- Adelante.   

Eran casi las siete de la madrugada, no había nadie en las calles de busan, solo algunas personas yendo a sus trabajos y algunos estudiantes yendo a sus respectivos colegios. Jungkook solo se había levantado para abrirle la puerta a los hombres de Taehyung.   

- Buenos días. - Saludó Tae.    

Jungkook solo asintió con una sonrisa sin mostrar sus dientes.   

- ¿Ellos... donde están? - Preguntó Tae refiriéndose a los bebés.   

- Arriba. - Apuntó Jungkook con su dedo. - ¿Que es lo que tengo que firmar? - Uno de los hombres sacó un papel de su bolsillo y el otro le entregó un lápiz. - ¿Cuales son las condiciones?   

- Cuando usted firme el papel, pierde todo conocimiento por Kim Taehyung. Usted no sabe nada de el, no existe para usted, si se ven en la calle es primera vez que se ven. - Jungkook alzó sus cejas, su mirada se dirigió a Taehyung quien miraba hacia arriba.   

Jungkook frunció sus labios.   

- Antes de firmar, ¿Quieres ir a verlos?   

- ¿Puedo?    

- También son tus hijos, Taehyung.    

El omega sintió emoción claro que sin demostrarlo, subió las escaleras viendo las puertas de las habitaciones. Abrió la puerta principal y sintió el olor a café mezclado con chocolate, supo que ahí dormía el Alfa.   

Se dirigió a la habitación de al lado y abrió la puerta silenciosamente. Primero asomó su cabeza viendo su era la habitación y efectivamente lo era. Ambos bebés dormían en sus cunas profundamente, Tae esta vez pudo entrar sin problema y se acercó a mirarlos.   

Uno de ellos se removió con intención de despertar, Tae abrió sus ojos de par en par rogando a qué el bebé no se despertara.    

- Taehyung. - La voz de Jungkook salió en un susurro detrás de el. - Ya firmé.   

- Oh sí, bajo en un momento. - Taehyung quería quedarse un poco más aún que sea a mirarlos.   

No sabía por qué pero el solo hecho de pensar que tendría que fingir que no los conocía, tanto a ellos como a Jungkook, le partía el corazón. Digamos que en esos tres días le había cogido un cariño a sus hijos.   

Y bueno, después de todo eran sus hijos, parte de su esfuerzo y su dolor.   

Pero el sabía desde el principio lo del contrato, encariñarse era lo que menos quería y terminó haciéndolo, tanto con los niños... Y Jungkook.   

Jungkook era un chico amable, fue a verlo los tres días a acompañarlo y ayudarlo en lo que más pudiera. Ya sea ir al baño o cuando tenía hambre, Taehyung desde el principio supo que Jungkook sería un excelente padre.   

En cambio el, ni con su vida podía y menos con dos bebés.   

Bajó las escaleras junto a Jungkook dando una última mirada hacía atrás, viendo el pasillo pero exactamente la puerta de la habitación de los bebés. Sabía que los extrañaría, formó un pequeño puchero antes de bajar por completo.   

- Joven Kim, tenemos que irnos. - Uno de los hombres tomó el papel que Jungkook había firmado y lo guardó en su chaqueta. - ¿Quiere que lo esperemos en el auto?   

- Sí, gracias Jongin. - Ambos hombres hicieron un reverencia antes de subirse al auto, dejando solos a Taehyung y Jungkook. - Espero que no me odies por esto.   

- No lo hago, pero me puse a pensar que en cualquier momento ellos te necesitaran, Taehyung. - El omega agachó su mirada mirando sus zapatos. - Y quizás hasta yo, pero lo veo más por ellos, después de todo eres su padre.    

- Entiendo tú punto Jungkook, pero tú y yo desde ahora no nos conocemos y dudo que pueda cambiar algo.    

- Lo sé.   

- Serás un excelente padre, te deseo lo mejor junto a ellos. - Tae le dio una sincera sonrisa antes de irse por la puerta y dejar a Jungkook solo.   

Mientras que el solo soltó un suspiro.    

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Eran exactamente las ocho de la mañana y Jungkook ya estaba cambiando los pañales de sus hijos y calentando leche en el microondas.   

Como papá primerizo se dio el tiempo de buscar muchas cosas que haría un padre ya con más experiencias, al menos para hacer las cosas bien. Sabía que con el tiempo podría ser un excelente padre del cual muchos estarían orgullosos.   

Miró a Dong su con el pañal que le había puesto y luego miró al niño que estaba en el empaque.   

- Creo que sí esta bien. - Dijo para volver a dejar a Dong su en la cuna e ir por Young soo quien estaba profundamente estaba dormido. - Compermiso.   

Jungkook comenzó a desabrochar el pañal sintiendo el olor profundo de que su hijo había hecho sus necesidades.   

Arrugó su nariz no muy a gusto con el olor, pero prosiguió en quitar el pañal y tomar unas cuantas toallitas húmedas para limpiarlo y sacar otro pañal limpio. Levanto sus piernitas con cuidado y colocó el pañal hasta abrocharlo.   

- Listo. - Sonrió orgulloso al ver a ambos niños con sus pañales bien puestos.   

O eso creía.    

El sonido del microondas llamó su atención y bajó las escaleras hasta dar con el piso de abajo, se dirigió a la cocina abriendo el microondas y tomando ambos biberones con agua.   

Con una cuchara tomó de la leche en polvo y la hecho en el agua para que se mezclara, cerró el biberón y comenzó a agitarlos.   

Probó la leche para comprobar la temperatura y apenas la tragó hizo una mueca, sabía mal pero estaba bien de temperatura.   

Tomó ambos biberones y subió las escaleras para ir a la habitación y alimentar a ambos bebés.   

Ya se sentía un gran padre.