Era el primer día, empezaría oficialmente a ser parte de la agencia de protección en Busan. Estaba completamente listo y aunque en lo más profundo no se sentía del todo seguro. Se sentia convencido de que mientras fuera adaptándose, las cosas surgirían de la mejor manera.

Miró el aparato entre sus dedos, tratando de entender la tecnología tan avanzada de la nueva era. Recordaba haber visto alguno en varias ocasiones en manos de los oficiales de policía en horas de reposo. Era curioso ver como un objeto con una pantalla sin botones podía ser controlada sólo por el uso de la sensibilidad del tacto.

Estaba impresionado cuanto cambió todo durante esos años. Recordaba que lo único que logro conocer en su adolescencia eran esos teléfonos de doble hoja, los CDs y vídeo juegos de Play Station que solía compartir con Ho Seok hasta altas horas de la noche.

La modernidad atual era algo impresionante.

Diez años revolucionando y seguro que querían más.

Desvió su mirada un segundo y recordó el suceso de la noche anterior. Aún en su mente se encontraba la escena creada por Min Yoon Gi. Su hermano, a pesar de estar enojado y preocupado, le había recriminado, luego de llegar al departamento, por su falta de tacto ante la ira, pues debía estar presentable al otro día para recibir su posición y ser bien visto por el jefe mayor.

Él se resignó a darle importancia a sus palabras y pidió disculpas. Se sentía disgustado, y no específicamente por el hecho de quedar como un débil delante del imbécil de Min Yoon Gi, si no de no poder obtener más información de la que necesitaba.

Ahora estaba en el ascensor con una cara completamente neutral y aguantándose las quejas después de haber sido vestido por un traje negro impecable y su cara atiborrada de maquillaje para ocultar las cortaduras y moretones.

Se relamió los labios, observando a un costado, como su hermano permanecía en silencio.

Quizá no lo entendía, pero pensaba que por su bien era mejor seguir estando de esa manera. Cerrado ante los demás, para no aferrarse y luego recibir el golpe. Todo aquello era nada más que un lugar de trabajo donde podía ganar beneficios monetarios y tal vez uno que otro intento de investigar a fondo a las personas involucradas en su caso.

Min Yoon Gi era un hombre astuto y si sus pensamientos iban por el camino correcto, podía asegurar que tendría mucho de dónde agarrar si lo encontraba. Necesitaba pensar con cordura e idearse una manera de contactar con el mayor, aunque se arriesgara a ser asesinado en el proceso.

Cruzó la puerta del salón, donde se encontraban varios hombres, al igual que dos mujeres. Una de cabello rubio largo y otra de cabello negro ondulado. Allí Tae Hyung se inclinó, realizando las mismas acciones que su hermano.

ㅡSeñor, aquí tenemos a Kim Tae Hyungㅡ expresó uno de los mayores, con una mano extendida en señal al menor de cabello pelirrojo. Tae volvió a hacer algunas reverencias.

ㅡBienvenido, joven Kim. Escuché buenas referencias sobre usted. Así que, no me ocuparé en este momento de analizarlo, pues el tiempo ameritaㅡ dijo el mayor de cabellos cortos, acomodando su corbata. ㅡ. Park, necesito que vayas con Nam Joon y Jungkook a preparar todo para la partida. Desde hoy iniciaran la vigilancia en casa de los Kang.

ㅡSi, Señor.

ㅡJoven, Kim. Vaya con ellos.

Asintió de inmediato y fue con los demás chicos hasta la oficina que ocupaba Jimin. Entraron al espacio y escucharon atentamente las palabras del menor que, decía pausadamente la información.

ㅡMuy bien. Esto es un caso difícil. Las hijas de la Señora Kang Na Soo fueron atacadas en las pasadas semanas, mientras iban en su vehículo privado. Aún no sabemos que sucedió en concreto, pues sólo tenemos la narración de las chicas, pero se sospecha que es alguno de los enemigos de su padre, cual intenta hacer contacto o quizá asesinar a su familia. Así que, debemos estar enfocados hasta en lo más mínimo, ¿bien?ㅡLos demás asistieronㅡ. Aquí tienen armas de reglamento, los intercomunicadores y cosas necesarias. Por favor, Hyeong. Ayúdame con estoㅡ. Jimin extendió los artefactos a Nam Joon y este los repartió entre los presentes.

