Taehyung se hayaba sentado en el regazo de Jungkook tal cual como habían estado hace unos días atrás, solo que esta vez se estaban besando, las manos de Jungkook estaban en sus nalgas dejando leves apretones.   

El solo llevaba una polera grande que dejaba ver sus muslos, abajo solo tenía sus boxers que ya los estaba sintiendo de sobra. Jungkook está vez abrazó su cintura tocando casi sus codos al abrazarlo.   

— Me gusta tu cintura. — Murmuró Jungkook tocando esta con sus grandes manos.    

— Lo noté. — Taehyung subió un poco su polera dejando ver su cintura, se podían ver las marcas de los dedos de Jungkook perfectamente.    

— Digamos que en esos momentos no estoy en mis cinco sentidos, perdón corazón. — Jungkook dejó un piquito en sus labios.    

— Esta bien, así me marcas de alguna forma que soy tuyo. — Jungkook alzó una ceja.   

¿Taehyung era suyo? Eso sonaba muy posesivo, el no era posesivo, Tae no era suyo ni de nadie. Joder, el no era ese tipo de alfas ¿Taehyung quería que lo fuera?    

— No eres mío, no eres un objeto para etiquetarte así ¿Crees que soy ese tipo de alfas? — Tae negó sin comprender lo que Jungkook decía. — No vuelvas a decir eso.   

— Está bien, perdón. — Jungkook esta vez recostó su cabeza en el pecho del omega, sintiendo sus latidos calmados y sin apuro alguno. — ¿No soy tú omega?   

— Lo eres, pero no de esa forma. — Taehyung asintió esta vez comprendiendo.    

Tae ya había notado que Jungkook no era un alfa posesivo o que le gustaban las cosas ruda, de hecho la primera vez que lo habían hecho Jungkook le había pegado nalgadas. Después de esa noche Taehyung no volvió a sentir la mano de Jungkook en sus nalgas.   

La mayoría de los alfas tomaba a los omegas como suyos, pero al parecer Jungkook era distinto.   

Eso a Taehyung le gustaba.   

— Tengo hambre. — Dijo Tae sobando su estomago.   

— Mi nene tiene hambre, como buen alfa te cocinare.    

Jungkook lo cargó al estilo princesa y lo llevo hasta la cocina abriendo la puerta con su pie y dejando a Taehyung en el taburete.   

— Esperame aquí. — Tae asintió sin rechistar, no es como que tuviera donde ir de todas maneras.    

Jungkook comenzó a buscar unos ingredientes, harina, huevos, leche, vainilla y un poco de levadura.    

— ¿Harás panqueques? — Jungkook asintió. — ¿Vienen besitos incluidos en el menú?    

— No tengo de eso.   

Taehyung rió y dejó que el alfa siguiera con su trabajo, lo veía moverse de un lado a otro y de vez en cuando robándole besitos muy cortos.    

Jungkook puso la masa en la sartén y la movió para que esta se esparciera por todo el sartén creando una capa no muy gruesa de masa.   

— Deberías tomarte un brake.    

— Nene se me quemará el panqueque si me sigues distrayendo.    

Tae se cruzó de brazos moviendo sus piernas adelante y hacía atrás, decidió bajar del taburete y abrazar a Jungkook por la espalda. Quién aún seguía muy concentrado en que su panqueque no se quemara.   

— ¿Como vas? — Jungkook justo dio vuelta el panqueque feliz de que este no se había quemado. — Te salió bien, kook.    

— ¿Quieres comerlo? — Taehyung asintió.    

El alfa fue por un poco de mermelada y la unto en el panqueque para el omega, quien lo comió e hizo un sonido de satisfacción.   

— Esta rico. — Jungkook sonrió y de forma inconsciente su nariz se arrugó y alzó un poco sus hombros. — ¿Tú no vas a querer?    

