Pt. 3: Vi - Jinx
Advertencias!!
— Relación Poliamorosa
— Gap de edad
[ Si no es de tu agrado, puedes simplemente saltar este shot y seguir con el siguiente]
Pedido por: DianaRojas194
Días después...
Zayn estaba sentada en su pequeño rincón del taller, revisando un viejo mecanismo que Jinx había empezado y dejado a medias, como solía hacer con muchos de sus inventos. Las herramientas estaban desparramadas por la mesa, y el sonido de metal contra metal llenaba el espacio. Jinx había salido temprano esa mañana, diciendo que tenía "algo divertido que hacer". Zayn no preguntó, pero no podía evitar sentirse un poco ansiosa por lo que eso podría significar.
El sonido de un golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos. Frunció el ceño. No esperaba a nadie. Con cuidado, se levantó y abrió la puerta.
Allí estaba Violet. Su figura alta y segura de sí misma llenaba el marco de la puerta, pero esta vez no llevaba la misma actitud relajada de la última vez que se encontraron. Había algo más intenso en su mirada.
—¿Vi? —preguntó Zayn, sorprendida—. ¿Qué haces aquí?
—Quería hablar contigo. —Violet dio un paso al interior sin esperar invitación. Cerró la puerta detrás de ella y miró alrededor del desordenado taller, como si estuviera evaluando el lugar antes de volver su atención a Zayn—. ¿Jinx no está, verdad?
—No. Salió hace rato. —Zayn se cruzó de brazos, algo incómoda—. ¿Qué pasa?
Violet se acercó, sus pasos seguros resonando en el suelo de metal. Se detuvo a solo unos centímetros de Zayn, lo suficiente como para que la cercanía fuera palpable. Lo suficiente para sentir el cálido aliento de Zayn.
—Desde la otra noche... no puedo dejar de pensar en ti. —Violet fue directa, como siempre lo era. Sus ojos grises estaban fijos en los de Zayn, y su voz tenía un tono que mezclaba sinceridad con un toque de desafío.
Zayn dio un paso hacia atrás, golpeando accidentalmente la mesa detrás de ella. Sentía su corazón latir más rápido, pero no era exactamente por miedo.
—Vi... esto no es... —comenzó a decir, pero Violet levantó una mano, deteniéndola —. Literalmente nos conocimos hacen nueve días.
—Déjame hablar. —Violet bajó el tono de su voz, haciéndola más suave—. No estoy aquí para complicarte las cosas. Sé que amas a Jinx, y no estoy diciendo que intentes algo conmigo. Solo... no puedo ignorar lo que siento.
Zayn sintió una mezcla de emociones: incomodidad, confusión y algo que no quería admitir ni siquiera para sí misma.
—Vi, no puedo hacer esto. —Zayn trató de sonar firme, pero había una grieta en su voz—. Tu hermana es importante para mí. La amo.
Violet asintió lentamente, como si ya supiera lo que iba a decir, pero aún así no podía detenerse.
—Lo sé. Pero no puedo evitarlo. —Violet dio otro paso adelante, inclinándose lo suficiente como para que Zayn sintiera el calor de su presencia—. Es solo que... tú me haces sentir algo que no había sentido en mucho tiempo.
Zayn miró hacia otro lado, tratando de no caer en el magnetismo de Violet. Su mente estaba llena de imágenes de Jinx, su risa caótica, su vulnerabilidad oculta.
—Esto no está bien, Vi. —Zayn finalmente encontró su voz, firme esta vez. Miró directamente a Violet, buscando la fuerza para resistir—. Tú eres su hermana. No puedo hacerle esto. Nos conocimos hace poco. Es imposible.
Violet se quedó en silencio por un momento, sus ojos grises analizando el rostro de Zayn. Finalmente, retrocedió un paso y suspiró, pasándose una mano por el cabello.
—Tienes razón. —Violet sonrió, pero había algo triste en su expresión—. Lo siento. No debí venir.
Zayn quiso decir algo más, algo para aliviar la tensión, pero antes de que pudiera encontrar las palabras, Jinx estaba entrando por la puerta.
Y aún más, sin darse cuenta, las manos cálidas de Violet estaban en su cuello, luego unos labios cálidos estaban sobre los de ella, moviéndose a un ritmo algo acelerado.
Zayn, con el miedo de punta, se separó de Violet de golpe. Sus manos sobre los hombros de Violet y mirándola con miedo.
Zayn respiraba con dificultad, su corazón desbocado mientras miraba a Violet, quien permanecía inmóvil, su expresión dividida entre el arrepentimiento y la desesperación.
—¿Qué... qué estás haciendo? —susurró Zayn, su voz rota por la confusión y el miedo. Sus manos todavía descansaban en los hombros de Violet, como si quisiera mantener la distancia pero no pudiera soltarse del todo.