La puerta de un momento a otro se abrió de golpe, mostrando a un chico bajo que no dejaba de hacer venias y pedir disculpas.

ㅡLo siento, me retrasé.

Los ojos grandes de Tae Hyung, se clavaron en el chico delgado y diminuto. Solo lo analizaron por unos segundos, mientras guardaba el arma en su base y le era colocado el auricular transparente por debajo de la chaqueta.

ㅡDescuida, Dong Ji. Sabemos que eres muy despistadoㅡ le sonrió Jungkook, guiñándole un ojo. El muchacho se sonrojo evidentemente, cosa que le parecía extraño al de cabellos rojos, cual no dejaba de mirarlo curioso.

Vio al chico acercarse a Jimin, que se disponía a colocarle el intercomunicador.

El pelirrojo abandonó su mirada interesada en aquella persona y esperó que los demás terminaran de arreglar todo. Salieron del edificio para subir en unos Jeeps. Tae Hyung no entendía del todo la razón de porque necesitaban protección. Pudieron haber llamado a la policía y hablar sobre el suceso, para que fuese investigado.

ㅡNosotros no funcionamos asíㅡ expresó el moreno a su lado, que aceleraba el vehículo tras la camioneta que llevaba a las dos chicasㅡ. Quizá te estás preguntando donde está la policía en esto, ¿verdad? Es por que se trata de un trabajo ecubierto. Tanto buenos y malos puede elegir el servicio para recibirlo con excelencia. La única diferencia aquí, es que no somos sicarios sólo guardianes o guarda espaldas; como lo quieras llamar.

El mayor asintió, comprendiendo las cosas ahora más a fondo. El trayecto a la casa de sus clientes era extenso, tanto que quedaba en las afueras de la ciudad, cerca de Haeundae-gu.

ㅡNam Joon, necesito encontrar a Yoon Giㅡ dijo de pronto, mirando al moreno que apretó un poco el volante, vigilando el retrovisor y los espejos de los costados.

Bufó.

ㅡ¿No fue suficiente que te apuntará anoche con un arma y te partiera la cara?

ㅡQuiero respuestas Nam Joon. Él es... Él es una pieza importante y si puedo obtener algún dato de su parte para encontrar al asesino de mi mejor amigo. No dudaría en arriesgarlo todo con tal de encontrarlo.

ㅡ¿No crees que te estás yendo de prisa?ㅡ inquirió el más alto.

ㅡTu dijiste que me ayudarías con esto. No quiero dejar que todo pase. No sabes por todo lo que pase allí, Nam Joonㅡ expresó con voz rústica y los puños apretados sobre los muslos.

ㅡLo conociste en la cárcel. A él y al tal Hee Chul ¿verdad?

El nombre mencionado le caló en los huesos e hizo que su cuerpo se congelara.

No puede ser. ¿Cómo sabe el sobre Hee Chul?

Tae Hyung no se dignó a responder o emitir movimiento. Nadie podía saber lo que había sucedido en su pasado. Esto era un simple secreto en su cabeza. Uno que Hee Chul se llevó a la tumba y que él mismo guardó en una esquina de su mente para que no saliera a la luz.

No estaba preparado en ningún sentido, para que alguien más, aparte de las personas involucradas, conocieran sobre aquellos sucesos.

Trató de acompasar silenciosamente su respiración errática.

ㅡEsta bien. Te ayudaréㅡ dijo el moreno, después de unos minutos y detuvo el vehículo para bajarse.

La brisa fría de aquella mañana le hizo sentir un poco de alivio, a la vez que revolvía sus cabellos, que ya se estaban destiñendo. Cuando se percató de que el color se desaparecía con el lavado, hizo la pregunta a Nam Joon sobre esto y él había respondido que debía retocarlo porque realmente se utilizaban colores de agua para no dañar el cabello con tanto tinte y sólo llevaba la base rubia del decolorado.

