🐺 Capítulo 38|Eclipse.
C
APÍTULO 38= Eclipse.
Logan=
—Pero...Logan...— ninguno de mis hermanos sabía que decir.
La reunión está por empezar, estamos esperando a que los miembros del consejo lleguen. Normalmente todos son puntuales, pero estamos en el comienzo de la semana de celo y hay malhumor y pereza para todo excepto para estar con las lobas.
—¿Lo hablaron? Logan no creo que— Alec guardó silencio detrás de mí.
—¿No quieren cachorros?— preguntó Jeins con tristeza. Desde chiquito los niños siempre fueron su fascinación y siempre a dicho que él será el mejor tío del mundo.
—Al parecer no— me encogí de hombros. Ya no quiero hablar de esto, no debí contarles nada, tampoco debí pedirles consejos.
Para un lobo la familia está antes que todo, pero ¿Qué familia? Tax dice que en un siglo o dos tal vez mi loba esté lista, eso no es nada inspirador.
Para un lobo que tiene la eternidad ante sus pies, estar solo no es bueno. Podría volverme loco, si es que ya no lo hice luego de tantos siglos, la bestia en mí podría volverme salvaje...cualquier cosa podría ocurrir.
—Tenemos a Genna—me alentó Tax igual o más deprimido que yo.
—¿Por cuánto? Todos los años me enojaré con ella durante la semana de celo y todos los meses la trataré horrible cuando le baje la regla ¿Cuánto tiempo tardará en huir de mí?¿Cuánto pasará para que comprenda que tal vez no soy lo que ella espera?— golpeé la pared y gruñí.
—¡¿Cuánto Tax?! Contesta— le ordené.
—No sé—sollozó.
—Mentiroso— le gruñí —Ella ayer lo dijo. En tres años creé una brecha enorme entre nosotros, imagina en cinco, luego en diez y en veinte si es que ya no se fue para ese entonces— gruñí.
—No puede irse, no puede abandonarnos— lloró mi lobo.
—Claro que puede, pasé los primeros once años de su vida ausente mientras ella vivía con sus hermanos en el bosque, luego al conocerla Darla la amenazó de muerte y ella huyó por cuatro años hasta que la encontré y luego en menos de un año me peleé con sus hermanos y allí se fueron tres años más. Se va a ir— afirmé convencido.
—Logan— Alec movió mi mano que sin darme cuenta con el golpe que le di había atravesado el muro. —No es tan malo, el sexo solo es algo más— trató de alentarme.
—No tener sexo me molesta, pero no es lo que me preocupa— me pasé las manos por la frente.
—Me preocupa que se vaya de mi lado y me preocupa que si se queda sea infeliz— suspiré y negué con la cabeza. —Se cancela la reunión, vayan con sus lobas— ordené utilizando el poder de mi lobo y ambos se fueron con las cabezas gachas y sin poder decir nada más.
—Logan!— oí un jadeo y corrí fuera de la sala de reuniones, Genna estaba recargada en la pared con una de sus manos en su pecho y la otra en su cuello.
—¡Lobita!— corrí hacia ella y la alcé en mis brazos para revisarla.
—¿Qué te duele?— apretó con fuerza su garganta y sollozó
—Genna si no me dices o señalas
—¡Sed!— gritó Tax y automáticamente acerqué su boca a mi cuello. Sus colmillos perforaron mi piel, sentí un leve dolor y luego las descargas de placer se hicieron presentes mientras mi sangre era absorbida por la pequeña que me robó el corazón.
—Te amo— ronroneé y deseé estar más cerca de su boca para besarla. Nos llevé de regreso a la sala de reuniones y la senté en la mesa, ella no pareció captar cuando me moví y al dejar de beber se me quedó viendo con los ojos dorados rojizos y una enorme sonrisa, me regaló un pico y lamió mi cuello haciendo que la herida se cerrará.
—Gracias— susurró. El placer seguía recorriendo mi cuerpo y no pude controlar lo que le dije luego:
—Quiero que tengamos sexo— no era un orden, pero tampoco un pedido, no sé, me siento raro. Tal vez porque hacía mucho que no disfrutaba tanto de algo.
