🐺 Capítulo 31|Viaje.
CAPÍTULO 31=Viaje.
Genna=
Logan no regresó a casa anoche, ni la noche anterior, ni la anterior a esa tampoco. Mis hermanos dicen que se ha ido de viaje, que no se despidió por falta de tiempo y les pidió por eso que me dijeran que bajo ninguna de las razones lo extrañe "Ni una sola vez", habían recalcado ellos.
Alec viene todos los días, no me dice mucho de Logan, pero es como si él estuviera aquí ya que se la pasa peleando con mis hermanos y los llama cadáveres.
Nathan a venido dos veces y hoy es la tercera, él y Alec están discutiendo en la entrada de la casa, Nathan parece estar ganando la disputa y finalmente dejan de pelear cuando Nathan entra seguido de Alec que no tiene muy buena cara pero sabe disimular.
Ambos al entrar huelen el aire, Alec se controla, pero Nathan no y se acerca demasiado, su rostro termina a escasos centímetros del mío y yo retrocedo.
No quiero otro beso, la primera vez me costó el cariño de mi mate y mi mente no alcanza para imaginar lo que Logan podría llegar a hacernos si se entera.
-Contrólate- La voz de Alec se pareció a la de Logan cuando da órdenes y casi en el acto Nathan bajó la cabeza.
-Genna, la escuela está planeando hacer un viaje a la ciudad y me preguntaba si querías acompañarnos, prometo controlarme- habló muy rápido pero entendí perfectamente.
-¡Claro!- miré detrás de mí a los dos lobos -¿Puedo ir?- les pregunté haciendo carita de ángel para convencerlos.
Espero que me dejen, nunca he ido a la ciudad y sería una experiencia única conocer el mundo de los humanos.
-Sí, pero iremos contigo-dijo Lion y él y Loan intercambiaron miradas y se mostraron los dientes.
-Algo planean ¿Qué será?- se preguntó a sí misma Tiara.
-No sé, es imposible saber- La mente de esos dos es un laberinto, de un segundo a otro son capaces de cambiarte de tema o manipularte para que hagas sin darte cuenta, lo que ellos quieren.
-Bien, te veo en la noche.- Él y Alec avanzaron a la salida y luego Alec regresó y se paró frente a mí.
-Logan no se puede enterar del viaje- advirtió -Y ponte y empaca su ropa, si hueles a él nadie te atacará o se descontrolará- me besó la mejilla y salió despidiéndose con un "Adiós princesa".
. . .
-No se separen del grupo, no hablen con los humanos, mantengan sus silbatos siempre en sus cuellos, tomenle la mano a su compañero o compañera para cruzar la calle y para ustedes dos- la maestra miró a mis hermanos y los señaló acusatoriamente.
-Tienen prohibido morder o utilizar a los humanos como alimento-les dijo y metió la mano en una bolsa con papelitos para asignar a los compañeros de cada uno de nosotros.
A Nathan le tocó con uno de sus amigos y a mí con...
-Luna su compañero es...- la maestra iba a sacar un papel cuando mis hermanos se le pararon en frente y le dieron su propio papelito, regresaron junto a mí y la maestra leyó el nombre -Luna su compañero es Nathan- frunció el ceño y Nathan que estaba atento para saber quién me tocaba sonrió y dejó de lado a su amigo para venir junto a mí, el chico se quejó y una severa mirada de parte de mis hermanos hizo que guarda silencio.
-Bien, todos al autobús.
El autobús nos esperaba en la ruta que divide la frontera entre el bosque y el campo que lleva a la ciudad, al subir mis hermanos me guiaron a los asientos de atrás y quedamos como ellos quisieron.
Lion en la ventana, Nathan a su lado, luego yo y junto a mí en el otro extremo de la ventana Loan.
-¿Qué hacen?- aproveché el ruido del motor para preguntarle.
-Te conseguimos un novio- me guiñó un ojo y sonrió viendo hacia la ventana.
-Yo no quiero un novio, Logan es mi mate- le recordé y me aferré a la camiseta del lobo malo que llevo puesta.
-Ni nosotros queremos que tengas novio pero este mocoso es preferible a tu estúpido alfa, así que relájate hermanita y ve como se encienden las velitas del
amor- movió las cejas con diversión y me abrazó cuando voztecé.
