CAPÍTULO 11: Explicaciones.

Evelin:

El papá de Joaco llegó horas más tarde, pude oír como lo retaba, pero a la vez capté cuando le decía que debía protegerme de Cris. Fue muy tierno en esa última parte, le hablaba con cariño y le explicaba qué cosas estaban bien y cuales no. Sin embargo, no lo comprendí ni tampoco entendí qué tenía que ver la sangre con todo este asunto. Mucho menos la mordida en mi cuello que así como Joaco, su padre también la llamó "Marca", y todas mis preguntas se enmudecieron cuando Joaco regresó a la habitación con los ojos rojos y se dejó caer de rodillas a mis pies.

-Lo siento, no volveré a cuestionarte. De ahora en adelante te creeré aunque lo que digas me parezca una locura- dijo con la voz tan débil ue creí que se largaría a llorar ahí mismo -¿Puedes perdonarme?

Sus ojitos estaban demasiado tristes para decir que no, pero primero quería respuestas.

-Dime porqué Cris es peligroso- le pedí y palmeé la cama a mi lado. Aunque sería cool tener a todos a mis pies, tenerlo literalmente de rodillas me ponía incómoda. En especial porque su cara de perrito mojado lograba deprimirme.

-Es una larga historia- murmuró y se sentó a mi lado.

-Pues no me dejarás huír, así que adelante- moví la mano indicándole que empiece y él suspiró, pero asintió.

-Bien. Esto fue hace años, todos éramos unos niños. Cris tiene unos meses más que yo por lo que es más grande y fuerte- relató -Por aquel entonces mis hermanas, Cris y yo solíamos escaparnos de nuestros guardias e ir a nadar a la laguna. Lo hacíamos siempre que nuestros padres no miraban y en la mayoría de las ocasiones ellos nos atrapaban y nos obligaban a regresar, pero ese día tuvimos éxito. Todos estaban ocupados, así que nadie notó que los príncipes y princesas se iban. - sonrió, pero su sonrisa desapareció demasiado pronto. -Ese día el bosque se sentía despierto, los animales se oían más que nunca, era como si algo los alborotara, pero nosotros no sentímos nada, así que continuamos nuestro viaje a la laguna.

-Cuando llegamos notamos que el agua no estaba quieta como de costumbre, se formaban unas grandes olas en la superficie, creímos que los peces de adentro las formaban...pero cada vez que lo recuerdo me doy cuenta de que era una advertencia...

...Como sea, nos queríamos meter al agua, así que lo ignoramos y Leyla y Cris fueron los primeros. Yo me quedé afuera con Layla para ayudarla a quitarse las zapatillas, ella se había hecho doble nudo ese día y me tomó más de lo normal desatarlas, pero cuando estuve a punto de hacerlo Layla comenzó a llorar y del otro lado Leyla gritó.

-Al girarme los vi, Cris tenía su boca pegada a la garganta de mi hermana y ella luchaba por sacárselo de encima y al mismo tiempo mantenerse a flote.

-Traté de salvarla y me arrojé, Layla continuó llorando en la orilla y para cuando aparté a Cris de Leyla ella estaba desmayada y se había hundido.- Joaco se calló y vi como sus manos temblaban, así que tomé una. Él me dio un apretoncito y continuó su historia .
-Papá llegó en algún momento atraído por los llantos de Layla, mientras tanto yo trataba de que Cris no me mordiera a mí también. Él salvó a Leyla y creo que mamá apartó a Cris de mí, no lo sé, estaba demasiado asustado...Solo sé que por casi dos minutos Leyla no respiró y mamá y Layla lloraban. Papá consiguió que Leyla volviera a respirar, pero nadie se olvida de como se sintió y hoy, cuando te vi tan cerca de él...

Volvió a guardar silencio y me atrajo a su pecho.

-Prométeme que no te le acercarás, no podría soportar que te haga daño, Firu ¿Lo prometes?

-Lo prometo- asentí muy lentamente, su relato me había asustado, pero ahora también sentía curiosidad ¿Qué era Cris?¿Era alguna especie de canibal?¿Tenía problemas mentales?¿Algún trastorno?

-¿Puedes perdonarme? - repitió su anterior pregunta y estuve a punto de asentir, pero aún había otra cosa que necesitaba saber.

-¿Qué es exactamente esta marca? - hice a un lado mi cabello enseñándosela y rápidamente la oculté -¿Es como lo que Cris le hizo a tu hermana? - se me ocurrió.

-Claro que no- el horror cruzó por sus ojos. -Ya te dije, es una marca de amor.

