Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo 18


—Espero que no te importe, Gi —sonrió Addy.

—Claro que no. Anda, id —reí. Me alejé hacia mi habitación y me tiré a la cama.

Era gracioso como de una coincidencia había encontrado al mate de Addy. Me arropé y cerré los ojos durmiéndome, aunque las pesadillas no tardaron en hacerse presentes y a las cuatro de la madrugada la yaya me despertó preocupada y con un vaso de agua en la mano. 

— ¿Cielo estás bien? Gritabas mucho —me miró entregándome el vaso. Lo tomé y bebí tratando de calmarme. Miré a la puerta donde Addy y Sean también me miraban preocupados.

— ¿Los desperté a todos...? —pregunté apenada.

De repente sentí un dolor fuerte en mi pecho. Alarmada me incorporé. Mi mate estaba sufriendo.

Aún en pijama tomé a Addy del brazo y, diciéndole a Sean que cuidara de Luz, corrí hacia el bosque. Cuando llegamos a la manada, en efecto, estaba siendo atacada por otra. Corrí en busca de mi mate llena de preocupación, sin embargo cuando lo encontré deseé no haberlo hecho. El alfa de la manada Lobos de Plata estaba luchando contra Lucas. Mi corazón se paró y corrí de vuelta con Addy sin saber muy bien qué hacer.

— ¡Addy! —llamé. 

— ¡Gi! ¿¡Qué está ocurriendo!? ¡¿Y mi hermano?! —sollozaba nerviosa.

—Cálmate, tu hermano estará bien... o eso espero —murmuré.

— ¿Qué?

— ¡Ah! —me quejé al sentir otro fuerte golpe en el pecho. Addy me miró preocupada y yo, al sentir un dolor inmenso en todo el cuerpo, la dejé con la palabra en la boca y corrí hacia la zona donde estaban peleando Lucas y Heff para encontrar a Lucas en el suelo tosiendo sangre en su forma humana.

Corrí hacia ellos y me coloqué delante de Lucas, quedando cara a cara con Heff.

— ¡No le toques! —grité con rabia. Escuché que Addy corría hacia Lucas e intentaba llevárselo. Heff hizo amago de morderla pero me transformé rápidamente gruñendo.

''Apártate de mi camino, escoria. O tendré que terminar contigo'' amenazó.

''No toques a Lucas'' gruñí nuevamente.

'' ¿Qué haces, Gia? ¿Proteger lo que es tuyo?'' rió.

Heff saltó contra mí tirándome al suelo y haciéndome lloriquear ya que básicamente me aplastó. Intentaba clavar sus dientes en mi cuello y, aunque yo me defendía, era difícil que no me rozara numerosas veces. Me arañó el hocico y mordió mis patas delanteras tirándome al suelo, gruñí levantándome nuevamente y ataqué mordiéndole la oreja con fuerza. Después le arañé el ojo y le mordí las patas con rabia, aún siendo que nada le hacía detenerse en sus ataques contra mí.

El alfa Heff paró quieto de repente. Me miró y me tomó del cuello con fuerza; me lanzó de golpe contra la casa del alfa y lloriqueé, transformándome a la vez y haciendo que el lloriqueo se transformara en un grito de dolor desgarrador. Me había tirado contra las puertas de cristal y me había clavado varios de ellos en todo el cuerpo. Se acercó a mí también en su forma humana y me pegó un puñetazo en el estómago haciéndome gritar nuevamente.

—No me provoques, Gia —amenazó. Me levanté y me transformé nuevamente, abalanzándome sobre él y tratando de tomarle del cuello; sin embargo se transformó en el último momento y me empujó contra una piedra. Me tomó fuertemente del cuello otra vez y me lanzó contra otra de las puertas corredizas de cristal, haciendo que el impacto fuera en mi forma humana y por lo consecuente mucho peor. Grité fuertemente entre llantos y me dejé caer en el suelo. Cerré los ojos con fuerza y caí inconsciente.

ADELAIDE.

Oí varias veces los gritos de Gia, pero estaba peleando contra un lobo rojo que intentaba entrar a la casa donde estaba mi hermano. Aquel lobo se transformó entonces en una chica pelirroja de aspecto débil y se agachó en el suelo, escupiendo sangre. Por cómo era deduje que era una omega y la choqué con el hocico al ver que sollozaba.

— ¿Eres Adelaide? —preguntó. ¿Cómo sabía de mí? Asentí—Tienes que ayudar a Gia, por favor... Es mi amiga y el alfa está peleando contra ella. ¡Puede matarla! Yo soy solo una omega y no puedo hacer nada, pero por favor, no dejéis que la mate... Gia es una chica fantástica y el alfa es realmente cruel —habló mientras seguía escupiendo sangre. Quizás me hubiese pasado con ella, pero en ese momento ya me encontraba en busca de Gia y aquel alfa.

Un lobo gigante y blanco grisáceo atacó contra mí haciéndome caer al suelo en un lamento. Deduje que era el beta por su tamaño y fuerza, así que traté de escabullirme sin éxito.

''¡Gia!'' llamé mentalmente. Sin respuesta. 

Aquella chica, la omega, se acercó corriendo en su forma de lobo y atacó contra el beta, dejándome el paso libre. Corrí en búsqueda de Gia ya que no tenía olor y no podía seguir su rastro. Nunca me pregunté por qué lo ocultaba, si me ponía a pensarlo. Un sonido de cristales rotos seguido de un grito de Gia resonó por toda la zona. Traté de seguir el sonido y, tras unos tres minutos, me dí cuenta de que el sonido eran las puertas de mi casa.

Cuando por fin llegué vi todos los cristales rotos pero ningún rastro de lobo. Me acerqué un poco más y, sorprendiéndome, pude ver a mi hermano delante de Gia y enfrentándose a un gran lobo negro.

''No dejaré que toques a mi mate''


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro