Capítulo 15 - Dirección
Se estregó la cara, incorporándose lentamente de la cama y sintiendo un cuerpo que le rodeaba la cintura. Miró a la persona de cabellera rubia ceniza, que tenía su mejilla apretada en el colchón y los labios sobresaltantes.
Anoche recordaba haberse pasado a la cama de Nam Joon, después de pensar un rato en las fotografías que se podrían un increíble parentesco. Se había sentido mareado de pronto, quedándose dormido rápidamente sobre el amplio colchón.
Apartó el brazo del menor, que se retorció, volviéndose al otro lado con un débil murmullo.
Se sentó en la cama y se levantó, sintiendo la punzada en su sien. Juraba no volver a tomar tanto en otra ocasión. Le dolía hasta el alma.
Caminó despacio hasta la sala. Sintiendo un aroma adentrarse en sus fosas nasales, que le hizo soltar un gruñido, mientras rascaba su cabeza.
ㅡHice Haejangguk. Creo que fue mala idea beber tanto. Me desperté muy mal del estómagoㅡ expresó Nam Joon, dejando delante del mayor la sopa y una cucharilla para que comieraㅡ. ¿Los demás no han despertado?
Tae Hyung se limitó a sacudir la cabeza, masticando las verduras y la carne.
Estaba delicioso.
El moreno comió de su plato también y luego enfocó su mirada en su mayor.
ㅡ¿Viste las fotografías?
ㅡSi.
ㅡ¿Qué piensas de ello?ㅡ llevó una cucharada de caldo a sus labios. Sopló y sorbió rápidamente.
ㅡQue me está dando una ubicación que pertenece a varias partes de Busan, pero no logro identificar a cual.
ㅡCorrectoㅡ aseguro el moreno. Tae Hyung correspondió con un asentimiento.
ㅡCreo que me está guiando a algún lugar donde hay mar. Puede ser alguna playa en alguna región cercana.
ㅡTambién pensé en ello, pero entonces, Busan tiene ocho ciudades en las que hay playas. Estamos casi completamente rodeados por mar. Creo que no es suficiente señal para encontrarloㅡ aclaró el menor.
ㅡMejor esperemos a obtener másㅡ terminó el último bocado y retiró el tazón.
ㅡHoy iré a visitar a mamáㅡ expresó el moreno, retirando los platos.
ㅡSuerte con esoㅡ soltó con voz gruesa y cargada de indiferencia.
ㅡTae...
ㅡYa hemos hablado sobre ello, Nam Joon. No quiero volver a recalcar lo mismo. No vas a convencerme de ir a lamerle los zapatos a nuestra madre, sabiendo el desprecio que sostiene hacía miㅡ expresó seco, viendo como del pasillo que daba a los dormitorios, salía un enmarañado Dong Ji que se tallaba los ojos y bostezaba.
La imagen le hizo alzar una de sus comisuras. Recordaba perfectamente sus palabras de la noche anterior. Estaban grabadas a fuego en su cabeza.
Le gustaba y era imposible.
¿Porque soy imposible para ti, pequeño?
La pregunta surgió de pronto, mientras lo veía descalzo, llegar hasta la mesa y con la estela de sueño aún reflejada en su rostro níveo. Recibió el cuenco que Nam Joon le extendía, cuál empezó a saborear de él sin vergüenza.
Tae Hyung se quedó en silencio, absorbiendo cada movimiento. Parecía estar ido, incapaz de darse cuenta que el mayor estaba a su lado, viendo como comía con desespero del plato.
ㅡDong Ji, ve más despacio que te vas a atorarㅡ indicó Nam Joon con una risa a punto de salir de sus labios.
ㅡLo sientoㅡ dijo, pasándose la lengua por el labio inferior hasta la comisura. Acción que dejó perplejo al de cabellos rojos.
El menor bajó la cabeza para esconder su nerviosismo y continuó comiendo en silencio.
Nam Joon entrecerró los ojos, analítico. Viendo a su mayor con sus grandes órbitas completamente atentas a cada torpe movimiento del pelinegro delante suyo. Algo extraño se sentía en el aire, como una carga de tensión que se imponía, que días atrás, había sentido cuando ambos estaban juntos.
Estaba notando el comportamiento extraño de Tae Hyung, por siempre estar cerca del menor y entrarle conversación cada tanto. Todo aquello le daba indicios de que lo que sucedía allí no era para nada en situación de amistad.
Pensándolo bien. Esos dos se tenían algo entre manos.
ㅡMe iré primeroㅡ dijo el moreno, dándole más espacio a los presentes y caminó hasta su habitación, donde Jimin continuaba rendido.
•••
Esa tarde se decidió tomarla para descansar, intentando convencer a Dong Ji en acompañarlo a casa. Pero el muchacho estaba más cohibido que nunca. Le daba monosílabos y no lo miraba directamente a los ojos, causándole un poco de molestia.
No quería sentirse arrepentido de nada, pero sabía que había metido la pata tan en el fondo que no había ninguna excusa vigente ante su error cometido.