Violet bajó la mirada, sus labios entreabiertos como si buscara una explicación que no existía. Finalmente, dio un paso atrás, liberándose del agarre de Zayn.
—Lo siento. —La voz de Violet era baja, casi un susurro—. No debería haberlo hecho... No debería...
—No, no deberías. —Zayn retrocedió un poco más, abrazándose a sí misma, como si intentara protegerse de algo invisible—. ¿En qué estabas pensando, Vi? ¡Yo... yo estoy con Jinx!
—Lo sé. —Violet alzó las manos en un gesto de rendición, su rostro lleno de culpa—. Lo sé, Zayn, pero... no puedo evitar lo que siento.
—¡No puedes hacerme esto! —exclamó Zayn, su voz temblando de rabia y dolor—. ¿Sabes lo que esto significaría si Jinx lo supiera?
El nombre de su hermana pareció golpear a Violet como una bofetada. Cerró los ojos, respirando profundamente antes de hablar.
—No tiene que saberlo. —Su voz era apenas audible, pero Zayn la escuchó claramente.
Zayn se quedó mirándola, incrédula, como si no pudiera creer lo que acababa de oír.
—¿Eso crees? ¿Que podemos pretender que esto nunca pasó? —Zayn negó con la cabeza, sus ojos llenos de una mezcla de decepción y angustia—. Jinx confía en mí. Confía en ti.
Violet se quedó en silencio, incapaz de encontrar una respuesta. Finalmente, suspiró y dio un paso hacia la puerta.
—Tienes razón. Esto fue un error. —Sus palabras eran firmes, pero su voz traicionaba la lucha interna que sentía—. Lo siento, Zayn. De verdad lo siento.
Zayn no respondió, simplemente la miró mientras salía del taller, el sonido de la puerta cerrándose resonando en el silencio.
Cuando quedó sola, Zayn se dejó caer en una silla, llevando las manos a su rostro. Sus pensamientos eran un caos: el beso, la culpa, el temor de lo que podría pasar si Jinx se enteraba.
"¿Qué voy a hacer?" pensó, el peso de la situación cayendo sobre ella como una avalancha. Sabía que no podía simplemente ignorar lo que había sucedido, pero tampoco tenía idea de cómo enfrentarlo.
Esa noche, cuando Jinx regresó, Zayn hizo todo lo posible por actuar con normalidad. Pero cada vez que Jinx la miraba con esos ojos brillantes llenos de confianza, Zayn sentía que una grieta más se abría en su interior. La culpa la estaba consumiendo, y sabía que no podría mantener ese secreto para siempre.
[...]
El taller estaba en silencio, algo poco común cuando Jinx estaba cerca. Zayn trabajaba en un pequeño dispositivo en la mesa, pero sus movimientos eran mecánicos, su mente en cualquier lugar menos en el proyecto. Desde aquella noche con Violet, todo había sido un torbellino de ansiedad. Violet no había vuelto a buscarla, pero Zayn sabía que la tensión no iba a desaparecer así de fácil.
La puerta se abrió de golpe, y Zayn saltó en su asiento, girándose rápidamente. Allí estaba Jinx, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos y esa energía eléctrica en su mirada que siempre significaba problemas.
—¡Zayn, muñeca! —canturreó Jinx, pero su tono era demasiado dulce, casi ácido. Caminó hacia ella con pasos ligeros, como un gato acechando a su presa—. Estaba pensando en ti, ¿sabes? Todo el día... me dulce novia.
Zayn sonrió débilmente, intentando leer a Jinx, pero la chica era como un caleidoscopio, imposible de descifrar.
—Eso es lindo de tu parte, linda. —Zayn trató de sonar tranquila, pero su voz tembló ligeramente.
Jinx se inclinó sobre la mesa, sus ojos clavados en los de Zayn con una intensidad que la hacía sentir pequeña.
—Sí, pensé en ti... y en cómo mi querida hermana ha estado actuando últimamente. —Jinx ladeó la cabeza, su sonrisa ensanchándose—. Es raro, ¿no crees? Vi ha estado tan callada. Tan distante.
El corazón de Zayn se detuvo por un instante. Se obligó a mantener la compostura.
—¿Ah, sí? No lo he notado. —Intentó sonar despreocupada, pero Jinx no se dejó engañar — Hace tiempo no la veo por aquí.
—Oh, yo sí. —Jinx se enderezó y comenzó a caminar lentamente alrededor de la mesa, como si estuviera evaluando a Zayn desde todos los ángulos—. Y sabes qué más noté, muñeca. Que tú también has estado rara. Has estado tan distante cada vez que quiero acercarme a ti.
Zayn tragó saliva, sintiendo el sudor formarse en sus palmas.
—No sé de qué hablas, Jinx.