—Lo..logan, det.ten..te— me aparté y me quedé viendo lo que había echo con su ropa. El pijama tenía mis garras clavadas y le había echo dos grandes perforaciones una en su estómago y otra más arriba, casi en su pecho.
—No se que es el sexo— comenzó a decirme —Prometiste que lo haríamos cuando tuviese dieciocho, pero ni tú ni nadie me a querido decir que es y no estoy segura—dijo sin verme por estar ocupada tapando los agujeros de su ropa con sus manos.
—Es cuando dos personas tienen un acto sexual, se dan placer la una a la otra con sus cuerpos.— Sí creo que así se entiende.
—¡Eres un bruto!— dijo Tax.
—No estoy lista para eso—fue la respuesta de ella y simplemente asentí y la bajé de la mesa.
—Ve a casa, cariño. Yo iré en una semana— le prometí
—Logan— sentí su mano sobre la mía —No te vayas, si es por el sexo yo
—No, lobita.— la abracé —No es por eso— mentí —Tengo reuniones a las que acudir fuera de la manada y mientras yo no esté te quedarás en casa, encerrada y sin mirar hacia afuera. Hiciste mal en salir, pudiste ver cosas que
—No vi nada, ni a nadie— levantó sus manos a la defensiva y las bajó —¿Podrías quedarte? No quiero estar el resto de la semana sola, me aburriré sin mis hermanos y sin tí— hizo puchero y suspiré.
—Promete que no me dejarás si me enojo contigo— necesitaba su palabra.
—Lo prometo lobo malo— besó mi boca por más tiempo del normal y sentí su lengua acariciando las comisuras de mi boca.
—Genna— reí y le devolví el beso metiendo mi lengua en su boquita y acariciando su lengua con leves roces.
—Lo vi en una película— se rio.
—Pues, entonces aprendes rápido— le di un último beso y regresamos a la manada, ella con mi remera sobre su pijama y una venda en los ojos y yo guiándola y evitando que oyera el sonido del amor proveniente de cada casa en la manada.
—Tiara me habló sobre un eclipse, dice que se verá estupendo desde la laguna.—comentó mi loba.
—A já ¿Y?— pregunté. Escuchar como todos tienen relaciones menos yo me hace cabrear.
—Y que yo me preguntaba si me podías llevar— dejó de caminar y choqué contra su espalda —Sería bonito, nunca vi uno y me encantaría que el primero sea contigo ¿Te parece?— preguntó con timidez.
—No, no saldrás de la casa en esta semana— le dije. Seguimos caminando y pronto llegamos. Entramos, cerré la puerta, me aseguré de que no se viera nada del mundo exterior y le quité la venda de los ojos y oídos. —Verás uno la próxima vez— le prometí.
—El próximo es en cien años— gruñó —Es mucho tiempo— hizo una mueca.
—Sí, bueno. Todos tenemos que sacrificar algo—le di la espalda y me fui a mi habitación a romper muchas cosas, era eso o maltratar a alguien.
Las horas se pasaron muy lento, mi habitación está dada vuelta, todo está roto e inservible o pronto estará roto e inservible.
—¡Genna!—gritó Tax de repente. —Logan ¡Se fue!— gritó con desespero y corrí escaleras arriba esperando que estuviera allí, que Tax se equivocara, pero ella no estaba y había una nota sobre su cama.
La tomé y la leí rápidamente.
Logan:
Iré a la laguna, no puedo esperar cien años para ver el eclipse.
Tiara me contó una historia llamada "Wolf love", dijo que dos amantes en una noche sin estrellas se demostraron su amor bajo la luz de un eclipse de luna.
Tiara me contó que los amantes estaban en la laguna, que ese era su lugar favorito y que al ver el eclipse y luego verse entre ellos a los ojos se enamoraron completamente y se convirtieron en almas gemelas, más tarde se convirtieron en esposos, luego en padres pues el fruto de su amor había dado vida a dos pequeños.
Quiero ver el eclipse, quiero sentir esa magia, te amo, volveré cuando acabe.
Genna (Tu osita con rabito).
Gruñí, cambié de forma y corrí bajo la oscura noche hacia el bosque.
Su loba le contó una mentira, mi madre me dijo que su loba le contó la historia de Wolf love. Ella me dijo que dos lobos, una dulce y amable y el otro gruñón y molesto se enamoraron un día común y corriente pero que el lugar en el que se enamoraron no era común ni corriente, ella dijo que ambos lobos se detestaban y que al ser mates se soportaban, pero que...