Dong Ji estaba haciéndolo delirar y desear tan profundamente estar a su lado. Abrazar y besar sus labios, como no tenía idea.
Estaba peleando consigo mismo entre dos indecisiones: se alejaba y hacía como que no le importaba, o continuaba insistiendo hasta que el muchacho admitiera en su cara que le correspondía.
No sabía que hacer al respecto. Nunca antes en toda su juventud había sentido algo semejante por nadie. Ni siquiera atracción a ninguna entidad.
Respiró profundo y miró el cielo raso. Ya pensaría en eso más adelante. Su mente necesitaba ocuparse de Min Yoon Gi e Im Jae Bum. En encontrarlos antes de que este se atreviera a usar una de sus As bajo la manga.
Alzó el teléfono en su mano. Ya se sentía más familiarizado con el aparato, después de dedicarle unas horas enteras a escudriñalo con completa calma.
Conocía las redes sociales, la aplicación de vídeos, como agregar números de teléfono, chats, entre otras cosas. Se dedicó a rebuscar un poco en Internet, paisajes en Busan. Tal vez entre las fotografías podría encontrar respuesta a alguna de las pistas.
En ese momento escuchó el timbre de la puerta. Miró la hora, era muy tarde para recibir visitas, así que bajó de la cama para llegar hasta la entrada con las cejas fruncidas.
Con precaución, entreabrió la puerta, observando una forma cuadrada en el suelo. La tomó entre sus manos y miró a ambos lados, percatándose de una persona que estaba tras las puertas corredizas del ascensor. No logro ver del todo al individuo, pero si notó cuando algo se le cayó de entre las manos. Corrió hasta la puerta y vio la otra polaroid.
Eran dos más.
Una de ellas tenía la fotografía de una escuela, y la otra un puente de color rojo.
La primera tenía escrito: Do
La segunda: Gu.
Las señales eran evidentes en todas las fotos, el mar ocupaba la gran parte del enfoque de la cámara, así que sin más, se dispuso a investigar.
Entró al departamento y se subió a la cama, uniendo las cuatro fotografías. Todas estaban en orden de llegada y Tae Hyung entonces entendió que era una única pista la que conformaba todo.
Yeongdo-Gu
Ese era uno de los distritos que pertenecían a la región sur de Busan, que conectaba con Jung-Gu y otros. Donde operaba La Universidad Marítima de Corea y El Museo Marítimo Nacional.
Entonces lo único que faltaba por descubrir era la relación que tenía ese barco en todo el tema. ¿Sería que le pertenecía a Min Yoon Gi? ¿Quería que se reunieran allí? Esas preguntas le asaltaron constantemente, hasta que su hermano se dignó en aparecer.
ㅡYeongdo-Gu.ㅡ fue lo único que dijo cuando Nam Joon cruzó su puerta para entrar a su habitación.
ㅡ¿Aun sigues despierto? Son las once de la nocheㅡ expresó el menor con las manos en la madera.
ㅡLa pista es la Isla de Yeongㅡhabló mirándolo a los ojos.
ㅡ¿Cómo lo descubriste?
ㅡYoon Gi ha estado enviando gente a dejar las fotos.
Nam Joon se sentó en el colchón viendo las fotografías en línea horizontal.
ㅡ¿Y él barco?
ㅡSospecho que es suyo.
ㅡPues, entonces tienes que ir a la ciudad y buscar ese barco. Quizá te este esperando allí.ㅡ dijo el moreno, encogiendo los hombros. ㅡLo único que... No sería bueno que vayas sólo. No sabemos que podría pasar.
ㅡSe defenderme, Nam Joon. No tienes porque preocuparte. Iré con protección.
ㅡ¿Y cuando piensas hacerlo?
ㅡMañana mismo si es posible.
ㅡPero, tenemos vigilancia.ㅡ indicó el más alto.
ㅡDespués de eso. No puedo esperar más.
El moreno acató las palabras de su hermano, estando de acuerdo, pero a la vez inquieto por la posibilidad de que haya una trampa tras la búsqueda de Min Yoon Gi. El tipo era muy metódico y astuto. No se podía confiar en alguien como él.
Mucho menos si había matado despiadadamente a Aaron.
Tae Hyung le pidió a Nam que cerrara la puerta, pues necesitaba descansar y sobre todo analizar las cosas más seriamente. Tenía sus dudas con respecto a Yoon Gi.
La primera de todas esa saber porque no pudo decirle de frente donde quería encontrarse. ¿Es que tenía deseos de hacer algún juego con el para después de decirle la verdad matarlo en la primera oportunidad que se le presentara?
Sacudió la cabeza. Era importante estar centrado y no permitir que nada lo distrajera.
Si Min Yoon Gi estaba jugando con él como en el pasado, descubriría que ya no era el mismo y que podría defenderse.
•••
Soltó el botón superior de la camisa, caminando hasta la oficina que ocupaba Jimin junto a Nam Joon en la gran casa. Allí estaban los dos jóvenes riéndose de sus propias ocurrencias y comiendo un aperitivo que les brindó una de las encargadas del aseo.
