CAPÍTULO 53: Traidor.

Genna:

Tengo frío, tengo calor. Hay una boda que preparar y ropa que comprar, también hay más:

Peligros, guerras, alegrías.

Ayer fue un hermoso día, me comprometí con el amor de mi vida y estamos felices, aunque estemos haciendo dieta y ambos nos estemos muriendo por comer algo dulce.

Por otro lado la dieta ayuda mucho, mi cachorro está creciendo ya hasta lo siento más fuerte y pesado y puedo notar un pequeño bulto dentro de mí.

El doctor que viene todos los días dice que si no me estreso, no hago nada peligroso o dañino, mi cachorro nacerá exactamente en dos meses y dos semanas.

La cuenta corre, los días igual y mi familia está de aquí para allá.

Loan trae todos los días un regalo, está obsesionado con la idea de que mi cachorro lo considere su tío favorito desde antes de que nazca.

Jeins el hermano de Logan comenzó a hacer exactamente lo mismo alegando que Logan le prohibió recoger más cachorros perdidos del bosque y que por eso se aferra al mío.

Alec está...persiguiéndome. No deja de seguirme a donde vaya y agradezco de que al menos me deje ir al baño sin también entrar, él y Jeins están en una constante pelea por quién será el padrino aunque nadie se los dijo pero uno de mis hermanos lo será ya que en lo que queda de mi familia no hay mujeres y no tengo a nadie más que ellos.

—Cansado— gruñó Logan y de mal humor se acostó junto a mí en el sofá.

—Cansada— repetí sonriendo.

Estiré mis manos hacia su pecho para sentir su corazón y de inmediato sentí el calor que me compartía para que yo no sintiera frío.

—Ven— tomé sus manos y las puse sobre mi pancita, él suspiró, lo hace siempre cuando me toca y me hace reír porque parece que hasta se excita con tocarme la barriga.

—Hay algo que debo decirte, Genna.

Oh oh ¿Ya sé arrepintió?¿Debo decirle que no estoy dispuesta a devolverle el anillo?

—Si es malo no quiero oírlo— dije pensando en mi cachorro y en que no debo estresarme.

—Es necesario, cachorrita— se acercó más, su frente acarició la mía, sus labios capturaron los míos en un rápido pero esquisito beso y pasó una de sus piernas por entre medio de las mías para tenerme más cerca mientras recargaba el peso de su cabeza en una de sus manos.

—El doctor dijo que el cachorro está bien— me adelanté, el bebé y Logan es lo único que me importan ahora.

—Lo sé, pero no es sobre eso.— cerró los ojos, tomó algunas bocanadas de aire y los abrió
—La manada estará cerrada para siempre para tí y para nuestra hija.

¿Hija?

—¿De qué hablas?— me quise sentar y él no me dejó aferrándose a mi cintura.

—Nos traicionaron Genna— mi corazón se aceleró —Ya no te quieren a ti— sentí una ola de alivio y luego un derrumbe.

"Ya no te quieren A ti"

Él remarcó esas últimas dos palabras.

—¿A qué te refieres Logan?— volví a intentar incorporarme, no me dejó —¿A quién quieren ahora?

Sutilmente acarició mi pancita y mis ojos se llenaron de lágrimas.

Me abracé a mi misma y con fuerza deseé que nunca nos separen, que siempre estemos juntos, que nadie se entrometa entre nosotros.

—Voy a protegerlas, no llores— me acarició los pómulos y luego las mejillas, me estaba secando las lágrimas.

—¿Es una niña, entonces?— pregunté asustada por lo que podría avecinarse.

—Sí, Tax me lo dijo. Tendremos una hermosa bebé igual a ti— sonrió, el sentimiento de felicidad era genuino en sus ojos pero la preocupación también en los míos. —¡Oye, oye!— me abrazó —Calma, te estás estresando, conozco esa mirada bicolor que tienes, no piensen en nada malo, yo las protegeré a donde vayan y no dejaré que les pase nada— me prometió.

Logan:

—Te amo, las amo, te amo, las amo, te amo, te amo, las amo— susurré en el oído de Genna intentando que duerma y su mente descanse.

—Ahora tengo tanto miedo, tantas dudas que quiero que me respondan— susurró a punto de llorar.

—No temas, soy el alfa de alfas Genna— le recordé subiendo y bajando mis manos por su cuerpo —Soy el ser más poderoso en este mundo y si no voy tras ellos es porque no puedo dejarte así, pero lo haré, cazaré a cada enemigo para proteger a nuestra princesa y a ti.

