Escuchó el jadeo, como si estuviera justamente a lado del menor, que era tomado con fuerza por las mejillas. Su cara estaba bañada por el cristalino llanto y sus ojos estaban cerrados con los labios separados.

Para Hee Chul quizá sería una de las vistas más hermosas que podía contemplar su cabeza sádica y desatada de tormentosos demonios. Sin embargo, Min Yoon Gi no compartía esa atracción con su mejor amigo.

Cuando veía la tristeza y vulnerabilidad de Tae Hyung, en lo único que su mente llegaba a pensar era en su mocoso. Ese niño que brillaba con luz propia, que lo alentaba a querer perderse en sus efusivos abrazos y sus sonrisas sinceras.

Pero intentaba convencerse, que aunque una pizca de misericordia bullía en su negro corazón, no tenía alternativa que mantenerse al margen y acatar las órdenes que recibía.

Kim Tae Hyung debía morir y no entendía por que Hee Chul retrasaba tanto el trabajo. Solo debía clavarle algo y el menor estaría tirado en el piso siendo nada. Al contrario de lo que sus pensamientos pensaban hacer, su amigo estaba llevando las cosas a otro nivel. A uno que Yoon Gi no conocía. Nada había ido tan lejos como en esa noche.

El punto era intimidarlo y hacerlo creerse insignificante delante de ellos con un poco de control a su mente, para al final, terminar en su sacrificio, pero la cordura de Hee Chul se había esfumado y sus designios solo iban acorde a los deseos primitivos de su tenebrosa alma. Lo suponía, por el beso que le había dado al muchacho. Suponía que las cosas no irían bien desde el preciso momento en que Kim Tae Hyung piso el suelo de aquella cárcel.

Quien sabe si incluso antes lo hizo.

Es que su amigo era tan extraño, con sus parafilias retorcidas, que las súplicas del menor no eran más que alentadora música a los oídos del mayor. Era tan extraño ver ese comportamiento.

Yoon Gi no quería ser mas testigo de las barbaridades que Hee Chul podía hacer. Así que, como siempre, cerró su corazón y su mente como si nada, para no ser afectado y cometer algún error. El debía hacer que su amigo entrara en razón. Era lo mas lógico o terminarían mal, ambos.

Sopló el humo del cigarro al cielo raso y escuchó como los pasos hacían eco en el silencio. El mayor estaba allí. Se sentó en la orilla de la cama baja, acomodándose el cabello y la ropa con naturalidad. Yoon Gi se asomó, colocando su cuerpo de costado y el brazo derecho en soporte con su cabeza.

ㅡ¿Lo hiciste?ㅡ el mayor alcanzó a ver los ojos ébano sostenerlo y sacudió su cabeza.

ㅡNo pensé que algo fuera tan difícil. El es... especial.

ㅡNo puedo creer que acabaste de decir esoㅡ dijo con molestia el pelinegro y emitió otra calada.

ㅡDame unos días y todo esto acabaráㅡ prometió el mayor, pero el pelinegro no le creyó una palabra. Sabia que eso no sucedería y debía terminar con ello.

ㅡ¿Y que te sigas obsesionado con él? ¿Crees que ya no ha sido suficiente? Deberías dejar esto en mis manos, Hee Chul. No es un juegoㅡdijo firmeㅡ. Estamos en terreno peligroso.

El hombre se incorporó recto y apuntó a su compañero con enojo.

ㅡSi te atreves a tocarle un solo pelo...

ㅡ¿Qué es lo que tiene? Dime, que rayos es lo que el muchacho oculta que te gusta tanto, que todos en esta prisión quieren hacer de el su posiciones y nos lo encargaron. ¿ah? ¿Es que pretendes que nos maten a ambos?

ㅡYoon Gi, no quiero involucrarte más. Debes confiar...

ㅡ¡Ya lo estoy, carajo! Estoy harto de toda esta mierda. Y si tu no haces algo, lo haré yo.

ㅡPues entonces hasta aquí llegamos, amigo. No te lo voy a permitir.

Yoon Gi alzó las cejas, indignado por las palabras de su casi hermano. Porque así creía que el hombre lo era para él. Se sintió herido desde ese momento y juró asesinar al muchacho que había destruido su amistad con él mayor. Pero lo que Yoon Gi nunca comprendió al principio, era que todo estaba planificado desde el principio para su propio mal, pues tiempo después la muerte llegó a su celda de la forma menos esperada.

Todos en la cárcel creyeron que la muerte de Hee Chul sólo fue un enfrentamiento por envidia o celos, que algún enemigo había actuado junto con otros más para armarse una emboscada. Incluso pensaban que el culpable de todo aquello había sido el nombrado Ji Woo. Sin embargo, nada era como parecía.

Los mismos que habían dado la orden para la muerte de Tae Hyung fueron los despiadados que acabaron con la vida del mayor.

La duda embarcó la cabeza de Yoon Gi, la angustia y los deseos de matar a esos bastardos no se apartaron de su cabeza y odió a aquel muchacho con toda su alma, hasta el punto de intentar matarlo incontables veces.

Ji Woo había premeditado las cosas, llevándose al menor y alejándolo de su presencia, para que no le hiciera daño. Después de eso, las cosas se complicaron. Empezaron a llevarle advertencias de que lo estaban vigilando. Amenazas de muerte que le hacían pensar que cualquiera a su lado podría matarlo e ideó su plan para escaparse. Ademas de que ya era tiempo de volver a su lugar.