-Tus palabras me dan sueño- le saqué la lengua y reí por su cara molesta, me recosté en sus piernas y dejé que acariciara mi cabello mientras duermo.
El cielo está negro sobre mi cabeza, el bosque es un completo caos y la manada está ardiendo en llamas.
Los lobos y lobas corren a refugiarse en el bosque, dejando atrás sus hogares, sus pertenencias y pronto se adentran en la ciudad, los humanos nos ven, nos señalan y huyen de nosotros.
El alfa aulla en algún lado y todos cambian de forma, regresan a ser humanos, incluso él que se acerca con pasos firmes hacia mí y me envuelve con fuerza entre sus brazos.
-¿Dónde estás?- susurra en mi oído y ya no estamos más en la ciudad, estamos en un bosque diferente donde todo está bastante tranquilo y hay una cabaña a un metro de nosotros.
-Aquí- me aferro con todas mis fuerzas a su pecho. Él no tiene idea de cuánto lo extraño, de cuánto me decepciona no verlo
-No, no estás en la casa- en un pestañear estamos dentro de la cabaña, sus ojos están amarillos, la furia viaja por sus venas y se acerca hacia mí, cortando ese corto espacio que había entre nuestros rostros.
Me besa, no es largo como en las películas, pero tampoco es uno de los pocos picos que me a dado. Mientras me besa siento un huracán en mi estómago y con si hubiera metido los dedos en el enchufe y ahora estuviese llena de energía.
Llevé mi mano a su nuca y la otra a su mejilla dándole el mismo grado de posesividad que él me da al tener sus brazos en mi cintura.
-Te quiero- susurro cuando nuestros labios se separan y él me abraza y besa la frente.
-,Dime dónde estás- las paredes de la cabaña comienzan a desvanecerse, y Logan se vuelve borroso.
-¡Logan!- me asusto y trato de tocarlo pero no llego.
-¿Dónde estás, Genna?- repite la pregunta y se oye como un eco.
-En el autobús, vamos a la ciudad ¿Dónde estás tú
-Genna, llegamos- alguien me sacudió borrando por completo a la cabaña y a Logan. Abrí mis ojos y Nathan estaba a escasos centímetros mirándome fijamente y sonriendo. -¿Lista para conocer la ciudad?- tomó mi mano y me ayudó a sentarme.
El viento sopló mientras me despejaba y pasaba las manos por mis ojos y entonces noté que algo se había comido mi ropa.
La camiseta negra de Logan que me servía como vestido ahora está echo un top y mis pantalones ¿Por qué son mini-shorts?
-¿Qué le pasó a mi ropa?- ví hacia todos lados y casi no quedaba gente en el autobús, ya la mayoría había recogido su mochila y estaba recibiendo las instrucciones fuera.
-Tuve un ataque de moda- murmuró Loan y se levantó de su asiento, tomó mi mochila, Lion la de Nathan y los dos bajaron del autobús dejándonos como los últimos.
-Yo traté de detenerlo- se excusó Nathan y tomó mi mano llevándome con los demás.
-Una vez más cachorritos, no se separen, no le suelten la mano a su compañero, no se coman a los humanos- vio a mis hermanos -Y usen sus silbatos y mantengan sus celulares encendidos- nos instruyó la maestra.
-Yo no tengo celular- susurré y Nathan me acarició la mano.
-No te preocupes, aquí tienes el mío- lo sacó de su pantalón y lo metió entre la piel de mi cintura y lo que quedó de mis pantalones -Asegurate de tomar muchas fotos o mamá se enojará- me guiñó el ojo y sin soltarme la mano comenzamos a caminar junto al grupo.
Traté de soltarme de sus dedos con sutileza pero al hacerlo él entrelazó nuestras manos y se inclinó bajando hasta mí.
-Genna la maestra dijo que...- gruñí por lo bajo y acepté el apretón de manos.
-Dejarémos nuestras pertenencias en el hotel, descansarán esta noche y mañana por la mañana harémos muchas actividades- nos explicó uno de los guardias y repartió una llaves por pareja , excepto con Nathan y conmigo, a mí me dió una para mí y le dió otra a Nathan.
