Capítulo 19 - ¿Mentira?
La mirada del menor no se apartó ni un instante de Tae Hyung. Su boca estaba abierta, propensa a que una mosca se le metiera si era posible, pero el mayor no estaba para escuchar cualquier insinuación de su hermano.
Emprendió el paso para encontrar al muchacho que había escapado como un roedor asustadizo. Haciendo sonidos secos en el piso y sin importar que estaba descalzo, abrió la puerta para detener al chico de cabello azabache.
Este se dirigía perdido hasta el ascensor, con los efectos del ataque anterior en su cuerpo y las zapatillas entre los dedos.
El mayor lo interceptó, tomándome del antebrazo para volverlo a si y hacerlo mirarle.
ㅡSueltemeㅡdijo en un siseo tembloroso, que Tae Hyung percibió en su tacto.
ㅡDime, que es. ¿Por que estas huyendo de mi después de escuchar mis palabras?ㅡEstaba a punto de descontrolarse. El pelirrojo ladeó la cabeza buscando conexion con el muchacho.ㅡMe voy a volver loco con todo estoㅡmumuró, relamiendose los labios y mesandose el cabello.
ㅡUsted no me gusta. E-es... es sólo una ilusión de su cabeza... Así que, mantengamos todo como estaba. Es lo mejorㅡLas palabras atacaron el pecho de Tae Hyung como un frío puñal.
Frunció el ceño y sintió el forcejeo del chico que se zafó para continuar su camino. El hombre, volvió a interponerse, soltando una amarga sonrisa. No se rendiría tan fácil. Esa no era su naturaleza.
ㅡY entonces, ¿que significó lo de allí dentro, ah?ㅡseñaló exasperado, extendiendo la mano a la puerta tras la espalda del menor.
ㅡNadaㅡLo empujó, y en vez de seguir al ascensor, bajo como alma que lleva el diablo por las escaleras de emergencia.
El mayor se estregó la cara en sinónimo de desconcierto, con una mano apoyada en la cadera. Echó la cabeza hacía atrás para calmar su alocado corazón que estaba a punto de reventar y la desgana punzandole el alma.
¿Estaba jugando con el acaso?
¿Era una jodida broma?
Se sintió tentado a perseguirlo nuevamente y exigirle. Zarandearlo si era posible para que se aclarará su pequeña cabeza y repitiera la estupidez que acababa de decir. Porque él no se había sentido del todo convencido de su mentira.
El beso que habían tenido era la justa evidencia de lo que palpitaba entre ambos. Y el menor le decía que era un error. Pero aún, una imaginación suya.
Oh, Dong Ji. No juegues de esta manera conmigo. No sabes de lo que soy capaz.
Volvió a entrar al departamento para irse directo al dormitorio. Con la convicción de que ese niñito iba a caer de una u otra manera. Porque con Kim Tae Hyung no se jugaba sucio. Se atrevía a corresponderle y engatusarlo con su inocencia, con su adorable mirada de cachorro y sus dulces labios, para luego dejarlo en la deriva.
Y juraba, era tan excitante y caliente como no tenía idea.
Pero también lo llevaba a la locura de la confusión. Su única elección ante todo aquello sería ya no dejar las cosas en las manos del pelinegro, que sólo se enclaustraba en su negativa y actuar él mismo.
El moreno alzó la cabeza al ver que el mayor iba hacía el pasillo. Lo llamó.
ㅡEn serio, hermano. ¿Dong ji?ㅡdijo el menor con burla, mostrando sus ojos pícaros y sonrisa socarrona.
ㅡNo me jodas, Nam Joonㅡcontestó de mal humor y abrió la puerta del baño antes de irse a recostar.
Luego de sentirse más fresco al tomar una ducha, entró al dormitorio ignorando el descubrimiento por parte de su menor y vió el pequeño teléfono reposando sobre el escritorio. Lo sostuvo y miró la pantalla, para luego rebuscar en la agenda de contactos el único número.
Dejó sus pensamientos a un lado con respecto al pequeño diablillo que no se apartaba de su mente y meditó.
Las posibilidades de fracasar con Min Yoon Gi estaban allí, pero le era más fácil enfrentar todo ahora con un aliado antes que sólo. Además, ya que había otro integrante en el tablero, necesitaba armar una buena movida.
Era lo mejor para ambos. Porque por lógica para el pelinegro esto era de dos vías. Tanto Yoon Gi como Tae Hyung ganaban en intereses.
Respiró hondo y marcó el botón verde, colocando luego el aparato en su oído.
ㅡHagamoslo.
•••
El hombre cerró el teléfono, llevándolo inmediatamente a su bolsillo. Sorbió el líquido ámbar de la botella que sostenía en su mano izquierda, volviéndose luego al joven que le miraba con suma delicadeza, desde su posición en el sofá de aquel departamento.
Este tenía las manos sobre el regazo, donde llevaba una computadora portátil que se mantenía cerrada. Recorrió con sus ojos oscuros al chico que cambió el semblante a uno de ceja enmarcada y una mueca en sus lindos labios rosa.
ㅡYa está hecho.ㅡsaltó con pasividad.
ㅡ¿Esta seguro? ¿Entonces todo lo que tenía planeado se cumplirá? ¿Ya dejaré de esconderme?ㅡcuestionó en un alzado de cejas. Apretó los labios en espera de la respuesta que le daría su mayor.
ㅡPuede que le demos la oportunidad de conocerte a Tae Hyung, pero nadie más debe saber tu verdadera identidad. Me he arriesgado demasiado para mantenerte. Preocupemonos por que quien en realidad mató a tu hermano e intentó hacerlo contigo, salga a la luz.
El menor asintió y se incorporó de lugar, dejando a un lado lo que sostenía. Se acarició el cabello teñido y caminó al extremo del departamento para sacar la cena del horno.
ㅡ¿Se quedará?ㅡviró su rostro, encontrando la mirada que antes estaba neutra, ya más suave. Esa típica mirada que sólo compartía con él. La mirada de un Yoon Gi cariñoso y atento.
ㅡSólo unos minutos. Tengo que descubrir donde está Jae Bum.
ㅡYo lo ayudaré con eso. Ya le dijeㅡse quejó.
ㅡLo se. Sólo... no quiero que nos caiga de sorpresa.
ㅡConfíe en mi, así como yo hago. Ya verá que todo saldrá como planea. Sólo tiene que calmarse un poco.ㅡse acercó y apretó sus pequeños dedos en la superficie rígida de los hombros del contrario. El contrario acarició los cabellos agitandolos luego. Cosa que lo hizo sonreír.
ㅡAceptaré esas palabras con una condición.
El menor rodó los ojos fastidiado por lo que ya sabía eran esas palabras.
ㅡYa no soy un niño, Hyeong. Se que hacer.
ㅡ Cuando me abrazas y duermes en mi cama no me hace creer que lo seas ㅡSe burló con gracia.
ㅡ Eso no tiene que ver en nada ㅡrefunfuñó.
ㅡPues para mi si lo hace.
El chico hizo un mohín, alejándose.
ㅡ Es un malvado, Hyeong.
ㅡ Y tu un mochi berrinchudo y terco que quiero demasiado ㅡemitió unos pasos hasta el sofá y se sentó con las puernas cruzadas, terminando la botella.ㅡ. Ahora dame de eso que preparaste, que se me abrió el apetito.•
•
•
Luché y luché hasta poder terminar este cap. Espero que hayan descubierto algunas cosas con esta conversación. Es intencional mis Wonders.
No quería retrasar más la intriga.
¡Que sigan las teorías!
Hasta la próxima. ❤
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