Lo que menos esperaba era que alguien acudiría a él ante todo eso. El mismo hombre que se decidio proteger a Tae Hyung, estaba delante de sus ojos con una mirada segura, diciéndole algunas cosas que no se esperaba.

ㅡMin Yoon Gi. Se que no hemos tenido la mejor relación del mundo. Que sientes tanto desprecio por mi que el que yo siento por ti, pero quiero que sepas algo importanteㅡ. El pelinegro escuchó con atenciónㅡ. Esto no es un juego de niños. Nada de lo que hay a tu alrededor es lo que parece. Se que conoces muy bien a Im y él es el que está detrás de todo esto. Tae Hyung es un muchacho inocente y lo sabes. Tu mismo lo has descubierto con el paso del tiempo. Solo ha sido una carnada fácil y por eso decidí alejarlo y fortalecerlo. Haré todo lo posible para que no sea más hundido... Y escúchame bien. Te ayudaré a salir de aquí. Haré lo que esté en mis manos, pero la única condición es que lo ayudes también a el.

ㅡ¿Por qué quieres que haga esto?ㅡpreguntó el menor con los ojos oscuros fijos en el mayor.

ㅡPor que el tiene la respuesta a todas tus preguntas. El te ayudará a encontrar el camino y las respuestas suficientes. Tu hermanito tiene relación con el, solo tienes que descubrir que.

ㅡEspera... ¿Como que tienen relacion?

ㅡLo descubrirás a su tiempo. Se que no he sido bueno contigo, pero toma esto como una tregua entre nosotros. Cuando necesites alguna información, ya sabes donde buscar.

Yoon Gi alzó sus ojos, encontrando la sinceridad en los contrarios que sólo se mantenían fijos en él. Con toda la preocupación del mundo. ¿Por que ahora se le ocurría decirle todo esto? ¿Por qué intentaba ayudarle si el no tenía el derecho? Si lo había abandonado a su suerte como un perro faldero a merced del mundo. Ese hombre delante de sus ojos había destruido su vida. Era el principal culpable de la desgracia, de su supervivencia.

Con todo el rencor y la angustia guardada en su alma, no tuvo más remedio que aceptar la ayuda de su padrastro. Lo odiaba, pero el era el único que tenía la suficiente fuerza para hacer que los corruptos en la cárcel cedieran.

Planifico cada cosa con sumo cuidado y lo guió todo el tiempo hasta que logró estar libre. Recibio mas ayuda de contactos fuera, ademas de los que ya habia recaudado por su cuenta y asi pudo estar libre y volver a retomar sus negocios.

Luego recibió la noticia de que el chico había salido de prisión por buena conducta.

Armó el plan y fue por el muchacho con todo.

•••

El pasado estuvo ocupando espacio en su mente por lago rato hasta que decidió apartar las grietas abiertas y con sus temibles ojos profundos miró la cara de su esperanza.

Se despejó la mente, brindándole toda la atención que el chico merecía. Había trabajado muy duro hasta encontrar todo ese tiempo las necesidades de su mayor. Cada una de las fotografías y el esfuerzo de no ser descubierto estaba allí, siendo valorado por el mayor que sólo le dedicaba una sonrisa cuando este alzaba sus hermosos ojos hasta él.

ㅡ¿Estas cansado?ㅡpreguntó al chico que dormitaba en su regazo, cual miraba la pantalla frente a ambos.

ㅡUn pocoㅡRetuvo un bostezo, llevándose una de sus pequeñas manos a la boca brillante ㅡ, pero no quiero dormir. Aún la película no termina.

El mayor le acarició los cabellos con pausa, se removió un poco en el sofá y observó en la lejanía, como las luces de Busan hacían equilibro con las estrellas, dando uno de los paisajes más impresionantes en medio del mar. Cerró sus ojos y respiró pausado, el rostro de un sonriente pelinegro apareció frente a él ya menos perceptible que antes, pues sus recuerdos se estaban borrando.

Quien ahora reinaba y ocupaba un lugar espacioso en su pecho negro era el hermoso muchacho que ahora se acomodaba más a gusto, con la cara pegada a su abdomen y los ojos cerrados.

Lo cargó entre sus brazos, notando el peso era menos ligero que la última vez que lo cargó. Lo depositó en la cama y luego le quitó los zapatos. Presionó el botón de uno de los controles para apagar el aparato que iluminaba y se dedicó a mirar un rato más el horizonte.

Luego de unos minutos, se acercó a la cama, recostándose en ella y recibiendo el calor del chico, que al sentir que se hundía la cama, aferró al mayor como un koala a su cuerpo y sintió como este lo rodeaba con un brazo.

ㅡTe quiero, Hyeongㅡsusurró el niño con la suavidad de su voz.

ㅡYo también lo hago. Siempreㅡimitó pasado entonces la mano por su espalda para hacer que sus caricias lo adormecieran más.

Ahora estaba todo listo.

Estaba seguro que Tae Hyung quería vengar la muerte de su mejor amigo y decidido a actuar a su favor. Im Jae Bum tenía que caer en la trampa y confesar al mal nacido detrás de todo aquello. Se había esforzado en todo, ahora solo le quedaba esperar a que el muchacho aceptara su propuesta.

Tenía que ser cierto.

Debía serlo, porque si no aquellos años invertidos habían sido en vano y su padrastro entonces vendría siendo un mal nacido que acabaría muerto por sus propias manos.

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No se como ha quedado este capítulo y si haya respondido algunas de sus preguntas.