-Oiga debe haber un error- Nathan le tocó el hombro al guardia y este lo vio con cara de que si no quita la mano lo va a matar -Genna y yo somos...
-Son las órdenes del alfa- le gruñó el guardia parándose frente a él y separando bruscamente nuestras manos.
-¿El alfa?- preguntaron mis hermanos, la maestra y el resto de los guardias al mismo tiempo y con miedo.
-Sí, ya está al tanto y viene en camino.- me vio acusatoriamente. -Él se unirá al viaje y supervisará que nadie haga o cometa algún error- vio de reojo a Nathan. -Andando- gruñó el guardia tomando mi mano y cruzando la calle conmigo hacia el edificio que nos esperaba.
Solo una estructura así en las revistas pero en persona da mucho miedo, da la ilusión de que mientras más miras hacia arriba más crees que se va a caer.
-¿Se caerá?- le susurré al guardia y este negó con la cabeza, tal vez ya no quiere hablar.
-Luna usted y yo dormiremos en la misma habitación- me informó -Tiene prohibido tener visitas y por su vida y la mía bañese hasta que la piel le quede roja. El aroma del chico se huele y al alfa no le gustará- soltó mi mano cuando llegamos al otro extremo dela calle quedando frente al hotel y él entró sin esperarme y sin decir más nada.
Lo seguí y al entrar me choqué con una mavilla, creí que por la altura todo aquí estaría inclinado o tembloroso pero no, es como la casa de Logan o la de mis hermanos solo que más alto y grande.
-Biénvenida al hotel...
-Por aquí- el guardia cortó las palabras de la mujer y subió las escaleras.
-Hay ascensor- dijo la mujer con amabilidad.
-Iremos por la escalera- le gruñó de mal humor y lo seguí subiendo a saltitos cada escalón queriendo llegar al final para saber con qué me encontraré.
-¿Y esa puerta?- le pregunté cuando subí los primeros veinte escalones y él sin voltearse me respondió que era el primer piso.
-¿A qué piso iremos?- di otros veinte saltitos llegando a segundo piso y asomándome por esta puerta que da a un pasillo cuadrado con cuatro puertas más.
-Al décimo septimo piso- habló sin dejar de subir.
Llegué a su lado y toqué su brazo para que se detenga y me preste atención.
-Algo anda mal- murmuré viendo escaleras a bajo.
-¿Dónde están mis hermanos?¿Y los demás?-le pregunté preocupada.
-Ellos van en el ascensor- regresó a su caminata marcha arriba.
-¿Y por qué nosotros no vamos con ellos?- le pregunté -Nunca entré en un ascensor- le conté y lo vi rodar los ojos.
-Porque estás castigada y no soy quien para darte nuevas experiencias- dijo molesto pero sonó a como si me estuviera retando.
Bajé la mirada y lo seguí ya no tan entusiasmada como antes. Al llegar al décimo septimo piso el guardia tomó mi llave y abrió la puerta de una habitación, al verla me quedé fascinada, en cuanto la abrió la luz de la luna me acarició el rostro. Las paredes son grandes ventanas de vidrio que me enseñan toda la ciudad.
Corrí a la ventana y puse mis manos en el vidrio, la vista es tan perfecta que siento como si acariciara la ciudad con mis manos. Hay muchos edificios y todo es muy grande, la manada se ve pequeña al lado de esto...si lo hubiera sabido antes me quedaría a vivir aquí, es un mundo nuevo y nosotros estamos ocultos en el pequeño espacio de un bosque...
Escuché al guardia cerrar la puerta y me giré para continuar con mis recorrido de la habitación.
Hay una chimenea metida en la pared, también hay sillones, una mesa frente a estos y un enorme televisor.
-Wow- recorrí la habitación y la emoción se fue al ver que hay una sola cama y somos dos.
El guardia notó mi incomodidad y rodó los ojos, se adelantó a una pared con botellas y se sirvió agua en un vaso.
-La cama es para usted, luna- murmuró tomándose el agua y volviendo a dejar el vaso en su lugar frente a las botellas.
-¿Y dónde dormirás tú?- pregunté y analicé la cama. Tiene muchas almohadas, tal vez si hago una barrera...