—Logan— alcé la cabeza y vi a Alec y a Jeins atravesando mi puerta.

Los ojos de ambos estaban amarillos, detrás de ellos venían sus mates las cuales se acercaron a nosotros y me incorporé del sofá para que ellas le hicieran compañía a Genna mientras yo averiguaba porqué mis hermanos tienen los ojos así.

Nos alejamos a una esquina de la sala alejados de las lobas y sin esperar lanzaron la bomba:

—Lion encontró a Ariel— me informó Jeins en un susurro, sus ojos estaban brillantes, tristes y Alec echó un vistazo detrás nuestro por si alguna de nuestras mates escuchaba.

—¿Lo interrogaron?— ambos se quedaron callados cuando Loan llegó y se nos unió.

—Está bien, Loan se unirá al consejo y debe estar al tanto— hablé viendo detrás de mí a Genna que se reía y hablaba con las mates de mis hermanos.

—Bien, tú eres el alfa— murmuró Alec, Jeins no dijo nada. —Y no, nadie lo interrogó, Lion le sacó las palabras a golpes.

—¿Por qué Lion atacaría a ese guardia?— Preguntó Loan poniéndose rígido por su hermano.

—Es un traidor— murmuré sin querer creerlo.

En las manadas siempre hay traidores, es mejor descubrirlos a que hagan un daño más grande- me dijo Tax.

—Ya hizo un daño muy grande Tax— lementé —Nuestra cachorra no podrá salir nunca de la manada.

Tomé mi espada y Jeins se la quedó viendo, sus ojos se volvieron aún más tristes y sin decir nada se unió a las mujeres abrazando a su mate por la espalda.

—Jeins— lo llamó Alec y este sacudió la cabeza y abrazó con más fuerza a su mate, sosteniéndose de ella.

Alec y yo suspiramos y nos dirigimos a la puerta.

—Logan— me detuve y oculté la espada en mi espalda cuando me giré.

—¿Necesitas algo, cachorrita?— se incorporó despacio sentándose y me vio a los ojos con preocupación.

—¿Qué vas a hacer con esa espada?—De inmediato todas las mujeres se giraron a vernos acusatoriamente.

—Vamos a cazar— mintió Alec lanzándole una mirada de soslayo a Laya que no supe identificar pero que ella entendió claramente.

—Genna ¿Ya compraste ropa para el cachorro?— le preguntó Laya interfiriendo para distraerla.

—Logan— insistió mi mate.

—Es mejor que no sepas, lobita— abrió la boca y la cerró de golpe, sus ojos comenzaron a cambiar descontrolados.

Primero dorados con manchas rojas, luego completamente amarillos y cuando volvió a pestañar eran de su color natural pero apagados.

—Está bien— susurró.

Las lobas bajaron sus miradas al igual que Jeins y Laya fue la única que consiguió seguir hablando para distraer a Genna aunque mi amor ya no se mostró tan entusiasmada por la visitas.

—¿Qué le pasa a tu hermano?— me preguntó Loan refiriéndose a Jeins.

Alec y yo intercambiamos miradas de pena, a ambos nos dolía ir a matar a un guardia pero más sabiendo cuanto ama Jeins a ese guardia.

—Hace mucho Jeins encontró dos cachorros, los escondió y los cuidó. Mi madre lo descubrió y lo hizo separarse de ellos, los cachorros fueron a la guardería dónde los entrenarían para convertirse en guardias pero Jeins nunca los olvidó.— pasé saliva y proseguí —Los cachorros crecieron y uno murió, el otro creció y se convirtió en un fuerte guardia, ese guardia es Ariel— dije.

—Oh— dijo Loan.

—Ariel no tiene idea de que Jeins lo salvó, pero Jeins no lo olvida y a menudo lo encontrábamos siguiéndolo y ayudándolo anónimamente, él es como un hijo para Jeins aunque Ariel no lo considere así— finalizó Alec.

Llegamos al final de mis tierras, la mayoría de los guardias estaban allí de espectadores mientras que muchos otros se negaban a ver.

—Suficiente— ordené. Lion se giró, sus manos eran sangre y garras y en su boca no había dientes sino colmillos.

—¿Cuándo pensabas decirme sobre la nueva amenaza?— me gruñó caminando hacia mí.