Jinx se detuvo detrás de ella, sus manos encontrando los hombros de Zayn. Su agarre era firme, casi doloroso, mientras se inclinaba para susurrar en su oído.
—Oh, creo que sí sabes. —La voz de Jinx era baja, peligrosa, con un filo de amenaza que hizo que Zayn se tensara—. Porque me enteré de algo muy interesante. Algo sobre tú y Vi.
Zayn se giró rápidamente, apartándose de las manos de Jinx. Sus ojos estaban llenos de pánico.
—Jinx, yo... no fue lo que crees.
—¿No? —Jinx cruzó los brazos, levantando una ceja con incredulidad—. Porque lo que yo creo es que mi hermana te besó. ¿Me equivoco?
Zayn se quedó en silencio, incapaz de mentir, pero también aterrorizada de admitir la verdad.
—¿¡Me equivoco!? —gritó Jinx, golpeando la mesa con un puño, haciendo que las herramientas saltaran.
—No... no te equivocas. —Zayn finalmente habló, su voz apenas un susurro—. Pero fue un error, Jinx. Yo la detuve.
Jinx rio, pero no era una risa alegre; era amarga, fría. Se llevó una mano al cabello, despeinándolo aún más mientras empezaba a caminar de un lado a otro.
—Así que la detuviste. ¡Qué noble de tu parte, muñeca! —se burló, girándose para mirarla de nuevo, sus ojos morados brillando con algo que bordeaba la locura—. ¿Pero por qué ocurrió en primer lugar? ¿Por qué mi hermana pensó que podía besarte?
—No lo sé. —Zayn negó con la cabeza, desesperada—. Nunca le di motivos. Jinx, yo te amo, no a ella.
Jinx se quedó en silencio por un momento, su mirada perforando a Zayn como si intentara leer sus pensamientos. Luego, lentamente, se acercó hasta que sus rostros quedaron a pocos centímetros de distancia.
—¿Me amas? —preguntó Jinx, su tono goteando veneno—. Entonces, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me contaste lo que pasó?
—Porque tenía miedo, Jinx. —Zayn confesó, su voz quebrándose—. Miedo de que reaccionaras así.
Jinx soltó una carcajada breve y amarga, agarrando a Zayn por la muñeca y jalándola hacia ella.
—¿Así? —susurró Jinx, sus ojos llenos de una intensidad salvaje—. ¿Qué esperabas, Zayn? ¿Que lo aceptara con una sonrisa?
Zayn se quedó callada, incapaz de responder. Jinx la soltó de golpe, alejándose unos pasos, pero la tensión en su cuerpo era palpable.
—No puedo confiar en nadie, ¿verdad? Ni siquiera en ti.
—Eso no es cierto. —Zayn avanzó hacia Jinx, desesperada por alcanzar su corazón detrás de toda esa rabia—. Jinx, por favor, escucha. Nada pasó entre Violet y yo. Yo te elegí a ti, siempre te elegiría a ti.
Jinx se giró lentamente, sus ojos brillando con lágrimas contenidas.
—Demuéstralo. —Su voz era un susurro quebrado—. Demuéstrame que soy la única.
Antes de que Zayn pudiera procesar lo que Jinx quería decir, la sintió acercarse más, su aliento cálido contra su piel. Jinx estaba tan cerca que podía oler el leve aroma de pólvora y metal que siempre parecía rodearla.
— Jinx...— Zayn murmuró, pero fue silenciada cuando Jinx presionó sus labios contra los suyos.
El beso no era suave ni dulce; era intenso, casi desesperado, como si Jinx quisiera reclamarla, borrar cualquier rastro de dudas o inseguridades. Incluso el rastro de su hermana mayor. Zayn jadeó contra sus labios, sorprendida por la pasión, pero no tardó en corresponder, sus manos encontrando el camino hacia el cuello de Jinx, aferrándose a ella como si fuera su única esperanza en ese momento.
Las manos de Jinx subieron, recorriendo lentamente los costados de Zayn hasta llegar a su cuello. Sus dedos eran firmes, casi posesivos, mientras inclinaba ligeramente la cabeza para profundizar el beso.
Cada movimiento era una mezcla de rabia contenida y deseo, y Zayn podía sentir cómo la tensión entre ellas explotaba, transformándose en algo que ya no podían controlar.
Jinx se separó apenas un segundo, sus ojos morados ardiendo con una intensidad que hizo que a Zayn se le cortara el aliento.
— No te quiero cerca de Violet — la orden de Jinx era como una aguja en la piel. Doloroso. Su susurro cargado de peligro —. Si me entero que estás cerca de ella. La vas a pagar caro, muñeca.
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Espero que esto haya sido de tu gusto DianaRojas194 me esforcé lo más que pude. Espero lo disfrutes tanto como yo
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