Tae Hyung se plantó ante el escritorio y carraspeó exageradamente con una mano sobre la boca. Los dos chicos elevaron la vista, masticando la comida rápidamente como si hubiesen sido pillados in fraganti.
ㅡVengo a solicitar mi retiro. Tengo algunas cosas importantes que hacerㅡ expresó, con la mirada fija en el de cabellos melocotón, que le correspondía con angustia.
ㅡOh, pues...ㅡ empezó a decir Jimin algo nervioso. ㅡClaro, puedes irte. Mañana nos veremosㅡ expresó, regalando una falsa sonrisa que ninguno de los dos mayores llegó a captar como lo contrario.
Tae Hyung hizo una inclinación, brillando en sus ojos la determinación y confianza en Nam Joon, que mantenía su mirada. Le guiñó un ojo para brindarle calma y partió de la mansión.
Cuando sus pies quedaron en el concreto de la calle, su mirada se desvió hasta el chico de traje y cabello negro que caminaba lejos hasta la estación de autobús.
Lo siguió, quedando a un lado de él y notando que en sus oídos llevaba unos auriculares blancos.
De perfil lucía lindo. Su piel bajo la luz del foco hacía un contraste de luces y sombras que le daban ese toque de ilusión. El cabello negro y visiblemente sedoso, estaba un tanto más largo, cubriéndole un poco más abajo de las cejas. El coqueto brillo de sus labios cuando pasaba su lengua y su contextura tan aniñada enfundada en ese traje no lo dejaban en paz.
Era perfecto.
Llevó sus manos a sus bolsillos para que su cuerpo no reaccionara en su contra y se atreviera a abrazarlo. Se colocó a su lado y escuchó como tarareaba una canción, distante a cualquier cosa en su entorno.
El chico parecía sumergido en sus divagues, porque aún no sentía su presencia. Cerró los ojos y se llevó la cara entre las manos para murmurar con fastidio:
ㅡOlvídate de élㅡ fueron las palabras exactas en un medio susurro que expreso el menor, para que Tae Hyung abandonara las peticiones contradictorias de su mente y deslizase una mano hasta tomar la que yacía suelta a un costado. Era tan frágil y cálida al contacto. Que si se lo permitían, no lo solitaria, aunque su vida dependiera de ello.
Dong Ji saltó en su lugar, zafandose de inmediato del tacto contrario. Sus ojos se emblanquecieron al ver a Tae Hyung con su cabello ahora más descolorido que antes y una expresión algo divertida bajo su semblante neutro ㅡ. Hyeong, ¿que...?
El mayor alcanzó un paso, sosteniendo la mano nuevamente y viendo al gran vehículo aparcarse frente a ellos. Lo jaló y subió con él aún sostenido. Pagó el pasaje de ambos y los condujo hasta el final, donde había un asiento desocupado.
Colocó a Don Ji allí, que se mantuvo en silencio. Tae quedó de pie al lado del menor, tomándose de los reposamanos.
Unas paradas más tarde, el asiento al lado de Dong Ji se desocupó, dándole espacio al de cabellos rojizos.
Tae Hyung quitó un auricular del oído del distraído muchacho.
ㅡEntonces, me estás evitandoㅡ dijo con naturalidad. El pelinegro lo observo, para luego deviar si vista avergonzada a la ventanilla.
ㅡY-yo...
ㅡNo hace falta que lo digas, Dong Ji. Se que es por lo del beso, pero te prometo que no volverá a suceder.
A menos que tu lo quieras.
El pensamiento interno lo convenció. Dejaría que el mismo chico decidiera por los dos y no se seguiría rompiendo la cabeza ante tanta incertidumbre.
ㅡN-no quiero que se sienta rechazado, pero no estoy preparado para estoㅡ dijo en un titubeo.
¿Eso eran palabras de aliento? ¿Algún signo de esperanza?, ¿o un rotundo no?
Se sentía más confundido que nunca.
ㅡ¿Qué quieres decir?ㅡ Tae Hyung enarcó una ceja, esperando la respuesta del menor. Este no dijo más y en el momento justo, como estaba haciendo cada que se encontraba en una situación difícil, dejó a Tae Hyung con la palabra en la boca y encontrando una ruta de escape al detenerse el autobús.
El mayor gritó en sus adentros, buscándole una definición concreta a sus palabras, pero no siguió pensándolo más cuando llegó a su destino, para tomar su transporte hasta la Isla de Yeong.
Necesitaba la mente fría para lo que pudiese surgir.
•
•
•
Happy Vday 💜
Y por eso hoy las actualizaciones serán muchas!
Admito que estoy haciendo un récord guiness con seis capítulos en dos días. Creo que terminaré con el cerebro frito. Así que no se quejen después si no actualizo en mi próximo día libre.
PD: Olvide decirles que la sopa mencionada por Nam Joon es una que hacen tradicionalmente los coreanos para la resaca.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro