenza llegó al rostro de Dong Ji apartando con nerviosismo sus oscuros orbes y vislumbrar que no se encontraba gente inmiscuyendose en sus asuntos. O pensando de la posibilidad de que ellos dos fueran pareja. Porque para aquella sociedad tan repleta de tabúes, eso sería un error grave. Aunque en su realidad, las cosas fueran distintas.

ㅡNo haga eso, Hyeongㅡ reprendió con las mejillas sonrojadas. ¿Porque para ella era tan irresistible la presencia de Tae Hyung? Ese chico era demasiado.

ㅡ¿Qué cosa?ㅡ cuestionó el más alto, alzando sus cejas con diversión y una pequeña sonrisa socarrona en sus medianos y apetitosos labios.

ㅡLa gente es muy entrometida, no quiero que...

ㅡYa hemos hablado de este tema y ya he quedado claro con que no me importa lo que piense la gente. Yo solo quiero saber que te sucede a ti. Puedes contarmeㅡ dijo, mientras empezaba a acariciar las mejillas de la azabache.

ㅡNo pasa nada...ㅡ respondió hipnotizada por la mirada del contrario. Sus ojos se alejaron un poco y notando al otro lado de la calle, una silueta muy similar a la de su hermano mayor ㅡ. Estoy bien.ㅡ

El miedo invadió su cuerpo, cuando los ojos negros y penetrantes de Jae Bum se toparon con los suyos e hizo una señal, mostrando el arma que llevaba debajo del hodie junto a un movimiento de cabeza.

Como si le hubiesen arrancado los motores, su cuerpo reaccionó como un torpedo. Tomó la mano de Tae Hyung y lo llevó consigo. Necesitaba alejarlo de su hermano. Tae Hyung allí estaba en peligro.

Entró con él por un callejón que conocía muy bien y cruzó una puerta que llevaba al área inferior de un complejo de apartamentos. Sabia que ese era el lugar más obvio para encontrarlo, pero tenía que buscar la manera de que Tae Hyung entendiera el riesgo que corría.

Entró al edificio y corrió hasta las escaleras de emergencia, escuchando la voz gruesa detrás, solicitando una explicación de su actual huida.

Se detuvieron al cruzar la puerta.

ㅡTiene que irseㅡ indicó, cuando sintió un tirón en su mano.

ㅡNo entiendo que rayos está pasando, Dong Ji. ¿Por que siempre tiene que ser así?ㅡ expresó Tae Hyung, soltandose de golpe.

ㅡNo quiero hablar de ese tema ahora, Tae Hyungㅡ expresó firme, por primera vez después de mucho tiempo había dicho su nombre de pilaㅡTienes que alejarte. Este lugar es peligroso para ti.

ㅡ¿Y porque razón lo es?

ㅡPorque lo sé. ¿No confías en mí acaso?

ㅡ¿De que me quieres proteger, Dong Ji? Todos los barrios son peligrosos, si eso es lo que te preocupa. Donde sea que me encuentre estaré en peligro porque soy un exconvictoㅡ La mente de Tae Hyung empezaba a calcular. Había una cosa allí que no cuadraba en todo aquello.

ㅡDile ya, Dong Jiㅡ expresó una voz a espaldas de Tae Hyung. El rubio volvió, viendo al mismísimo Im Jae Bum en persona ㅡ. Termina con esto de una jodida vez.

El mayor se especificó, sacudiendo su cabello.

Tae Hyung empezó a maquinar de que se trataba el encuentro con aquel mal nacido. No dudo un segundo en caminar con total seguridad hasta la persona por la que tenía un profundo rencor guardado en su pecho.

Le asestó un puñetazo que el mayor recibió sin ninguna queja.

Inmediatamente el rubio fue tomado de un brazo por Dong Ji y logró apartarlo, pero la fuerza que ejercía no era suficiente. Tae Hyung, cegado por la ira, fue por el azabache nuevamente e invirtió toda su fuerza motriz para descargar varios golpes más.

Jae Bum solo reía y recibía los golpes.

Dong Ji empezaba a entrar en pánico al ver a Tae de aquella manera. No quería que su hermano lo lastimara, así que se interpuso entre los dos. Cuando el otro volvió a arremeter, recibiendo el golpe en la mejilla y partiéndose la lengua en el impacto, Tae Hyung sintió un bajón en su sistema, pues había herido el labio de Dong Ji.

ㅡDetenteㅡ indicó Dong Ji, con suplica en sus tiernos ojos.

El corazón del rubio se encogió en su pecho y observó a las dos personas frente a él. El hombre que había sido culpable de toda la desgracia que vivió estaba allí todo triunfante. Sus ojos rasgados lo miraban con fijeza, pero aún más los pequeños de él chico/chica que le gustaba. Cuales eran sumamente parecidos a los de su enemigo, con la ligereza de diferente color.

La realidad cayó sobre él sin ningun remordimiento. Im Jae Bum y Dong Ji eran hermanos. El parentesco lo confirmaba todo.

Y él se había enamorado de ella.

El mayor de los tres se inclinó al oído de su hermana y sin despegar la mirada de Tae Hyung dijo unas palabras que marcaron para siempre la vida de los dos más jóvenes.

ㅡDong Ji, creo que ya sabe que eres mi "hermana".

Las cejas del rubio se fruncieron con confusión y Dong Ji no tenía palabras en su boca para decir que lo sentía. Para expresar que todo lo estaba haciendo mal, que lo hizo mal desde un principio y que sabia lo despreciable que era jugar con los sentimientos de los demás.

Sentimientos que correspondía al máximo, pero que sabia le tomarían por mentira al igual que todo lo demás.

Tae Hyung se quedó quieto, meditando en las palabras recibidas. ¿Qué quería decir todo aquello? ¿Dong Ji era una chica? ¿Todo ese tiempo había estado enamorado de una mujer? ¿Era una broma por parte de ellos o estaban jugando con sus pensamientos y Dong Ji solo era un peón que había utilizado Jae Bum para debilitarlo?

Eso tenia que ser...

Una mentira.

ㅡEsto es una broma.

Tae Hyung respiró profundo y miro a Dong Ji. Eran demasiado parecidos. Ella solo tenía unos detalles más femeninos, que ahora que realmente sabia la verdad, entendía no le prestó atención.

Características que parecían de una persona bastante refinada.

Ella era una chica y encima hermana de uno de sus rivales. Por lo tanto, ella era su rival. Ella había jugado sucio con él.

Sus sentidos estaban colapsados en esos momentos por los sentimientos. Cosa que le hizo accionar compulsivamente.

Tomó entre sus dedos el mango de la pistola y la sacó de la base para apuntarlos a ambos.

ㅡTae Hyung...ㅡ soltó Dong Ji temblorosa.

ㅡNo me dirijas la palabra, impostoraㅡ respondió, Tae Hyung ㅡ. Este era tu plan después de todo, Jae Bum, ¿verdad? Al parecer no fue suficiente que estara en la cárcel. Ahora hasta me manipulaste a travez de tu hermanito o no se quien carajos eresㅡ apuntó con la cabeza a la menor ㅡNo se que es lo que quieren de mí. Nunca lo entendere.

Flexionó el seguro de la pistola y apuntó a los dos presentes.

Jae Bum sacó también su arma, apuntando al rubio.

ㅡMantente bajo perfil, Kim o todo esto a acabará ahora mismo.