—Wolf love le decimos a la historia de cada pareja. Tiara le contó a Genna nuestro futuro, la loba de tu madre le contó a ella su futuro y así es siempre. Wolf love cambia dependiendo de la pareja. Son muchas historias, una por pareja de mates— me explicó Tax y sonreí.
¿Vamos a tener dos hijos?¿Nos vamos a casar?¿En que parte de mi vida pasa todo eso?
—Si no quieres que el futuro de Wolf love cambie deja de pensar en eso y corre que nos estamos quedando atrás y Genna está sola en un bosque donde hay muchas parejas apareándose por la semana de celo— gruñó mi lobo.
—Menos yo— bufé y aceleré.
Llegué a la laguna y Genna estaba viendo al cielo con sus pies mojados en el agua y una sonrisa en su rostro mientras veía el espectáculo de la luna y el sol convirtiéndose en uno.
Me senté a su lado, tomé su mano y vi que me vio de reojo, pero no dijo nada y sonrió aún más.
—Te amo— me abrazó y juntos nos quedamos abrazaron hasta que la luna tapó al sol y algo se encendió en mí. Giré a ver a mi loba, ella hizo lo mismo y tiró de mi cuello hacia ella.
Ambos nos movimos sincronizadamente, la acosté en la tierra y con cuidado me acomodé sobre ella.
—Te amo— murmuré siendo controlado por el fuerte amor que palpitaba dentro de mí. Me incliné y la besé, era la primera vez que ella me correspondía a un beso fugaz, tan violento y con hambre y ansias de más.
—Te amo Logan— sus ojos eran brillantes y hambrientos, su mirada se convirtió en mi favorita en el mundo y deseé mordisquear yo mismo el labio que ella tenía atrapado entre sus dientes.
—No te haré daño— no sé porqué dije eso pero lo dije y pronto me encontré desabotonando mi camisa y besando el cuello de mi loba.
La mitad del control de mi cuerpo se lo llevó Tax. Mientras yo me desnudaba él veía a nuestra loba y suspiraba con amor.
Genna poco a poco también se fue quitando la ropa, pero no lo hizo de forma segura como yo, había un leve temblor en sus manos y la ayudé primero con su hermosa capucha de orejas que deslicé hasta sus hombros y frené la darle un beso cargado de amor y pasión. Sin despegar nuestros labios acaricié sus hombros con mis dedos y continué bajando su pijama.
—Estoy nerviosa— susurró contra mi boca.
—Nunca haré nada que no quieras, tú dime hasta donde estas dispuesta a llegar y me detendré— le prometí y alzó la vista al cielo, sus ojos se tornaron bicolores, uno quedó todo rojo y el otro dorado fuerte y brillante.
—Creo que estoy lista— llevó sus manos a las mías y bajó su pijama, la tela de peluche se fue deslizando hacia abajo, acariciándola y dejando al descubierto su pálida piel de porcelana.
Observé cada detalle, cada pequeño lunar que encontraba y me aseguré que besaría cada uno y cada sitio de su cuerpo o no volvería a descansar.
—Hermosa— Tax se quedó babeando ante los dos pequeños limoncitos que eran sus pechos.
—Mía— la boca se me hizo agua y sujeté sus manos cuando la tela estaba por dejar al descubierto su vientre. —Mírame y di que eres mía— le ordené.
—Debe serlo, debe pertenecernos, es nuestra, nos pertenece como nosotros a ella, que lo diga o...o buscaré la forma de que lo diga— jadeó Tax impulsándonos hacia adelante y atrapando con nuestras manos uno de sus pechos el cual apretamos con gentileza y besamos como si de lo más preciado del mundo se tratase.
—Soy tuya— jadeó mi loba y eso fue todo, con esas dos palabras mi lado bestia salió a la luz.
Por unos instantes creí no poder controlarme, le había echo trizas la ropa, la había tocado y acariciado, le había soltado el cabello y en el último momento dije "No", y me controlé dándole a mi loba la noche perfecta que se merecía y haciéndole el amor como un hombre no como una bestia que solo se preocupa por si misma.
Los detalles están en el próximo capítulo ❤️
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