— El siguiente es para mi. — Tae siguió comiendo de su panqueque derramando un poco de mermelada en sus labios, Jungkook apenas lo notó quiso limpiarlo con su dedo, pero encontró una mejor manera.   

Se acercó al omega y chupo su labio superior, Tae algo sorprendido sonrió. Así que decidió tomar más mermelada con su dedo y esparcirla por sus labios.   

El alfa no dudo en besarlo sintiendo el sabor de la mermelada de fresta tanto en sus labios como en su lengua, chupo un poco de su lengua haciendo unos sonidos obscenos que solo ellos podían oír.   

— Me gusta ese Jungkook atrevido.    

— Me provocas.   

Taehyung rió y siguió esperando a que Jungkook terminara de cocinar, para luego comer ambos los panqueques que el alfa había hecho.   

Les quedaban solo un par de horas para ir a buscar a los niños, quienes estaban ansiosos tanto de ver a su papá como al señor Kim.   

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— Señor Kim ¿Quiere jugar conmigo? Es que papá está ocupado. — Tae asintió y lo acompañó a la habitación que era especialmente para que ellos jugaran.    

Young soo le pasó un dinosaurio y el jugaba con la muñeca que el omega le había regalado.   

— ¡Rawr! — Taehyung imitó el sonido de un dinosaurio acercando el juguete a la muñeca para "Comersela"   

— ¿Que está haciendo? No se la puede comer. — Tae alejó el juguete y se paró del suelo.   

— Iré a ver que está haciendo tú papá, le diré a Dong su que juegue contigo ¿Si? — El niño solo asintió.   

Tae caminó por el pasillo viendo a Dong su lavando sus manos.   

— Dong su ¿Podrías jugar con tú hermano? Esta solito.    

— Claro.   

Taehyung sonrió victorioso, miró una vez más el pasillo viendo que estaban solos, con una sonrisa traviesa tocó la puerta de la habitación de Jungkook esperando a que este le abriera o le dijera que podía pasar, al no obtener respuesta al instante hizo un pequeño puchero. Cuando estuvo dispuesto a irse escuchó un "Adelante" por parte del alfa.   

Tae abrió la puerta y asomó su cabeza primero, viendo a Jungkook con su teléfono y recostado en su cama. Apenas lo vio dio unas palmaditas en su regazo invitándolo a que se sentara, Taehyung no lo dudo dos veces y cerró la puerta con llave.   

— ¿Por qué con llave? Ni que fuéramos a hacer algo. — Tae se encogió de hombros y se sentó en su regazo poniendo sus piernas en cada lado de la cintura del alfa. — Nene, creo que no es el momento de provocarme.   

— Lo sé, por eso hay que hacerlo en silencio. — Jungkook negó con su cabeza. — Kook.   

— Ellos pueden necesitar algo, bebé, no. Cuando estemos solos si quieres hasta en la cocina, ahora no. — Tae formó un puchero, Jungkook lo tomó de su mentón haciendo que lo mirara.   

— Al menos tocame. — Jungkook puso sus manos en sus nalgas y dejó un apretón.   

Taehyung se acercó esta vez a besarlo, Jungkook aún no quitaba sus manos de sus nalgas y de vez en cuando dejaba apretones. Taehyung gemia en su boca debido a eso, las ganas de follarselo ahí mismo no le faltaban. Pero estaban con los niños, no es que fuera de culpa de ellos, pero al parecer  a Tae le había quedado gustando.   

— Amo que me toques. — Dijo Tae en un susurro. — Solo tú puedes hacerlo. — Jungkook volvió a sonreír pero esta vez dejando una cachetada en sus nalgas. — Me dijiste que no hiciéramos ruidos.   

— ¡Son los mosquitos! — Gritó.   

Tae rió y volvió a dejar otro beso pero esta vez en su mejilla.   

Su sonrisa desapareció al ir al baño y vomitar todo lo que había comido anteriormente.   

Taehyung sabía de que se trataba.