Siguió el paso de su menor, que ahora empezaba a hablar con los demás por el auricular y micrófono, vigilando que todo estuviese en orden. Cuando llegaron ante la gran puerta de la mansión. Tae Hyung abrió sus almendrados ojos con una expresión de sorpresa.

Era una casa inmensa que dos pisos y fabricada delicadamente con detalles extravagantemente lujosos. Las ventanas de cristal sin barrotes, puerta de madera de roble, el color arena de las paredes y las plantas al rededor hacían ver más esplendorosa.

ㅡSigue a Dong Ji. Se posicionaran en el lado este. Jungkook en el oeste y Jimin y yo en el sur. Cualquier cosa que quieras preguntar hazlo por aquíㅡ señaló el aparato cerca de su bocaㅡ. No subestimes a Dong Ji. Él es muy bueno con las armas.

Nam Joon se retiró, palmeando el hombro de su hermano y Tae Hyung no esperó más para rodear la casa, junto al chico más bajo, que veía con asombro la vivienda.

ㅡEs impresionante, ¿no cree?ㅡ preguntó con su voz aniñada. El pelirrojo creía sospechar que era un menor de edad entre tantos adultos.

Aún seguía un poco molesto con él muchacho, por el choque de la otra vez, pero lo dejaba pasar solo por el hecho de que debían colaborar juntos.

ㅡ¿Cuantos años tienes?ㅡ cuestionó, quitándole importancia a las palabras anteriores e interesandose en saber que edad tenía el muchacho a su lado.

ㅡ¿Por qué lo pregunta?ㅡ cuestiono el chico, fijando sus ojos en el atractivo hombre que tenía a su lado.

ㅡPorque me pareces muy inmaduro para estar en estoㅡ murmuró el mayor con normalidad, continuando el recorrido.

ㅡCreo que la edad no importa si se hacer el trabajo. Además, la inmadurez no es por la edad, si no del conocimientoㅡ soltó ahora más firme.

El pelirrojo lo recorrió de pies a cabeza y recordó a su yo del pasado. Tan alegre y risueño que amaba todo y a todos, pero que se fue volviendo un bloque de hielo con cada golpe que la vida le dio. El único que le había sacado la misma sincera sonrisa y cariño fiel, se había ido con su corazón en manos.

El había sido madurado por otros entre tantas tormentas y huracanes, había sobrevivido. Si hubiese sido realmente inmaduro se habría suicidado, pero no valía la pena si podía hacer algo mejor que eso.

Le dio la razón al chico, que se veía muy tierno con la mirada iluminada al admirar cada cosa a su paso. Su cara parecía un poema. Su piel era tersa y flechada por algunas pequeñas pecas. El cabello lo llevaba revuelto por la brisa, más los labios delicados y húmedos.

Tae Hyung se quedó un momento en ese lugar.

El atractivo de sus facciones era cautivante. Podía decir que se comparaba a la propia belleza que poseía Park Jimin y un poco más. Se relamió los labios, nervioso y apartó la mirada, avergonzado de sus propios pensamientos.

ㅡAdelante.ㅡ Escuchó a la voz de su hermano del otro lado del auricularㅡ. Manténganse en ese lugar. Estamos viendo movimiento en el lado oeste. Jungkook, verifica el perímetro.

ㅡEstoy en ello, Hyeong. Parece que todo está en orden. Sólo es la Señora Kang que acaba de llegar.

ㅡMuy bien. Sigan con los ojos puestos en la mira, para no tener sorpresas de por medio.

Las palabras de Nam Joon sonaban muy seguras, como las de un líder. Se notaba que tenía experiencia en el campo y le realizaría algunas preguntas cuando le surgiera el momento.

No quería desconcentrarse ahora.

No deseaba equivocarse en el inicio de todo.

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Primer cap de los próximos a publicar.