-En el sofá- dejó caer su mochila allí, se sentó y encendió la TV poniéndose cómodo.
-Nuestro cuñado es un amor- Loan entró muy feliz enseñándome que está en la habitación de en frente que es la única otra puerta del pasillo.
-¿No se llevaban mal?- le pregunté confundida y él sonrió con inocencia mostrándome los lindos positos en sus mejillas.
-Sí, pero mira esto- me llevó con él y al entrar noté que la habitación es igual que la mía. Loan se dirigió al mini-refrigerador que yo no noté en la habitación que comparto con el guardia y lo abrió enseñándome tres bolsas de sangre.
Me acerqué y sin querer ronroneé, no es sangre cualquiera, esta huele más rica que todas las que haya probado.
-AB negativo- la boca de Loan se hizo agua y me acompañó a mi habitación para dejar mi mochila en mi cama. Se retiró besando mi mejilla, Lion hizo lo mismo y cerraron su habitación, yo hice lo mismo y le sonreí al guardia que no me miraba.
-Me parece un gesto muy lindo de Logan- comenté y él guardia se giró, apoyó sus brazos en el sillón y se quitó los zapatos con sus pies.
-¿Sí? No lo creo, para mí que el alfa permitió que ellos se quedaran cerca para darles una paliza en cuanto llegara- me sonrió dándome miedo y retrocedí -Que descanse luna- se acostó, se cubrió los ojos con el brazo y yo me quité las zapatillas y me metí en la cama tapándome hasta la cabeza.
Ya no me agrada tanto, es aterrador.
Logan=
Llegué una hora después de hablar con Genna por los sueños y de preparar a los lobos que me iban a acompañar. La guardia rodeó el edificio, se infiltraron en las escaleras de cada piso y me escoltaron a la última habitación, el aroma de Genna estaba en las escaleras, en la habitación de sus hermanos y en la que pedí para ella y para mí.
Entré con la llave que robamos en la administración y me descalsé dejando mis zapatos en la puerta para no hacer ruido y despertarla, me quité la camisa, los pantalones y abrí la cama. Ella estaba durmiendo vestida y aún dormida comenzó a olfatear el aire y se giró, creí que se había despertado pero no, me abrazó recostando su cabeza en mi pecho y continúo durmiendo abrazada a mí.
Corrí el cabello de su cara y la abracé, apoyé mi cabeza sobre la suya y la olfateé conteniendo el gemido que casi suelto al olerme en ella, levanté un poco las sábanas y la luz de la luna y las estrellas me enseñaron mi ropa cortada y ajustada a su cuerpo como un top y unos shorts.
Acomodé las sábanas tapándola y velé por su sueño el resto de la noche. Cada tanto le susurraba al oído que la amaba y ella ronroneaba dormida y me abrazaba con más fuerza, no sé en qué momento me dormí, pero al abrir los ojos me di cuenta de que estoy en un sueño.
Los pequeños rayos del sol de mañana le iluminan el rostro enseñándome lo bonita que es y dándome una hermosa postal de como serán las mañanas que nos depara el futuro.
-Eres tan hermosa ¿Qué hice para merecerte?- le susurré a su oído y me acurruqué con ella disfrutando la fiaca y sus piernas entre medio de las mías mientras dormimos abrazados.
-Esperar varios siglos- respondió Tax.
-Déjame dormir- le gruñí. Estoy enojado con él, él supo del viaje y en ningún momento me lo dijo.
La TV se encendió y el guardia que duerme en el sillón dio un saltos el susto y la apagó.
-Maldito control- gruñó a punto de arrojarlo y al verme lo dejó caer. -Alfa- me hizo una reverencia y se apresuró a salir de la habitación.
Genna pestañó poco a poco despertándose y al verme abrió mucho los ojos y empezó a llorar abrazada a mi pecho.
-¡No vuelvas a irte!- gritó llorando y abrazándome como si me fuera a escapar, se subió sobre mi y me gruñó en la cara
-¿Por qué les dijiste a mis hermanos que no te extrañara?- lloró y jimoteó -No podía hacerlo- se tapó los ojos y yo me senté en la cama y la sujete para que no cayera conmigo al moverme.
