La mañana estaba fría, Jennie no tenía ganas de vivir. Su madre no estaba y su hermanita tampoco el viaje a las Bahamas por las buenas calificaciones  de su niña menor le salvaba de tener que explicar como ahora no puede olvidar el cuerpo de Lisa.

Tenía un bonito lunar al costado de su pecho derecho, y una bella clavícula.

Su cara enrojecio al seguir pensando en su cuerpo, ¿como era posible que una mujer sea tan perfecta de pies a cabeza?

— Necesitaba un batido de arándano en la plaza Hechu— Tomo su chaqueta rosa y algunos gorros para evitar los fans.

La mirada de Jennie seguía perdida aún no pedía su batido, el suave aroma a una colonia que recordó.

Sus ojos pararon a una chica con lentes oscuros signo de que escondía sus ojos enrojecidos por llorar toda la noche.

Su corazón empezó a latir sin cesar, la voz de lisa empezaba a ser aquel sonido que le encantaba incluso más que las notas de su guitarra eléctrica, la chica que empezaba a colarse por si cabeza era Lisa.
Sus pensamientos  se cerraron al notar que varios fotógrafos la seguían a ella y quizás, puedan incomodar a Lisa.

Con presuro salió de la cafetería para caminar hacia el parque donde podría dar de alimentar algunos patitas y sus crías, así saldría de la vida de una idol famosa donde sólo estaba ella y su yo interior.

El clima estaba más tranquilo que de costumbre, estaba segura sería un bello día de práctica de baile.
Alguien se sentó a su lado y el molesto tambor de su corazón comenzó a sonar, pero se detuvo.

Con aquellas agrias palabras, donde por primera vez se sentía vulnerable.

—Quiero que te alejes de mi Kim Jennie, arruinaste mi relación— aquellos ojos llorosos la destrozaron, sin embargo la rabia por la culpa de una noche donde ninguna la previó.

—No quiero Lisa, no lo haré me niego hacerlo. El día que dejes de observar mis labios cual carnada, solo ese día me aléjare de ti hasta mientras, comienza acostumbrarte a mi presencia. Por que seré tu sombra de ahora en adelante— El guiño y una sonrisa acortó la respiración de Lisa, ¿estaba hablando enserió?

Un suspiro de rabia salió de sus labios, La Lisa era muy tonta si cree que se alejara de ella. Muy bien, colaborarian juntas y de paso le demostraría que esa noche no fue un error para Jennie, al contrario el inicio de un misterioso sentimiento.

Su manager llamaba insistentemente a su celular, Jennie quería morirse no quería usar la ropa que ella eligió estaba muy apretada para su cuerpo. Más bien unos poco centímetros y ya se vería su calzón de barbie.

— ¡No me voy a poner este vestido, búscame un short pequeño!— Grito insistentemente y varios minutos su conjunto estaba listo, un vestido de rosas y color blanco adornaba su cuerpo y su cabello estaba recogido en una trenza.

La colección de verano de Channel la llamaba,  y esas prendas hermosas ella no las dejaría pasar. De paso encontró la excusa perfecta para hablar con su manager y pedir la colaboración  con Lalisa.

— No Jennie, no colaboraras tiene rumores de una relación.

— ¿Y eso qué?, no le quita lo genial compositora. Déjame la colaboración a mi, digamos que es un vínculo con su empresa así ambos productos subirán a gran rango— Le miro seria aceptando, prometiendo hacer los preparativos y el anuncio a toda la comunidad musical.

Para finalizar el día regreso a su casa, sin nadie más que la soledad. Haría un leve en instagram así tendría compañía con sus fans la vida de un idol era dura.
El camino era largo y la noche seguía ferviente, pasos atrás de ella comenzaron a ponerla alerta.

Los arbustos de su jardín se movían más de lo normal, la respiración empezaba a fallarle y supo que estaba en peligro. Era otra vez Mang Kimdung su sasaeng, el que intento tocarla, el que desapareció durante 5 años de su carrera y tuvo paz pero volvía.

—¡No!— Las lágrimas salían de sus ojos mientras sus tobillos dolían, varios metros faltaban para su hogar pero se sentía impotente. El miedo colaba cada vello de su piel, y el sudor brillaba en su rostro breves momentos hace cinco años hicieron aparición un choque en seco junto alguien.

— Jennie ¿Estas bien?— Lisa, estaba ahí con una sonrisa genuina. El abrazo no se hizo esperar y más llanto de pronto no escucho nada más que el corazón  de lisa y un tarareo de sus labios que calmaron todos los siglos de miedo y pavor que experimento.

— Lisa, yo... losiento— Lisa le sonrió, entrando junto a ella a su casa donde estaba perfectamente decorada y los muebles se veían bastante cómodos un ambiente muy hogareño.

— ¿De quien huías?

— De nadie, solo me asuste.

— Eso es tonto Jennie, te veías muy asustada ¿podrías contármelo? Ya que haremos una colaboración y debo conocer a mi compañera de trabajo— Jennie Río, sentándose junto a ella mientras tras destapaba una caja de galletas lista para sacar un pequeño secreto de muchos que destruyeron su inocencia y felicidad.

Fue hace 5 años, salía de una gira en Daegu uno de mis amigos me ayudó a recorrer el lugar pero me salí de donde me dijo. Un chico me siguió y trajo de tomarme fotos sin mi consentimiento  mi amigo llegó y ya solo eso me acorde de ese día.

La verdad aun no podía salir, Jennie sonrió tratando de ser lo más convincente nadie quería a una idol manchada, solo era una niña con sed de popularidad pero siendo capaz de experimentar  cosas atroces para tener ese sueño del que un solo hombre provocó el mismo que se hacía llamar su padre.

¿Qué esconderá Jennie?mmh qué curioso, lamento la demora gente entre a clases y mis horarios no me permitían ni respirar. Afortunadamente me falta un quimestre y ya, logré pasar con buenas notas no las expectativas  de mi familia pero almenos no soy un fracaso creo. Cuídense y cuénteme ¿Qué tal su fin de año?