—No tengo porqué decirte nada en cambio tú deberías comenzar diciéndome porqué atacas a uno de mis guardias ¿Qué pruebas tienes?¿Cómo supiste que era un traidor?— le gruñí yo también avanzando.

—Es un traidor— me corrigió y miró de reojo hacia atrás
—Aunque no por mucho.

Alec gruñó detrás de mí.

—Lo seguí— explicó Lion —Vi como tus hermanos interrogaban a cada guardia y lo busqué a
este.— se encogió de hombros.

—Lion— amenacé con solo mi voz y bufó.

—Maldición soy tu cuñado, deberías dejar de pedirme pruebas— pateó una piedra —Lo vi hablando con Kayl, el ex prometido de Genna estaba rodeado de diez lobos salvajes mientras Ariel hablaba con él y le contaba sobre como Luck descubrió con solo una mirada que Genna está preñada.

Miré hacia atrás buscando a Luck y el lobo estaba junto a Alec con su cabeza baja.

—Lo siento alfa, no tenía idea de que Ariel utilizaría eso en su contra— dijo Luck, apenado.

—¿Cómo supiste tú qué Genna está embarazada?—pregunté desconfiando de él y de todos.

—Su aroma, su voz...no lo sé, simplemente dije: "El alfa no perdió el tiempo" y resultó que era cierto.— explicó.

—A partir de ahora te quiero bajo mis ojos, no te mueves si no te lo permito, no sales de mi casa si yo no te envío a hacer un recado y mejor que esto sea cierto porque sino terminarás igual que él, Luck— dije señalando al lobo detrás de Lion.

—Sí, alfa— bajó la cabeza y retrocedió.

Me acerqué a Ariel y le alcé la cabeza para que me viera, uno de sus ojos tenía sangre, Lion o alguien lo había golpeado fuerte en la cabeza.

—¿Por qué?— sólo eso necesitaba saber.

—La diosa se estaba tardando en venir por mí— dijo esforzándose por hablar sin gemir ni retorcerse del dolor.

—Esta no era la solución— le reproché.

—Era la manera rápida y fácil—murmuró y tosió sangre —Ellos son pocos, alrededor de treinta sin contar crías y hembras— volvió a toser —Debe apurarse, viajarán si no lo impide.

Sus ojos comenzaron a cerrarse y cayó de costado al suelo.

Jeins apareció empujando y moviendo a la fuerza a cualquiera que se le atravesara hasta llegar a Ariel.

—No lo permitiré— dijo mi hermano lamiéndole la cabeza. —Me voy, nos vamos, consideramos exiliados por traición pero no lo matarás, no puedo soportarlo, Logan— expresó con tristeza.

Alec se acercó y sacudió la cabeza apretando sus puños.

—Jeins no puedes irte, no puedes dejarnos, eres mi hermanito—le dijo agachándose a acariciarle la cabeza.

—Lo siento, los quiero— dijo y empujó a su hijo adoptivo, logró levantarlo y que cambiara de forma pero este se negó a irse y se acercó a mi espada.

—Alfa, por favor— pidió el guardia viéndome a los ojos.

—No, yo no pondré fin a tu vida pero considerate exiliado para siempre de mi manada— le dije dándole la espada a Loan ya que Alec seguía viendo con dolor a nuestro hermanito.

Me acerqué a Jeins y lo abracé.

—Quiero que vuelvas cada mes, quiero tener noticias de ti— le ordené negándome a dejarlo partir así nomás.

Jeins lamió mi mejilla y lo oí reír.

—Ustedes se encargan de decirle a mamá— se burló y mordió la oreja de Ariel para que el lobo comenzara a caminar.

—¿Por qué debo ir contigo?— oímos que le preguntaba Ariel.

—Porque soy tu padre adoptivo, así que más respeto niño que yo te salvé el culo— le decía Jeins y su mate se les unió.

—Que familia más rara tienes— murmuró Loan y al girarme lo ví jugar con un cubo mágico.

Me acerqué a ver y el cubo no era normal ya que en lugar de colores tenía letras.

—¿Cómo se juega?— le pregunté mientras me daba la vuelta y observaba a los guardias retirarse y volver a sus puestos. Alec caminaba detrás nuestro arrastrando los pies y Lion se apresuraba a volver a su casa.

—Formas palabras lindas a cada lado y luego tu mate te recompensa.— explicó Loan.

Y nosotros somos los raros.

Holaaaaa!!!

Adivinen qué!

Faltan muy pocos capítulo para el final!😍