-Es que hueles tan rico- no es una excusa pero fue lo primero que salió -Por eso me fui cariño-bajé sus manitos y le acaricié sus mejillas rosadas -Yo no les dije eso a tus hermanos, ellos me odian lobita dejando eso de lado me encanta que no hayas podido cumplir con lo que te pidieron o me molestaría mucho- la abracé y la contuve hasta que dejó de llorar y me correspondió al abrazo.
-Te extrañé lobo malo- picó mi mejilla con su dedo y yo le piqué la suya.
-Yo también te extrañé lobita de mi vida- la hice inclinar y le besé la punta de la naríz.
-¿Dónde está el guardia?- preguntó mirando hacia todos lados -Anoche estaba en el sillón- se rascó la mano.
-Acaba de salir- le conté y la bajé de encima mío, la senté a mi lado y le peiné el cabello con los dedos, le hice una línea al medio y le desenredé las puntas para hacerle una coleta de caballo.
-¡Ay!- se quejó y por instinto en pegó en la mano, luego se dio cuenta de lo que hizo y en pidió disculpas volviéndome a abrazar.
-¿Reflejos?- reí y ella asintió avergonzada. -¿Desayunamos?- le pregunté. Tengo un hambre de muerte, en el bosque casé algunos animales pero la tristeza de la separación no me dejaba con muchas ganas de comer nada.
-Sí- su panza rugió y entonces me enfoqué en ella, en sus ojos cansados y en las venas de su garganta marcadas por la falta de sangre.
-¿Hace cuánto que no duermes?- interrogué y recogí mis prendas del piso.
-Ayer- mintió y gruñí sacándole la verdad -Desde que te fuiste- susurró.
-¿Cuánto de que no bebes sangre?- quise saber.
-Lo mismo- susurró abrazándose las rodillas.
-¿Y tus hermanos?¿Por qué no te alimentaron?- pregunté cabreado.
-No les dije- murmuró sin verme.
Salí de la habitación azotando la puerta, uno de los guardias me dio la llave de repuesto de la habitación de los hermanos y entré dirigiéndome al mini-refrigerador ignorando que estaban durmiendo juntos y Loan abrazando a Lion.
-¿Chucho?- Lion se pasó las manos por los ojos -¿Qué buscas? Aquí no hay filete- me provocó y le arrogué las bolsas de sangre vacía.
-¡La sangre!¡¿Dónde está la sangre?!- les grité.
-La bebimos- murmuró Loan que se giró y siguió durmiendo.
-¡Malditos apestosos, la luna los va a castigar!- les grité a ambos y regresé con Genna que está acomodando la ropa en la mochila.
-¿Por qué gritabas?- me vio de reojo -¿Pasó algo?- preguntó y negué con la cabeza. Respiré hondo y me acerqué, la alcé en mis brazos y la llevé al sillón sentándola en mis piernas y viéndola a los ojos.
-No pasó nada cariño, pero necesito que me asegures que no vas a marcarme.- acerqué su cabeza a la mía pegando nuestras frentes.
-¿Marcarte?- sus ojos cambiaron -¿Qué es?- preguntó llena de dudas.
-Es como una forma de unir definitivamente nuestras almas. Cuando marcas a tu mate o a tu alma gemela el lazo que los une se vuelve irrompible- le expliqué -No hay sangre y los humanos no son una opción, así que beberás de mí pero escúchame bien- corrí el pelo hacia su oreja. -No me marques o querré hacerte lo mismo ¿Entiendes?- asintió cabizbaja.
-¿No quieres sellar nuestro lazo?- sus ojos brillaron en tristeza.
-Eso ¿Qué te pasa?¿Por qué no quieres sellar nuestro lazo? Su alma es igual de hermosa que ella y Tiara por si te lo preguntas- refunfuñó Tax.
-No es eso, lobita- busqué las palabras -Yo te celo ¿No?- rio y asintió.
-Mucho- susurró avergonzada.
-La marca me hará ser peor que ahora y tú no necesitas eso- le guiñé el ojo y desabroché los botones de mi camisa. Ella siguió los movimientos de mis dedos y acarició mi mano -Te ofresco mi sangre loba mía, satisface tu sed, pero recuerda controlarte en el proceso- le hablamos Tax y yo al mismo tiempo.