-Es una cicatriz- lo corregí e hizo una mueca.

-Pero de amor.

-Joaco- me crucé de brazos y amenacé con apartarme, él suspiró y me apretujó entre sus brazos con un fuerte abrazo.

-Bien, te diré. Con esta marca te reclamo como mía, también me permite conocer tus sentimientos y sentir tus emociones, es una unión. La hice para que ya no te sientas sola- explicó, pero solo me quedé con la primera parte.

-¿Cómo que reclamarme? No soy tuya.

Él sonrió y besó mi frente.

-Sí, lo eres. Tu también podrás hacer la mía cuando seas como yo, solo hay que esperar y seré todo tuyo.

-¿Y si no te quiero?

-Pues tendrás que aguantarme, tú ya eres mía.

Rodeé los ojos y me aparté de su lado poniendo un poco de distancia.

-¿Comó la hiciste? Es imposible que con tus dientes hayas hecho esto- exclamé.

-Si te digo te vas a alejar de mi- me dijo y con muchas más ganas quise saberlo.

-Dime, soy muy curiosa, quiero saber- insistí imaginando cuan lejos podría estar si me decía.

-Bueno, vamos al bosque.

-Sí, como no, voy a ir con mi secuestrador al bosque de forma voluntaria y me super comportaré como una buena víctima. Sigue rebotando Qiu Qiu, eso no pasará.

Él sonrió.

Carajo, le dije Qiu Qiu.

-¿Qiu Qiu? - preguntó riendo y me mordí los labios.

No puedo decirle que me gusta el ánime, se burlará...o me acusará de no bañarme.

-Significa pelota, pero se me escapó- confesé avergonzada.

Él besó mi mejilla.

-Mis apodos son más originales, amor- me dijo y reí.

-Sí, como no- le dije rodando los ojos y agradeciendo poder alejarme del tema.

-Vamos a jugar a un juego- propuso -Por todo el día de mañana serás mi novia y actuarás como tal.

Eso no me suena a un juego.

-¿Qué tiene de divertido eso? ¿Te das cuenta de que solo te estás aprovechando?

-Yo nunca me aprovecharía de ti, ademas, como tu novio te compraré lo que quieras y te consentiré - Eso suena bien. -...Y...tú como mi novia...podrías entregarte a mí ¿Qué opinas?

-Te diré algo que nunca haz escuchado- asintió sonriendo
-¡No!- su sonrisa se fue.

-¿Quién te lo dijo? - preguntó desilusionado y reí.

-Es muy obvio, me secuestraste y todos actúan como si fuera lo más normal- le recordé pensando en las muchísimas personas que nos vieron el día de hoy y que no hicieron nada por ayudarme.

-Para nosotros lo es, una vez que encontramos a nuestra pareja de vida la queremos con nosotros- se apresuró a decir. -¿Aceptas? -me preguntó y bufé.

De todas formas no podría volver a escaparme.

-No tendremos nada de sexo.

-Bien...oh, ven amor tienes algo en la mejilla- se acercó a mi cara.

-¿Qué tengo? - llevé mis propias manos a mi rostro, pero él me las apartó.

-Tienes...¿Hmm, cómo decirlo? Tienes mi saliva- dijo y lamió mi mejilla.

-¡Agg, eres un asco! - le di un manotazo apartándolo de mi lado y solo para molestarlo me limpié la mejilla con su campera.

-¡Oye!

-Jodete.

-Hmmm, valió la pena, sabes deliciosa ¿Lo sabías? - dijo y volvió a lamerme la mejilla.

-Bast...- Él metió su lengua en mi boca y empezó a besarme.

Traté de resistirme, mis manos viajaron por si solas a sus hombros tratando de apartarlo y acabaron involuntariamente rodeando su cuello, mientras le correspondía a sus besos.

Sus labios se movían contra los míos en una danza pasional, sentía sus caricias más allá de mis labios, las mismas alcanzaban mi estómago, me provocaban hormigueo bajo la piel. Pronto la distancia se volvió insoportable, necesitaba más de su cercanía, pero la falta de aire se interpuso ante cualquier necesidad y tuve que apartarme.

-Besas increíble- ronroneó presionando sus labios en mi oreja, hablando con la respiración tan agitada que apenas eran entendibles sus palabras. -Quiero más, Firu. Deja que bese una vez más esa boquita.

-¡A comer!- gritó una voz femenina y nuestra burbuja explotó.

Entonces recordé quién era él, quién era yo y cual es nuestra relación.

No podía dejar que un beso me alejara de mi objetivo, por muy buen besador que fuera, él seguía impidiendo mi regreso a casa.