-Te quiero- susurró pero no fue ella la que habló, fue su loba que aprovechó que Genna está muy sedienta, para tomar el control de su voz.
-Y yo a ti Tiara preciosa de patas hermosas blancas y orejas tan puntiagudas que me hacen alucinar con lo bonitas que son- le susurró Tax con mi voz.
Genna me echó una miraba antes de inclinarse a mi pecho y morderne.
No...no sé que me esperaba... como se sentiría...pero
-Genna- gemí dejando caer mi cabeza hacia atrás.
"No hay nada como tener relaciones con tu mate"
Mentira.
Todos los que decían eso mentían.
No hay nada como alimentar a tu mate, saber que te quiere no solo a ti, a tu sangre, a todo tu ser. Qué te haga sentir satisfecho y en casa, sabiendo que por mas malo que sea el día ella va a estar allí, para ti, para amarte, para demostrarlo siendo ella misma.
-Genna- no contuve el segundo gemido y rasgué los cojines del sillón, cerré mis ojos y respiré hondo. -Mía- le susurré al oído y acerqué mi boca a su cuello.
-Márcala- Tax apenas hablaba, está tan atónito y disfruta como yo.
-Gracias- Genna retiró sus colmillos y alejó su boca de mi pecho dejándome con ganas de más -Logan- me vio preocupada -Estás pálido- sus ojos se llenaron de lágrimas y la abracé.
-Te amo Genna- susurré y me abroché la camisa, la senté en junto a mí y encendí la TV para despejarme y alejar las ganas de marcarla como mía.
-¿Te encuentras bien? Estás muy pálido, llamaré a Lion- se levantó y la jalé para que se quedara conmigo.
-No quiero que te vayas.- la abracé -Quédate conmugo para siempre Genna- supliqué. Me moriría si me rechaza o dice que mi sangre es asquerosa.
-Me quedaré siempre contigo Logan- besó mi mejilla y me sonrió -Tu sangre es mejor que AB negativo, es muy rica- se pasó la lengua por los labios.
-Lo sé- en realidad no sé pero soy un alfa y no dejo el orgullo de lado.
-Alfa- golpearon a la puerta.
-¿Qué?- apoyé la mano en mi pecho acompasando mi respiración.
-El desayuno, señor- hablaron y sonreí. Aunque el momento fue el mejor de mi vida ahora estoy cansado, débil y necesito alimentarme para que mi sangre se regenere más rápido.
Me aseguré de que Genna estuviera vestida y noté lo que imperdonablemente se me pasó por alto.
-¿Te gusta usar mi ropa?- jugué con mi camiseta que por la altura le queda como un vestido corto.
-Huele rica- me sonrió y puso ojitos de cachorra -¿Te molesta?- preguntó.
No ¿Cómo va a molestarme que mi futura mujer use mi ropa. Por favor ¡Toma mi armario!
-No, por el contrario. Me encanta- le vi los labios y me acomodé un paso atrás en el sillón. -¡Adelante!- le grité al guardia cambiando de tema y borrando mi deseo por besarla.
El guardia entró con el desayuno, lo dejó en la mesa frente a nosotros y en echó una mala mirada antes de irse de aquí.
-¿Por qué se comporta así? Anoche sonrió de una forma que me dio mucho miedo- Genna se pegó más a mí.
-Resentido- gruñó Tax.
-Es el hermano de Tatiana- le revelé -Él y su familia están enojados porque no la convertí en mi luna- me encogí de hombros y me dispuse a desayunar.
Genna desayunó conmigo mientras veíamos la TV y compartíamos el jugo de naranja peleando por quien elegía el programa y quién se quedaba sin chistar.
Por supuesto el rico aroma ganó y ahora estamos mirando Hanna Montana, la película. Genna mueve las manos y canta cada canción demostrándome que me mintió pues según ella nunca antes había visto la película.
-Genna me mentiste, eso no se hace, las mates no mienten- le dije seriamente. Escupió lo que estaba comiendo y tosió hasta que ya estuvo bien.
-Lo siento- bajó la mirada y me dio el control remoto. Le sonreí, lo tomé, me acomodé entre sus piernas, cerré los ojos y se lo devolví.
-Una mate no miente y un mate complace los deseos de su loba
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro